No, no podemos esperar que el infierno esté vacío
La existencia del infierno es uno de los grandes escándalos para la ideología posmoderna. Buenistas, relativistas y adolescentes perpetuos no pueden soportar la idea misma de un infierno, porque va contra su religión (que ni siquiera saben que tienen). Por eso, hoy en día, muchos, muchísimos “cristianos” progresistas simplemente no creen en el infierno. Han abandonado esa parte de la fe como si fuera un trasto viejo, estropeado e inservible, sin darse cuenta de que con la verdad y la fe no se negocia, es todo o nada. Como ya enseñaba Santo Tomás, no se pueden escoger algunas verdades o partes de la fe más agradables y rechazar otras, porque quien lo hace, en realidad, está abandonando la fe por completo y sustituyéndola por sus propias opiniones.
Esto está claro para cualquiera que conserve aún la fe católica. ¿Qué pasa sin embargo con esa idea que se ha ido extendiendo en ámbitos pretendidamente ortodoxos de que podemos, e incluso debemos, esperar que el infierno esté vacío? Es justamente lo que el mismo Papa Francisco acaba de afirmar al ser entrevistado en un programa de la televisión italiana: “Me gusta pensar que el infierno está vacío. Sí, es difícil imaginarlo. Esto que digo no es un dogma de fe, sino una cosa mía personal: me gusta pensar que el infierno está vacío. ¡Espero que así sea!”.
A primera vista, es una posibilidad admisible para un católico. A fin de cuentas, la Iglesia ha canonizado a muchos santos, asegurándonos que están en el cielo, pero no tiene “anticanonizaciones” para declarar que una persona concreta está en el infierno. Además, la Escritura enseña que Dios quiere que todos se salven, de modo que nosotros debemos desear lo mismo. ¿Qué persona razonable puede desear que alguien se condene? Por lo tanto, mientras defendamos la existencia del infierno como posibilidad, parece razonable y hasta encomiable esperar y confiar en que, en la práctica y por la misericordia de Dios, esté vacío, ¿no? No.
Lo cierto es que esta idea, que es recientísima en la historia de la Iglesia, es, en realidad, un intento de estar en Misa y repicando o, dicho de forma más evangélica, de servir a dos señores. En efecto, permite mantenerse, al menos aparentemente, en la fe católica, pero gozando al mismo tiempo de todas las ventajas que obtienen los que simplemente niegan la existencia del infierno. Es decir, podemos solucionar la instintiva revulsión que nos crea el infierno, desactivándolo, quitándole lo que tiene de horrible y convirtiéndolo en una inofensiva posibilidad meramente teórica. Es decir, se cuadra el círculo, porque se hace posible profesar a la vez el catolicismo y el buenismo-relativismo de la perpetua adolescencia perpetua.
Según esto, el infierno sería real como enseña la Iglesia, pero lo cierto es que Dios es tan buenista, tan abuelete en lugar de Padre, que nunca se le ocurriría mandar de verdad a nadie allí. Teóricamente, existen los mandamientos y la ley natural, pero, en la práctica, cada uno será juzgado según sus propias opiniones y no según la ley de Dios. Se mantiene conceptualmente que Dios es Justo y que seremos juzgados por nuestras obras, pero confiando en que a la hora de la verdad nadie, en ningún caso, será responsable de sus actos y podemos vivir feliz y despreocupadamente como adolescentes perpetuos sin temer ser castigados por ellos.
Es fácil darse cuenta de que esta concepción lo que hace es convertir el infierno en el coco, el hombre del saco o personajes imaginarios similares. Durante siglos, las madres los han usado para amenazar a sus hijos cuando no se portaban bien, pero ellas habrían sido las primeras sorprendidas y horrorizadas si hubieran visto entrar por la puerta al hombre del saco. ¿Qué madre quiere que un hijo, por muy mal que se comporte, sea secuestrado o atormentado por un monstruo o un criminal? Del mismo modo, Dios utilizaría el infierno para que nos portemos bien, como una posibilidad amenazadora y terrible, que en la práctica, sin embargo, sería completamente imaginaria, porque Dios no castiga nunca y menos para siempre. No me lo estoy inventando, de nuevo es lo que expresamente afirma el Papa Francisco en Amoris Laetitia: “nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio” (AL 297). Habría que decir, más bien, que esa ausencia de condena eterna es la lógica del pensamiento posmoderno y buenista, no del Evangelio.
Curiosamente, además de ser una vergonzosa neutralización práctica de una doctrina de la Iglesia, que se relega al rango de mera posibilidad teórica, lo cierto es que la premisa fundamental de toda esta idea es falsa, porque, según la fe católica, el infierno no está vacío. Es dogma de fe que no está vacío. Lo que enseña la Iglesia no es que quizá haya alguien en el infierno, sino que de hecho hay condenados.
¿Quiénes son esos condenados que sabemos que ya están en el infierno? Satanás y sus demonios. Como enseña el IV Concilio de Letrán, “el diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos". Son ángeles buenos que se rebelaron contra Dios y por ello fueron condenados eternamente. El Catecismo de la Iglesia Católica habla, en efecto, del “carácter irrevocable de su elección”, que hace que “el pecado de los ángeles no pueda ser perdonado” (CIC 391). Es decir, son los primeros condenados y, como enseña San Juan Damasceno, “no hay arrepentimiento para ellos después de la caída, como no hay arrepentimiento para los hombres después de la muerte”. El mismo Jesucristo aparece, de hecho, en el Evangelio diciendo en el Juicio final: “apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mt 25,41).
Por lo tanto, todas esas contorsiones modernas para intentar mantenernos a la vez en el buenismo y en el catolicismo son ridículas e inútiles. La fe de la Iglesia nos dice que lo son y que la realidad no se ajusta a nuestras expectativas buenistas, porque, de hecho, hay condenados en el infierno y carece de sentido confiar en que esté vacío. El problema no está en esa realidad concreta del infierno, sino en que nosotros, al asegurar que lo verdaderamente misericordioso sería otra cosa, estamos juzgando a Dios, pretendiendo que somos más misericordiosos que Él. Ay, insensatos, ¿quiénes somos nosotros para juzgar a Dios? Solo la infinita misericordia y la infinita justicia de Dios pueden responder adecuadamente a esa herida mortal del pecado en nuestra propia naturaleza, para la que el triste buenismo tontorrón de nuestra época no ofrece más que un poco de esparadrapo y un par de aspirinas. Como la fe nos enseña, parte de esa respuesta es el infierno, porque Dios sabiamente así lo ha querido y porque su amor por nosotros incluye el habernos dado incluso la posibilidad de rechazar ese amor.
Esto debería indicarnos que lo que tenemos que hacer es tomarnos en serio la fe, no intentar neutralizarla retorciéndola hasta que diga lo contrario de lo que dice. El mysterium iniquitatis, el misterio del mal, es terrible, pero real y nos supera y destruye nuestros presupuestos meramente humanos, porque es eso, un misterio que no cabe del todo en nuestras limitadas cabecitas. Seamos hombres y mujeres de verdad y miremos la realidad de frente en lugar de edulcorarla, aunque sea terrible, como es terrible el infierno. Con la gracia de Dios, luchemos a muerte contra el pecado y por sacar de ese pecado y librar del infierno a todos los hombres que podamos, como decía San Pablo: la caridad de cristo nos urge (2Co 5,14) y me he hecho todo a todos para salvar, sea como sea, a algunos (1Co 9,22).
Contemplemos la cruz y allí veremos lo terribles que son el pecado y el infierno. Cristo se tomó en serio la gravedad cósmica y radicalmente inhumana del pecado del hombre y por eso se sometió a la muerte por nuestros pecados y una muerte de cruz. El derramó su sangre por nosotros, ¡la sangre del mismo Dios! Si el infierno fuera solo una posibilidad teórica, no habría hecho falta este milagro de los milagros, en el que, por rescatar al esclavo, Dios sacrificó al Hijo. Esto también es un Misterio y mayor aún que el del infierno. Tengamos cuidado, no sea que, por pretender anular el misterio menor, el del infierno, no estemos desechando en la práctica el Misterio mayor, el de la redención de Cristo.
272 comentarios
Olvidándonos de Hitler... ¿no era que la misericordia era para todos, todos, todos; menos para los tradicionalistas, fariseos, avinagrados y clericales? Un poco de por favor, hay que acordarse de los "justamente" misericordiados.
Lo que sin duda queda vacío es el sentido del sacrificio de Cristo en la Cruz, tal como acertadamente señala el artículo. Sin consecuencias últimas por nuestros actos, nos redime de qué pecados si al fin y a la postre se desvanecen solos. La muerte de Cristo sería una muerte absurda. La muerte absurda del Logos.
La consigna del Evangelio es más atrevida y revolucionaria: EN LA SANTIDAD CABEN TODOS,TODOS,TODOS. Dios no discrimina a nadie, cuando nos invita a salir del pecado.
Dicho esto, cuando la gente habla de desear "que el infierno esté vacío", suelo suponer que se refiere a "vacío de personas". Lo cual es un deseo encomiable, en principio no imposible, y que, en términos de probabilidad, parece improbable.
Pero aquí, como en tantas otras ocasiones, más claridad y menos populismo no costaría nada y ayudaría mucho.
En cuanto a las consecuencias prácticas de pensar que el infierno está vacío, 100 % de acuerdo con el artículo
Y resalto específicamente el verbo ESPERAR (que le veo venir con lo de siempre de la desesperanza o algo así).
IN TE, DOMINE, SPERAVI. NON CONFUNDAR IN AETERNUM.
Porque... también estaba el Purgatorio, ¿me equivoco?
¿Es pecado esperar de la Misericordia Divina que, como reparación de nuestras dudas, nos quede al menos esa purificación? ¿O hay que apostarlo todo y apostarlo ya?
Así que: ¡Qué sé yo! A la iglesia de le ha dado la potestad de saber cómo ir al cielo y al infierno y de indicar el camino al cielo, no de juzgar a los hombres y condenarlos o salvarlos.
No encuentro relación entre desear, o pensar, que el infierno este vacío, con ser mas misericordiosos que Dios. Si pienso que el infierno esta vacio es para gloria de Dios que este eternamente con todos los seres humanos.
Lo que pase mas allá de esta vida nos excede y si bien es cierto que Jesús dijo lo que refieres sobre "apartaos de mi..." no es menos cierto que se negó a decir el número de los que es salvan (que es complementario al de los que se condenan)
Yo espero que en el infierno haya la menor cantidad de humanos posibles(Dios quiera que sean cero humanos); pero especialmente espero no estar yo, por la misericordia de Dios, entre el número de los condenados.
Perdon la fuente; pero en la lista de dogmas que trae Wikipedia no encuentro el dogma que el infierno haya seres humanos. ¿Donde fue definido ese dogma?
Qué daño tan grande está causando a la Iglesia!
Ojo, con este y mi anterior comentario no lo estoy defendiendo al Papa.
Bueno, yo ahí lo dejo
Esforzaos por entrar por la puerta estrecha porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la condenación y son MUCHOS los que van por ellos.
"La consigna del Evangelio es más atrevida y revolucionaria: EN LA SANTIDAD CABEN TODOS,TODOS,TODOS"
Es que, bien entendida, es la misma. La Iglesia es santa. Quien no está en gracia es miembro de la Iglesia, pero un miembro muerto, privado de la vida sobrenatural de la Iglesia, que es la gracia, la santidad.
"Dicho esto, cuando la gente habla de desear "que el infierno esté vacío", suelo suponer que se refiere a "vacío de personas""
Es que los ángeles son personas. Por eso, el hecho de que estén en el infierno destruye el buenismo de esa postura: ya hay personas en el infierno, que es lo que importa. La gran diferencia es si hay personas o no. Y las hay.
La posibilidad completamente improbable de que simplemente no hubiera seres humanos tiene poca importancia, porque esa división no es fundamental. Es como si esperásemos que en el infierno no hubiera rubios o catalanes. La diferencia fundamental está en que haya personas o no las haya. Y, como decía, las hay.
"Lo cual es un deseo encomiable, en principio no imposible, y que, en términos de probabilidad, parece improbable"
Es que no hablamos de deseos, que es algo diferente. Como he señalado en el artículo, Dios mismo quiere que todos se salven. Y nosotros, lógicamente también.
Lo que es completamente distinto es esperar o confiar en que no haya seres humanos en el infierno. Eso es fruto única y exclusivamente del buenismo.
Roma ha perdido la fe, lo estamos viendo con nuestros ojos. Ya es innegable.
(Descartes)
"Pienso, luego Soy [pero no es dogma, ¿eh?...]"
(Franciscus)
"una persona que cree ilícita la pena de muerte no crea realmente en el Infierno. Hay un hilo que conecta ambas cosas"
Claro, es el mismo buenismo, que al final es indicio de creerse mejores y más misericordiosos que Jesucristo.
Lo que me parece que los angeles son personas; pero Cristo no murió por ellos. Entonces la presencia de seres humanos (especialmente bautizados) es una pregunta muy distinta a si hay angeles o no. Esta pregunta Jesùs no quiso dar una respuesta definitiva.
Al que se preguntó si el Cielo esta vacío, eso sí es una herejía pues hay canonizaciones, Jesús y la Virgen María, los Apostoles, Martires, etc estan en el Cielo; pero ciertamente no parece haber ningun testimonio en la Revelacion que haya personas humanas en el infierno
Está bien, le gusta y desearía...perfecto.
Ahora qué está dispuesto a hacer para que eso ocurra ?, con pensar y desear no le alcanza, no alcanzan a su Misión sus deseos ni sus pensamientos.
La Fe requiere el cumplimiento de "su trabajo" y su trabajo es terriblemente serio y debería reflexionar sobre si cumple el envío.
Haga SS todo lo posible y lo imposible para que el Infierno esté vacío y luego se verá, pero hágalo.
