Contra irrealidad, Chesterton

“El problema de nuestra civilización puede resumirse en una palabra: irrealidad. No tenemos ningún peligro de caer ni en los vicios ni en las virtudes de los vikingos. Tenemos el peligro de olvidar todos los hechos, buenos y malos, en una bruma de frases rimbombantes”.

G. K. Chesterton (Illustrated London News, 27 de Agosto de 1910)

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Si no me fallan las cuentas, hoy es el cumpleaños de Gilbert Keith Chesterton, un día que merece la pena celebrar con un brindis en este blog y dondequiera que haya católicos amantes de la buena literatura, del pensamiento agudo como un florete y de la verdad siempre nueva.

Aparte de las horas sin número que he pasado disfrutando de la lectura de sus libros, poemas y artículos, de su ingenio desbordante y de su apologética humilde, amable y sin malicia, yo personalmente tengo que agradecer al buen Chesterton el ejemplo de su misma persona, su forma de ser. Nunca he leído a nadie que tenga en el mismo grado su actitud fundamental de inagotable admiración por lo real. Todos sus escritos rebosan de asombro, sorpresa y alegría infantil por la belleza del ser y de todo lo hecho por Dios. A veces, al leerle, me da la impresión de estar ante un rollizo Adán recién creado y sorprendido por todo lo que ve a su alrededor en el Edén, especialmente las pequeñas cosas.

Chesterton no era ni un filósofo ni un teólogo, pero la admiración por lo real es el cimiento más profundo tanto de la filosofía como de la teología y eso hace que los libros del despistado y perpetuamente jovial inglés valgan por una infinidad de sesudos tratados, incluidos sus libros de viajes como La Nueva Jerusalén, sus novelas policiacas del inolvidable padre Brown, sus poemas como Lepanto, sus biografías de Santo Tomás y San Francisco de Asís, sus obras apologéticas como Ortodoxia, El hombre eterno, Herejes o Las controversias de Blatchford, sus acertadísimas “profecías” como Eugenesia y otras desgracias, La superstición del divorcio o Lo que está mal en el mundosus artículos breves sobre todos los temas bajo el sol y muy especialmente obras inclasificables como El club de los negocios extraños y (mi preferida desde que la leí siendo un niño) El Napoleón de Notting Hill. Como el propio Chesterton, su obra es sobreabundante.

La crítica de Chesterton a la sociedad moderna abarcaba la teología, la filosofía, la estética, la economía (como uno de los fundadores del distributismo) y multitud de otros campos, pero, lejos de perderse en detalles, iba siempre al núcleo mismo de la cuestión, que era, precisamente, la falta de realidad de esa sociedad actual. Hemos cambiado cosas reales y concretas como la familia, la tierra, el hombre, la mujer, Dios, los pueblos, la patria, los antepasados y los mandamientos de la ley de Dios por entes vagos y más o menos imaginarios como el feminismo, la ecología, el género, la comunidad internacional, los derechos humanos, el progresismo o el materialismo. El resultado, como siempre que uno prescinde de la realidad, es que nos damos terribles cabezazos una y otra vez contra todas esas paredes cuya existencia negamos por razones ideológicas.

El hombre moderno cree tener los pies firmemente en el suelo y ser el más realista de la historia, por lo que se permite mirar por encima del hombro a épocas anteriores, más preocupadas del cielo que de la tierra. La realidad es justamente la contraria: al olvidar a Dios, como no podía ser de otra manera, el ser humano va olvidando también la verdad sobre sí mismo, la lógica y la misma realidad. En ese olvido progresivo estamos y sería difícil encontrar un mejor antídoto contra él en este mundo que disfrutar de la lectura de Chesterton.

44 comentarios

  
Bruno
Nota para el comentarista "Cuervo negro":

Me olvidé de responderle en un artículo anterior. Me temo que me había olvidado de aquella vieja promesa de escribir un librito de semblanza del P. McNabb que incluyera algunas de sus oraciones. Ahora que me lo ha recordado, me he puesto ya a la tarea.
29/05/24 8:54 PM
  
Farias
MIre Ud. Lo tengo a Chesterton por escritor de mis preferencias, tanto que lo leo hasta en Inglés, porque las traducciones no son siempre fieles. Hasta me gusta más que el Quijote.

