La Virgen Corredentora y el Papa Francisco
Tradicionalmente, la Iglesia ha sido muy cuidadosa a la hora de calificar las afirmaciones desacertadas. No todo lo erróneo es herejía y no es lo mismo negar una verdad de fe como la resurrección de Cristo que rechazar una opinión piadosa o generalmente aceptada por los teólogos, pero no de fe, como, por ejemplo, la infalibilidad de las canonizaciones.
Por ello, la teología y las declaraciones magisteriales han usado en el pasado diversas categorías de error, que corresponden a distintos niveles de gravedad, pero también a la forma en que se defienden esas posturas, el efecto que causan o incluso la inoportunidad prudencial de las mismas. Algunas de esas categorías son, por ejemplo, (afirmación) materialmente herética, formalmente herética, escandalosa, errónea, injuriosa a los méritos de Cristo, temeraria, blasfema, contraria a la verdad católica, contraria a la disciplina universal de la Iglesia, etc.
Una de las categorías más leves, y que a mi juicio muestran mayor sutilidad, es la de afirmación ofensiva para oídos piadosos (piarum aurium offensiva). Es decir, afirmaciones que rechinan y chirrían a los cristianos, que vulneran el sensus fidei de los fieles, su sentido de lo que se puede y no se puede decir en materia de fe. Probablemente todos hayamos oído frases que nos rechinan en ese sentido, de manera que, quizá sin poder explicar con claridad por qué, las rechazamos y no nos parecen católicas o al menos pensamos que un católico no debería decirlas.
Por desgracia, estas afirmaciones ofensivas para oídos piadosos se encuentran muy frecuentemente hoy, incluso en las declaraciones de cristianos y eclesiásticos. Por supuesto, en ocasiones se trata de malentendidos o de cuestiones complicadas que exceden los conocimientos de los oyentes, pero es difícil negar que, en publicaciones católicas, catequesis, homilías o cartas pastorales se encuentran a menudo expresiones que no deberían estar en ellas y que con razón resultan ofensivas para la sensibilidad católica de muchos fieles, aunque no sean una negación explícita de la fe.
A mi entender y con todo el respeto, quizá en esta categoría podrían enmarcarse unas desafortunadas afirmaciones que hizo el Papa hace un par de meses sobre el título de Corredentora de la Virgen María. No lo digo simplemente en el plano teórico, sino porque, de hecho, ofendieron a multitud de “oídos piadosos” y varios lectores me lo han señalado y me han pedido que hablara sobre el tema. En dos ocasiones, el Papa Francisco ha criticado el título mariano de Corredentora, llegando a calificarlo de “tontera”. En su homilía del pasado Viernes de Dolor, afirmó que:
“La Virgen nunca pidió nada para sí misma, nunca. Sí, para los demás: pensemos en Caná, cuando va a hablar con Jesús. Nunca ha dicho: “Soy la Madre, mírenme: soy la Reina Madre". Ella nunca dijo eso. […] Nuestra Señora no quiso quitarle ningún título a Jesús; recibió el don de ser su Madre y el deber de acompañarnos como Madre, de ser nuestra Madre. No pidió para sí misma ser cuasi-redentora o una co-redentora: no. El Redentor es uno solo y este título no se duplica. Sólo discípula y madre”.
En otra ocasión anterior se había referido al mismo tema, diciendo que:
“[La Virgen] jamás quiso tomar para sí algo de su Hijo. Jamás se presentó como corredentora […] Nunca robó para sí nada de su Hijo […] Cuando nos vengan con historias de que habría que declararla esto, o hacer este otro dogma, no nos perdamos en tonteras".
Ha habido también otras afirmaciones del Papa que han suscitado esta misma reacción de escándalo entre los fieles. Por ejemplo, cuando dijo que María “se nos quiso mestiza, se mestizó […] ¿Por qué? Porque ella mestizó a Dios” o cuando dijo que la Virgen no es “una santita a la que se acude para conseguir gracias baratas” o al afirmar que “¡Son la Virgen y San José! Sí, pero no pensemos que haya sido fácil para ellos: los santos no nacen, se hacen, y esto vale también para ellos” (olvidando, aparentemente, el dogma de la Inmaculada Concepción). En otra ocasión, afirmó que la Virgen, al pie de la cruz, le reprochaba a Dios que le había prometido que Jesús reinaría para siempre y “tal vez tenía ganas de decir: ¡Mentiras! ¡Me han engañado!” (como si no repugnara a la razón que la Virgen tuviera ganas de llamarle mentiroso a Dios), una idea que repitió en otro momento, pero dulcificándola un poco, ya que solo llamaba mentiroso al arcángel San Gabriel: “por dentro seguramente tendría ganas de decir al Ángel: ¡Mentiroso! Me has engañado”. También ha afirmado que “Jesús tuvo que pedir disculpas a sus padres” cuando se quedó en el Templo discutiendo con los doctores y que las palabras de María manifestaban “un cierto reproche”, como si la idea de que Jesús tuviera que pedir disculpas o de que María le reprochara algo no fuera absurda. Además, en otra declaración señaló que, si bien San Pedro no abre la puerta del cielo a todos los pecadores, María “abre la puerta del Paraíso y hace entrar a todos”. ¿A todos? ¿De verdad?
¿Cómo se explica esto? Es indudable que el Papa tiene una sincera devoción a la Virgen. Le gusta hablar de ella y pedir su intercesión. En muchas ocasiones ha hablado de su devoción particular a la llamada Virgen Desatanudos. Entonces, ¿por qué al hablar de nuestra Señora hay veces que dice cosas que resultan escandalosas?
Para entenderlo, conviene tener en cuenta que la mayoría de los católicos actuales, tanto clérigos como laicos, nos hemos formado en un mundo que ya ha apostatado y que, inevitablemente, nos transmite su apostasía sin que nos demos cuenta, incluso aunque conscientemente intentemos luchar contra ella. Como el daltónico no distingue los colores, los hombres de hoy hemos perdido en gran parte la sensibilidad cristiana que tenían nuestros mayores. La mundanidad de la que nos hemos contagiado y nos seguimos contagiando cada día se trasluce en nuestra forma de hablar. Multitud de fieles y de eclesiásticos han perdido la sensibilidad católica que antes era patrimonio común de los miembros de la Iglesia y hablan de las cosas de Dios, de la fe y de nuestra Señora al estilo del mundo, con expresiones y sentimientos que, en los siglos anteriores, habrían suscitado un rechazo frontal en la Iglesia.