El único camino es el de San Pablo a Timoteo
1.Te ruego delante de Dios y de Cristo Jesús, juez de vivos y muertos, que ha de venir y reinar, y te digo:
2.predica la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, rebatiendo, amenazando o aconsejando, siempre con paciencia y dejando una doctrina.
3.Pues llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención;
4.cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos.
5.Por eso debes estar siempre alerta. No hagas caso de tus propias penas; dedícate a tu trabajo de evangelizador; cumple bien tu ministerio.
6.Yo, por mi parte, estoy llegando al fin y se acerca el momento de mi partida.
7.He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado lo que depositaron en mis manos.
8.Sólo me queda recibir la corona de toda vida santa con la que me premiará aquel día el Señor, juez justo; y conmigo la recibirán todos los que anhelaron su venida gloriosa.
La actualidad de Evangelio "supera" los pensamientos y deseos...
Mientras Yo estaba con ellos, los guardaba por tu Nombre, que Tú me diste, y los conservé, y ninguno de ellos se perdió sino el hijo de perdición, para que la Escritura fuese cumplida.Por lo tanto sabemos que al menos, un ser humano (el hijo de perdición) se perdió, y si se perdió, está en el infierno. Judas, el que tanta lástima y tanta defensa ha recibido del obispo de Roma, está en el infierno.
Juan 17:12
"no se puede comprender cómo Dios puede estar recordando a las personas que están en el infierno (no sustrayéndoles el ser) y a la vez ser feliz contemplando a los bienaventurados en el cielo."
Dios, desde su eternidad, convive con el asesinato permanente de un niño o la tortura de un prisionero de guerra. Entiendo que, precisamente, lo que hace posible esto es el orden superior de la justicia.
Por ejemplo, los que dicen que el infierno está vacío, tan pronto se les pregunta donde está Hitler cambiarán de opinión y dirán que en el infierno. Por muy extraño que eso parezca y no, no parecen darse cuenta de la contradicción.
Mao, Stalin, Lenin, y toda la bola marxistas genocidas gozan de mayor estima entre los modernistas, por extraño que parezca.
Pobrecito Adolfito, el infierno tan grande y él tan solito.
Él escribió sobre el placer que supondrá a las almas en el cielo ver cómo sufren las almas del infierno. Esto caritativo no es, pero sí reconfortante.
Sus razonamientos, por llamar a sus sesudas reflexiones de alguna manera, están totalmente imbuidos de una perversidad lacerantemente anticristiana. Que haya gente que aún llaman "vicario de Cristo" a este ser forma parte del Misterio de Iniquidad. Ellos tendrán que justificar ante Dios porqué lo hacían.
Desearlo y decirlo públicamente por parte de un sacerdote, mucho más por un Papa, que debe conocer el Magisterio perfectamente raya el escándalo.
En una iglesia donde no se advierte sobre la gravedad del pecado es una Iglesia que traiciona a Cristo.Pues Cristo, precisamente muere por nuestros pecados.Cristo es la Misericordia, pero también es Juez y es la Justicia.
Este Pontificado ha perdido definitivamente el Norte, que es Cristo.
Te felicito por tu artículo.
Sólo una cosa: Hay un mensaje muy molesto, que debería ser recortado o eliminado porque no aporta nada.
Muchas gracias.
Gloria in excelsis Deo.
Salve Regina Mater Misericordiae.
Has escrito "instintiva revulsión" y es repulsión, es decir repugnancia, asco, aversión, desagrado, rechazo, náusea.
De nada. A mandar.
Me permito, con todo respeto, traer una Sentencia extraordinaria que Pío XII pronunció en 1946 "el pecado del siglo es la pérdida del sentido del pecado" Discursos y Radiomensajes, VIII (1946), 288. (Perhaps the greatest sin in the world today is that men have begun to lose the sense of sin).
"Yo creo en Dios, pero no en un Dios católico. No existe un Dios católico. Existe Dios, mi Padre”.
Más claro agua, y esto lo dijo al principio de su... lo que sea. Negando al Hijo -y al Espíritu Santo-, no creo que el Padre esté muy contento con Bergoglio.
Es consecuencia directa de la caridad y el libre albedrío. No se puede obligar a amar. Por tanto, si en el Cielo solo existe la caridad, es lógico pensar que aquel que ha rechazado y odia la caridad, se quede con la ausencia de ésta. Y, si Dios es caridad, se quedan sin la ausencia de Dios. Esto es el infierno. Ni más ni menos. Para toda la eternidad.
Recuerdo mis apuntes sobre S. Agustín de mi profe de filo. Decían algo tal que así:
"Dios es justo y a la vez es bueno. Juzgar por igual a buenos y malos es una injusticia y, por tanto, una falta de bondad." Que gran verdad
El Dios Misericordioso que te salve de las penas del Infierno mandándote al Purgatorio no es Misericordioso para la mayoría, que se ven en el Cielo de golpe porque yo me lo merezco, y si no me mandas allí es que no eres Misericordioso. Claro que la Justicia también es un atributo de Dios, pero no vamos a estudiar tal cosa porque no es muy conveniente.
Hay que echarle co...nes a la cosa.
¡¡Pa llorar!! Que el Señor se apiade de su alma
El pobre Lombardi hacía de bombero y decía que el anciano editor de L'Espresso no comprendía bien lo que el Papa le decía y como no tomaba notas de sus charlas, no reproducía bien las palabras de Francisco.
¿Y ahora qué? ¿Tampoco le entendemos nosotros? Suelta una barbaridad contraria al dogma y como si tal cosa.
Yo hoy me creo todo lo que dijo Scalfari. Y la conclusión a la que llego es que el actual Obispo de Roma no sólo no tiene fe católica, sino tampoco fe cristiana de ningún tipo. Eso no impide que siga siendo Papa. Nadie puede deponerle.
¿Los haría entrar a patadas en el Paraìso? ¿Los ataría y amordazaría para que no protesten y los reeducaría por la fuerza, como en Naranja Mecánica?
1. Todos, todos
2. Su obsesión por todo lo que tiene que ver con la tradición, como la sotana.
3. El infierno no existe o, si existe está vacío (recordemos las entrevistas a Scalffari, señores)
4. Ecología comeplantas
5. Hay que avanzar con el mundo
6. Más democracia (eso hasta que no sale lo que quieren)
7. Desclericalizar al clero, clericalizar al laicado, especialmente las mujeres
8. Lutero, testigo del Evangelio
9. Todas las religiones son iguales.
10. Sacerdotes rígidos que juzgan (no sé dónde, últimamente es el todo vale)
11. Cuenta rosarios
12 La doctrina no se aplica a la vida, por eso tenemos la pastoral.
13. Indigenismo
14. Inculturación de la liturgia
15 opción por los pobres y teología de la liberación.
16. Todos somos hermanos
En fin, miren adonde miren en el discurso de Francisco es todo así. Todo envuelto en peronismo y la típica verborrea argentina (que me perdonen los argentinos)
Y si no me creen, miren los antecedentes. La famosa Pachamama es pura orterada sesentera. Hemos llegado a tal punto que es más probable albergar un homenaje a Lutero o bendecir parejas gays en el Vaticano que celebrar la misa tridentina o Novus Ordo privada (ay! Las misas rinconeras... Es para el pueblo, pedazo de rígidos)
Uno pensaría que tendría que estar en nominativo; pero no, el nombre y el pronombre están en ablativo.
Las entrevistas del viejo Scalfari, tienen su miga. Porque vale que era viejo y que no utilizaba grabadoras. Pero, leñe, a uno por muy viejo que sea, le dice el Papa que el infierno no existe, pues es algo difícil de olvidar...
mtbrsg:
Ahí le ha dado. El Papa para los tibios y los incrédulos es muy chupiguay porque dice a todo el mundo lo que quiere escuchar. El problema es que dando la razón al mundo, te conviertes en irrelevante
AJ, el peronismo y la verborrea argentina son Gloria Bendita si lo comparamos con las cosas feas que Bergoglio suelta por esa boquita. Yo no quitaría gravedad a la destrucción demoníaca y sistemática que el argentino temeroso del Cambio Climático (es que es de coña....) ha traído a la Iglesia.
Ap 19,20:
«Pero la Bestia fue capturada, y con ella el falso profeta —el que había realizado al servicio de la Bestia las señales con que seducía a los que habían aceptado la marca de la Bestia y a los que adoraban su imagen— los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre».
Ap 20,15:
«Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego».
Eso es como si tomas la oración: "Oh, Buen Jesús, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del Infierno y lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Vuestra Misericordia" y dices que eso significa que el Infierno está vacio.
-el infierno existe;
-que el infierno está lleno… de demonios;
-que las opiniones personales del papa sobre el infierno (o sobre lo que sea) no le interesan a nadie con dos dedos de frente. Cuando las da, no cumple con el ministerio para el que fue elegido. Corre con ello el gravísimo riesgo de causar escándalo y de jugarse la salvación. Sus imprudencias son ya legión y evidencian que no está a la altura del “cargo”.
En el inframundo, un cartel sin pudor,
"El Infierno cerrado, sin calor"
Los demonios, desempleados y en calma,
la eternidad, un retiro sin drama.
la eternidad, un descanso voraz.
Feliz culpa que mereció tal Redentor
Dicho lo cual, no debemos juzgar internamente de forma grave al Papa; objetivamente, no me meto en la conciencia de nadie, es pecado mortal y a ver si nos condenamos por ello a ese infierno que no está vacío. Decir, batecado, que "En caso de haberlo tenido, hace tiempo que Bergoglio perdió el Temor de Dios, y con ello, la sensatez, la sabiduría, la vergüenza, la lógica, la fe, la nobleza, la pureza, etc... Solo le interesa llevar almas a la perdición. A ese lugar en el cual el mismo acabará como siga por ese tenebroso camino." creo que va por ese camino. También podría ir por ahí "Que haya gente que aún llaman "vicario de Cristo" a este ser forma parte del Misterio de Iniquidad. Ellos tendrán que justificar ante Dios porqué...". Ya se que Francisco puede probar en gran modo nuestra paciencia, pero no tienes que caer en juicio temerario que veo en "solo le interesa llevar a las almas a la perdición", y en principio también puede que lo anterior... No caigas en pecado mortal y te condenes tú. Reza por él aunque te cueste para no llevar ese camino...
"La "apokatastasis" es una hipótesis muy antigua, no de tiempos recientes. La formuló Orígenes y la siguieron otros padres de la Iglesia como Clemente de Alejandría y san Gregorio de Nisa"
Si lee con un poco más de cuidado, verá que lo citado en el post no se parece nada a la apokatástasis de Orígenes (más probablemente de sus discípulos), que consistía a grandes rasgos en la no eternidad del infierno, que sería "restaurado" en algún momento. Esa teoría, que fue condenada por el Segundo Concilio de Constantinopla, no tiene nada que ver con que el infierno esté vacío o no.
"Y lo que es dogma de fe es que el infierno es real y que en él están para toda la eternidad el demonio y los ángeles que lo siguieron. Pero no es dogma de fe que haya seres humanos condenados eternamente. Sin negar ninguna verdad de fe cabría la posibilidad de que la condena no fuera eterna o que, tras una condena temporal, las almas de los condenados fueran aniquiladas , sin negar por ello ni la fe ni la razón"
No sé de dónde saca su información, pero debe revisar sus fuentes. Veamos, por ejemplo, el Catecismo de la Iglesia Católica: "Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna" (1864), ´"Jesús habla con frecuencia de la 'gehenna' y del 'fuego que nunca se apaga' reservado a los que, hasta el fin de su vida rehúsan creer y convertirse" (1034), "Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra 'infierno'" (1033), "La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira" (1035). Veamos el Credo del Pueblo de Dios: "os que hayan respondido al amor y a la piedad de Dios irán a la vida eterna, pero los que los hayan rechazado hasta el final serán destinados al fuego que nunca cesará". Veamos la liturgia de la Iglesia: "líbranos de la condenación eterna". O los Concilios ecuménicos: "de manera que puedan recibir lo merecido por sus obras, hayan sido buenas o malas, estos últimos el castigo eterno con el demonio y los primeros la gloria eterna con Cristo" (Cuarto Concilio de Letrán 1). O la doctrina de los Papas: "El castigo del pecado original es la privación de la visión de Dios, pero el castigo del pecado actual es los tormentos del infierno eterno" (Inocencio III, Ex Parte Tua). Y un larguísimo etcétera en los padres de la Iglesia, santos, doctrores, teólogos, la Escritura...
Decir que se puede afirmar que la condena no es eterna "sin negar ninguna verdad de fe" es una barbaridad asombrosa, que requiere ignorar prácticamente todo el catolicismo.
"Atendiendo a lo que se insinúa en la Biblia, no dudo de que lo más probable es que sí haya seres humanos en el infierno y que la condena sea eterna, pero eso no significa que no parezca desproporcionado que un pecado en el tiempo conlleve un castigo eterno"
Sin ánimo de ofender, ¿a quién le importa lo que le parezca a usted desproporcionado? ¿O me parezca a mí? La única opinión que importa es la de Dios, que algo más sabe sobre el asunto.
"Ya sé que es Dios contra el que se peca en última instancia, pero si el mismo Cristo pide al Padre que nos perdone porque no sabemos lo que hacemos..."
Cristo pidió eso por unas personas concretas, que estaban matándole, y no se puede aplicar sin más a toda la humanidad y todos los pecados. La Iglesia enseña expresamente que para pecar mortalmente hace falta materia grave, pleno conocimiento y consentimiento deliverado. Y enseña que las tres cosas son posibles y, si se dan sin arrepentimiento, conllevan el castigo eterno.
"En fin, creo que es un tema irresoluble: la fe no determina lo que hayamos de creer en este punto concreto y la razón encuentra argumentos en un sentido y en otro"
No, me temo que lo que sucede es que usted se ha inventado todo lo que ha dicho en el comentario. Y claro, su conclusión es completamente disparatada.
Por otro lado, en una de las vivencias del padre Amorth, exorcista en Roma, le preguntó al Diablo:
- "Si dos personas se odian en vida, cuando se mueran, ¿Seguirán odiándose si van al infierno?"
