Cruz o crucecita
La mayoría de los lectores habrán escuchado o visto estos días los anuncios que la Conferencia Episcopal ha pagado en radio y televisión para animar a la gente a elegir la colaboración con la Iglesia en su declaración de Hacienda. El lema de este año es “Cada vez más, necesitamos tu compromiso”.
Vaya por delante que estoy totalmente a favor de que se ponga la crucecita en cuestión en la casilla de la Iglesia. La pongo siempre en mi declaración y en la de mi mujer (que por razones de división del trabajo y para expiación de mis pecados me toca también hacer a mí). Ayudar a la Iglesia en sus necesidades es un deber y un placer para todos los cristianos.
Hay algo, sin embargo, en esta campaña que no me termina de gustar.