El Papa no es inmune a esa tendencia y la difusión mundial que tienen sus palabras hace que la pérdida de la sensibilidad sea más evidente en él que en otros. Claramente no se da cuenta de que esas afirmaciones bienintencionadas pero desafortunadas resultan inapropiadas para hablar de nuestra Señora y son ofensivas para los oídos de sus hijos. Por desgracia, se trata de tendencias arraigadas que resulta muy difícil corregir, aunque uno quiera hacerlo, porque generalmente el interesado no se da cuenta siquiera del problema. En un mundo de ciegos nadie echa de menos la vista.
A esta pérdida del lenguaje propiamente cristiano se une la confusión propia del pensamiento posmoderno, que ha penetrado con gran fuerza en los seminarios y noviciados para entontecer lo que allí se enseña, robando y disolviendo precisamente todo aquello que podría sanar a este mundo extraviado. Es muy difícil negar que el propio Papa Francisco posee en alto grado el talento para la confusión.
Una de las señales de un pensamiento confuso es la incoherencia y, en este caso concreto, esa incoherencia resulta evidente. En la misma frase en que critica el título mariano de Corredentora, el Papa habla de “nuestra Señora”, a pesar de que no existe ningún título más divino y propio de Cristo que el de Señor. ¿No dice la Palabra de Dios que hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo? Si lo que dice el Papa del título de Corredentora fuera cierto, mucho más lo sería con respecto al título de Señora.
Igualmente, al final de la misma celebración en que el Papa dijo estas cosas sobre el título de Corredentora, se cantó el Ave Regina caelorum, ave Domina Angelorum. Es obvio que a ese canto tradicional se le podrían aplicar los mismos razonamientos tan confusos: si la Virgen solo es madre y discípula, ¿por qué se la llama Reina de los cielos y Señora de los Ángeles? ¿Es que quiere quitarle a Cristo los títulos de Rey y Señor de los Ángeles? El Papa, sin embargo, no pidió que se detuviera el coro y que se prohibiese en adelante en toda la Iglesia esa antífona de origen inmemorial, quizá porque probablemente el mismo Cristo que coronó a la Virgen como Reina y Señora de cielos y tierra habría tenido algo que decir al respecto.
Lo mismo podría decirse de las numerosas ocasiones en que el Papa ha celebrado las solemnidades de la Inmaculada y la Asunción o la fiesta de María Reina. ¿Fue una “tontera” que Pío IX y Pío XII declararan de forma infalible el dogma de la Inmaculada Concepción o el de la Asunción? Podemos recordar también las innumerables veces que el Papa habrá rezado la salve (Reina y Madre, esperanza nuestra, Señora, Abogada nuestra) o el rosario con sus letanías, como Causa de nuestra alegría, Arca de la Alianza, Puerta del cielo, Estrella de la mañana, Auxilio de los cristianos, Consuelo de los afligidos, Refugio de los pecadores y otras muchísimas que también se aplican de forma eminente a Cristo.
Contra lo que decía el Papa, nada de extraño tiene todo esto, porque ¿quién va a parecerse más a Cristo que su Madre? Lo extraño sería que no fuera así. Cuando los cristianos dedicamos estos títulos y piropos a María no le estamos “quitando” nada a Cristo. Al contrario, lo que hacemos es atestiguar que María siempre lleva a su Hijo: haced lo que Él os diga. Al no tener mancha de pecado, nuestra Señora es un cristal límpido que, en vez de ocultar a Jesucristo como tantas veces hacemos nosotros, permite contemplarlo con claridad. San Luis María Griñón de Monfort recordaba, como doctrina tradicional y de los santos, que “todo lo que conviene a Dios por naturaleza, conviene a María por gracia”. Es decir, no porque ella se haga igual a Dios, según la tentación de la serpiente, sino porque Dios la eleva hacia Él por pura gracia: Dios ha mirado la humillación de su esclava y la felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por ella.
Esta teología mariana tradicional está profundamente enraizada en el concepto bíblico y patrístico del Nuevo Adán y la Nueva Eva, en la profecías de Simeón y en el relato evangélico de la Pasión, además de en los múltiples elogios que se hacen de María en otros lugares de la Escritura. Nadie estuvo más cerca de Jesús en su Pasión, física y espiritualmente, que su Madre y ella tuvo un papel único en el misterio de la Redención.
Así lo han enseñado muchos Papas. Pío XI afirmó que “la Virgen Dolorosa compartió con Jesucristo la obra de la Redención” (Carta apostólica Explorata Res, 1923). Benedicto XV: “Mientras sufría y casi moría junto con su Hijo sufriente y agonizante, renunció a sus derechos maternos sobre su Hijo para la salvación del hombre, y, para satisfacer la justicia de Dios, lo inmoló hasta donde le fue posible, de modo que podemos correctamente decir que ella redimió al género humano junto con Cristo” (Carta apostólica Inter Sodalicia, 1918). León XIII: “Es imposible pensar en nadie que haya hecho o vaya a hacer en el futuro tanto como ella para reconciliar a los hombres con Dios” (Carta encíclica Fidentem, 1896). Pío XII: “Libre de todo pecado, original y personal, y siempre unida intimísimamente a su Hijo, como nueva Eva lo ofreció en el Gólgota al Padre Eterno por todos los hijos de Adán, manchados por el pecado tras su caída. Sus derechos de madre y su amor de madre se incluyeron en el holocausto […] Al haber soportado con valor y confianza la tremenda carga de sus dolores y su desolación, es verdaderamente la Reina de los Mártires y, más que todos los fieles, completó ‘lo que le falta a la pasión de Cristo’” (Carta encíclica Mystici Corporis, 1943). Juan Pablo II habló del “papel corredentor de María” (homilía en Guayaquil, 31 de enero de 1985). A ellos pueden añadirse santos como el Cardenal Newman, San Josemaría, Santa Edith Stein, Santa teresa de Calcuta, San Pio da Pietrelcina o San Maximiliano Kolbe, entre otros.