El Diablo contestó:
"Estúpido cura. No sé odiarán, simplemente no sé relacionarán con nadie, como el resto de los que estamos allí. Y estarán rumiando toda su culpa y todos sus delitos por toda la eternidad."
Imagínense estar sin la vida de Dios, sin caridad, solo y rumiando los pecados que hiciste en vida. Un alma atormentada y depresiva para siempre. Terrible.
Yo creo que cuando Jesús grita en la cruz "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" En parte lo que hace es experimentar esa ausencia total de la vida de Dios, esa depresión absoluta.
"Bruno y demás, yo creo que deberíamos dejar de dar ya mucha importancia y dedicar mucho tiempo a lo que dice el Papa, o a lo que dicen los documentos que teóricamente firma o lo que dicen los eclesiásticos cercanos a él"
Bueno, esto no solo lo dice él. Por ejemplo, Mons. Barron, con fama de ortodoxo (y que se podría considerar, a grandes rasgos, el Munilla de Estados Unidos) dice algo muy parecido. Y es una idea muy extendida en algunos medios.
"En el catolicismo, se ha instalado desde hace decenios una teología basada en una falsa misericordia que es demoledora"
Sí, eso es lo más importante. Lo del infierno vacío solo es una muestra de algo mucho más profundo y, en efecto, demoledor.
Perón decía:
"A los amigos, todo. A lo enemigos, ni justicia".
Además, siempre decía a cada cualo que quería oir. De ahí que no se sepa si era de derechas o de izquierdas. Daba la razón a todos.Ahora aplíquelo a como Francisco toma ciertas decisiones. Entenderá muchas cosas.
Y la verborrea argentina, con solo ver las 2000 entrevistas tanto del Tucho como a Su Santidad se da cuenta. Bueno, solo en el hecho de dar tantas se da cuenta
"¿Son cosas mías o esta idea del infierno vacío es una reformulación del objetivo de la sola fide protestante?"
Viene de ahí, pero es un paso más en la degeneración de la fe cristiana. Para Lutero, la salvación es puramente forense, una decisión judicial de Dios sobre los que tienen fe, que no son transformados, sino solo declarados justos.
Una vez que se cree que la salvación es una mera declaración formal y extrínseca de Dios, ¿por qué no va a extender esa declaración a todos los hombres, hagan lo que hagan, crean lo que crean y quieran lo que quieran?
"Lo que es cierto, vistas estas declaraciones, es que el Infierno está vacío. Para decirlo con Shakespeare, ¨Hell is empty and all the devils are here¨"
Muy bueno.
Pasando a otra cuestión: ¡Las cosas que se ha perdido el padre Claudio Sanahuja!
"La apokastasis, creo que se dice así, o sea la proposición, de que el infierno quedará vacio y hasta el Diablo y sus ángeles retornarán al cielo, está condenada y es anatema por el Concilio de Constantinopla del siglo VI"
La apokatástasis era la no eternidad del infierno, que es distinto que pensar que el infierno esté vacío.
"un Papa, que debe conocer el Magisterio perfectamente raya el escándalo"
No creo que desvele ningún secreto si digo que los conocimientos de este Papa sobre el Magisterio son muy mejorables.
"En una iglesia donde no se advierte sobre la gravedad del pecado es una Iglesia que traiciona a Cristo. Pues Cristo, precisamente muere por nuestros pecados.Cristo es la Misericordia, pero también es Juez y es la Justicia"
Completamente de acuerdo.
"Sólo una cosa: Hay un mensaje muy molesto, que debería ser recortado o eliminado porque no aporta nada"
Son trolls. No hay que hacerles caso. Se borran cuando los detectamos.
Creo que todo es más sencillo: Hay que volverse como niños y CREER y CONFIAR en Él.
Ya no se puede leer ni escuchar nada que provenga del ordinario de Roma sin antes pasarlo por el filtro de la gnosis: todas sus emanaciones vienen contaminadas -por poco o sobrando- de las pérfidas doctrinas del gnosticismo.
Gracias nuevamente Bruno e Infocatólica por defender la Verdad, único Camino a la Vida eterna. Saludo cordial.
(4ª aparición de la Virgen en Fátima).
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
"El padre Fortea opinó en un video reciente que él cree que Dios no puede querer que una persona sufra eternamente en el infierno, pues Dios en su bondad no querría el tener que mantener un alma en el ser para que sufra castigos atroces eternamente"
No sé qué ha dicho el P. Fortea, pero, si ha dicho eso, se aparta de la fe católica.
"Lo anterior parece correcto puesto que no se puede comprender cómo Dios puede estar recordando a las personas que están en el infierno (no sustrayéndoles el ser) y a la vez ser feliz contemplando a los bienaventurados en el cielo. Lo absurdo es imposible, como bien enseña la ciencia filosófica"
Pues no, no parece correcto, porque claramente no lo es. Y sí, claro que se puede comprender, porque Dios no solo es misericordioso, sino también enteramente justo. Y que eso es posible es evidente, porque, de nuevo, sabemos por la fe que es un hecho que los demonios están condenados eternamente. Contra facta non valent argumenta.
No se pueden explicar alegorías con más alegorías.
Por lo tanto, el infierno no está vacío.
"El padre Fortea opinó en un video reciente que él cree que Dios no puede querer que una persona sufra eternamente en el infierno, pues Dios en su bondad no querría el tener que mantener un alma en el ser para que sufra castigos atroces eternamente".
Esa es una manera demasiado humana y equivocada de pensar que no atiende las razones de Fe desde Cristo mismo. Que me perdone el padre Fortea, pero recientemente, con un afán 'francisquista' de armar lío, dice muchas cosas con criterio más masónico que católico.
"Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la Verdad" 1 Timoteo 2,4
Dios no se complace en la condenación de su creaturas y menos de Sus hijos adoptivos, él no los condena porque así lo desee o se complazca en ello, sino muy a Su pesar (de hecho afirmar lo contrario constituye un pensamiento blasfemo, calumnioso, perverso e injusto hacia Dios Nuestro Padre amorosísimo). Él condena al malvado porque no obliga a nadie a amarle, pero le duele aún más que los malvados lo hagan por rebeldía y rechazo decidido y libre hacia Él, a Su Santidad y a Su Amor sublimes.
"Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: "Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD". San Mateo 7,23
Ahora sigue con lo mismo, engañando a la humanidad con esto de si pecan, no pasa nada porque Dios en su infinita bondad perdonará a todo el mundo de modo tal que el infierno será un infierno vacío.
Pero lo peor de todo es que esa idea (herética a más no poder) se instila a los fieles desde la misma misa. Cuántas veces hemos escuchado este prefacio:
La Iglesia "celebra el memorial del Señor resucitado, mientras espera el domingo sin ocaso en el que la humanidad entera entrará en tu descanso. Entonces podremos contemplar tu rostro y alabar por siempre tu misericordia.".
Dice la humanidad entera, cuando debería decir la humanidad de los redimidos. Pues no, la humanidad entera, en su totalidad, no entrará en el descanso del Señor. Una herejía vertida en la propia misa, que descarta la existencia del infierno.
Pero es un lugar y no está vacío.
Es un grave escándalo y ya sabemos lo que dijo Jesucristo sobre eso.
No recuerdo la fuente exacta de esta idea, pero os recomiendo el libro de Teología Dogmática de Ludwig Ott,
Lucas 17: 2-3
Mateo 26: 24-28
Pecado, infierno, sacrificio, cargar con la Cruz, sufrimiento, condenación del alma, doctrina, normas... Lo que no encaje en el simplismo infantil del "Dios es amor" se expulsa de la realidad eclesial. Obviamente, los efectos sobre la formación del católico común son devastadores; y sobre su alma, que es peor.
Triste, muy triste
https://algunasrespuestas.wordpress.com/2021/02/04/el-infierno-esta-vacio/
El papa se lo debería haber leído.
Triste, muy triste
Gracias por su artículo, esclarecedor y muy necesario
Esta es la cuestión clásica en teología, a la que por ejemplo Royo Marín da una respuesta moderadamente optimista en su "Teología de la salvación".
Que todos se salven, y por lo tanto el infierno esté vacío, no fue nunca una cuestión considerada por los teólogos. Imposible de reconciliar con la Escritura y la Tradición.
Nosotros nos guiamos por apariencias, opiniones, indicios, pero, repito, solo Dios sabe de verdad.
Que cabe la posibilidad de la condenación, es cierto, podemos estar excluídos del Reino de Dios, si nos apartamos de su gracia.
Por otra parte, entiendo que el papa dice que quiere pensar que no hay nadie condenado, no afirma que el infierno este vacío. Pero esto es más un hipotético deseo que una realidad.
Que nos armamos unos líos con estos temas........hay que leer bien las cosas.
Y sí, ojalá existiera la "apokatástasis". Ni al peor de los hombres que haya existido en el mundo, o el que más daño a mí y a los míos nos haya hecho, le deseo la eternidad del infierno. Sí le deseo un castigo severo aquí desde luego, incluida la pena capital. Pero el infierno no. Y lo digo sinceramente.
Mi corazón humano desea fervientemente la apocatástasis. Pero mi fe sobrenatural la rechaza rotundamente. Mi deseo es por lo tanto vano.
"Pues claro y a mi" Claro que me encantaría que el infierno estuviera vacío, qué cosas tiene Su Santidad!!!, y también me encantaría que todo sufrimiento fuera un Sacramento de Salvación ¿ Le suena? sí, aquello creo que lo predicaba el predicador del Vaticano el p. Cantalamessa. Si me pusieran a mi a predicar, les regalaba mi imaginación sin límites. Seguro que disfrutaban muchos y eso que no he estudiado Teología......jeje...Vamos a imaginar.....Me encantaría que Todos Todos Todos recibiéramos el Regalo de Dios del matrimonio, como dice el Papa.....Sea como sea, debajo del agua, Rodeado de Flores en el desierto del Sáhara, recibiendo la bendición de la Madre Tierra.....Porque como usted dice, Santo Padre, los matrimonios no sacramentales son un regalo de Dios.....
A Dios le encanta regalar de Todo Todo Todo....Vamos a ver el próximo regalo que nos hace.....Estoy espectante...A ver hasta donde llega nuestra imaginación.....Seguro que no se parece mucho a los consejos que San Pablo daba a las iglesias.....porque vaya Tela!!! aquello no puede ser, es demasiado costoso y aburrido y hay que disfrutar!!! Viva!!!.Todos a pecar!!! que todos somos pecadores!!
Yo le recordaría cómo la Virgen de Fátima les hizo ver a los pastorcitos cómo caían las almas al Infierno por miríadas cada día, como pavesas en un incendio. O las visiones del Infierno de Sor María Josefa Menéndez, o de Ak Emmerick, o de San Juan Bosco, o de tantos y tantos santos...
Y las palabras de Cristo, qie cita el castigo eterno de la Gehenna en muchas ocasiones.
¿Hasta cuándo, Señor, vas a consentir esto?
Por lo que respecta al fondo de la cuestión, creo que hay un pasaje evangélico que ilustra a la perfección el tema: el de los dos ladrones que acompañaban a Nuestro Señor en la cruz. Ambos eran delincuentes y en el juicio humano corrieron la misma suerte. Pero, ante Jesús, todo fue diferente. El uno, arrepentido, le reconoció como su Redentor mientras el otro le provocaba con sus insolencias. El resultado lo conocemos.
Se niegan a aceptar lo que no les gusta. Y como se empeñan en que la verdad no existe, da igual quién lo haya dicho o qué evidencia haya: si no me gusta no lo acepto, y si no lo acepto, no es verdad.
Reflexioné y estudié este tema hace años: Las conclusiones las escribí en mi blog Acogiéndome a Sagrado: ¿Hola?¿Es el infierno?¿Hay alguien?. Está en tres partes. El enlace a la primera es: https://asagrado.blogspot.com/2018/03/holaes-el-infiernohay-alguien-1-parte.html
La abolición de todas las palabras y conceptos fuertes es una práctica muy usada últimamente porque tampoco la palabra "enemigo" se usa. Sin embargo el enemigo es el otro, el que no piensa como tú y es el que conforma tu identidad porque si no nos diluímos entre los "fratelli". Ahora bien, se han sacado de la manga una palabra más fuerte aún, y esa no les importa, que es odio. No puedes decir que tienes enemigos, que la Fe tiene enemigos, que la Iglesia tiene enemigos porque entonces te dicen que les odias. En la definición de enemigo no entra el odio para nada, al menos en la primera definición de la RAE, para buscar ese significado hay que irse a la tercera, que no es la principal, porque la primera acepción es simplemente contrario, antagónico, antitético, contradictorio, incompatible, encontrado, adversario, adverso y rival. Para que los católicos no tengamos estos grupos de personas en frente tendríamos que ser tan inanes que ni en cuenta nos tendrían. Puede que el Papa busque eso, pero la situación del mundo dice otra cosa.
Pero puedo estar equivocado.
"Pasa que en cierto personalismo se tiende a negar (de modo absurdo, claro) que los ángeles sean personas."
Confieso mi ignorancia y le ruego que sea más explícito.
Desde Boecio se define a la persona como sustancia individual de naturaleza racional.
Los ángeles son sustancias de naturaleza racional, sin duda. Quizá el punto esté que no sean sustancias individuales, en la medida en que no existe un género angélico (a diferencia del género humano, dentro del cual la materia es principio de individuación).
También las tres personas divinas son personas. Pero consustanciales, donde radica el misterio de la Trinidad, no sólo de la misma naturaleza (los individuos humanos compartimos todos la misma naturaleza y no hay en ello ningún misterio).
Quedaría muy agradecido por sus aclaraciones.
Habla muy claro. Y hay muchas más ocasiones. Es de lo que mas habla Jesús.
