¿Por qué madrugas?

La necesidad de madrugar es una constante para la mayoría de las personas, ya sea para trabajar fuera de casa, cuidar de los niños en ella, estudiar o el resto de nuestros innumerables afanes. Basta ir en el metro un lunes por la mañana para descubrir que también es una constante que ese madrugar cueste y nos tenga perpetuamente fatigados. Es una de las consecuencias del pecado de Adán, que rompió la armonía original de la naturaleza y nos hizo esclavos de muchas cosas.

Madrugar vamos a tener que madrugar, lo queramos o no, pero lo que queda a nuestra libertad es la razón por la que madrugamos. En ese sentido, creo que es muy conveniente que cada uno se haga esta pregunta: ¿por qué madrugo?

Como decíamos, hay mil razones concretas para madrugar, desde trabajar hasta estudiar, robar, irse de viaje o hacer deporte. Algunas son malas, pero otras buenas o neutras. En la misma Biblia aparecen muchas de estas razones, pero la pregunta fundamental que nos hacemos no se responde con ninguna de ellas.

Ante la pregunta de por qué madrugo, la Escritura responde: por ti madrugo, Dios mío. Esa tiene que ser la respuesta esencial y no otra. Ese es, después de todo, el ejemplo del mismo Cristo: Muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario donde se puso a orar.

No madruguemos para nuestras preocupaciones y afanes, por buenos que puedan ser, madruguemos para Dios, para contemplar al único que de verdad merece ser contemplado: al despertar me saciaré de tu semblante. Digámoselo cada día: oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma esta sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. Todo lo demás, pongámoslo en sus manos: por la mañana escucharás mi voz, por la mañana te expongo mi causa y me quedo aguardando.

Cualquier otra respuesta no es buena: es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde, que comáis el pan de vuestros sudores: ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen! Quizá por eso estemos tan cansados y hartos de madrugar, porque si no madrugamos como Dios quiere, nuestro esfuerzo será inútil y solo conseguirá cansarnos para nada.

Madruguemos por Dios, dediquemos los primeros instantes de cada día a rezar, a alabar a Dios y contemplar su gloria. Entonces dejaremos de estar cansados y agobiados y se cumplirán en nosotros las palabras del salmista: por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

18 comentarios

  
Feri del Carpio Marek
Este artículo solo puede escribirlo alguien que reza, al menos con cierta frecuencia, la liturgia de las horas. Es tan profundo lo que se dice aquí, son palabras de vida eterna, y para beber de esa fuente hace falta esa espiritualidad monástica de la que todos deberíamos participar en mayor o menor grado. Si hay algo bueno para rescatar de la reforma litúrgica (que lamentablemente en muchos aspectos ha sido una revolución en vez de reforma), es el haberle dado un impulso al rezo de la liturgia de las horas por parte de todos los fieles.
29/10/24 4:43 PM
  
Bruno
Feri del Carpio:

El rezo del oficio divino es un regalo incomparable, precisamente porque consagra a Dios cada momento de nuestra vida y, en ese sentido, permite vislumbrar lo que será el cielo.
29/10/24 5:48 PM
  
África Marteache
Este artículo me viene muy bien porque yo tengo la tendencia a rezar el Ángelus al mediodía y aprovechar la tarde-noche para rezar. Al despertar solo rezo un par de jaculatorias. Ya me había dado cuenta de ese déficit, pero, al final, se ha convertido en una costumbre.
Por otra parte me gustaría preguntar a Feri cómo reza él la liturgia de las horas porque éstas son propias de aquellos que, por vivir en un monasterio, pueden interrumpir el trabajo a horas determinadas. La liturgia de las horas para el católico de a pie no es una práctica posible a no ser que se reduzca a Laudes y Vísperas o Laudes y Completas.
Ningún seglar me ha explicador nunca cómo hace la liturgia de las horas y si esto es compatible con el rosario, por ejemplo.
29/10/24 7:32 PM
  
claudio
Estimado Bruno.
Monseñor Casalotodo recuerda que no por mucho madrugar amanece más temprano.

Propone incorporar al madrugar el madurar la Fe, advierte que lo que falta en este momento es la Fe madura y madrugadora que guiará nuestra conducta práctica -tan complicada por vanalidades-.

Si Cristo se detiene para atendernos hagamos lo mismo nosotros con El, sobre todo que estemos velando y orando cuando llegue de madrugada...por aquello que al que madruga Dios...