Sobre la oportunidad o inoportunidad en las circunstancias actuales de proclamar solemnemente como dogma ese título de Corredentora de la Virgen o el de Medianera de Todas las Gracias, tal como pidieron muchos obispos durante el Vaticano II, no me voy a pronunciar, porque excede mis conocimientos. Es indudable, sin embargo, que ambos títulos son perfectamente coherentes con la Tradición, la Escritura y la enseñanza de la Iglesia y, por lo tanto, burlarse de esos títulos o rechazarlos de plano es, como mínimo, una afirmación ofensiva a oídos piadosos.
Lo cierto es que vivimos en tiempos de apostasía y todos, desde el último bloguero hasta el Papa, sufrimos la atracción de los cantos de sirena de la modernidad poscristiana. Generación malvada y apóstata, dijo Cristo de los hombres de su época y lo mismo podría decirse de nuestro propio tiempo. En esta situación, ¿qué podría ser mejor que volver los ojos a la Primera Discípula, la Madre Inmaculada, la Doncella de Israel, la Destructora de todas las Herejías, la Toda Santa, la Corredentora y la Medianera de Todas las Gracias? Que ella nos devuelva la sensibilidad católica que hemos perdido y nos alcance la gracia de tener los mismos sentimientos de Jesús, que nunca se cansó de querer, alabar y elogiar a su Madre.
169 comentarios
Sin embargo yo la tengo casi desde siempre y muy fuerte, delante mio no se mete nadie o dice algo con desprecio de ella, porque salto inmediatamente, y no me importa sin son creyentes o no.
De hecho me sentó fatal cuando el Papa dijo que era solo discipula y madre.Y no puedo comprender que gente mariana, pueda defender esas palabras del Papa.
Nadie puede quitarle los títulos a la Virgen Maria, idependientemente de que se le trate más como Madre. Más que ella solo Dios.
Hace poco, escuche la conversion de Roy Schoeman, un judio, que se le apareció la Virgen, y comenta que era la mujer más bella que jamas hubiera podido imaginar.
En alguna ocasión he sentido esa belleza, no es física, la emoción que te embarga al sentirla es tan fuerte, que sabes que es bellísima....
Alivia mucho el alma que alguien como tú plasme tan bien, con tanto respeto y sustento, lo que el Sensus Fidei nos habla a gritos que queman desde dentro.
Es un alivio no sentirse solo, pero además, ayuda muchísimo.
ww.desdelverdun.org/2020/05/encuesta-sobre-un-nuevo-dogma-mariano.html?m=1
Yo, sin embargo, a medida que pasa mi vida, siendo más amor hacia la excelsa madre que el Señor nos regaló en la cruz, como el último acto -uno más, y de qué magnitud- de su amor hacia nosotros. Y cada vez más, intuyo que siempre, siempre nos quedamos cortos al comprender su inmenso protagonismo en nuestra salvación.
Sí, es corredentora. La duda ofende, y la negación, hecha por un católico, indigna. Y si es el Papa, no hay palabras para expresar esa indignación. Pero también sé que ella sería la primera que me diría, con su inmensa dulzura, que ame al Santo Padre, que rece por él y que como buen cristiano, le sea obediente.
https://wherepeteris.com/pope-francis-and-mary-co-redemptrix/
Es decir, no es alguien que sostenga que el título es erróneo o algo así.
Saludos cordiales.
El artículo de Fastiggi se limita a retorcer las palabras del Papa, separándolas como si estuvieran dichas el vacío o añadiendo lo que no dijo para así poder cambiar completamente su sentido.
Por ejemplo, cuando el Papa dice que pretender definir ese dogma es una "tontera", el Prof. Fastiggi dice que "el Papa Francisco quiere evitarnos la tontera de estar tan preocupados por nuevos dogmas marianos que nos distraigamos y dejemos de amar a María como nuestra Madre, nuestra Señora y la Madre de la Iglesia". Esto es interpretación ficción. No tiene absolutamente nada que ver con lo que dijo el Papa (aparte de no tener sentido en sí mismo, porque ¿por qué ensalzar a la Virgen como corredentora iba a hacer que dejáramos de amarla?). Es pura invención de Fastiggi.
Cuando el Papa dice que la Virgen nunca se presentó como corredentora, sugiriendo evidentemente que no debe dársele ese título, el Prof. Fastiggi nos asegura que el Papa dijo que la Virgen nunca se presentó como corredentora "en la aparición de Guadalupe", algo que es, una vez más, pura invención (y para lo que habría que olvidar el "nunca").
En otros casos, da por supuesto que el Papa piensa lo contrario de lo que está diciendo. Por ejemplo, cuando el Papa menciona los "nombres amorosos" que le damos a la Virgen, Fastiggi dice que "debemos suponer que el Papa Francisco también incluye este título [de corredentora] entre los nombres amorosos con los que invocamos a María". ¡A pesar de que el Papa dice exactamente lo contrario en ese mismo texto!
Y todo lo demás igual. Es muy difícil encontrar un análisis peor hecho de un texto escrito. Supongo que será un intento bienintencionado de cuadrar el círculo o incluso de defender beneméritamente el título de corredentora, pero como análisis de lo dicho por el Papa es pura invención y, francamente, parece una falta de respeto para con el propio Papa intentar poner en su boca lo contrario de lo que ha dicho.
Como ya le he dicho en repetidas ocasiones, si quiere argumentar aquí, conviene que dé sus propios argumentos, sin refugiarse en artículos de otros.
Me alegro de que el artículo haya sido útil.
"No estoy de acuerdo, conque sentimos la atracción de los cantos de la modernidad, o que hemos perdido la sensibilidad de nuestros mayores..."
Bueno, dichosos los que puedan decir eso.
1. por reparar a Eva con su fiat;
2. por ser la encarnación del Espíritu Santo en su fecundidad para el género humano;
3. por ser Arca de la Alianza nueva y eterna;
4. por donarse a Dios con su virginidad anticipando la vida de la Resurrección;
5. por ser Inmaculado Corazón de redención directa al Sagrado Corazón de su Hijo;
6. por haber pisado todas las serpientes vivas del mundo de la cabeza del Enemigo.
7. por interceder, abogar, proteger y doler del pecado, Virgen de los Dolores de nuestros pecados con los que carga su Inocente Hijo de forma perenne al pie de la Cruz: Mujer, Madre, Señora y Reina nuestra.
Pienso que la posición asumida por el Papa Francisco, en relación a este tema, es fruto del temor. Se me ocurre que él piensa que, de darle a la Santísima Virgen María el lugar que le corresponde, eso afectaría negativamente sus propósitos ecuménicos.