Sin embargo con Ud. discrepo y mucho; diría que muchísimo.

Por eso me extraña que Ud. no tenga la caballerosidad que se tenían Turnbull y Mc Ian. The Cross and The Ball. Siempre le resalté ese ejemplo del ateo y del jacobita, y Ud. hizo mutis por el foro y me borró mis comentarios.

Ud. no acepta los dardos duros. Pero Ud. y sus comentaristas no tienene piedad con Papas y Obispos y sacerdotes que no son de su " partido" , y Ud. no les dice nada o no se dice nada..Es más los aplaude o se aplaude

Insultar o menospreciar, no es usar palabras duras solamente; las palabras pulidas y aparentemente suaves pueden llevar mayor veneno.

Y bueno. Se ve que recibimos de diferente modo a Chesterton. No me extraña, porque tenemos una muy diferente actitud con los hombres sagrados.
Seguramente, borrará este comentario, porque trinará diciendo que lo insulto.
Saludos
29/05/24 8:55 PM
  
Luis E.
Agregaría al post la categoría "Profecía" en su abundadnte legado literario, como en su coleccion de ensayos "Eugenesia y otras desgarcias", "La superstición del divorcio" o "Lo que está mal en el mundo" (sporiler alert: unas de esas cosas que denuncia como mal es el feminismo) que hace parecer que él tenía un bola de cristal y estaba viendo en HD el siglo XXI...
29/05/24 9:07 PM
  
Bruno
Luis E.:

¡Buena aportación! Lo añado al artículo.

Me alegro de "verte".
29/05/24 9:11 PM
  
Luis López
Abro por azar el libro que más que he gustado de los muchos que he leído de Chesterton, "El hombre eterno", y leo lo siguiente:

"Hay gente que dice desear que el cristianismo permaneciera como un espíritu. En el fondo , lo que quieren decir , casi literalmente, es que su deseo es que permaneciera como un fantasma. Pero no va a permanecer como tal. Lo que sigue a este proceso de muerte aparente no es la permanencia de la sombra, sino la resurrección de un cuerpo".

Nada más que añadir.
29/05/24 9:50 PM
  
África Marteache
De Chesterton, aparte de ofrecerle mi mano para que la bese porque era un caballero, no digo nada porque es un campo muy trillado.
Cierto. Chesterton, aunque nadie parece incidir en eso, no era ni pacifista ni feminista.
No creo que la generación actual se defina como realista, se define más como cientifista, que no es lo mismo.
29/05/24 10:05 PM
  
Haddock.
Chesterton fue tan grande que me avergüenza escribir algo de apología católica después de él. Pero bueno, en un final de partida de ajedrez un simple peón puede ser decisivo.

29/05/24 10:38 PM
  
luis
El más grande escritor católico del siglo veinte.
29/05/24 10:43 PM
  
Bruno
África Marteache:

"No creo que la generación actual se defina como realista, se define más como cientifista, que no es lo mismo"

Ese es el problema, que identifican los conocimientos científicos con la realidad. Sin darse cuenta de que ni siquiera la propia ciencia es científica, sino metafísica.

Primero reducen la realidad a una mínima parte de ella, como son los conocimientos científicos. Después, como ningún ser humano puede vivir solo de conocimientos científicos, se inventan una realidad alternativa completamente irreal.
29/05/24 10:51 PM
  
África Marteache
Luis E: El que mira al pasado, mira al futuro, solo el presentista está conjugando permanentemente los verbos en presente de indicativo.
Chesterton no ponía trono a las causas y cadalso a las consecuencias, lo que hacía es ver el futuro próximo con una claridad admirable, por eso sabía que el divorcio era el fin del matrimonio, la sexualidad desenfrenada el fin de los nacimientos y la indiferencia hacia la vida traería la eutanasia. Él nació hace 150 años exactos lo que implica que ciertas tendencias incipientes observadas nos han llevado a la situación de hoy. Sin embargo los nacidos ahora lo tienen más crudo para saber lo que vendrá en un futuro próximo porque ya queda poco margen para la aceleración y, por lo tanto, o viene una vuelta atrás poco probable o viene el Segundo Advenimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
29/05/24 11:19 PM
  
