Mi Anunciación favorita
De entre los innumerables cuadros de la Anunciación que se han pintado, quizá mi favorito sea este, de Juan Bautista Tiépolo. No tanto por la maestría artística, que es mayor en otros pintores, sino por un aspecto fundamental de la fe que se plasma en el cuadro.
Al contrario que otros pintores, Tiépolo pinta al majestuoso arcángel San Gabriel postrado en el suelo, como el más humilde de los suplicantes, porque es consciente de que la doncella que tiene ante él, precisamente en este momento, se ha convertido en la Madre de Dios.
Dios creó al ser humano inferior a los ángeles. Lo hiciste poco menos que los ángeles, dice el Salmista. El más pequeño de los ángeles, enseña Santo Tomás, es superior al más importante de los seres humanos según el orden de la naturaleza.
La encarnación del Verbo, sin embargo, lo cambió todo, porque Dios no se hizo ángel, sino que se hizo hombre. Cristo, verdadero hombre, tiene una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más alto es el nombre que ha heredado. Por eso, el Padre, al introducir a su Primogénito en el mundo dice: ‘Y adórenle todos los ángeles de Dios’. Eso es lo que hace el arcángel en la pintura: adorar humildemente al Hijo de Dios hecho hombre y honrar a su Madre, convertida en Reina de los Ángeles. El Verbo se ha hecho carne y la sierva se ha convertido en Señora. La gracia ha logrado lo que era imposible para la naturaleza, la historia misma se ha partido en dos y ya nada será igual.
Dios nos conceda a la misma humildad y admiración de San Gabriel ante el gran misterio que hoy celebramos. ¿Cómo no vamos a caer nosotros también de rodillas al contemplarlo?
32 comentarios
Je, je. Sí, lo pone al principio del artículo. Al escribir la última frase estaría pensando en otra cosa. Lo corrijo, gracias.
Me las guardo ambas en mi móvil. Gracias.
Dios nos conceda esa humildad del enviado.
Fructífera Cuaresma tengan ustedes.
Gracias por el regalo porque, que yo sepa, la postura del Arcángel Gabriel es única. Tengo al Arcángel a la derecha o a la izquierda, meramente insinuado o incluso ausente (en las representaciones más modernas), pero nunca arrodillado ante la Virgen ya encinta después de haber dicho: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra".
No tiene mucho sentido la traduccion "Lo hiciste poco menos que los ángeles,"
Estraubinger dice "lo creaste poco inferior a Dios (tiene mas sentido, ya que Dios eligio a una mujer para encarnarse, y no un angel..se me ocurre. así a bote pronto)
Nacar Colunga dice lo mismo.
Ahi lo dejo, por si tu tienes otras vision.
Abrazo y precioso cuadroi
"No tiene mucho sentido la traduccion "Lo hiciste poco menos que los ángeles,""
Bueno, es sabido que el Libro de los Salmos es uno de los más difíciles de traducir de la Biblia, si no el que más. Además, en relación con nuestro tema concreto, en el Antiguo Testamento en hebreo a menudo se oscila entre hablar de Dios y de sus ángeles (porque estos manifiestan en la Tierra las acciones de Dios). Todo eso hace que las traducciones de este versículo varíen. La versión de los Setenta traduce "que los ángeles". Y más importante aún, en la carta a los Hebreos del Nuevo Testamento, en la que se cita este versículo, se traduce así, siguiendo a los Setenta: "que los ángeles" (y el propio Straubinger lo traduce así al español en este caso).
Yo no soy competente para decidir cuál es la mejor traducción, aunque, en la duda, en principio me decanto por cómo lo interpreta el Nuevo Testamento y más aún teniendo en cuenta que es muy poco probable que un hebreo osase siquiera imaginar que el ser humano era "poco inferior a Dios".
En cuanto a tu razón teológica, "ya que Dios eligio a una mujer para encarnarse, y no un angel..", me temo que no tiene fuerza. En principio, Dios eligió al ser humano para encarnarse porque el ser humano tenía necesidad de redención, cosa que no sucedía con los ángeles/demonios, ya que los primeros no lo necesitan y los segundos son irredimibles (aclaro que hay algunos autores que piensan que Cristo se habría encarnado aunque no hubiera habido pecado original, pero es la opinión menos probable).