Quienes pertenecemos a Ella sabemos (=conocemos) que el título de Corredentora le pertenece desde el momento en que dio su fiat. Pero más allá de certezas emocionales, creemos que tiene una clara base bíblica: el anciano Simeon profetizó tantos dolores que iba a atravesar y que finalmente quedarían consumados al pié de la Cruz. Dios no le ahorró ningún sufrimiento a María. Y al dar pleno consentimiento a la inmolación de su propio Hijo, se inmoló Ella misma.
Corredención no significa equiparación (obviamente, pues no es lo mismo la divina persona de Jesucristo que su Madre, de naturaleza enteramente humana). Pero si aceptasemos esa premisa, quizás también pudiésemos comprender de una vez por todas que los cristianos tenemos un papel clave en la historia de la Salvación, como bien nos recuerda san Pablo: "Completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo" (Col 1, 24).
¡¡Viva nuestra Señora, María Santísima, Corredentora y Medianera de todas las gracias!!
No ha entendido bien la cuestión. Nadie afirma que sea un dogma de fe. Por otra parte, el título de Corredentora no está en las letanías del Rosario.
Desde hace tiempo, hay muchas personas y obispos que piden que la Iglesia reconozca solemnemente el título de Corredentora de nuestra Señora, elevándolo a dogma de fe.
Como digo en el artículo, que sea oportuno o no declararlo como dogma de fe no me compete a mí decirlo (sino más bien al Papa, en comunión con los obispos), pero no son correctas las objeciones que el Papa presenta en el texto citado contra el título de corredentora (que Cristo es el único Redentor y ese título no se repite, que la Virgen no se dio a sí misma el título de corredentora, etc.) y el rechazo mostrado por el título en sí (que pertenece a la Tradición de la Iglesia) es ofensivo a oídos piadosos.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Cantate Domino, 1441, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana firmemente cree, profesa y enseña que nadie concebido de hombre y de mujer fue jamás librado del dominio del diablo sino por merecimiento del que es mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Señor nuestro; quien, concebido sin pecado, nacido y muerto AL BORRAR NUESTROS PECADOS, ÉL SOLO POR SU MUERTE DERRIBÓ AL ENEMIGO DEL GÉNERO HUMANO y abrió la entrada del reino celeste, que el primer hombre por su propio pecado con toda su sucesión había perdido...” (Denzinger 711).
Papa Pío IV, Concilio de Trento, sesión 25, De la invocación, veneración y reliquias de los Santos, y sobre las sagradas imágenes, ex cathedra: “... los santos que reinan juntamente con Cristo ofrecen sus oraciones a Dios en favor de los hombres; que es bueno y provechoso invocarlos con nuestras súplicas y recurrir a sus oraciones, ayuda y auxilio para impetrar beneficios de Dios por medio de su Hijo JESUCRISTO SEÑOR NUESTRO, QUE ES NUESTRO ÚNICO REDENTOR Y SALVADOR... Igualmente, que deben tenerse y conservarse, señaladamente en los templos, las imágenes de Cristo, de la Virgen Madre de Dios y de los otros santos y tributárseles el debido honor y veneración... Ahora bien, si alguno enseñare o sintiere de modo contrario a estos decretos, sea anatema” (Denzinger 984).
La Virgen jugó un papel importante en la historia de la salvación, pero el acto de redención es realizado exclusivamente por Jesucristo, tal y como reconocen estos concilios ecuménicos.
Eso dígaselo usted a San Pablo: "completo en mi carne lo que le falta a la Pasión de Cristo" Colosenses 1,24.
La participación de María en la Redención no quita nada al carácter de único Redentor de Cristo. Él era el único que por su naturaleza divina y humana podía redimirnos. Él, sin embargo, por pura gracia, quiso asociarnos a esa redención, para que participásemos con Él en ella. Eso, que se puede decir de todo cristiano, como señala San Pablo, se puede decir de forma singular y eminente de nuestra Señora, que estuvo unida de forma particularísima a la pasión de su Hijo.
Lo mismo se puede decir de otros títulos de la Virgen, como sabría si hubiera leído el artículo. Jesucristo es el único Señor, pero eso no impide que llamemos nuestra Señora a la Virgen. Cristo es Rey, pero María es Reina, etc. E incluso sucede con todos los cristianos: Cristo es el Hijo único del Padre, pero nosotros somos hijos en el Hijo, etc. Esto es doctrina católica básica.
Sí, he mencionado aquella ocasión en el artículo (lo de la "santita" de las "gracias baratas"). Sin embargo, curiosamente, en otra ocasión él mismo contó una historia en la que San Pedro negaba a algunos difuntos la entrada en el paraíso pero la Virgen dejaba entrar "a todo el mundo". Es decir, precisamente lo que criticó en Fátima.
De ahí lo que digo de la confusión. A mi entender, es casi imposible sacar conclusiones sobre su pensamiento, porque está muy afectado por la irracionalidad posmoderna, a la que no le preocupa decir una cosa e inmediatamente la contraria. Hay multitud de ejemplos a ese respecto.
Sé que las letanías de la Virgen no son dogmas de fe, pero estoy seguro que a Ella ( la Inmaculada Concepción y por ende la obra más perfecta de la creación, y esto sí es dogma de fe) le encantan; como a toda madre le emociona los arrebatos afectivos de sus hijos.
Saludos cordiales.
Según este argumento, María estaría simplemente en la misma categoría con los demás santos (tales como San Pablo, Col. 1, 24) que participan en la obra de la redención bajo el único Redentor. En este caso, ella sólo sería una entre muchos corredentores. Pero esto obviamente no justifica que tenga un título exclusivo para ella.
De hecho ya que estamos hasta Moisés fue llamado redentor:
Hechos 7, 35: “Pues a este Moisés, a quien ellos negaron diciendo: ¿Quién te ha constituido príncipe y juez?, a éste le envió Dios por príncipe y redentor por mano del ángel que se le apareció en la zarza”.
Ahora viene la gran duda:¿Por qué le damos a María el título de corredentora y a Moisés no le damos el de redentor, ya que estamos?¿Y por qué le deberíamos dar un título a María por hacer algo que todos los santos también hacen, a diferencia de lo que sucede con la inmaculada concepción o la asunción?