Cómo la ves....
29/10/24 8:26 PM
  
Birlibirloque
Muy bueno. Gracias, Bruno.
29/10/24 10:35 PM
  
Makabusa
Madrugo porque a las 6.55am rezamos laudes...
29/10/24 10:50 PM
  
Nando
Gracias por el post, Bruno. Demasiadas veces he madrugado o velado por el mero hecho de tener que trabajar o estudiar.

> La liturgia de las horas para el católico de a pie no es una práctica posible a no ser que se reduzca a Laudes y Vísperas o Laudes y Completas.

Esto es así, África. Antes de la última reforma litúrgica de Pablo VI (Laudis Canticum) era común que los terciarios de las órdenes benedictinas rezaran Prima y Completas; otras órdenes con seglares en sus filas, tenían Oficios Parvos especialmente adaptados para los sufridos padres y madres con familias que mantener. Precisamente de los Parvos Oficios de la Virgen viene la costumbre del Angelus.

Invitar a los laicos a unirse en una única Liturgia de las Horas es muy positivo, pero en mi caso sólo tengo tiempo para Laudes, Sexta y Completas, coincidiendo con mi jornada laboral y mi descanso. Es más, muchas veces encuentro que hay mucho "ora" y poco "labora" -si se me permite la expresión-. Incluso hay himnos donde se considera al trabajo poco más que un suplicio terrible. Y tantas otras veces se omite el ofrecimiento de obras en Laudes.

Hace poco descubrí el Diurnal Monástico Benedictino de 1962, plenamente en vigor y conciliar, en tanto que fueron dispensados del rezo de la Liturgia de las Horas (con San Benito hemos topado) en favor de su inmemorial oficio. Eso si, solo hay traducciones bilingües al portugués, inglés y francés ofrecidas estas últimas por abadías de corte tradicional. A mí me basta con la "app" BrevMeum, donde puede elegirse de entre los muchos breviarios que la Iglesia nos ha regalado a lo largo de los siglos.

Por lo que desde hace unos meses, es la hora Prima con la que comienzo mi jornada laboral. Se nota que fue escrito para monjes que saben que hay que trabajar hasta extenuar los vicios, poniendo todo en manos del Señor y ofrecer la perfección del trabajo. Por no hablar de leer el martirologio al final de la hora y descubrir tantos santos a los que cada día me encomiendo.

>Ningún seglar me ha explicador nunca cómo hace la liturgia de las horas y si esto es compatible con el rosario, por ejemplo.

En mi caso, alarmas en el reloj y muchas veces con la ayuda de Radio María.. Después de Prima (6.30), Angelus y Sexta de la Liturgia de las Horas (12). Después de comer, Nona (15). Para finalizar con el Rosario y Completas (21) del Diurnal Bendictino (es siempre igual y lo puedo memorizar). Los fines de semana tengo tiempo para Laudes y Vísperas de la Liturgia de las Horas y omito Prima y las horas intermedias.

Eso si, intento siempre rezar en latín himnos (varían solo en solemnidades y fiestas) y cánticos evangélicos. En inglés (el idioma bárbaro más hermoso, que decía Castellani), memorizar se traduce como "to know by heart" es precisamente lo que intento desde mi paupérrimo esfuerzo por alabar desde el corazón a Dios a lo largo de mi día.
29/10/24 11:08 PM
  
África Marteache
Mababusa: Sigo sin verlo claro. ¿Hay que rezar laudes a las 6:55 de la mañana o rezas laudes a esa hora porque eres un monje?
Mi pregunta va dirigida a aquellos que siendo laicos, como yo, rezan la liturgia de las horas. Evidentemente nuestra vida no nos permite seguir el ritmo marcado por esa liturgia que, según tengo entendido, consta de laudes, tercia, sexta, nona, vísperas y completas. Eso solamente puede hacerlo un monje o alguien que viva solo y se organice el día en virtud de esa liturgia.
29/10/24 11:10 PM
  
África Marteache
Gracias, Nando, al fin he conseguido aclararme algo.
29/10/24 11:13 PM
  
Jacobo.
Rezar, hablar con Dios, es algo maravilloso, que nos eleva y marca nuestro día, cada día.

Estoy bastante asombrado de dos cosas:

1) Bruno dice que hay que madrugar para orar.

2) Los seglares rezan oraciones monásticas.

Es claro que la influencia del Orden monástico, desarrollado espectacularmente desde S. Benito ha oscurecido al Orden seglar,, que ya está en vías de desarrollo.