África Marteache
Chesterton previó muchas cosas, muchas, lo que no pude prever es la total rendición de la Iglesia al Mundo.
29/05/24 11:24 PM
  
Bruno
Luis López:

"Lo que sigue a este proceso de muerte aparente no es la permanencia de la sombra, sino la resurrección de un cuerpo"

Que así sea.
30/05/24 1:43 AM
  
Bruno
Haddock:

"Pero bueno, en un final de partida de ajedrez un simple peón puede ser decisivo"

Y lo mejor es que los peones no necesitamos ser decisivos, solo fieles. Nuestro Rey, y junto a él la Reina, ya han vencido.
30/05/24 1:44 AM
  
Haddock.
En una partida, vi un jaque mate en tres movimientos con la horquilla de un caballo. una torre y un peón protegido por un alfil sacrificando la reina. Pospuse el final por una cuestión de principios:

A MI REINA NO LA TOCA NADIE.



30/05/24 3:11 AM
  
África Marteache
Interpretar lo que Newman o Chesterton pudieran sentir es una gran audacia sostenida solo por la suposición de que piensan lo mismo que uno mismo. Yo, en cambio, no tengo la menor idea.
Chesterton dijo aquello de que no se quitaba la cabeza al entrar en una iglesia, lo que indica que no estaba dispuesto a suspender sus funciones cerebrales, en estos momentos la suspensión del pensamiento racional parece ser una exigencia para todo católico.
30/05/24 10:07 AM
  
Juan Mariner
La generación actual, África, es pseudocientifista. Dominan las filosofías contrarias a la pena de muerte (se amparan en el sufrimiento que se inflige al reo) y las favorables a la eutanasia (el eutanasiado no sufre nada de nada); las filosofías favorables al aborto, rasgándose las vestiduras por las muertes perinatales; las filosofías basadas en el crecimiento económico competitivo a toda costa, pero se quiere vivienda asequible, alimentos baratos y poco trabajo con sueldos altos; filosofías que abogan por el divorcismo, pero se quiere el interés superior del menor de edad; filosofías que proclaman la paz, pero se avivan conflictos internacionales uno tras otro; filosofías centradas en la defensa del pobre y se dictan leyes económicas que los desamparan con suministros y alquileres carisimos.
30/05/24 12:03 PM
  
África Marteache
Juan Mariner: Cuando hablo de cientifistas no estoy hablando de filósofos. La Ciencia adelanta que es una barbaridad, pero el último filósofo de fuste que salió fue Heideger, guste o no guste.
30/05/24 1:21 PM
  
Feri del Carpio Marek
"Hemos cambiado cosas reales y concretas como la familia, la tierra, el hombre, la mujer, Dios, los pueblos, la patria, los antepasados y los mandamientos de la ley de Dios por entes vagos y más o menos imaginarios como el feminismo, la ecología, el género, la comunidad internacional, los derechos humanos, el progresismo o el materialismo."

Creo que no he leido mejor descripción de los tiempos actuales, o de lo que está mal en el mundo. El problema gordo de esto es que la misma Iglesia cambiado aquellas cosas reales por estos entes vagos que tiene hoy por banderas, salvo quizás el materialismo, al menos por ahora, aunque pensandolo bien, cuando se cambian las cosas reales por entes vagos es que uno ya se ha vuelto materialista, aunque no se haya enterado, y esa es la gran paradoja, que lo real es lo espiritual, de que cuyo principio surge lo material. En particular centrar la economía en el ente vago dinero en vez de las cosas reales como la tierra, el trabajo, la familia, es lo que hace que pasemos pinponeando entre economias socialistas y liberales y que cada vez estemos peor, aunque digan lo contrario por creer que lo real es el producto interno bruto.
30/05/24 2:08 PM
  
