¿Por qué no se hace algo así?
Hace unos días, escribí un artículo sobre las burlas a la Eucaristía y a la Iglesia de un programa de televisión. En uno de los comentarios, un lector (ciudadano) hacía una propuesta que me ha resultado muy interesante:
…cuando a algún colectivo, homosexuales, mujeres, conductores de taxis, les molesta un programa, lo que suelen hacer es ponerse en con contacto con los anunciantes para expresarles su malestar y desacuerdo con los productos que se anuncian en esos programas.
Es razonable pensar que yo como católico desaconsejaría adquirir los productos que se anuncian en esos programas. Pues bien ¿por que no se hace? ¿Por qué colectivos como las uniones de telespectadores y radioyentes no denuncian esos casos? ¿Por qué desde los responsables de comunicación de las distintas diócesis no se hacen gestiones de ese tipo?