Claro que un seglar debe rezar al levantarse para dar gracias a Dios por todo lo recibido y por el nuevo día, pero los que deben madrugar para rezar son los monjes como marca su regla.

Y claro que los seglares debemos rezar durante el día: Ángelus. Y hacer examen de conciencia con Dios antes de acostarnos por la noche. El resto de oraciones que se han mencionado son propias del Orden monástico, no son propias del Orden seglar.

Un saludo para todos.
29/10/24 11:56 PM
  
Jacobo.
A exceción del Santo Rosario, que ls que laboramos de día podemos rezarlo por la tarde y viceversa.

Saludos para todos.
30/10/24 12:26 AM
  
anawim
La Liturgia de las Horas es de una belleza impresionante, no en vano es la oración oficial de la Iglesia, es la voz de la Esposa en las moradas celestes. La voz de la Esposa es una sola. Esto es muy bello porque el "yo" individual desaparece y se transforma en la voz de la Esposa. En las moradas celestes sólo se oye una sola voz, la de la Esposa, esto es muy bello, y sólo pasa con el Oficio divino, no pasa en las devociones particulares.

Sería genial que el señor Obispo de nuestras diócesis nos convocara al menos un par de veces al año al arciprestazgo para el rezo de alguna de las horas principales y poder rezar las horas todos junto al señor Obispo.

Y los párrocos deberían de convocarnos un día a la semana para el rezo de las laudes o de las vísperas. Yo rezo las laudes y el Oficio de lectura en el Sagrario, pero rezo sola. Hay varios laicos que también rezan las horas en el Sagrario, pero rezamos de forma individual. Lo ideal sería poder rezar todos juntos, porque no olvidemos, que la Liturgia de las horas es la oración de la Iglesia, no es la oración del párroco, o mi oración.
30/10/24 12:37 AM
  
África Marteache
anawin: No sé si eso se ha hecho nunca entre seglares, que yo recuerde. Si la Liturgia de las Horas es la oración de la Iglesia, no es algo que la Iglesia incentive, ni ahora ni en la iglesia preconciliar.
Ciertamente los viernes, cuando vamos a la Adoración, se reza algo que podrían ser vísperas, pero no tengo ni idea porque, preferentemente son salmos.
La verdad es que no nos enseñan mucho sobre esto.
30/10/24 12:49 AM
  
anawim
En cuanto a lo de madrugar, la Palabra de Dios está llena de versículos que nos hablan de la noche y de la madrugada, pero el que más me gusta es un Himno que cantamos en Vísperas:

¿Qué ves en la noche,
dinos centinela?
Dios como un almendro
con la flor despierta;
Dios que nunca duerme
busca quien no duerma,
y entre las diez vírgenes
sólo hay cinco en vela.

Y entre las 10 vírgenes SÓLO hay 5 en vela.

30/10/24 1:19 AM
  
anawim
África, es una propuesta que sería genial. La Iglesia quiere que recemos juntos, pero nos tienen que convocar. En la parroquia el año pasado rezábamos Vísperas los miércoles por las vocaciones a la vida consagrada y al matrimonio y después exponían el Santísimo, pero este año, por algún motivo que desconozco, lo han quitado. En ANFE rezamos 3 horas litúrgicas: Vísperas, Oficio de lectura, y Laudes, pero sólo es una vez al mes.
30/10/24 1:31 AM
  
Jacobo.
Anawin: Madrugue Vd. Qué a quién madruga Dios le ayuda.

Saludos cordiales.
30/10/24 1:50 AM
  
anawim
África, yo también pongo alarmas en el móvil:

12: Sexta y Ángelus
15: Nona y Coronilla de la Divina Misericordia
19: Vísperas
Al acostarme: Completas.

Me levanto a las 5:00 a,m (menos mañana porque ya tenía que haberme acostado)
A las 8:00 Laudes.
A las 9:00 Oficio de lecturas.
30/10/24 2:06 AM
  
El Athonita
Tal vez ayude a recuperar la armonía perdida por la Caída, entender el orden de la secuencia de una jornada. Desde la Caída venimos con el paso cambiado, trastocado, considerando la madrugada como el inicio del día. Cuando "en el principio no era así". Pues hubo una tarde y una mañana. No al revés.
Cuando la aurora hace de estuario de la jornada, apresurarse hacia esa Luz es entusiasmante y maravilloso. Estamos hechos para caminar, cada día, de las tinieblas a la luz admirable. Y no al revés.
30/10/24 3:03 AM

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