Esta doctrina fue rechazada por todos los Padres de la Iglesia, salvo Orígenes y san Gregorio de Nisa. Además fue rechazada por el Magisterio de la Iglesia en numerosas oportunidades: en el Sínodo provincial de Constantinopla (543), en el Sínodo Quicumque, en el Credo Firmiter del Concilio Ecuménico de Letrán IV (1215), en la Constitución Benedictus Deus del Papa Benedicto XII (1336), en el Credo del Pueblo de Dios del Papa Pablo VI (1968), etc.
En el siglo XX, quien más influyó para replantear la cuestión de la apocatástasis dentro de la teología católica fue Hans Urs von Balthasar. Éste, niega explícita y reiteradamente que él esté proponiendo la teoría de la apocatástasis, sin embargo, es tan categórico al negar que nosotros sepamos que hay o habrá seres humanos eternamente condenados y tan enérgico en su defensa de una esperanza de la salvación de todos que, parece decir que, de hecho, nadie condenará eternamente.
Su tesis puede expresarse así: "Aunque la condenación eterna sea una posibilidad real, podemos esperar que todos se salven, y es muy improbable que alguien se condene"
Von Balthasar repite a menudo que no es posible alcanzar la certeza en esta materia, pero parece afirmar que "en la práctica podemos considerar que de hecho no hay condenados"
Es casi innecesario agregar que la Sagrada Escritura, la Sagrada Tradición y el Magisterio de la Iglesia se oponen masivamente a esta tesis de von Balthasar.
Antes la Iglesia tenía enemigos, siempre los tuvo, lo mismo que el alma, pero ahora no los tiene porque fratelli tutii. El enemigo no es alguien a quién odies, necesariamente, porque en la primera acepción de la RAE consta:
opuesto, contrario, refractario, oponente, antagonista.
El que uno no sepa quién pueda estar en el Infierno (lo que excluye intereses personales) indica que no lo odia; el que uno constate que muchos van contra la Iglesia y, por lo tanto son sus enemigos, tampoco es indicador de odio. Pero si alguien dice que el Infierno no está vacío o que la Iglesia tiene enemigos es calificado como odiador, razón por la cual todos estamos dispuestos a perder la identidad, a renegar de la Doctrina o a lo que haga falta antes que nos coloquen el cartelito de marras. Eso sí, se puede aplaudir con las orejas que saquen un violador a la calle, que un blasfemo negador de Cristo se salve o que ciertos tipos de masacradores pasen por demócratas, pero si mencionas la Justicia te acusarán de odiar al género humano. Han enfrentado a la Justicia con la Misericordia siendo ambas atributos de Dios.
Si el infierno no fuera un lugar, no podría estar vacío.
Pero es un lugar y no está vacío.
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Siento llevar la contraria a Urbel, pero en este caso creo que se equivoca. El infierno no es un lugar, pues todavía no han llegado ni el juicio final ni la resurrección de la carne. Ahora solo viven en el infierno las almas de los condenados, que son inmateriales, por lo tanto no es un lugar, sino un estado. Será un lugar y también un estado el día de la resurrección, cuando los cuerpos resucitarán incorruptibles, unos para la gloria eterna y otros para el fuego eterno. El Cielo sí es un lugar a la vez que un estado, porque en el están los cuerpos gloriosos de Nuestro Señor y de su Madre, la Santísima Virgen María.
nº 391: "La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o diablo (cf. Jn 8,44; Ap 12,9). La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. Diabolus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali ("El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos") (Concilio de Letrán IV, año 1215: DS, 800)".
nº 2851: "En esta petición [del Padrenuestro], el mal no es una abstracción, sino que designa una PERSONA, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios. El “diablo” (diá-bolos) es aquél que “se atraviesa” en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida en Cristo.".
Luego es un ángel (sí) dotado de personalidad propia (también), aunque sea en el sentido clásico de la definición de persona que tú mismo transcribes; es decir, una persona en cuanto sustancia individual con raciocinio.
Por lo demás, forzosamente esos ángeles malos han de ser sustancias individuales, aunque sea sólo porque las sagradas Escrituras, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, nos hablan de la batalla que, en el principio de los tiempos, se libró en el Cielo desde que San "Miguel y sus ángeles combatieron contra el Dragón, y este contraatacó con sus ángeles" (Ap. 12, 7). Sabemos el final de la historia (¡el Inmaculado Corazón de María triunfará!), porque "fueron vencidos y expulsados del cielo" (Ap. 12, 8), pero también sabemos que ese "enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles" (Ap. 12, 9), donde, cual león rugiente, no duerme ni descansa "buscando a quien devorar" (1Ped. 5, 8).
Sin embargo, por ejemplo en el reputado "Manual de Teología Dogmática" de Ludwig Ott se lee más sencillamente:
"El infierno es un lugar y estado de eterna desdicha en que se hallan las almas de los réprobos."
Quizá porque el lugar del infierno, necesario como usted bien señala tras la resurrección de la carne, no será creado al final de los tiempos sino que existe ya.
Y, sin embargo, los teólogos hablan de "receptáculos" o "mansiones" que ocupan las almas separadas aun antes de volverse a reunir con sus cuerpos resucitados. Y ésta es la verdad, como vamos a ver inmediatamente, al explicar la siguiente conclusión:
Conclusión: Por divina ordenación existen determinados lugares o mansiones para las almas separadas. (Sentencia común en teología)."
Fray Antonio Royo Marín, "Teología de la salvación", BAC, Madrid, 1956, nº 212, pág. 299.
"Nos apresuramos a decir que no hay sobre este punto ninguna declaración dogmática de la Iglesia. No pertenece, por lo mismo, al depósito de la fe católica. Fundamentalmente, los datos de la fe pueden salvarse diciendo que lo que afecta a las almas separadas es un nuevo estado (de salvación, condenación, purificación ...), pero no un lugar determinado.
Sin embargo, la opinión que asigna un determinado lugar a las almas separadas, aun antes de volverse a reunir con sus cuerpos resucitados, es la más probable y, desde luego, la más común entre los teólogos.
La razón principal que les mueve a ello son las continuas alusiones a los lugares donde habitan las almas separadas, que se encuentran en la Sagrada Escritura, en los Santos Padres y en los concilios de la Iglesia. Les parece que no podrían interpretarse todas ellas metafóricamente sin manifiesta imprudencia y temeridad."
"Por lo tanto, aunque a las almas separadas no se les asigne un determinado cuerpo para unirse con él o para moverle, se les asignan, sin embargo, ciertos lugares corporales correspondientes a su diferente dignidad o valor.
Estas almas permanecen allí según el modo y manera con que los seres espirituales pueden estar en un lugar."
(Suma Teológica, Suplemento, 69, I)
En el Cielo no hay pasado ni futuro, sino un presente continuo. En él vivimos, nos movemos y existimos, aunque con un tiempo limitado (un instante). Pero ya estamos en medio de la eternidad y para toda la eternidad: nuestra alma es eterna.
En cuanto al personalismo, recomiendo vivamente este lúcido artículo, en donde algo se indica de lo que comenté: www.academia.edu/76492963/Ensayo_cr%C3%ADtico_sobre_la_filosof%C3%ADa_personalista.
Si el fuego del infierno es material, parece que ha de ser un lugar, aun cuando sólo hubiera en él ángeles y almas separadas. Tal entiendo que es la posición de santo Tomás y del tomismo.
Consultado Monseñor Casalotodo pregunta:
Y qué hacemos con el Juicio Final ?.
Contesta:
Hay que repintar la Sixtina y listo o cubrir la pintura por si acaso...
Aconseja respetuosamente que cada uno asuma la responsabilidad de no ingresar voluntariamente al Infierno por si existe...
El papa como siempre con su gusto por lo ambiguo ya tirando a relativista
Como soy un hombre sincero, no voy a decir que me lo sé de memoria.
1874 Elegir deliberadamente, es decir, sabiéndolo y queriéndolo, una cosa gravemente contraria a la ley divina y al fin último del hombre, es cometer un pecado mortal. Este destruye en nosotros la caridad sin la cual la bienaventuranza eterna es imposible. Sin arrepentimiento, tal pecado conduce a la muerte eterna.
Y ahora yo pregunto: " ¿A dónde lleva la muerte eterna?" Efectivamente, señoras y señores, al infierno, que es en lo que hay que centrarse y no si revulsión o repulsión y status o statu.
Por eso me da rabia leer que ir al infierno es dificilísimo, hay que ser como Lenin, como Stalin, como Mao Tse Tung, como los menistros españoles. Es una opinión sin fundamento. Basta con estar en pecado mortal. Por eso lo único que debe esperar una persona es morir en gracia de Dios. Lo demás son zarandajas. A mí me gusta pensar que cuando llegue, el cielo estará abierto. ¡Espero que así sea! Lo mismo os deseo a todos menos a ése a quien tanto odio y que él ya lo sabe.
"La tremenda contradicción en que incurren esto pseudoateos clericales modernos sobre el infierno es la siguiente:
No paran de proclamar que no es un lugar sino un estado.
A su vez no paran de proclamar que el infierno está vacío.
Si el infierno es un estado no puede tener un atributo propio de un lugar, como sería vacío.
Un estado que no se diera en niguna persona, simplemente no existiría. Pero claro, si dicen que no existe incurren en negación de un dogma de fe como es el infierno que queda claro que existe. Por eso recurren al está vacío. Pero entonces se contradicen y en realidad afirman que es un lugar.
A ver en qué quedamos. Ser o no ser, esa es la cuestión."
¿No hay nadie que lo aconseje? Lo que da, es lástima. ¿Cómo se puede equivocar tantas veces? ¿No hay nadie que le pueda ayudar? Y últimamente ya, hasta por televisión, a los cuatro vientos.
Dan ganas de decirle: ¡Sea más prudente! ¡Piense mejor lo que va a decir! ¡Muchísima gente lo va a malinterpretar! ¡Va usted a confundir a una multitud…!
Para mí es evidente que no cree que el infierno esté vacío: movido por una compasión infantil, le gustaría que no hubiera nadie allí, que todos se salvaran y fueran felices al Cielo; pero eso no es real, y él lo sabe: hay mucha gente que no quiere estar con Dios, que elige conscientemente vivir lejos de él… y eso es lo que reciben al final de sus vidas.
Pareciera que quisiera que le siguiéramos en su fabulación, en su juego mental, pero esos juegos no son dignos, ni propios de un Pontífice. ¡Lástima que a ninguno de sus colaboradores se les ocurra corregirle! Más bien parece que lo incitan a seguir en una línea de polémica, de escándalos y de confusión. ¡Qué colaboradores tan desacertados le rodean! Han llegado a controlar la Iglesia en el peor momento de su historia. ¡Pedimos a Dios por su Esposa, la Iglesia, para que acorte el tiempo de su prueba!
Lo explico en mi folleto "Oximoron para todos, todos, todos", Editorial Besos Brujos a cura de Tucho Fernández, Buenos Aires, 1968. Imprimatur Monseñor Milton.
Me parece una forma materialista de entender las realidades espirituales: un ser espiritual no tiene locación, no está en lugares, sino en estados.
Pero aun aceptando que de alguna forma extrañísima Dios confinara a los condenados en un lugar, es decir, en una porción de espacio, entonces no podrían salir de su confinamiento, y de todos es sabido que los condenados están en el infierno. Si entendemos este como un lugar físico, entonces, ¿cómo pueden estar a la vez en el infierno y en la tierra tentando a los hombres e incluso poseyendo a algunos? De no tener locación, que es lo lógico, ¿van a pasar a tener el don de la bilocación?
Además, entonces, la cita de Apocalipsis 12, que dice que el dragón y sus ángeles fueron precipitados a la tierra para hacer la guerra a la mujer y a su linaje sería una contradicción, a menos que el infierno fuera la tierra.
En tercer lugar tenemos a san Pablo, que en Romanos 7 nos habla de la transfiguración de la creación en el último día, cuando esta será hecha incorruptible. En el caso del supuesto lugar del infierno, creado ya, en previsión de la resurrección de la carne, ¿se trataría de un lugar corruptible o de un adelanto de la creación transfigurada?, ¿sería este corruptible o incorruptible?
Para más confusión, si se trata de un lugar, puesto que las almas no ocupan lugar, al final resultaría que el infierno sí estaría vacío.
Finalmente me remito a las catequesis de Juan Pablo II, donde cita textualmente al Catecismo (nº 1033):
Las imágenes con las que la Sagrada Escritura nos presenta el infierno deben interpretarse correctamente. Expresan la completa frustración y vaciedad de una vida sin Dios. El infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría. Así resume los datos de la fe sobre este tema el Catecismo de la Iglesia Católica: «Morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno».
Del Padre Fortea, leí en su libro Summa Daemoniaca que el infierno es eterno pero sus sufrimientos son variables, es decir, a veces son menores por un acto misericordioso de Dios. No sé si ya después diría eso de que no es eterno.
Es como el campesino de Castellani que, preguntado si en Dios había Tres Personas, contestó "no sé, total yo no les doy de comer".
Sobre la cuestión precisa de los ángeles, varias veces los incluye entre las personas:
"... siendo también verdad que los ángeles y Dios, siendo personas, no son materiales."
".. la condición personal sustancial de los hombres y de los ángeles ..."
Son personas, son sustancias, pero ¿individuos? No. A falta de género divino o angélico, ni Dios ni los ángeles son individuos.
Y sin embargo desde Boecio definimos a las personas como sustanciales individuales de naturaleza racional. ¿Alguna luz para sacarme de esta duda?
De todas maneras el artículo de Escandell tiene gran interés mucho más allá de la cuestión que nos ocupaba. Su crítica del personalismo es sólida, ingeniosa y demoledora. No me extraña que Escandell reconozca haber huido de personalizarla expresamente, ya que entre los autores criticados se encuentra nada menos que Wojtyla.
Si los entes espirituales (ángeles y almas humanas separadas) no ocupan un lugar en sentido propio (sino en cuanto a la operación), sí lo ocupa lo corpóreo. Y el fuego del infierno, por el que padecen los condenados, siendo corpóreo, supone, por tanto, un lugar. Los demonios y almas condenados son "ligados", dice santo Tomás, siguiéndolo a san Agustín, por la virtud divina, al fuego corpóreo del infierno (Quodl., II, q. 7, a. 1; III, q. 10, a. 1): he aquí su padecimiento o pena "de sentido".
