4.04.08

Un regalo de lo alto

El otro día, me llamó la atención una frase del Papa. No es ninguna novedad, pero, por alguna razón, despertó mi interés. En un discurso para un Centro Juvenil, Benedicto XVI afirmó:

el hombre es siempre hombre con toda su dignidad, aunque esté en estado de coma, aunque sea un embrión

Lo primero que pensé al leer esta frase fue: cuánto me alegro de ser católico. Es una alegría saber que la Iglesia me ha considerado valioso desde el primer momento de mi existencia, cuando fui concebido. Más aún, antes de la creación del mundo, Dios ya pensó en mí y me amó. Dios nos eligió, antes de la creación del mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.

Además, por muy inútil que llegue a ser a los ojos del mundo, la Iglesia seguirá considerándome valioso.

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3.04.08

Las burlas al catolicismo ya no son noticia

Un lector me ha enviado este vídeo. He estado dudando sobre si era oportuno publicarlo en el blog o no, teniendo en cuenta la repugnante burla que se hace del sacramento de la Eucaristía. Finalmente, me he decidido a hacerlo para protestar públicamente por el hecho de que una de las grandes cadenas españolas (en este caso Tele 5), pueda emitir algo así sin consecuencias.

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31.03.08

Espada de doble filo

leftA pesar de su timbre marcial, el título de este blog, que comenzó su andadura en otro lugar, es una cita bíblica de Heb 4,12: La Palabra de Dios es viva y eficaz, más afilada que espada de doble filo.

He querido interpretar, en este caso, ese detalle del doble filo de la espada como la fe y la razón. En efecto, Jesucristo, que es la verdadera Palabra de Dios, se nos da a conocer tanto por la fe como por la razón, de modo que ambas, cuando no están adulteradas, nos hablan del mismo Cristo y actúan conjunta y armoniosamente.

Me gustaría aplicar ese “doble filo” a las afirmaciones que se hacen en los medios y que puedan tener alguna relación con la religión, la moral, el pensamiento, etc.

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28.03.08

Sacarán la espada

Me gustó mucho un comentario realizado ayer por un lector, Juan Antonio, en mi artículo del día. El artículo trataba sobre cómo los evangelios y los demás libros del Nuevo Testamento narran la Resurrección del Señor como un hecho que, a la vez, es físico y trasciende el espacio y el tiempo, es histórico y constituye el centro y el fin de la Historia. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.

Escribí este artículo en respuesta a las teorías expuestas por el P. Juan Masiá en su blog, que hacen de la presencia de Cristo resucitado algo puramente interior y espiritual, negando de hecho y en la práctica la resurrección de la carne.

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27.03.08

Hemos comido y bebido con él

Leo en el blog del P. Masiá sus opiniones sobre la resurrección de Cristo y, para ser sincero, no reconozco en ellas mi fe ni la fe de la Iglesia. Todo su afán es afirmar que las apariciones del Resucitado son una experiencia interna de los discípulos, que Cristo no se les aparecía, sino que por la fe veían que siempre estaba presente entre ellos. Por lo tanto, tampoco tendría sentido hablar de que resucitó al tercer día, ya que, en cuanto murió, ya estaba presente espiritualmente dentro de ellos.

Lo más curioso, a mi juicio, es que la totalidad del Nuevo Testamento está dirigida a defender justamente lo contrario de lo que él defiende. Es igual de sorprendente que si intentase hacer malabarismos para explicar que Cristo no predicó el amor a los demás o que sólo hablaba de Dios Padre como una metáfora de la esencia impersonal del universo.

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