Adoración de la Cruz
Hoy, Viernes Santo de la Pasión del Señor, traigo al blog un pequeño sonetillo al estilo de la poesía devocional barroca española, por si a alguien le sirve para entrar en situación.
La poesía religiosa barroca, al igual que la imaginería, a menudo apela al sentimiento y a la compasión por Cristo sufriente como vía para suscitar el amor por aquel que dio su vida por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Es paradigmático el caso de Santa Teresa de Jesús, que se convirtió (después de veinte años de monja) al contemplar una imagen del Ecce Homo y darse cuenta de lo mal que había agradecido lo que su Señor había sufrido por ella.
La adoración de la Cruz no es un teatrillo, sino la manifestación externa del Misterio de los Misterios: la muerte temporal del Dios eterno por una criatura insignificante como yo. Si Santa Teresa se convirtió así, ¿por qué no va a ser este Viernes Santo el día de nuestra conversión?