En cuanto a otro comentario, santo Tomás sostiene que la visión de la miseria de los condenados corresponde a la gloria de los santos: se gozarán de la justicia de Dios (Quodl., VIII, q. 7, a. 1, ad 1), como el mismo Dios se goza en su justicia y en su gloria, con cuya Voluntad estarán plenamente conformados los bienaventurados. Y cita el Angélico el Salmo 57: "laetabitur iustus cum viderit vindictam".
a) Presencia corporal o circunscriptiva: es la que corresponde a los cuerpos contenidos o encerrados en el lugar que ocupan cuantitativamente. A falta de cuerpo, no puede ser el caso de los ángeles ni de las almas separadas.
Pero en el orden sobrenatural cabe milagrosamente una presencia corporal no circunscriptiva: la Eucaristía, ya que el cuerpo de Cristo está contenido en una ubicación especialísima, que prescinde en absoluto de la extensión y del espacio.
b) Presencia espiritual: es la que corresponde a los espíritus creados, que se dice están en un determinado lugar cuando ejercen en él alguna actividad especial, ya sea por una operación transitoria (los ángeles), ya por información permanente (el alma en el cuerpo vivo).
Esta presencia local espiritual es la propia de las almas separadas.
Por eso dice Santo Tomás que "el conocimiento que las almas tienen del lugar donde han sido asignadas les produce gozo o tristeza; y así tal lugar es para ellas un premio o una pena" (Suma Teológica, Suplemento, 69, I ad 3). En el infierno y en el purgatorio, pasivamente por una especie de encadenamiento o sujeción penal.
En la clásica definición de persona dada por Boecio, "individua substantia" alude a la substancia primera (para distinguirla de la substancia segunda), lo cual se aplica, analógicamente, a toda persona: sea Divina, angélica o humana. Se podría decir también, como hace santo Tomás, "subsistente" ("subsistens"). Véase el comentario de santo Tomás a la definición de Boecio: S. Th., I, q. 29, a. 1.
En cuanto al artículo, es claro que no pretende meter a todos los que son más o menos afines al personalismo "en la misma bolsa".
El Santo Padre ha dicho que espera que en el infierno no haya nadie. Cualquier entendedor entiende que esperar significa desear.
El Papa ha deseado que, ojalá, por su propio bien, aquellos que van a ir al infierno por sus pecados, se salven y no vayan porque de sus pecados se arrepienten y confiesan ante sacerdote: avaros, maltratadores de mujeres, chismosos, homófobos, anticlericales, odiadores del Papa, contaminadores de la Madre Naturaleza, misóginos y machistas.
El Papa, que es católico, sabe que mejor que nadie que el infierno está plagado de epulones antisinodales y negacionistas de la Verdad, la Santa Madre Iglesia y del Papado. Pero, como buen Papa que es, desea que no vaya donde tienen que ir por su maldad: al infierno.
En cualquier caso, la Iglesia y Francisco les advierte: aceptad la Fiducia, no neguéis las bendiciones que el Papa ordena, dejad de contaminar la Tierra, acoged a los homos, si sois heteros no tengáis miedo de enamoraros de una trans como lo harías de una cis, es chica y como tal debe ser tratada. Etcétera.
D. Jorge el cura rural, y otros tantos curas españoles, africanos y de otras partes, tienen su silla en el infierno si niegan a la Esposa de Cristo y a su Vicario en la Tierra, Francisco, que les ordena y manda que apliquen la Fiducia.
Vaticano debe darles un últimatum: un mes. Todo aquel cura, racializado o blanco que, en el plazo de un mes no aplique la Fiducia negando bendición sacerdotal a parejas homo, será excomulgado y desterrado de su Diócesis. Viéndolas venir se harían todos fiducianos.
NEgacionistas de la Fiducia: id al Confesionario y pedid perdón. "He pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión contra los homos, el Papa y Jesús. He negado la Fiducia. He causado escándalo ante la comunidad. Me he creído más listo que el hombre más preparado del mundo, Tucho Cardenal, del extinto Santo Oficio, hoy Doctrina para la Fe. Hago propósito de enmienda: en Sacristía, en privado, haré bendiciones homo a cuantas parejitas lo soliciten; bendiciones breves y espontáneas, no más de 15 segundos".
Decir que el fuego del infierno es material es como decir que la luz de Dios que ilumina a todo hombre está compuesta de fotones que son perturbaciones del campo cuántico electromagnético procedentes del Sol.
Lucas 11, 24-26: "Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: 'Volveré a mi casa, de donde salí'. Pero ojo, que encima no vuelve sólo, sino con refuerzos aún peores que él: "Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada. Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio».".
Como tendrá que ser esa ausencia de Dios en la que viven tantos hermanos nuestros (el hermano pequeño) que hasta los mismísimos demonios suplicaron a Jesús, cuando iba a exorcisar a un hombre, «Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara» (Mt. 8 y Mc. 5). Y cómo de fuerte será el poder del pecado sobre quien tiene anulada su voluntad y se comporta como un animalito, que, cuando "ellos salieron y entraron en los cerdos: estos se precipitaron al mar desde lo alto del acantilado, y se ahogaron". (Mt. 8 y Mc. 5).
Pues ahí está la balla, fea, durísima y a muerte (eterna). Es lo único que debería importarnos. Porque si no le resistimos, nos enriscamos. Y si le resistimos, cuanto más y mejor lo hacemos, más fuerte se torna el ataque... ¡como para pensar que podemos solos frente a este ejército de desgraciados! Jajejijoju.
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Y tanto es así que desde que escuché esa afirmación de Bergoglio mi capacidad de aguantar la tentación y no caer en el pecado está tambaleándose. Me encuentro más débil. La puñalada ha sido certera. ¿Para que luchar contra el Mal si no existe el infierno???.
Esto es lo que hay, y el que ha dicho esas palabras sabe que dinamita la fe con esa aseveración que ataca de raíz el Dogma, la Fe, la Palabra de Dios.
Lo que viene después, la controversia, el enseñar el ego, que si ha querido decir tal, no ha querido decir, que se ha equivocado, etc, da igual. Lo que queda es un hedor a azufre y destrucción que apesta. Todo hecho conscientemente, como todo lo que lleva hecho estos más de diez años.
Si esto no es obra de Satanás que baje Dios y lo vea.
Visto ahora en la Suma Teológica, I, c. 29, a. 1, que Santo Tomás entiende sustancia "individual" como equivalente a "primera", contrapuesta a las segundas o universales.
"No entiendo esta necesidad de opinar ahora sobre si el infierno está vacío o no. En los Evangelios Jesús habla de la condenación a menudo".
Observa el contexto en que se lo preguntan al Papa: un programa de variedades en el cual se intenta reforzar la idea de que la Iglesia ya no es la misma, las tradicionales doctrinas han cambiado, hasta el tantas veces proclamado infierno es cuestionable, y si tienes duda aquí el Papa mismo te lo dice (ya no hay ni bien ni mal, se puede ser bendecido aunque estés en pecado mortal, ¿a quién le importa ya?). En resumen, la Iglesia y el Papa están ahora para complacer las opiniones y gustos del mundo, ahora es tan sólo una organización meramente humana, no para servir a Dios, a quien ellos consideran un ser mitológico e imaginario.
Saludos cordiales.
Lo explico en mi libro "Santo Despelote, Batman", Edit. Tucho y Trucho, Buenos Aires, 2020. Prólogo de la sierva de Dios Greta Thunberg.
Saludos cordiales.
Es que si está plagado ya no hay lugar a desear que no vayan allí los que lo plagan. Sí, "principio de no contradicción", se llama.
¿Importancia? Y bueno, bastante, siempre y cuando se quiera que los demás nos entiendan y que nosotros mismos nos entendamos a nosotros mismos.
Claro, sí, es posible entenderse a sí mismo, aunque puede ser que cueste un poco.
Pero lo que sobre todo no hay que olvidar: en fin.
Saludos cordiales.
"Imagine there's no heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us, only sky
Imagine all the people
Livin' for today
Ah"
Bruno, me gustaría decir lo siguiente:
-1º Pregunta bobalicona del periodista, al gusto del Papa, que remata como quien dice a puerta vacía. El papel del periodismo en muchas de las desgracias que nos ocurren es inmenso.
-2º Dante, Quevedo y muchos otros se imaginaron el Infierno. Lo que es realmente difícil de imaginar es el Cielo. Por no decir imposible. Muchos santos y videntes lo han descrito ( el propio Cristo, que habla más del Infierno que del Cielo).
3º Este "aprobado general" insinuado por el Papa, hace muchísimo daño a quienes necesitan penitencia y conversión. ¿A dónde pastorea este hombre su rebaño? ¿a quién sirve?
4º El mismo que dice que cree que el Infierno está vacío, dice que los que no obedecen a la ONU no son humanos. ¿Se puede ser más cínico? Además, estoy convencido de que lo que no puede imaginarse Francisco es a un votante de Trump yendo al Cielo (por poner un ejemplo).
El fuego que atormenta a las almas es material
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Entonces, ¿sabrías decir cuál es la fórmula por la que una reacción de combustión cambia la composición química de un espíritu?
¿Y cuál es la "fórmula" por la que la muerte de un hombre, por ejemplo, "cambia la composición química de un espíritu" (i.e., de su misma alma espiritual), de modo que ya no está más ligado (o ligada) al cuerpo que informaba?
No se puede hacer Filosofía ni sagrada Teología si no se trasciende lo sensible... ¡"Meta-física"!
SAN LEONARDO de Puerto Mauricio en ¨EL PEQUEÑO NUMERO DE LOS QUE SE SALVAN¨.
Y en este sermón dice : ¨LA MAYORIA DE LOS CRISTIANOS ADULTOS SON CONDENADOS¨.
Solo dos de lo ejemplos que pone:
a) En Francia en el momento de la muerte de San Bernardo se le apareció el archidiácono de Lion al Obispo y le afirmo que ¨en el mismo momento que morí, 33000 personas también murieron, de esta cifra que solo Bernardo y yo fuimos al cielo sin demora, 3 fueron al purgatorio y todos los demás cayeron en el infierno.
b) En Alemania una mujer que murió y se apareció después : ¨me presente al tribunal de Dios, 60000 personas llegaron al mismo tiempo de todas partes del mundo, de este numero, 3 fueron salvados al ir al purgatorio y el resto fueron condenados¨
Como se ve, esto no son matemáticas exactas, pero en todo el SERMON lo que se ve es que por cada VARIOS MILES de seres humanos que se mueren en un instante, solo se salva UNO.
Sencillamente no sabemos, y no sabemos porque el Señor, preguntado, contestó con una exhortación y no quiso responder. No sabemos y es lo mejor. Se salvan los que mueren en gracia, y la infinita misericordia de Dios actúa y cómo. Como dice san Agustín, de los dos ladrones crucificados a los lados de Cristo, uno se perdió, otro se salvó. Uno, para no presumir, otro, para no desesperar.
Es una pesadilla, y es como la pescadilla que se muerde la cola. De escándalo en escándalo hasta el Escándalo Final. [...] Ya sabemos lo que dijo el Señor de los que escandalizan...
Ave María Purísima
En todo caso, esto me ha traído a la memoria la anécdota/chiste del sacerdote joven y el sacerdote anciano. El joven se confiesa con el anciano y le dice "Padre, últimamente he tenido dudas acerca del infierno y del demonio". El anciano se hace el tonto y le dice: "Sí, hijo, todos tenemos crisis de fe, podemos dudar de la existencia de Dios, etc." "No, Padre, quiero decir que he tenido dudas sobre la existencia del infierno y del demonio". "Claro, hijo, todos podemos dudar de Dios", vuelve a decir el anciano. "Que, no, Padre, que no se entera, que dudo de la existencia del infierno y del demonio". El sacerdote anciano, ya harto, le dice: "Hijo mío, en esta vida se puede dudar de Dios. Pero, ¿del demonio? ¡Del demonio nunca!".
P. Eduardo Volpacchio
infovaticana.com/2024/01/16/esta-vacio-el-infierno/
Me acuerdo de las declaraciones de Mons. Strickland al ser destituido como obispo de Tyler:
«Existen fuerzas en la Iglesia que no quieren la verdad del Evangelio»
«Muchas fuerzas están actuando en él [el Papa] e influyendo en él para tomar este tipo de decisiones»
Fuerzas cuyo objetivo es acabar con la divinidad de Jesucristo. «Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios» (S. Atanasio). Y si se 'anula' la divinidad de Cristo la criatura humana no es diferente de cualquier otra, en consonancia con la concepción antropológica que tienen los amos del mundo, quienes la consideran como 'ganado humano' que existe para ponerla a su servicio. Solo la purificación divina de la Iglesia puede librarla de esas fuerzas satánicas.
https://www.youtube.com/watch?v=XAOBvj11nHk&feature=youtu.be
Un saludo a Bruno que me merece mucho respeto.
Entonces, ¿sabrías decir cuál es la fórmula por la que una reacción de combustión cambia la composición química de un espíritu?La fórmula es la misma por la cual un camello puede pasar por el ojo de una aguja; lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. Estás procurando "medir" realidades sobrenaturales con varas humanas. Que un fuego físico pueda atormentar almas en tu concepción puramente natural es una imposibilidad, pero omites la dimensión sobrenatural y que para Dios nada es imposible (a menos claro que tu quieras limitar al Creador).
Es lógico pensar, que el niño y su asesino, van a ir a parar al mismo lugar???
No es de bondadosos, pensar en un infierno vacío, es de no pensantes.
Ahora bien, la física y la química de estos dos grandes doctores era la propia de sus épocas. Ninguno de los dos conocía la naturaleza del fuego, ni conocían la relación entre la materia y la energía, ni sabían distinguir una combustión de un plasma, porque la ciencia avanza, y con ella, su relación con la filosofía y la teología.