Sin ánimo de ofender, tiene que estudiar usted un poco más.
"Según este argumento, María estaría simplemente en la misma categoría con los demás santos (tales como San Pablo, Col. 1, 24) que participan en la obra de la redención bajo el único Redentor. En este caso, ella sólo sería una entre muchos corredentores. Pero esto obviamente no justifica que tenga un título exclusivo para ella"
Esa conclusión no se sigue de las premisas. Evidentemente, María está en la categoría de los seres humanos. Pero eso no quita que sea un ser humano muy especial: la Madre de Dios. El hecho de que todos los bautizados participemos de la redención de Cristo no quita que participemos de forma y en grado diferente. Es evidente que la Virgen tuvo una participación especialísima en la Pasión de Cristo que no puede ser igualada por nadie: ella era su Madre, ella se puso por completo en manos de Dios para hacer su voluntad, a ella se le profetizó que una espada le atravesaría el corazón, ella fue librada del pecado desde su misma concepción y por lo tanto se unió por completo a la obra redentora de Cristo (mientras que los demás nos hemos opuesto a ella en la medida en que hemos pecado), de manera que Dios hizo grandes obras por la humildad de su esclava y, como consecuencia, a ella la llamarán bienaventurada todas las generaciones.
Del mismo modo que la Corredentora no le quita ninguna gloria al Redentor, tampoco le quita ninguna gloria a la Virgen el hecho de que sus hijos participemos con Él, al igual que ella, en la pasión de Cristo.
"De hecho ya que estamos hasta Moisés fue llamado redentor"
Moisés es llamado redentor en el sentido de liberador, porque fue el instrumento usado por Dios para liberar al pueblo de Israel de Egipto. En ese sentido, es figura y anuncio de Cristo. En cambio, nuestra Señora estuvo junto a Cristo en la Cruz, sufriendo con Él como nadie más que ella podía hacerlo, para liberarnos del pecado y de la muerte. No hay comparación posible. Es la diferencia entre el anuncio y el cumplimiento.
"¿Y por qué le deberíamos dar un título a María por hacer algo que todos los santos también hacen, a diferencia de lo que sucede con la inmaculada concepción o la asunción?"
Bueno, cuando los que se salven vayan al cielo serán inmaculados y, tras la resurrección del último día, también serán asuntos al cielo. A eso se suma que todos reinaremos con Cristo, pero eso no nos pone al mismo nivel que Cristo ni tampoco al mismo nivel que la Reina de Cielos y Tierra o la Inmaculada Concepción. Todos somos siervos de Cristo, pero solo ella es "la" Esclava del Señor.
Como ya le he indicado, la unión de María con Cristo es incomparable con nuestra unión con Él. Negarlo es negar toda la teología mariana de la Iglesia. Francamente, si de verdad cree que su participación en la redención es igual a la de la Madre de Dios, la Toda Santa, la Inmaculada Concepción, la Medianera de todas las Gracias y la Reina de Cielos y Tierra, no hay mucho que pueda decirle. Hay errores tan monumentales que desafían a la capacidad humana de explicación.
No hay posibilidad de identificación plena ni, por tanto, de identificación absoluta, entre María y Jesús, por la sencilla razón de que Uno es el mismo Dios hecho hombre y María una humilde mujer. Perfecta y concebida sin pecado original (Tota Pulchra), pero entera y verdaderamente mujer. Ahora bien, sin Ella, pensada por el Dios Altísimo desde toda la eternidad, y sobre todo, sin su "hágase", sólo Dios sabe si habría habido otra historia de la Salvación o no, pero desde luego no sería la misma que la que nosotros conocemos.
Además de reconocer que sus ojos habían visto al Salvador, el anciano Simeón profetizó a María, en el día en que el niño Jesús fue presentado en el templo, que una espada atravesaría su corazón (Lc 2, 35). Y esa profecía tuvo pleno cumplimiento en el Calvario, donde, por cierto, el mismo Cristo nos dio como madre a María -y esto es doctrina de la Iglesia- cuando "viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba", le dijo a María: "Mujer, ahí tienes a tu hijo" (Jn. 19, 25).
Ella es pues, nuestra madre, y nosotros somos su descendencia; esa descendencia o linaje cuya suerte está ya consignada en el Génesis (3, 14), cuando el mismo Dios le dice a la serpiente: "por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo... pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón".
Y sí, tú también estás llamado a cooperar en la obra de la Salvación y completar lo que falta a los sufrimientos y padecimientos de Cristo, que son ACTUALES, como también lo es Él, verdaderamente presente en las especies eucarísticas, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Hasta tal punto es la dignidad que nos otorga contarnos entre los Hijos de Dios. Casi nada, oiga.
La cuestión es simple:¿qué hizo María que los santos no hayan hecho en el acto concreto de redención?
Te has puesto a recordarme la importancia de María por ser Madre de Dios, Inmaculada concebida, etc... pero yo me estoy refiriendo a algo relacionado con la acción de redimirnos, de expiar nuestros pecados.
Cristo solo realizó la acción de redención(cf. Florencia y Trento) y María y los santos simplemente se unen a ella por pura gracia suya y sin hacer ningún acto especial más allá del hecho de ser quienes son.
Luego dices:
"Bueno, cuando los que se salven vayan al cielo serán inmaculados y, tras la resurrección del último día, también serán asuntos al cielo."
Buen intento pero no cuela, nadie desde la caída nace sin pecado original salvo María, ni tampoco nadie es asunto al Cielo hasta la llegada del Juicio Final(salvo dos casos). Por lo que en ambas situaciones lo de María era único y especial. En el caso de la redención no.
56. Así María, hija de Adán, al aceptar el mensaje divino, se convirtió en Madre de Jesús, y al abrazar de todo corazón y sin entorpecimiento de pecado alguno la voluntad salvífica de Dios, se consagró totalmente como esclava del Señor a la persona y a la obra de su Hijo, sirviendo con diligencia al misterio de la redención con El y bajo El, con la gracia de Dios omnipotente. Con razón, pues, piensan los Santos Padres que María no fue un instrumento puramente pasivo en las manos de Dios, sino que cooperó a la salvación de los hombres con fe y obediencia libres. Como dice San Ireneo, «obedeciendo, se convirtió en causa de salvación para sí misma y para todo el género humano». Por eso no pocos Padres antiguos afirman gustosamente con él en su predicación que «el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; que lo atado por la virgen Eva con su incredulidad, fue desatado por la virgen María mediante su fe»; y comparándola con Eva, llaman a María «Madre de los vivientes», afirmando aún con mayor frecuencia que «la muerte vino por Eva, la vida por María».
57. Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte. En primer lugar, cuando María, poniéndose con presteza en camino para visitar a Isabel, fue proclamada por ésta bienaventurada a causa de su fe en la salvación prometida, a la vez que el Precursor saltó de gozo en el seno de su madre (cf. Lc 1, 41-45); y en el nacimiento, cuando la Madre de Dios, llena de gozo, presentó a los pastores y a los Magos a su Hijo primogénito, que, lejos de menoscabar, consagró su integridad virginal". Y cuando hecha la ofrenda propia de los pobres lo presentó al Señor en el templo y oyó profetizar a Simeón que el Hijo sería signo de contradicción y que una espada atravesaría el alma de la Madre, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones (cf. Lc 2, 34-35). Después de haber perdido al Niño Jesús y haberlo buscado con angustia, sus padres lo encontraron en el templo, ocupado en las cosas de su Padre, y no entendieron la respuesta del Hijo. Pero su Madre conservaba todo esto en su corazón para meditarlo (cf. Lc 2, 41-51).
El que tenga oídos, que oiga.
"La cuestión es simple:¿qué hizo María que los santos no hayan hecho en el acto concreto de redención? Te has puesto a recordarme la importancia de María por ser Madre de Dios, Inmaculada concebida, etc... pero yo me estoy refiriendo a algo relacionado con la acción de redimirnos, de expiar nuestros pecados"
El acto "concreto" de redención se llevó a cabo mediante toda la vida de Cristo encarnado, que culminó en su Pasión, Muerte y Resurrección, y la participación de Nuestra Señora en toda esa obra es incomparable con la suya. El solo hecho de que tenga que explicárselo es asombroso.
Porque María es Madre de Dios, sin ella Cristo no se habría encarnado y no nos habría salvado. Porque María es Inmaculada, nunca estuvo de parte del pecado (como nosotros) y por tanto participó plenamente en la salvación redentora de Cristo con todo su ser (a diferencia de nosotros), porque ella es Toda Santa está a una distancia incalculable de nuestros pobres destellitos de santidad, porque no ha habido nadie que la iguale en virtud o en gracia de Dios tampoco hay nadie que la iguale en su participación en la redención de Cristo, porque es la Madre de Cristo sufrió de una forma inigualable con Él en el Calvario su misma Pasión, porque ella es la Esclava del Señor nunca puede separarse de Cristo (a diferencia de nosotros), porque ella participó de forma especialísima de la Pasión de su Hijo (y según la promesa que dice si con Él sufrimos, reinaremos con Él) fue coronada Reina y Señora de Cielos y Tierra y Reina de los Ángeles y Reina de la Iglesia.
El ejemplo de reinar es evidente. El hecho de que se nos haya prometido reinar con Cristo no implica que nosotros estaremos a la altura de María (ni tampoco a la altura de Cristo). Al contrario, ella es y será siempre nuestra Reina, del mismo modo que Cristo será siempre nuestro Rey. Lo mismo sucede con la participación en la redención de Cristo: nuestra participación no le llega a la altura del betún a la de nuestra Señora.
"María y los santos simplemente se unen a ella por pura gracia suya y sin hacer ningún acto especial más allá del hecho de ser quienes son"
Veo que tampoco entiende usted lo que es la gracia. La gracia de Dios no implica la pasividad humana (eso es quietismo de la peor especie, una herejía condenada por la Iglesia). La gracia de Dios no solo admite, sino que hace posible la cooperación humana. Y siendo la Virgen la más perfecta de todas las criaturas de Dios, su cooperación con la gracia y su participación en la Redención también fue la más perfecta de entre todas las criaturas, sin comparación posible.
Es asombroso que diga usted esas barbaridades, que son contrarias a toda la doctrina de la Iglesia. Como le decía, quizá es mejor que estudie usted un poco antes de hablar de temas que no parece comprender en absoluto.
La Lumen Gentium simplemente habla de la gran importancia que tuvo la Virgen María en la historia de la salvación, pero no afirma que realizó ningún acto de corredención diferente y especial al de los santos.
Yo me remito a Florencia y Trento, que son claros en este tema.
Por ejemplo, el Catecismo de la Iglesia Católica:
967 Por su total adhesión a la voluntad del Padre, a la obra redentora de su Hijo, a toda moción del Espíritu Santo, la Virgen María es para la Iglesia el modelo de la fe y de la caridad. Por eso es "miembro supereminente y del todo singular de la Iglesia" (LG 53), incluso constituye "la figura" [typus] de la Iglesia (LG 63).
968 Pero su papel con relación a la Iglesia y a toda la humanidad va aún más lejos. "Colaboró de manera totalmente singular a la obra del Salvador por su obediencia, su fe, esperanza y ardiente amor, para restablecer la vida sobrenatural de los hombres. Por esta razón es nuestra madre en el orden de la gracia" (LG 61).
¿Ha observado las palabras "total", "supereminente", "del todo singular" y "totalmente singular"? Todo esto es doctrina tradicional y constante de la Iglesia sobre la Virgen. Lo raro es que a usted le parezca algo raro.
Pues ponga la lupa aquí: "María... se consagró totalmente como esclava del Señor a la persona y a la obra de su Hijo, sirviendo [=TRABAJANDO] con diligencia al misterio de la REDENCIÓN CON ÉL y BAJO EL [su Hijo], con la gracia de Dios omnipotente".
Por lo demás, no olvide que la Lumen Gentium es una de las cuatro constituciones promulgadas por el Concilio Vaticano-II...
Si consulta la epacta, verá que el 15 de septiembre la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores. ¿No le parece raro que no haya una fiesta de los dolores de San Juan, de los dolores de Santa Teresa o de los dolores de San Juan Pablo II o de todos los demás santos que ha habido? Es evidente que la Tradición de la Iglesia enseña que la participación de nuestra Señora en la Pasión de Cristo es especialísima.