En cualquier caso, la superioridad natural de los ángeles sobre los seres humanos es, hasta donde puedo ver, enseñanza común de los teólogos, empezando por el propio Santo Tomás, como he indicado más arriba, y los padres de la Iglesia.
Un abrazo.
Artísticamente no me entusiasma pero la idea tras ella, que nos transmite Bruno, es hermosísima.
"10 puntos desde el arte conceptual, lamentablemente la ejecución no tanto"
Creo que lo pintó al final de su vida, cuando ya le fallaban un poco las fuerzas. Aquí hay otro de la huida a Egipto (un tema que le gustaba mucho) en el que también aparece un ángel postrándose a los pies de nuestra Señora:
La altivez es la misma, pero el resto del cuadro está más acabado. Actualmente se encuentra en el Metropolitan.
" algunos autores que piensan que Cristo se habría encarnado aunque no hubiera habido pecado original, pero es la opinión menos probable".
Entiendo que ese es un tema no cerrado, como dices. Pregunta: aunque no haya habido pecado original, ¿igual el plan de Dios para el hombre sería su divinización?, si sí, ¿Dios la hubiera hecho de un modo distinto a la Encarnación del Verbo, según la opinión más probable?
Saludos.
"¿En dónde se encuentra, actualmente, "La Anunciación"?"
Como decía más arriba otro comentarista, es parte de la colección Luna-Villahermosa. Según parece está en el palacio de Pedrola de los duques de Villahermosa, en Zaragoza, pero yo no he estado allí, así que no sé si se puede visitar o si ha cambiado la ubicación.
No obstante, me permito enfatizar todo lo contrario, sin rebajarle un gramo a tu planteo. (Es que así se tensan las paradojas).
Soy dado a pensar que en el acontecimiento referido, quien irrumpió en escena lo ha hecho con brío, firmeza, resolución y autoridad. No venía ni hablaba por sí mismo sino de parte del Rey y Señor. Cuya Voz descuaja los cedros.
Y la Virgen, muy Reina y Señora de todo lo creado, no menos (y sí más) era y es ESCLAVA del dicho Señor. Su “he aquí la esclava del Señor” no fue una generosa deferencia, ni una de esas humildades de salón propias de la burguesía. Ella vio pertinente, necesario, decir la verdad más briosa y decisiva y OPORTUNA a la circunstancia: soy ESCLAVA.
De allí, presumo, es que en el arte sacro el ángel suele ser el que pisa fuerte, mete miedo y saca pecho; y es María quien se encorva y cruza sus brazos en señal de entrega y sumisión.
En tiempos disolutos, todo está trastocado. El señorío de la Madre de Dios, seguro. Pero su esclavitud, no menos. A punto tal que en todas las Misas que se celebren hoy en la Argentina (al menos) la Virgen no dirá lo que dijo sino que los señores obispos han resuelto que ella contestará con un deslucido “yo soy la servidora del Señor”.
Perdón por el contrapunto. Es tan sólo para acercarnos al 440 del “la” afinado.
Yo imagino al Arcángel San Gabriel majestuoso y de píe y con un rostro atónito, con cara de sorpresa, y pensando: no puedo creer lo que veo, estoy perplejo, no puede ser verdad lo que ven mis ojos. Le imagino temblando ante tanta belleza. De pie, pero temblando. Está anunciando a una doncella nazarena que va a ser Madre de Dios. Nada menos que Madre de Dios. ¡Pásmate! ¡Madre biológica de Dios! Y la doncella nazarena en lugar de empezar a dar saltos de alegría, bien yuju, Madre de Dios, me encanta, yuju, yuju... Y termina con las palabras: Aquí está la esclava del Señor. Bellísima la doncella nazarena. El arcángel San Gabriel debió quedarse perplejo ante tanta belleza de la Gratia Plena.
Gracias por aportarnos este bello cuadro de uno de mis artistas favoritos,sensacional la postura del Arcángel,enriquecedora su reflexión teológica y la de todos los comentaristas.Consulta:casi siempre en las obras de Tiépolo,la expresión de la Virgen,posee cierta altivez,consulto a los expertos en Arte que frecuentan su magnífico sitio ,Bruno.
"BENDITA TU ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES"
"También quería apuntar que. de rodillas jamás he imaginado al arcángel san Gabriel, porque de rodillas es adoración de latría, adoración que ninguna criatura puede profesar si no es a Dios..."