Por otro lado, yo creo fervientemente en la existencia de los milagros y en lo sobrenatural, pero no creo en el Dios nominalista que está constantemente saltándose la Ley que Él mismo creó. Los milagros son algo muy especial, y Dios los realiza siempre con un motivo racional de fondo, buscando su Gloria y la salvación de las almas.
Dicho esto, sabemos que al final de los tiempos, los cuerpos de todos resucitarán incorruptibles. De aquellos que van al Cielo sabemos que serán cuerpos gloriosos y espirituales, como afirma san Pablo en 1Cor 15. De los condenados sabemos que también resucitarán, y como van a vivir eternamente, sus cuerpos no pueden ser corruptibles, sino incorruptibles: Muere un cuerpo animal, resucita un cuerpo espiritual.
Por tanto, sabiendo que el fuego físico es algo natural y corruptible, y que la creación entera será transfigurada y hecha incorruptible en el último día, lo más lógico es que el fuego que tortura a los espíritus, tanto angélicos como humanos, y que más tarde atormentará a los cuerpos incorruptibles y espirituales, sea un fuego espiritual, y no una combustión por contacto con el oxígeno.
En realidad, la hipótesis de un fuego físico, conocida la naturaleza del fuego (salvo a Santo Tomás y a san Agustín que no la conocían), me parece:
-Nominalista, por presentar a un Dios que por una voluntad ciega rompe leyes haciendo milagros innecesariamente y constantemente
-Materialista, por querer reducir las realidades sobrenaturales a realidades meramente materiales
-Modernista, por mezclar los órdenes natural y sobrenatural al estilo de lo que hace De Lubac con la Gracia (salvando las distancias)
-Fideísta, al estilo de los terraplanistas, que creen que hay que interpretar la Biblia de forma literalista y en oposición ciencia-Fe
Y no soy un troll ni un ateo, solo busco la Verdad, con los errores que pueda cometer, pero los argumentos no se combaten con falsos argumentos de autoridad (pues no estamos ante una verdad revelada) ni con descalificaciones ad hominem
Pero, si he de ser sincero confieso que el "infernovacantismo" no me convence.
https://images.app.goo.gl/bGda2YVY3jaW8JzN7
Y ahora veo que el padre Fortea esgrime como defensa que von Balthasar fue quizás el teólogo más apreciado por Juan Pablo II, ¿de verdad espera que tomemos eso como argumento?
Pienso que Bruno identificó la raíz del grave error de von Balthasar: "El problema no está en esa realidad concreta del infierno, sino en que nosotros, al asegurar que lo verdaderamente misericordioso sería otra cosa, estamos juzgando a Dios, pretendiendo que somos más misericordiosos que Él."
Y ese es el mismo problema que tiene Alejandro Bermudez cuando afirma tozudamente que Dios no castiga, no con el infierno ni con nada, ese es un error más grave aún.
Testimonio gráfico que va como anillo al dedo con lo que he tratado de expresar en mis mensajes de estos últimos días, en el Canal Matermundi de Youtube, bajo el título "El duro testimonio de Raquel vejada por los demonios De una vida sin Dios...". Recién salido del horno.
Y el que tenga oídos para oír, que oiga.
En cuanto al Padre José Antonio Fortea, agradecerle que haya entregado su vida al sacerdocio con todo lo que eso lleva en esta vida: soledad y mucho palo como al burro.
Los comentarios hirientes sólo valen para herir, no es corrección fraterna evangélica a la que exhorta Jesucristo, cosa que todos necesitamos dar y recibir
Juan 3, 16-17: "Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera [es decir, para que no vaya al infierno], sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.".
"El problema serio que veo aquí es que señores como el obispo Barron o el sacerdote Fortea, en vez de tomar como fuente a la Sagrada Escritura y la Tradición, deciden que es mejor basarse en el teólogo von Balthasar.
Y ahora veo que el padre Fortea esgrime como defensa que von Balthasar fue quizás el teólogo más apreciado por Juan Pablo II, ¿de verdad espera que tomemos eso como argumento?"
Quizá no le he entendido bien o quizá no haya entendido usted bien al padre Fortea. Él no dice que el infierno esté vacío. Remite a libros que ha escrito sobre el tema.
Al mismo tiempo, paradójicamente, el infierno nos produce escándalo. En parte, entiendo, debido al carácter misterioso de la iniquidad. Nos resulta incomprensible la existencia del mal. Pero lo cierto es que el mal existe.
En los planes de Dios está, soltar a estos perros rabiosos un tiempo, para que los hombres, viendo por experiencia las consecuencias, recapacitemos y cambiemos las acciones que nos alejan de Dios convencidos de lo que está bien y lo que está mal.
¿Es acaso un mal un chiste? Nunca había escuchado, ni por parte de los más anticatólicos y antirrealistas, semejantes críticas a alguna tesis defendida por ambos santos Doctores. Y me animo a decir que nunca se han hecho, al menos por una persona en sus cabales.
Vayamos con lo del materialismo: "Materialista, por querer reducir las realidades sobrenaturales a realidades meramente materiales".
Pero, ¿qué realidades sobrenaturales son reducidas a realidades materiales? El fuego no deja de ser corpóreo. Los ángeles no dejan de ser espirituales, y lo mismo vale para las almas separadas.
Vayamos a otro punto: "Modernista, por mezclar los órdenes natural y sobrenatural al estilo de lo que hace De Lubac con la Gracia (salvando las distancias)".
¿Dónde está la mezcla de órdenes? Comparar a san Agustín, el gran Doctor de la gracia, y a santo Tomás con de Lubac en ese punto es de una gran ignorancia e injusticia.
Además estas críticas alcanzan a los mismos san Agustín y santo Tomás, porque no hace al caso si se conoce o no la naturaleza del fuego y lo que la ciencia particular diga al respecto para determinar y mezclar (o no) los órdenes natural y sobrenatural, propiamente considerados, ni para reducir las realidades sobrenaturales a realidades meramente materiales: al menos no en dichos Doctores, en quienes su tesis no depende de las conclusiones que proporcionan la Química y la Física acerca del fuego.
Y, por supuesto, te expreso mi admiración y afecto por ti, Bruno, la labor que haces en este blog es excepcional, InfoCatólica es una bendición del cielo. ¡Gracias!
- El parentesco sobrenatural supera al natural como la gracia a la naturaleza. Tal es el que se establece por la comunión de los santos. El mismo Cristo manifestó que su hermano, su hermana y su madre son quienes hacen la voluntad de Dios. Los bienaventurados, pues, reconocen como seres queridos a los demás bienaventurados, y aún a sus parientes en el Cielo los amarán más por ser bienaventurados que por haber compartido la misma sangre
- No hay bien en los seres queridos que sea participado de Dios, y que no esté virtualmente contenido en Su esencia infinita. Si de seres queridos se trata, Dios es más que infinitos seres queridos. Y si de las personas en particular que tienen esa consideración se trata, era necesario que los humanos tuviéramos esas relaciones, pero era contingente que fueran ciertas personas en lugar de otras. Mientras que no hay otro bien como Dios, amable por sí mismo.
- Los bienaventurados comprenden muy bien la maldad y fealdad del pecado, y dificilmente se lamenten de los padecimientos de quienes no son víctimas, sino victimarios de la Gloria de Dios, la que los justos contemplan. Tampoco desconocen que los réprobos no están nada contentos de que haya bienaventurados.
- Los bienaventurados, para llegar a tales, tuvieron que amar a Dios sobre todas las cosas (seres queridos inclusive) ya desde esta vida. No tiene sentido pretender que eso deba cambiar al entrar en la Visión Beatífica, sobre todo si se tiene en cuenta que hay continuidad entre la vida de gracia y la vida de gloria. Tampoco hay nobleza ni bondad verdaderas en un amor que no guarde el orden debido. Es como si, por ejemplo, alguien pretendiera honrar a un ángel con culto de latría. Tal ángel, lejos de considerarse honrado, se indignaria por semejante ofensa contra Dios.
Se trata de hacer el mayor mal posible, precisamente porque Satanás y el resto de demonios ya conocen su propia sentencia: están condenados. Se llama mal por mal, mal porque sí (¿y qué peor mal puede sufrir un padre, que el que le terminen arrebatándole a un hijo por toda la eternidad?)
Pero Satanás no sabe quién se condenará y quién se salvará. Como tampoco puede saber la cantidad de los salvos y/o condenados. Eso sólo lo sabe Dios, porque ese juicio le pertenece exclusivamente a Dios. Lo que sí sabemos es que Satanás ejercerá la "acusación particular". No en vano, en Ap. 12, 10 se le llama "el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los [nos] acusaba delante de nuestro Dios".
Es un argumento de autoridad, pero de autoridad ínfima (un solo papa) y, además, autoridad de segundo orden (no la autoridad de un solo papa, sino la del teólogo más apreciado por un solo papa).
Mucho mayor la autoridad de Santo Tomás de Aquino, Doctor Común de la Iglesia, y San Agustín, el más citado por el Aquinate.
Con todo, el propio Santo Tomás considera cualquier argumento de autoridad como secundario.
De mucho mayor peso son la Escritura y la Tradición, contrarias a que el infierno esté vacío.
Repito que esta cuestión no fue nunca tratada por los teólogos de tiempos católicos, precisamente porque es contraria a la Escritura y la Tradición.
La cuestión teológica clásica es:
¿Son pocos los que se salvan?
Lucia Victoria copio aquí el link que enviaste del testimonio de Raquel. Es impresionante!!!
Recomiendo a todo el mundo que lo escuchen, la parte final es maravillosa. Gloria a Dios!!!
No me mueve mi Dios para quererte el cielo que me tienes prometido ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte…
Repitiéndolo en oración, todas las teorías que comentáis se quedan en nada.
Le felicito por otras cosas en las q si estoy de acuerdo con usted. Que Dios le bendiga.
Porque le respeto, le dirijo mi opinión, con buena intención.
Pero puede llegarse a dudar de cómo el diablo, que es incorpóreo, y las almas de los condenados, antes de la resurrección, puedan sufrir a causa del fuego corporal, por el que padecen en el infierno las almas de los condenados, según dice el Señor: “Apartaos de mil, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles”.
Luego no se ha de pensar que las substancias incorpóreas puedan sufrir a causa del fuego corpóreo, de forma que él corrompa o altere su naturaleza, tal cual sufren ahora nuestros cuerpos corruptibles a causa del fuego, pues las substancias incorpóreas no tienen materia corporal para que puedan ser inmutadas por las cosas corpóreas, ni tampoco son susceptibles de formas sensibles, a no ser de manera inteligible, sin olvidar que esta suscepción no es penal, sino perfectiva y deleitable.
Ni tampoco se puede decir que sufran aflicción a causa del fuego corpóreo por razón de alguna contrariedad, como sufrirán los cuerpos después de la resurrección; porque las substancias incorpóreas no tienen órganos de los sentidos ni hacen uso de las potencias sensitivas.
Por lo tanto, las substancias incorpóreas sufren a causa del fuego a modo de cierta ligadura; pues los espíritus pueden ser ligados a los cuerpos ya a modo de forma, así como se une el alma al cuerpo humano para darle a vida, o ya sin ser su forma, tal como los nigrománticos unen el espíritu a imágenes o cosas parecidas, en virtud de los demonios. Luego mucho más pueden ser ligados al fuego corpóreo, en virtud divina, los espíritus de los que han de ser condenados. Y esto es para ellos causa de aflicción, pues saben que han sido ligados en castigo a estas cosas bajísimas.
También es conveniente que los espíritus condenados sean castigados con penas corporales. Pues todo pecado de la criatura racional proviene de no sujetarse u Dios, obedeciéndole. Mas la pena ha de corresponder proporcionalmente a la culpa, para que la voluntad sea atormentada mediante la pena en contrario de aquello en que amando pecó. Por lo tanto, es un castigo conveniente para la naturaleza racional el estar sometida y ligada en cierto modo a las cosas inferiores, es decir, a las corporales.
Además, al pecado cometido contra Dios no sólo se le debe pena de daño, sino también pena de sentido, como se demostró en el libro tercero (c. 145): la pena de sentido corresponde a la culpa contraída por la conversión desordenada al bien conmutable, como la pena de daño corresponde a la culpa contraída al despreciar el bien inconmutable, Ahora bien, la criatura racional, y principalmente el alma humana, peca volviéndose desordenadamente a las cosas corporales. Luego es un castigo conveniente que sea atormentada por las cosas corporales.
Estás en varios errores ahí. Satanás sí sabe si alguien que ha muerto se ha condenado o no. Los demonios se conocen entre sí, conocen a los ángeles (los que no se rebelaron estarán obviamente en el Cielo y los demonios no pueden dejar de saber eso). También podría atribuírseles el conocimiento de prácticamente cualquier hecho visible en el mundo, incluido concepciones, nacimientos y muertes (los que cada demonio presencia y los que sabe por otros demonios). También pueden distinguir, porque muchos santos lo han asegurado, si alguien está en gracia o no, e incluso si de dos personas en gracia una es más virtuosa que la otra (no por nada los demonios suelen dejar en paz a quienes se descuidan de dejar el vicio, y por el contrario, se ensañan con quienes se acercan demasiado a la santidad). No penetran el futuro, pero su capacidad de deducción es incomparablemente mayor a la nuestra.
Si Satanás tienta a alguien, sabe si éste consiente o no, y puede luego darse cuenta si esa persona se arrepiente. Y si un moribundo se debate entre Dios y Satanás, este último no ignorará el resultado, aún sin saber lo que Dios.
Si Satanás no puede estar seguro de la condenación de alguien, el "mal por el mal" que buscaría no sería a través de la tentación, puesto que en el Cielo no hay secuela del pecado mortal.
En apoyo de lo que digo podría citar muchas cosas, desde la Escritura hasta las revelaciones privadas. Pero hay otra fuente, poco conocida, que son las revelaciones preternaturales. Los bienaventurados no son los únicos que se han aparecido. Algunas de estas se pueden conocer en "El Infierno" de Louis de Ségur, o la "Carta de un alma condenada". Ninguna autoridad de la Iglesia desmintió esos casos.