"Se me ocurre que él piensa que, de darle a la Santísima Virgen María el lugar que le corresponde, eso afectaría negativamente sus propósitos ecuménicos"
Dicen que el ecumenismo también fue la razón por la que no se proclamó este título de la Virgen en el Concilio Vaticano II (aunque el Concilio enseñó la sustancia del concepto de Corredentora con otras palabras).
A mi entender, el ecumenismo fue un intento bienintencionado, pero por ahora hay que reconocer que ha dado muchos problemas en el interior de la Iglesia y muy pocos frutos. Y los frutos que ha dado los ha dado precisamente con grupos que ya veneraban a nuestra Señora: monofisitas, anglocatólicos, etc.
A mi me recuerda mucho a algunos catequistas que lanzan frases para "sonar bien y populares" ante los laicos y "darse a entender".
Lo que si tengo claro, es que este Papa no es teólogo o, por lo menos, si estudió teología, no se le nota.
Un abrazo en Cristo!!!
Pero cuando me creo que puedo calificar y argumentar contra cualquiera, emito este tipo de pensamientos e ideas. Sólo le faltó al autor decir "yo si soy inmune a la mundanidad y a la falta de sensibilidad con los piadosos por tanto escribo esto"
De lo menos que se pueda calificar este artículo es de rebosante humildad.
Todas estas cosas pueden decirse con más respeto, sobre todo con aquél a quien la Divina Providencia tiene a la cabeza de la institución a la que digo pertenecer... o no?
Otra perla de irónico orgullo en este artículo: "Es muy difícil negar que el propio Papa Francisco posee en alto grado el talento para la confusión".
Quién se cree este Bruno para hablar así del Santo Padre?...
Repito, todo se puede decir pero con humildad y sobre todo respeto en este caso... si es que me identifico como cristiano, de lo contrario soy cualquier otra cosa.
"No entiendo que el Papa haya negado corredención de Nuestra Señora. Entiendo que "cuando nos vengan con historias"... "no nos perdamos en tonteras". Las tonteras son esas historias, que no la corredención"
Si lee el resto de lo que dijo el Papa, verá que estaba hablando de proclamar el dogma de la corredención.
"De lo menos que se pueda calificar este artículo es de rebosante humildad."
¿Qué tendrá que ver que yo sea humilde o no con el tema? Lo humilde es centrarse en lo que se discute y no en mi persona, que no le interesa a nadie. Por otra parte, si usted tiene un humildómetro, le aconsejo que patente esa maravilla que nunca antes nadie había conseguido fabricar.
Por favor, céntrese usted en el tema o borraré sus comentarios. Sus opiniones sobre la humildad o la falta de humildad de otros no le interesan a nadie.
Por otro lado, creo que está claro que he escrito todo lo que escrito con gran respeto. Parte de ese respeto es decir la verdad sobre los errores del que yerra. Lo contrario se llama adulación, no respeto.
"Otra perla de irónico orgullo en este artículo: "Es muy difícil negar que el propio Papa Francisco posee en alto grado el talento para la confusión". Quién se cree este Bruno para hablar así del Santo Padre?..."
¿Qué tiene que ver quién sea yo? Es evidente que resulta muy difícil negar que el Papa Francisco es extremadamente confuso en lo que dice, entre otras cosas porque frecuentemente dice una cosa y poco después exactamente la contraria, sin que eso parezca preocuparle. En el artículo se citan varios ejemplos de esa costumbre. Si a usted eso le molesta, dígaselo al Papa, no al que señala el problema.
En el artículo escribiste: "Sobre la oportunidad o inoportunidad en las circunstancias actuales de proclamar solemnemente como dogma ese título de Corredentora de la Virgen o el de Medianera de Todas las Gracias, tal como pidieron muchos obispos durante el Vaticano II, no me voy a pronunciar, porque excede mis conocimientos".
La pregunta: ¿Qué motivos podrían hacer de la declaración de cierto dogma algo inoportuno?
Si Usted estudia mucho, como creo que lo hace, verá que la falta de humildad no es el camino para una acción que quiera llamarse cristiana (si es que así quiera llamarse).
Quiere que me centre en el tema, pensé que había sido claro; no contradigo el fondo, pero iré a más:
1. Quiere que le demos la razón a Usted respecto de que el Papa crea confusión: no lo haré.
2. Quiere que le demos la razón en cuanto a que el Papa hiere sensibilidades de cristianos piadosos: no lo haré.
3. En fin, Usted quiere señalar los "errores" del Papa, el Vicario de Cristo, tampoco le daré la razón en eso. Vaya a decíroslo al Papa directamente, o pídale a su Obispo que le envíe su mensaje.
Si Usted ve problemas en todo lo que hace el Papa, pues no hay nada más que hablar. Vaya a criticar desde fuera de la Iglesia... a "luterar" si no hay respeto al Papa, ¿qué más se puede esperar?
Estamos en tiempos tan difíciles para la Iglesia que esto es como revolver más lo ya revuelto. Apalear al enfermo.
Yo confío en la Destructora de todas las herejías, Nuestra Señora María, la Santísima Virgen Madre de Dios, concebida sin mancha, virgen por siempre; Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del Santo Espíritu. Como la salvación vino a través de ella, el reinado de Cristo vendrá también a través de ella. Al final Su Inmaculado Corazón triunfará.
Confiamos en ella ?, no dejemos de pedir su intercesión. La oración vale más que una denuncia en papel virtual.
En cuanto al Pontífice reinante, en el transcurso de una confesión con un sacerdote que le conoce personalmente, este me dijo que el Papa era "un santo varón", muy humilde, pero... con notables carencias intelectuales. Para empezar que no era un teólogo, de teología sabía lo justito y nada mas.
Este sacerdote, le conoció cuando aún era Arzobispo de Buenos Aires y fue huesped suyo y hasta cenó unos huevos fritos con pimientos fritos, hechos por el futuro Papa, expresamente para su invitado.
Esta carencia intelectual del actual Papa a la que aludía mi confesor, unida a su carácter populachero, "pueblero", como dicen en Argentina, puede fácilmente abocarle a hacer esas "tonteras" de las que tanto habla y a las que parece estar abonado. A mí, sin por ello dudar de su legitimidad y autoridad, el hecho innegable de la alta cualificación para meter la pata a destiempo que le adorna, lejos de atacar mi fe, incluso la refuerza, ya que evidencia aquello de que todos estamos llamados a la santidad; los tontos, también y de ello, el actual Papa, sería para mí, la prueba viviente.