Sin duda, la adoración o culto de latría solo corresponde a Dios. Pero los signos que manifiestan esa adoración cambian a lo largo del tiempo y en las distintas zonas geográficas, porque son solo eso, signos, y por lo tanto mutables. En la época en que se pintó esa pintura, uno se arrodillaba ante el Papa, por ejemplo. Arrodillarse ante los reyes o señores feudales ha sido muy frecuente en otras (y sigue haciéndose en algunos lugares y ocasiones, como cuando el rey de Inglaterra arma caballero a alguien). En la nuestra, el sacerdote se arrodilla para lavar los pies el jueves santo. Mucha gente se arrodilla ante su novia para pedirle matrimonio. El benemérito P. McNabb OP se arrodillaba para besar los pies de las personas a las que había podido ofender. Nada hay de extraño en todo eso.
En cualquier caso, como señalaba, en ese preciso instante nuestra Señora tenía en su seno a Dios.
"aunque sinceramente, dudo que el arcángel san Gabriel estuviera postrado"
Bueno, al tratarse de un ángel es espíritu puro y no tiene rodillas, ni piernas, ni cuerpo. El cuadro solo es una representación pictórica, una forma de imaginar lo que supera nuestra imaginación, así que cada uno se lo imagine como mejor sepa.
"Es que así se tensan las paradojas"
Casi me parece estar oyendo brindar por ello al buen Gilberto en el banquete del Reino de los Cielos.
"quien irrumpió en escena lo ha hecho con brío, firmeza, resolución y autoridad. No venía ni hablaba por sí mismo sino de parte del Rey y Señor. Cuya Voz descuaja los cedros... De allí, presumo, es que en el arte sacro el ángel suele ser el que pisa fuerte, mete miedo y saca pecho; y es María quien se encorva y cruza sus brazos en señal de entrega y sumisión"
Sin duda, por eso señalaba que tiendo a pensar que este cuadro en particular no es del principio de la Anunciación, de cuando irrumpe el ángel y saluda (como la mayoría de los cuadros), sino de un momento posterior, cuando, después de que la Virgen se proclame la sierva del Señor, asombrosamente incluso para los ángeles, Verbum caro factum est. En ese momento, cambian las tornas y aparece el otro lado de la paradoja: la sierva se convierte Arca de la nueva Alianza, y el ángel se postra porque reconoce que está ante su Señor y ante su Reina.
"En tiempos disolutos, todo está trastocado. El señorío de la Madre de Dios, seguro. Pero su esclavitud, no menos"
No podría estar más de acuerdo. No se entienden ni el uno ni la otra, porque entender ambas cosas requiere demasiada fe y no andamos sobrados de ella. Igual que no se entienden ni la gracia, ni la libertad; ni la divinidad de Cristo ni su humanidad; ni la santidad de la Iglesia ni el carácter pecador del Papa y todos los demás, y un largo etcétera. Cuando se pierde la fe, dejan de entenderse las paradojas divinas y todo son opiniones e ideologías.
"En todas las Misas que se celebren hoy en la Argentina (al menos) la Virgen no dirá lo que dijo sino que los señores obispos han resuelto que ella contestará con un deslucido “yo soy la servidora del Señor”"
A veces pienso que podría escribirse una especie de mapa de la falta de fe con las traducciones defectuosas que surgen como setas por todas partes. Anteayer estuve en Francia y escuché que, en el confiteor, sustituyen la triple confesión de culpa por un simple "j'ai beaucoup péché", no sea que alguien se vaya a creer que el pecado existe de verdad.
"Perdón por el contrapunto"
Je, je. ¡Vivan los contrapuntos! Cuando creamos InfoCatólica, estuvimos a punto de llamarla así: Contrapunto.
"Pregunta: aunque no haya habido pecado original, ¿igual el plan de Dios para el hombre sería su divinización?, si sí, ¿Dios la hubiera hecho de un modo distinto a la Encarnación del Verbo, según la opinión más probable?"
Santo Tomás (que pensaba que el Verbo se había hecho hombre como consecuencia del pecado) decía la Escritura habla de que Dios se encarnó para salvarnos del pecado y de la muerte y que, sobre la otra posibilidad, solo sabemos que Dios es libre y, por lo tanto, podría haberse encarnado aunque no hubiera habido pecado si así lo hubiera querido. La Escritura apenas habla de lo que habría pasado si no hubiera habido pecado, así que todo son hipótesis.
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