Historia de salvación de una familia
Estoy convencido de que una de las cosas estupendas que nos esperan en el Cielo, si Dios quiere, es enterarnos de todas las gracias y milagros que Dios ha ido poniendo a nuestro alrededor sin que nos diéramos cuenta. Allí entenderemos por qué tuvimos estos padres, esta mujer o estos hijos y no otros, por qué sufrimos esa enfermedad o por qué tuvimos que ir a trabajar a otro país. Todo formaba parte del plan de Dios para nosotros, de su Historia de Salvación con nosotros, aunque no nos diéramos cuenta de ello.
Una lectora del blog, Ana, ha tenido el detalle de contarme algunas cosas de esa Historia de Salvación que Dios ha tenido con su familia. Una rama de esa familia era de origen noruego y, como tales, de confesión luterana. Sin embargo, al mudarse a España volvieron a la fe católica y la transmitieron a sus hijos y familiares, hasta Ana. Como verán, no son grandes acontecimientos, sino sencillas acciones de Dios: un traslado, vocaciones al sacerdocio o a la vida religiosa, el descubrimiento de la Eucaristía o de la devoción a la Virgen… A mi juicio, estas pequeñas cosas que Dios va haciendo con cada familia son las que forman la verdadera Historia importante del mundo y no las guerras, crisis económicas o enfrentamientos políticos.