Cardos borriqueros, bendecid al Señor
En los comentarios de otro blog, cuyo nombre no mencionaremos, me llamaron ayer algo que no oía desde que era pequeño: cardo borriquero. Me hizo sonreír, porque tengo un vivo recuerdo de los cardos borriqueros: plantas llenas de espinas, incomibles a (a diferencia de los cardos que se usan en la cocina) y con las que más de una vez me pinché cuando era niño y tenía que tocarlo todo.
Pensando un poco, creo que acertaron con la comparación.
Considerando la multitud de gracias que el Señor me ha ido regalando y el escaso fruto que he dado, yo pienso lo mismo: Dios se merecía una espiga que diese el ciento por uno y más bien ha obtenido un cardo borriquero.Es cierto que, en lugar de un corazón abierto a todos, como el de Nuestro Señor en la Cruz, tengo un corazón obstinado, lleno de pinchos, que cuando Cristo me riega con mil gracias apenas aprovecho una o dos, que me empeño en crecer donde me da la gana en lugar de en los sitios que Dios me tiene reservados… pero también es cierto que, al menos por ahora, Dios no se ha cansado de mí, que cuanto más me alejo de él más empeño pone en ponerme sobre sus hombros y que quien puede sacar hijos de Abraham de las piedras también podrá convertir los cardos borriqueros en plantas que den frutos a su tiempo.
Además, hay un detalle que me gusta de ser un cardo borriquero. Su nombre científico es Sylibum marianum y otro de sus nombres comunes es “cardo mariano”, es decir, cardo de la Virgen. Me alegra pensar que mi Madre nos quiere también a los cardos y no se olvida de nosotros.
Incluso los cardos borriqueros podemos amar a Dios, así que, desde ahora, añadiré una nueva línea a ese cántico de laudes tan bonito de los domingos, en el que el salmista va pidiendo a todos los seres del universo que bendigan a Dios, que los ha creado:
…Montes y cumbres, bendecid al Señor.
Cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Cardos borriqueros, bendecid al Señor…
15 comentarios
No recuerdo haberte llamado ni considerado nunca una mala hierba (de hecho, no sé cómo llegas a ese tema partiendo de un post que habla de que yo soy una mala hierba).
Me alegra mucho que te consideres Sylibum Marianum y ames e intentes imitar a la Virgen, probablemente con más fortuna que yo.
Como ya te he dicho otras veces, no tengo ningún interés en que te vayas de la Iglesia, en "arrancarte". Ni a ti ni a nadie (sería absurdo estar hablando constantemente de la necesidad de evangelizar y desear que alguien se aleje de la Iglesia).
Lo único que intento, cuando discuto contigo, es presentarte la verdad tal como yo la veo. Creo sinceramente que, cuando te apartas de la fe de la Iglesia, te equivocas en algo esencial para la vida.
Como, a pesar de no haberte visto nunca, deseo sinceramente tu bien, te digo lo que creo que es la verdad, también cuando sé que no te va a gustar. Estoy convencido de que si me callara los temas que no te gustan nos llevaríamos mejor, porque eres amable por naturaleza. Sin embargo, creo que esa sería una amistad falsa, porque te estaría engañando.
No sé lo que quieres decir con "superortodoxo". Mi fe es la fe de la Iglesia, porque he comprobado que me puedo fiar del Espíritu que actúa en ella y creo lo que me dice que tengo que creer, en el sentido en el que ella lo enseña. Pienso que, cuando te apartas de lo que cree la Iglesia, te estás apartando de la verdad y, en mi experiencia, ese camino sólo lleva a la muerte, por eso te lo advierto.
Entiendo que la verdad es la verdad y da igual qué dogmas te gusten o no a ti y me gusten o no a mí, si la Iglesia dice que son verdaderos. Hasta donde puedo ver, esa es la opinión de todos los santos desde los comienzos del cristianismo y lo que era bueno para ellos, creo que también sería bueno para ti y para mí.
Espero que no te olvides de rezar por mí como yo lo hago por ti.
¡Cardos borriqueros y puerco espines, bendecid al Señor!.
Sofia, no te angusties con los superortodoxos (ya han subido de categoría) ni con los heterodoxos. Al final, nos examinarán del amor.
En todo caso, estamos en lo de siempre: ser católico es creer que la Iglesia Católica es la fundada por Cristo y que protegida del error doctrinal por el Espíritu Santo, sobre todo en su magisterio proclamado de modo solemne, como es el caso. Para otra opciones, hay disponibles infinidad de confesiones cristianas.
Juan Masiá
Take it easy, sofía, como dírían los yanquis (¿eres profesora de inglés o me lo estoy inventando?). A ver cuando quedamos en la tacita de plata a tomar unos pescaditos fríos.
A los superortodoxos, a los talibanes cigoñiles (¡presente!), a los ñoño-progres, a los cardos borriqueros, a los puerco-espines, a los higos de pala, a los conversos-torquemada y a los teólogos en posesión de la verdad: Feliz Navidad. Que la paz del Señor sea sobre vosotros y vuestras familias, que el niño Dios inunde nuestros corazones de esperanza, de fe y sobre todo de caridad.
En fin, anchas son mis espaldas cibernéticas para que me digas lo que quieras, pero acusar al bueno de Bruno, que es un verdadero santo varón, de intolerante o de querer echarte de ningún sitio, me parece "demasié" (o sea, too much). Angelico mío, que es más paciente que el santo Job. No veas fantasmas por todas partes, querida sofía, y aprende a encajar las críticas igual que esperas que los demás encajen las que les diriges. Un saludete cariñoso.
Por último respeto tu derecho a decirle a Bruno lo que te parezca, y te pido que respetes el mío a salir a defenderle. Este es un foro público, y todo lo que se dice en público puede tener respuesta pública.
Paz y bien.
Paz y bien.
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