"Si los demonios están condenados en el infierno, como es que están luego por ahí poseyendo a la gente??, tendrían que estar en el fuego rechinando dientes, no??"
Fray Antonio Royo Marín responde a esta objeción en su "Teología de la salvación" (BAC, Madrid, 1956, nº 212, págs. 303 y 304), con cita de Santo Tomás de Aquino (Suma Teológica, Suplemento, c. 69, a. 7, ad 4):
"El aire que nos rodea no es el lugar asignado a los demonios para recibir su castigo, sino el que corresponde a su oficio de tentadores de los hombres, que Dios permite para ejercitarnos en la paciencia y aumentar nuestros merecimientos."
Esta aquí implícito que la presencia local espiritual de los ángeles y las almas separadas "está limitada y definida por aquel determinado lugar donde se encuentran ejercitando su actividad, sin que puedan ejercitarlo a la vez en otro lugar distinto" (Royo Marín, op. cit., pág. 301, con cita de la Suma Teológica, I, c. 52, a. 2).
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte."
Luego el infierno es tan temido. ¿Por qué habría que temerlo si estuviese vacío?
"Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera."
Aunque no hubiera cielo, pero lo hay. Y aunque no hubiera infierno, pero lo hay.
"No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera."
Aunque lo que espero, el cielo, no esperara; luego lo espera.
Y aunque lo que teme, el infierno, no temiera; luego lo teme. ¿Y por qué habría de temerlo si estuviese vacío?
que vuestra vida estragada
tiene por fin un infierno,
si en el pecado se acaba.
Hombre, ¿qué será de ti,
si pecando y más pecando
se llega el fin de tu vida
antes de haberte enmendado?
Si de pecar no te dejas,
ni enmiendas tu mal vivir,
¿cómo has de poder salvarte,
ni alcanzar tu último fin?"
Fray Diego José de Cádiz
Qué tendrá que ver... pero ya me da curiodad, así que pregunto: ¿Por ejemplo?
obviamente me estaba refiriendo a que los demonios no pueden saber, CON ANTELACIÓN, quién se va a condenar (o como dicen más arriba, cuando salen a "pescar almas"). Lo que no impide que lo intenten con todas sus fuerzas (pero en la medida siempre que Dios se lo permita).
Después de cualquier sentencia, además del juez, el acusado, los defensores y el acusador ya saben el veredicto.
No lo taché a Ud., sino a su pregunta "digna de un troll de baja ralea", porque, dirigida a la tesis de santo Tomás y de san Agustín, que es la que expuse, es absurda. Asimismo, parece del todo "chistoso" (también por absurdo) aplicar esos cuatro calificativos a la tesis y no es indicio, ciertamente, de estar uno en sus cabales. Siempre conviene notificarse bien acerca de lo que uno se dispone a criticar...
Por lo demás, el principio y fin de nuestra existencia es Dios, no los hijos.
Suena muy lógico si, Dios los condena pero a la vez les da trabajo y los demonios aceptan el trabajo todo contentos.
Luego mucho más pueden ser ligados al fuego corpóreo, en virtud divina, los espíritus de los que han de ser condenados.
Quiero profesar la fe de la Iglesia Católica, la fe de los santos, la fe que salva, la fe en Jesucristo, la de los Apóstoles. No reconozco en Francisco esa fe.
¿Eso me convierte en cismático?
Es ahí, cuando no sientes la presencia de Dios cuando te das cuenta que sin Él no somos absolutamente nada, y que, estamos a expensa de que cualquier demonio o espíritu inmundo quiera levantar tienda en nuestro cuerpo, mente y alma. De ahí a la perdición ahí ya solo un pequeño paso.
Esto lo sabe Bergoglio. Lo que resulta aún más insidiosa su dañina teoría sobre lo vacío del infierno. El sabrá porqué la expone en público. Yo sé porqué lo hace. Y el que tenga ojos para ver y oídos para escuchar también.
Jesús viene pronto
Ave María Purísima
"O sea, cumplen condena pero como en tercer grado, por el día salen a trabajar y vuelven al infierno para dormir. Suena muy lógico si, Dios los condena pero a la vez les da trabajo y los demonios aceptan el trabajo todo contentos."
A usted eso de: "Todo es bueno* para los que aman al Señor", le debe sonar a chino mandarino.
* incluido efectivamente lo más malo y doloroso del mundo.
"Luego no se ha de pensar que las substancias incorpóreas puedan sufrir a causa del fuego corpóreo, de forma que él corrompa o altere su naturaleza, tal cual sufren ahora nuestros cuerpos corruptibles a causa del fuego, pues las substancias incorpóreas no tienen materia corporal para que puedan ser inmutadas por las cosas corpóreas, ni tampoco son susceptibles de formas sensibles, a no ser de manera inteligible, sin olvidar que esta suscepción no es penal, sino perfectiva y deleitable.
Ni tampoco se puede decir que sufran aflicción a causa del fuego corpóreo por razón de alguna contrariedad, como sufrirán los cuerpos después de la resurrección; porque las substancias incorpóreas no tienen órganos de los sentidos ni hacen uso de las potencias sensitivas".
Efectivamente, es absurdo totalmente, como explica santo Tomás, y a todas luces nominalista afirmar que Dios, por un capricho de su Voluntad, se pusiera a romper, sin un motivo grave, la Ley eterna con que su divina Sabiduría ha creado el universo, para hacer que los espíritus de los condenados, simples y de naturaleza incorruptible (por ser espíritus) alteraran su naturaleza por medio de una reacción química de carácter material como es la combustión.
En fin, ya lo he dicho aquí y a quien me ha preguntado: no le hago ningún caso, no me afecta lo que diga, no le presto atención, me resbalan sus admoniciones, sus presuntos consejos, sus afirmaciones, sus entrevistas, me da absolutamente igual lo que diga o haga hasta el final de su pontificado este hombre venido de Argentina que hace las veces de Papa. Ahora bien, a la gentecilla de su equipo, a ese hatajo de incompetentes, inútiles y otras cosas peores, no le paso una, en mi modesto parecer: al tucho, hay que atizarle, a los alemanes idem, al masón de Parolin mandarlo lejos y a la mayoría de la CEE, a éstos, la casilla bien en blanco. Creo que me explico. El Señor ponga su mano.
Pensando en un Dios misericordioso seguramente habrá mas salvados que condenados, ya que Dios no creo una factoría de condenados y Dios quiere que todos los hombres se salven. Si contamos todas las gentes habidas y por haber seguramente habrá millones (lo que vieron los pastores de Fátima y muchos otros santos) pero serán abrumadoramente mas millones los que se habrán salvado al final de los tiempos. Eso es lo que se desea y lo que se espera al hablar con esas palabras.
Luego mucho más pueden ser ligados al fuego corpóreo, en virtud divina, los espíritus de los que han de ser condenados.La cosa es sencilla, si a ti algo te parece imposible, entonces también es imposible para Dios. De otra forma nunca hubieras escrito:
...por un capricho de su Voluntad, se pusiera a romper, sin un motivo grave, la Ley eterna...Realmente, que quieras limitar a Dios es inconcebible. También que un camello pase por el ojo de una aguja es una imposibilidad, y sin embargo Dios puede hacer eso (y probablemente ya lo ha hecho) millones de veces, o sea millones de veces "a roto la ley eterna" por citar tus palabras. Julián, lo tuyo se puede sintetizar brevemente: tú eres la medida de todas las cosas y Dios tiene que ajustarse a lo que tú crees que es lógico.
Y es doloroso verlo porque uno sabe desde el principio de su .... lo que sea... que las quemará. Esas manos dispuestas a dar la cara por el argentino saldrán ardiendo como arde un tronco de encina en un fuego.
Aún queda gente, yo diría que la mayoría de católicos, que le da el beneficio de la duda. Da igual la burrada que diga. Eso hace pensar que la inmensa mayoría de católicos espiritualmente son burros. Tienen el discernimiento espiritual de una marmota. Y donde deberían ver al mayor enemigo para la salvación de su alma solo ven a un anciano vestido de blanco, de un blanco "misericorditi".
Dios ha hecho todo lo posible para salvarnos, Cristo nos libró de nuestros pecados por su pasión, muerte y resurrección pero para ello nosotros tenemos que aceptar su sacrificio redentor, El no quiere a nadie a su lado a la fuerza ni con medias intenciones. Y aceptarlo significa hacer la voluntad del Padre. Arrepentirse del mal hecho, pedir perdón por los pecados y dejarlos atrás o al menos hacer lo posible entrando en una vida nueva. De otro modo nos engañamos a nosotros mismos aunque no a Dios: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos." Si no estamos dispuestos a esto seremos como los muchos -lo dijo Cristo- que intentarán entrar por la puerta estrecha pero no podrán, porque realmente siguen amarrados a sus elecciones opuestas a Dios. "Este pueblo me honra con los labios,pero su corazón está lejos de mí." Mateo 15, 8.
El optimismo del Papa tampoco es sólo suyo. Esperamos muchas veces que las personas, especialmente las que más queremos y que vemos apartadas del camino del cielo, aunque sea en el último momento se arrepientan, y esto está bien, es necesario confiar en Dios, pero que esto no nos lleve a olvidarnos también nosotros de su suerte porque lo fácil es que se muera según se ha vivido. Si vemos que a uno de estos seres queridos se lo lleva una corriente de agua seguro que nos lanzamos a rescatarlo sin pararnos a pensar en las consecuencias, pues si lo vemos arrastrado por otra corriente peor no podemos quedarnos inertes, movidos por una tranquilidad comodona. Limitarnos a pensar y a esperar que al final se van a salvar por la misericordia de Dios sin poner nada de nuestra parte, sin ni siquiera rezar con insistencia por ellos, les puede ayudar mucho a terminar en el infierno, porque Dios actuará, sí, pero no contra su voluntad.
Hace unos días tuve una conversación por wassap sobre la existencia de Dios con un familiar. El me decía que cree en un Dios creador de todo pero no en la religión en la que ha sido bautizado ni en ninguna. Se ha creado un dios a su medida. Lo último que envió sobre el tema fue: "muy bien, te deseo que llegues a la experiencia de Dios por encima de las creencias que dicen lo que está bien y lo que está mal porque eso nos aleja de Dios." Esto es lo que hay, y su madre está muy tranquila porque su hijo ahora es muy "espiritual". Noticias como la que aquí comentamos no hacen ningún bien a las personas que ya tienen difícil el camino de vuelta.
Un saludo y al menos no dejemos la oración.
Hay dos posibilidades (y aviso que no son matemáticas exactas):
1. Cuando no se ha logrado extirpar el pecado de raíz (cosa que sólo puede hacer Jesús, ya sea porque nos regala esa gracia, ya sea por medio de sus ministros ordenados, normalmente a través del ministerio de sanación): A quien tiene debilidad de la carne, seguramente le presentará un a señora estupenda, que, además de estar, es tan buena y tan cariñosa...y le comprende taaaaan bien; al que tiene la herida abierta del dinero, pues le pondrá la cantidad y ocasión perfecta (y fácil sobre todo fácil y sin riesgo...¿quién se va a enterar?) para alcanzarlo de forma ilegítima; a quien tiene ansias de poder, le dará un puestazo en el que hacer y deshacer lo que seguramente no pueda hacer en ningún otro lado; a quien tiene muchos dones del Señor, lo seducirá con formas más imperceptibles de vanagloria que, a los ojos de cualquiera, son perfectamente legítimas, pero que es semilla del "serás como Dios", que terminará germinando en su corazón.
2. Cuando se ha logrado extirpar el pecado de raíz: Aquí el ataque se vuelve más sofisticado, porque el enemigo, que nos conoce muy bien, explora otras vías (pecados nuevos) por las que poder colarse en nuestro corazón y, desde ahí, hacerse fuerte, inutilizarnos y poder destruirnos más eficazmente; o mejor, visto que ellos no tienen ese poder...de lograr que nos autodestruyamos (y si puede ser, de paso, utilizándonos de arma arrojadiza contra otros, mejor que mejor, que ellos son muy hábiles en lograr carambolas). Porque "nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa" (Mc. 3, 27). Y aquí tienta con pecados no tan evidentes, porque son indirectos y están sutilmente DISFRAZADOS (de bondad, verdad y belleza). De ahí que resulten mucho más difíciles de detectar. Pero cuyos efectos pueden ser todavía más letales que los del punto 1, porque nos alejan tanto, tanto de Dios, que ahí sí corremos grave riesgo de (volver a) perdernos, sin darnos cuenta: tristeza, miedo, desesperanza, desobediencia, ideología...
No lo olvidemos nunca: la batalla se libra siempre-siempre en el interior de nuestro corazón, "porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino" (Mc. 7, 21-22). Y erramos el tiro (desatino) cuando dirigimos esa lucha contra las personas, pues "nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que HABITAN EN EL ESPACIO" (Ef. 6, 12).
Sólo hay dos banderas (bandos): la de los amigos de la Cruz de Cristo y la de los enemigos de la Cruz de Cristo.
Sé de Quien me he fiado.
En el Padrenuestro pedimos "hágase tu voluntad ...". ¿No podríamos conseguir con nuestras oraciones que se hiciera la voluntad del Señor, es decir "que todos los hombres se salvaran" ?