José Díaz
Chesterton se percató del estrecho vínculo que existe entre la descristinianización de Occidente y el abandono del realismo metafísico en filosofía. La enfermedad del Occidente cristiano nace con un virus, el nominalismo, y termina con una metástasis, manifestada en cultura de la muerte, en ideología de género y, en definitiva, en negación, no ya del orden sobrenatural, que también, sino hasta del orden natural.
30/05/24 3:17 PM
  
Martin
Ya que hablamos de Chesterton, me atrevo a recomendar el libro "El club de los negocios raros". Y a pedir que alguien me explique el final de "El hombre que fue jueves". Gracias Bruno por el artículo sobre tan gran escritor
30/05/24 3:33 PM
  
Pampeano
Si el Gordo viviera aún hoy miraría como está el mundo y diría: "Se los dije".
30/05/24 5:48 PM
  
África Marteache
Creo, Pampeano, que el Gordo esperaba no acertar. Es curioso que una persona, con tal particular bonhomía, fue en realidad un profeta de calamidades. Esa es una de sus múltiples paradojas.
30/05/24 6:01 PM
  
África Marteache
Cada vez que "veo" a Chesterton, y lo hago con cierta frecuencia porque en este pueblo hay un bonito monumento (más bien una estela de bronce con su busto que ha sido limpiada hace poco por corrosión de la sal marina), me acuerdo de aquella pseudo-filósofa que vino una vez al colegio a hablar de filosofía y dijo que los filósofos son todos flacos. Al recordarle que Santo Tomás de Aquino fue gordo dijo que se trataba de una excepción-como si hubiera sido amiga personal de Sócrates o de Platón-y suelo reirme en complicidad con Gilbert cuando voy a visitarle. Yo le llamo Gilbert, me tomo esta licencia porque soy mucho mayor que él, que dejó esta vida sin llegar a mi edad, y se supone que ya nos han presentado. Además siempre mando recuerdos para Frances, por lo que cuento con el permiso de su esposa.
30/05/24 6:25 PM
  
claudio
Estimado Bruno.
Recuerdo dos afirmaciones de Gilbert Keith:

Los ángeles pueden volar porque se toman a si mismos a la ligera.
Es fácil ser pesado y difícil ser liviano. Satanás cayó por la fuerza de su gravedad.

Y una tercera que se hace presente todos los días hoy.

El que se conforma con decir “No queremos que los teólogos debatan sobre sutilezas”, sin duda se conformaría también diciendo “No queremos que los cirujanos operen filamentos más sutiles que el de un cabello”.
Es un hecho el que muchas personas estarían muertas hoy de no ser porque los médicos debatieron sobre los delicados matices de la medicina.
También es un hecho que la civilización europea estaría muerta hoy de no ser porque los doctores de la divinidad han debatido sobre los delicados matices doctrinales.

No olvidemos a H. Belloc su amigo.
30/05/24 6:52 PM
  
Bruno
África Marteache:

"Es curioso que una persona, con tal particular bonhomía, fue en realidad un profeta de calamidades. Esa es una de sus múltiples paradojas"

Tengo la impresión de que todos los profetas fueron profetas de calamidades. No solo de calamidades, claro, pero esas calamidades tuvieron una parte fundamental en lo que profetizaban, les gustara o no. Como decía Jeremías: "Cuando hablo, tengo que gritar, proclamar violencia y destrucción"

La frasecita de los profetas de calamidades de Juan XXIII (y, en realidad, buena parte del discurso al que pertenece) es de lo peor que escribió aquel papa.
30/05/24 8:55 PM
  
