Tenemos unos sacerdotes que no nos los merecemos
El año pasado, tuve la oportunidad de ir a Zamora para el lanzamiento del libro ¿Qué ves en la noche?, de D. Luis Santamaría, del blog InfoRIES. Ya que estaba allí, además de asistir a la presentación de un libro más concurrida que he visto en mi vida, acompañé a D. Luis en algunos de sus quehaceres parroquiales.
Me llamó la atención que este sacerdote zamorano no atendía una sola parroquia, sino varias. En concreto, ¡siete pueblos! Los de Muelas del Pan, Almaraz de Duero, Almendra, El Campillo, Ricobayo, Valdeperdices y Villaseco del Pan. Todo ello además de ser el Delegado de Medios de Comunicación de la Diócesis de Zamora, un cargo que supone bastante trabajo y en el que hace una labor estupenda.
Y no crean que se limita a decir Misa una vez al mes en cada pueblo y ya está. Cuando estuve con él, fue presidiendo el Vía Crucis por varias de las parroquias, una después de otra. Con un frío que pelaba (casi más dentro de la Iglesia que fuera) y, en cada ocasión, para seis o siete personas. Pero con el mismo entusiasmo que si se hubiera tratado de un millón de jóvenes de la JMJ. Y, sobre todo, con la mirada sobrenatural que ve en cada persona un hijo querido de Dios.