"Yo no tengo la menor duda: con la gracia de Dios, siempre con Pedro. Porque sé que Jesús está en la misma barca que está Pedro (de las dos barcas que había en la orilla, "se subió a la de Pedro", Lc. 5, 2-3), y que, por más dura que torne la tormenta y más altas que sean las olas, es su Santo Espíritu quien maneja el timón de esa barca. No necesito saber nada más, sólo confiar"
Ya se le ha explicado varias veces esto. Jesús no siempre está en la misma barca que está el Papa, porque a veces el Papa se baja de la barca de la Iglesia. Dios se encargó de que quedara muy claro en la misma Escritura, en la que el mismo Pedro niega a Cristo varias veces, es llamado Satanás por él y tiene que ser corregido públicamente por San Pablo. Y, por si hubiera dudas, en la historia de la Iglesia ha habido que corregir varias veces a los papas y alguno incluso ha sido declarado hereje por un concilio ecuménico y por sus sucesores. Así que no, no es cierto que "no necesito saber nada más, solo confiar". Nuestra obligación es discernirlo todo y quedarnos con lo bueno, como manda la Palabra de Dios. El único en quien siempre se puede confiar es Jesucristo, en los demás solo a ratos, como también dice la Escritura: "maldito quien confía en un hombre".
Le ruego que no convierta esto en una especie de monólogo donde simplemente se desahoga repitiendo sus opiniones y prescindiendo de lo que se le explica razonadamente. Si actúa así, no aportará nada a la discusión.
No creo que Francisco se haya bajado de la barca. No podría, aunque quisiese, porque en tan divina encomienda está también su cruz. Y con ella, un auxilio cualificadísimo de la gracia. No podría bajarse de ella, de la barca (de su cruz), incluso aunque pueda estar tomando decisiones equivocadas (tampoco descarto que pueda ser así). Pero Dios es el único que puede saber qué anida en su corazón, y en el corazón de las personas que lo rodean, y cuál es la verdadera intención y finalidad de sus decisiones.
En cuanto a la exhortación de Jesús a Pedro ("apártate/ponte detrás de mi Satanás"), reconozco que siempre me ha costado imaginarme a Jesús insultando a su amigo con algo tan grave, si no era porque a quien se dirigía era al mismísimo Satanás, al que veía tentar a Pedro, con argumentos tan humanos y tan persuasivos, porque eran buenos (amistad, lealtad, valor), pero que se apartaban de la voluntad de Dios. Lo pienso, además, porque es la misma respuesta airada con la que despachó a Satanás, cuando éste osó tentarlo en el desierto (´Mt. 4,10).
Insisto en mi voluntad de no querer saberlo todo y confiar en Cristo. Bien sabe Dios que prefiero ser una completa necia y una ignorante, a fiarme de la vieja tentación en la que cayeron nuestros padres: "cuando comáis de ese árbol, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal". Aunque efectivamente sea "un árbol...deseable para adquirir discernimiento" (Gén. 3, 5-6).
¿La tesis del infierno vacío no sería una forma de pelagianismo?
Gracias por la respuesta, pero me temo que eso que contesta precisamente muestra la confusión de la que le hablaba.
"más que monólogo, contestaba a Batecado"
No me refería a contestar o no, sino al llamativo hecho de que aparentemente no tiene en cuenta las razones que se le dan. Simplemente las ignora e, inevitablemente, vuelve a repetir lo mismo una y otra vez. Lo que le he explicado en el comentario anterior se lo hemos explicado muchas veces. Y no es cuestion de opinión, sino de hechos. Para que una discusión avance es necesario escuchar lo que dicen los demás y, cuando sea correcto, modificar con ello la propia postura y la propia argumentación. De otro modo la discusión se convierte en dos o más monólogos simultáneos.
"No creo que Francisco se haya bajado de la barca. No podría, aunque quisiese, porque en tan divina encomienda está también su cruz"
Hasta donde puedo ver, esto no tiene sentido. Los seres humanos huimos constantemente de la cruz, así que claro que puede. Una cosa es que Dios nos encomiende algo y otra que nosotros lo hagamos y eso vale para nosotros, para el Papa y para cualquiera.
"Y con ella, un auxilio cualificadísimo de la gracia"
El auxilio de la gracia depende de que lo aceptemos. Y todos, incluido el Papa, a menudo no lo aceptamos. Por lo tanto es importante no igualar el que Dios dé gracias con que el interesado las aproveche. Lo cierto es que a menudo no las aprovechamos.
"Pero Dios es el único que puede saber qué anida en su corazón, y en el corazón de las personas que lo rodean, y cuál es la verdadera intención y finalidad de sus decisiones"
Como ya le hemos explicado muchas veces, pero parece que no termina de entender, a nadie (excepto al interesado, a Dios y quizá a su confesor) le importa cuáles sean las intenciones del Papa, a saber, si son subjetivamente buenas o no. No hablamos de eso y, cada vez que usted se empeña en volver a eso, está enturbiando la discusión en lugar de aclararla. Hablamos de cuales son las acciones y los propósitos objetivos del Papa. Eso se puede juzgar, nos afecta a todos y es lo que nos interesa. Por favor, no desvíe la cuestión.
"En cuanto a la exhortación de Jesús a Pedro ("apártate/ponte detrás de mi Satanás"), reconozco que siempre me ha costado imaginarme a Jesús insultando a su amigo con algo tan grave, si no era porque a quien se dirigía era al mismísimo Satanás, al que veía tentar a Pedro, con argumentos tan humanos y tan persuasivos, porque eran buenos (amistad, lealtad, valor), pero que se apartaban de la voluntad de Dios. Lo pienso, además, porque es la misma respuesta airada con la que despachó a Satanás, cuando éste osó tentarlo en el desierto (´Mt. 4,10)"
No. Eso no es interpretación, sino invención. Cristo habla a pedro y le llama Satanás. Porque sus palabras eran las de Satanás, ya que, de hecho, estaba tentando a Cristo. Por supuesto que Pedro actuaría así tentado a su vez por el demonio (o por el mundo o por la carne), pero dijo lo que dijo y mereció que nuestro Señor le dirigiera esas palabras tan duras. Igual que el papa Honorio mereció que le llamaran hereje otro papa y dos concilios ecuménicos. Etcétera.
"Insisto en mi voluntad de no querer saberlo todo y confiar en Cristo"
Por supuesto que no hace falta saberlo todo y que hay que confiar en Cristo. Pero eso no es lo mismo que cerrar los ojos cuando se deforma la fe, se habla contra la doctrina de la Iglesia y se aprueban prácticas escandalosas. Todo eso no es confiar en Cristo, es más, es lo contrario, porque no se está confiando en la enseñanza que Cristo reveló y que ahora se niega por doquier.
"La vieja tentación en la que cayeron nuestros padres: "cuando comáis de ese árbol, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal""
Ese pasaje que usted, de nuevo, interpreta de manera completamente diversa a la interpretación tradicional de la Iglesia, no dice que la tentación fuera sobre el conocimiento intelectual, que en sí mismo es algo bueno, sino a experimentar en la práctica el hacer el mal y el pecado, que es algo malo en sí mismo y que no se debe hacer nunca. Pretender usar eso como comodín para no tener que hacer el debido discernimiento (que es una obligación moral de todo cristiano) es totalmente injustificado. Repitámoslo una vez más, porque es Palabra de Dios: discernidlo todo y quedaos con lo bueno.
Un saludo.
"¿La tesis del infierno vacío no sería una forma de pelagianismo?"
Hasta donde puedo ver, no exactamente. El modernismo actual es una mezcla difusa de todas las herejías, sin orden ni coherencia interna. En este caso, yo diría que es una mezcla contradictoria de elementos del luteranismo (salvación puramente extrínseca, compatible con los pecados más grandes) y el pelagianismo (la gracia es innecesaria para ir al cielo y todo el mundo puede ir allí).
En general, no merece mucho la pena buscar la lógica del modernismo, porque no la tiene. De hecho, su fuerza reside precisamente en ser algo informe e infinitamente variable, contra lo que es muy difícil defenderse intelectualmente porque es una postura irracional.
Cornelio, creo que ignora usted que cuando alguien le preguntó a quien se sienta en la silla de Pedro que por qué Cristo murió en la Cruz, él dijo que no lo sabía y que no hay respuestas: https://www.youtube.com/watch?v=ypYNhmlernA
Yo no sabía que en tiempos de Pablo VI se eliminó los estudios de Apologética. Naturalmente eso va en el sentido de que no hay que defender nada y que somos un totum revolutum, primero con las demás confesiones cristianas y luego hasta con los espiritistas.
Leer: https://www.actualidadcatolica.es/el-infierno-vacio/
https://infovaticana.com/blogs/specola/el-poder-del-papado-papa-dubius-papa-nullus-muller-y-la-infalibilidad-pontificia-el-papa-francisco-y-la-bruja-putany-en-davos-los-motu-prorpio-bendiciones-con-pitorreo/
"Antes de acusar a los demás de ignorancia, estaría bien que revisaras tus propios conocimientos, que no son tan grandes como crees"
Más que saber lo que uno sabe, lo importante es saber lo que uno no sabe, para no meter la pata. En fin, veo que sigue sin preguntar, que sería la forma de aprender. Usted verá, pero me permito indicarle que esto no es una competición.
Si lo lee con cuidado, verá que, en el enlace que ofrece, se trata la cuestión de una elección dudosa de un papa, que se ha dado varias veces en la Iglesia pero que, hasta donde puedo ver, no es el caso aquí. Solo Müller al final hace algunas reflexiones generales (no canónicas) sobre el caso de herejía manifiesta y la conclusión solo es, solo puede ser, que no se sabe muy bien que pasaría (aparte del caos en la Iglesia, claro), porque, como le he indicado varias veces, al Papa no lo puede deponer nadie porque nadie puede juzgarlo (excepto quizá, según algunos autores, un concilio imperfecto). En principio, como pasa con todos los papas, en algunas cosas no habría que obedecerle (si manda algo contrario a la fe, a la moral, que exceda su competencia, imposible, etc., cosas que obviamente serían más frecuentes con un papa hereje) y en otras sí.
En cualquier caso, incluso aunque un papa fuera hereje manifiesto, mientras no se le declarase hereje y excomulgado con autoridad, seguiría ejerciendo válidamente su cargo: sus nombramientos serían válidos, sus normas serían válidas, etc. Para verlo, basta estudiar un poco de historia de la Iglesia, porque ese caso se ha dado muchas veces, no con un papa, pero sí con obispos herejes, que ejercían válidamente su potestad hasta ser declarados formalmente herejes (aunque, como es lógico, materialmente e incluso manifiestamente ya lo fueran antes). Lo mismo se puede encontrar en el Derecho Canónico y, en concreto, en el Canon 1331: las excomuniones automáticas no declaradas no impiden ejercer válidamente los actos de régimen (aunque sí lícitamente).
Saludos.
Ya van hablar de otro modo cuando el poder atómico que sostiene al NOM sea anulado por las investigaciones científicas en camino, y queden desarmados la OTAN y los enemigos de la OTAN.
"...cuando el poder atómico que sostiene al NOM sea anulado por las investigaciones científicas en camino"
¿ Qué investigaciones son esas ?
"... y queden desarmados la OTAN y los enemigos de la OTAN."
¿ Qué enemigos ?
esto ya desvaría ...
Naturalmente, tal desactivación comporta la perdida del poder atómico por parte de las potencias que hoy lo detentan.
Hay científicos que han comprendido que el camino del átomo es radicalmente inepto para sacar a la humanidad del actual atolladero. Que por lo contrario, conduce al abismo de la devastación nuclear, pues no es posible continuar un equilibrio ficticio que se apoya en el aumento del poder destructor de las armas nucleares.
Las suertes están echadas. O seguimos por donde vamos, o cambiamos el rumbo de modo absoluto.
“To be, or not to be, that is the question” (Hamlet).
Es menester un salto “cuántico” a un orden nuevo que restablezca su señorío sobre las cosas sometidas a su jurisdicción.
Es como multiplicar el universo en medida inconmensurable.
Como cristiano creo comprenderlo, como hombre sólo racional, supera mi capacidad.
Debemos apelar a las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad que nos permitan visualizar la salida del laberinto.
Para alcanzarlas debemos dirigir nuestra oración a la Virgen a fin de que su Aurora nos ilumine con la Luz de la Gloria de Cristo que se manifiesta de modo creciente en la Iglesia, en el hombre y en el cosmos.
Preparar el Camino de la Venida del Señor, la Virgen anuncia que ésa es su Misión, supone disponer de recursos de un orden superior a los que hoy disponemos.
Sometidos, como estamos, al NOM, carecemos de medios humanos para encaminar el mundo por vías diferentes. Pero, como Dios en su Misericordia ha trazado Su Plan para el Reino, no permitirá que el enemigo lo interfiera.
Estamos sometidos a la dura prueba del ataque final del demonio, no cedamos, antes bien, lo desafiemos contando con la Conducción de nuestra Madre y de Cristo que nos guían hacia la Victoria definitiva.
Que el desaliento no paralice nuestra iniciativa. La fe, la esperanza y la caridad nos permitirán “restablecer la armonía primitiva” (Pío XII), instaurar la Civilización del Amor (S. Pablo VI), “Cruzar el umbral de la Esperanza” (S.J.P. II).
Para esto debemos esperar que la transfiguración de la ciencia, técnica y demás recursos, los ponga a disposición del Reino.
Estará lleno de clérigos ensotanados como los que te gustan, Bruno.
Es broma, Bruno.
El infierno no puede estar vacío, ni lleno. Porque el infierno no existe.
Un sofisma es una mentira con apariencia de verdad. El Papa Francisco ha creado una nueva categoría dialéctica, la verdad con apariencia de mentira lo que lamentablemente propicia y genera mucha confusión. Al repetir lo que él dice con nuestras propias palabras, si no utilizamos EXACTAMENTE las mismas, al cambiarlas estamos cambiando el significado de toda la declaración.
Una vez más, no coincide lo que dice con lo que parece que dice “Me gusta pensar que el infierno está vacío. Sí, es difícil imaginarlo. Esto que digo no es un dogma de fe, sino una cosa mía personal: me gusta pensar que el infierno está vacío. ¡Espero que así sea!”
En ningún momento dice que eso sea así, no ha dicho que esté vacío, ni siquiera le reprocha a Dios que haya creado el infierno o que mande a alguien ahí. La declaración es un mero deseo, lo mismo que cualquiera de nosotros pudiera decir "Como me gustaría tal cosa"
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