África Marteache
Sí, sabía de quién es la frase.
30/05/24 9:15 PM
  
Carmen L
Pues unos chuletones y cerveza a su nombre.
30/05/24 11:14 PM
  
África Marteache
No sé si alguien recuerda aquello que contaba Chesterton sobre una catedral francesa que tenía bajorrelieves de campesinos en la fachada, los cuales tenían todos la boca abierta. Al principio le sorprendió hasta que se dio cuenta de que estaban cantando, cosa que le pareció muy apropiada: cantar mientras se cortan racimos de uva o se planta la simiente. Entonces reparó que en la Inglaterra de sus tiempos solo algunos marineros canturreaban, pero nadie más. Con lo cual se propuso introducir esa bonita costumbre y compuso algunas canciones para dependientes de tiendas y empleados de banca, sin embargo, y para su desilusión, la iniciativa no tuvo acogida entre los propietarios de comercios ni los banqueros, que declinaron cortesmente la propuesta.
¡Es que era genial! En pleno siglo XXI, en la que ya no oyes una voz humana sino la de la Alexis esa de los móviles, sería maravilloso entrar en un banco y que te recibiera una señorita cantando una hermosa balada con voz de soprano.
30/05/24 11:39 PM
  
Pablo
Apoyo el comentario de Carmen L, y me uno a Martín en cuanto a si alguien nos puede explicar el final de "El hombre que fue jueves", obra que leí con muchísimo entusiasmo y gusto, pero que el final me resultó muy difícil de comprender, jajaj..
31/05/24 5:34 AM
  
África Marteache
Martín y Pablo: no hay un final de "El hombre que fue Jueves" porque no es una novela lineal, de manera que habría que escribir un comentario entero sobre lo que Chesterton quiso decir con esa novela. Entre las paradojas de Chesterton está la de su aparente sencillez, porque era inocente, pero no necesariamente sencillo. Varía mucho en sus artículos cuando enfrenta el darwinismo, el feminismo, el pacifismo, y en sus novelas que tienen un lado oscuro. Aquí hay una trama aparentemente conspiranoica que, en realidad, no lo es. En cierta manera podría tener semejanza con el Movimiento Woke, vendido como rebelde y antisitema, cuando en realidad está organizado por el sistema mismo.
31/05/24 12:45 PM
  
África Marteache
Suponiendo, además, que yo lo haya entendido bien, que tampoco lo tengo claro. Chesterton en las novelas del Padre Brown juega mucho con apariencias, de manera que me indujo a hacer conjeturas sobre una señora, muy mal vestida y con aspecto de solterona a la que todo el mundo tenía por avara, que vivía en mi pueblo, y a mí se me ocurrió la idea de que esa señora empleaba secretamente todo su dinero ayudando al prójimo y que no tenía ni una peseta en el banco. La idea era poco probable, pero no imposible. En el mundo de Chesterton la conjetura funcionaba.
¿Qué mayor amor a Dios y al prójimo que ser secretamente caritativa y socialmente avara? El Padre Brown habría dado con el secreto oculto y por eso maravillaba.
31/05/24 4:05 PM
  
luis
Es que no sólo Chesterton era un Adán, él convertía todo en un Paraíso. Como San Nicolás, es un Wonderworker.
31/05/24 7:07 PM
  
Cuervo negro
Muchisisimas gracias Bruno. No tengo palabras... tampoco palabra respecto a mi mismo. Lo intento aclarar. Soy sacerdote. Dicen que el saber no ocupa lugar, pero los libros si. Por los distintos destinos que he tenido desde ya hace años mis libros han acabado todos revueltos en cajas. Una inundación me mojó algunas. Pero la cuestión es que muchos de esos libros están por leer. Ahora tengo un montón de libros en la habitación donde duermo. Muchos, muchos sin leer. O sea que debo tener un afecto desordenado respecto a poseer libros. Es como un deseo de poseer una sabiduría que no tengo fosilizada en los libros que compro. Lo bueno de este desorden es que apoyo a las editoriales que editan libro religioso principalmente y que me obliga a vivir con más pobreza, aunque para esto último el Señor se las apaña con otros medios como mandarme gente que me "saquea". Así que si sale el libro del P. McNabb este creo que tengo la obligación de comprarlo. Pero tengo que mantener esa palabra que no consigo mantener de que no debo compara más libros que no tenga la certeza que vaya a leer. Muchas gracias Bruno, la verdad, me conmueve.
31/05/24 9:23 PM
  
África Marteache
El afecto desordenado por poseer libros es más común de lo que parece, o lo era, se llama blibliomanía. Apúntame a mí y al desorejado que vive conmigo, que, además, como tenemos afición por distintos temas, duplicamos la acumulación.
31/05/24 10:53 PM
  
Vladimir
"...al olvidar a Dios, como no podía ser de otra manera, el ser humano va olvidando también la verdad sobre sí mismo, la lógica y la misma realidad".
Nuestra mirada debe pasar a través de Dios para enfocar adecuadamente la realidad: la realidad de sí mismo, de todo y de todos.
Sin Dios, en nuestro mirar, vemos apariencias, pero no realidades. Por eso, el mundo actual, al suprimir a Dios de su mirar, ve el Cielo como una fábula y el suelo como la única realidad existente.
Cuando se mira desde Dios, el suelo se vuelve vana apariencia, camino que se pisa, mientras se camina hacia la verdadera realidad: EL CIELO
31/05/24 11:07 PM
  
Vladimir
Estimado Cuervo Negro, aunque no pueda leer todos los libro que compra, el placer de rodearse de ellos justifica su posesión (que sean buenos, eso sí).
31/05/24 11:11 PM
  
luis
Los libros se compran como se siembran los árboles. Si no los disfrutamos nosotros, otros lo harán.
01/06/24 1:15 AM
  
África Marteache
Me parece que Bruno hace tiempo que no pasa por aquí.
02/06/24 6:27 PM
  
Cuervo negro
Africa, no te preocupes. Bruno debe estar muy ocupado con lo de la redacción del libro. Asi si no responde a comentaristas no me veo puesto en evidencia con su sabiduría, ya me ponen bastante un buen número de comentaristas. No estoy al nivel y por mucho. Ellos laicos, yo sacerdote de pueblos, pero que sacaba buenas notas en mis estudios eclesiásticos. Así que ya se puede ver el nivel del clero que peregrinamos por estos valles de lágrimas. Eso si, yo tengo el enorme regalo de poder ofrecer con mis manos el Santo Sacrificio.
03/06/24 10:45 PM
  
África Marteache
Cuervo negro: Bruno no siempre responde a todos, no sé cuándo has entrado pero mi comentario iba dirigido a dos que eran spam. Uno ha entrado a decir una bobada y el otro, de distinto pelaje, le ha reprochado a Bruno que no hubiese borrado al anterior, al fin Bruno ha entrado y les ha borrado a los dos.
Yo creo que tu nivel academico está al nivel de tu humildad, que es mucha, y es un placer leerte. En realidad me encanta la frescura de tus comentarios porque hoy es poco usual encontrarse con personas tan francas y que no sean retorcidas. Por desgracia a casi todos nos ha crecido el colmillo, de manera que es un placer hallar asombro, maravilla, interés y deseo de aprender para mayor Gloria de Dios y provecho del alma.
04/06/24 12:43 AM
  
África Marteache
Yo a los sacerdotes les trato de usted, pero llamarle Padre Cuervo Negro daría la impresión de que estoy hablando con un indio cheyenne. Ciertamente consagrar debe de ser algo extraordinario, el poder de unas manos consagradas para que el pan y el vino se conviertan en Cuerpo y Sangre de Jesucristo es algo místico. Ayer fue Corpus Christi, precisamente, y pensé en ello.
04/06/24 12:56 AM
  
María M.
Gracias, Bruno, no podías estar más iluminado al desempolvar libros de este genial escritor que aporta una Luz inigualable a quien está en búsqueda de sabiduría y respuestas. Gloria a Dios!!!
04/06/24 9:32 AM
  
Hugo Z. Hazquenbush
Estoy preparando una recopilación de citas y tengo que reconoce rque en 123 páginas que llevo, por ahora, no hay una sola cita de este señor.
Ciertamente me interean más otros autores.
10/06/24 5:49 PM
  
Hugo Z. Hazquenbush
"El poder de unas manos consagradas..."

Eres mágica, África. Tienes el poder de hacerme reír. Pero a mandíbula batiente.
Poder...
Pues que tenga cuidado cuando las use para hacer sus necesidades, no sea que la convierta en cualquier cosa.
Es que no paro de reír
10/06/24 5:54 PM

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