Y aquí la Virgen María, sin parangón con ninguno otro, u otra, Ella es corredentora de la misión de su Hijo, Jesús el cristo.
Dogma o no este atributo; declarado, o no, para mi esta es mi creencia y reverencia; amen
Por lo demás no me gusta que este Papa que tanto está pro féminas y sus relevancias dentro de la Iglesia, no esté igualmente interesado en la dulce humanidad salvífica de la Virgen María
Por otra parte si analizamos las apariciones del Virgen en el Evangelio, son siempre de una caridad inmensa y exquisita. Y si analizamos las apariciones la Sallete, de Lourdes y de Fatima, que en realidad son la misma las tres en diferentes epocas y lugares, el resultado es el mismo. Una amorosa llamada a la conversión, para salvarnos. Pues si eso no es ser corredentora que venga Dios y lo vea como suele decirse. No se de que sirve a tantos prelados y teologos estudiar tanto para luego decir según que cosas, que solo con un poco de conocimiento, de lógica y de sentido común se ve que es una tontería a la legua.
1. Para que haya rescate del infierno y acceso al Cielo, salvación de la muerte eterna, segunda muerte que es separación de Dios, no acceso al Cielo, Dios tiene que borrar todos los pecados del mundo, tiene que cargar con todos los pecados del mundo, tiene que morir para vencer a la muerte que es el pecado en su origen.
2. Dios no puede morir como Dios por el pecado porque es tres veces Santo y es la Vida en la eternidad ni puede mutar para asumir el pecado porque es imposible su cabida en Él por su santidad, omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia y libertad.
3. Entonces, para cumplirse la Voluntad de Dios en el proyecto de salvación del género humano se hace hombre, la Palabra de Dios se encarna por obra del Espíritu Santo y el Padre envía a Su unigénito Hijo. Pero, para la encarnación como verdadero hombre del Hijo de Dios falta el acto libre del fiat de María, pues de otro modo Cristo no hubiese entrado en la Historia del Hombre como verdadero hombre. Así pues, por la colaboración libre de María, el fiat libre, con la Voluntad del Padre y Dios nuestro mediante la Palabra del Hijo y por obra del Espíritu Santo se consume la Corona de la obra de la Misericordia de Dios y María forma parte en la eternidad del corazón de la Santísima Trinidad en la Creación. Por tanto es Corredentora y todos nosotros, sus hijos, hijos en el Hijo, hijos de Dios, todos los bautizados en la Iglesia Católica, en la enseñanza del Espíritu Santo, con fe, caridad y esperanza infusa y su dones, mediante el único nombre que nos ha dado el Cielo y por el Sacrificio único y eterno de la Cruz en la Eucaristía somos también corredentores en nuestra libertad, no al modo de la Virgen María, sino en nuestra convergencia e imagen hacia Cristo, Cuerpo Místico, pues somos Su reino de sacerdotes constituidos por el Único y eterno Sacerdote para salvación del género humano.
La virgen podia haberse quedado en casa, sufriendo lo que le estaba pasando a su hijo, rezando. Pero ella estuvo en la cruz, sin ser crucificada fisicamente, pero ofreciendo su sufrimiento, no solo de madre, sino también de persona que está totalmente unida a Cristo, a Dios, que estaba viviendo como le estaban matando a su hijo, un hijo que ella sabia que es también Dios. La espada que le atravesó el corazón, no es la misma que le hubiera atravesado a una madre y discipula normal.
Victima inocente de ese sufrimiento, no como nosotros, ni como el más santo, que también tiene algun pecado.
Por estas razones, y otras muchas, cualquier título que se le dé a la Virgen Maria, menos el de Dios, es pequeño, comparando con su grandeza, grandeza conferida por Dios, y correspondida por Ella.
Waldemir, El Papa, es Papa, pero su cargo no implica ni que sea santo, ni que nunca pueda ofender la sensibilidad de los fieles, como tampoco que no pueda equivocarse.
Ya es hora que reviseis la historia y que os deis cuenta que el Señor ha permitido Papas durante toda la historia, que sus actos han tenido mucho que desear, cuando no eran intrínsecamente malos.
El juicio a su persona le corresponde a Dios, como también el del grado de humildad que tenga Bruno, que tu tampoco tienes derecho a juzgar.
Si podemos expresar que recibimos confusion en declaraciones que nos parecen contradictorias, o en otras sobre la Virgen Maria, no sabemos su intención, pero si sabemos sus consecuencias.
Veo que sigue empeñado en hablar de lo que no conoce (mi interior), en no dar argumento alguno (repetir "no lo haré" no es un argumento) y en pretender echarme de la Iglesia porque hago lo que tengo derecho a hacer según el derecho canónico (y según lo que hicieron los santos, empezando por el propio San Pablo), así que me temo que es imposible discutir con usted. Si no quiere discutir racionalmente, no quiere y ya está.
"Estamos en tiempos tan difíciles para la Iglesia que esto es como revolver más lo ya revuelto. Apalear al enfermo"
Si a señalar los problemas le llama usted "apalear al enfermo", solo espero que no sea usted doctor. Para que un enfermo se cure es esencial diagnosticar la enfermedad.
"Yo confío en la Destructora de todas las herejías, Nuestra Señora María..."
Estupendo. Me alegro mucho.
"Confiamos en ella ?, no dejemos de pedir su intercesión"
Amén.
"La oración vale más que una denuncia en papel virtual"
Sí, y también vale más que desayunar por las mañanas. Pero eso no significa que no haya que desayunar por las mañanas o señalar los problemas para poder solucionarlos.
Saludos.
"Y aquí la Virgen María, sin parangón con ninguno otro, u otra, Ella es corredentora de la misión de su Hijo, Jesús el cristo. Dogma o no este atributo; declarado, o no, para mi esta es mi creencia y reverencia; amen"
Amén.
"lejos de atacar mi fe, incluso la refuerza"
¡Bien dicho! Todo sucede para el bien de los que aman a Dios.
"Subió al cielo, estando viva o después de morir? Contéstame esa primero"
Me pide usted que elija una categoría y encuadre en ella a la Virgen, pero lo cierto es que las cosas únicas no se pueden incluir en categorías generales. El final de la vida de la Virgen fue único, ya que es la única que ha estado libre del pecado original desde el momento de sus concepción, así que no se puede definir con las mismas categorías que usamos para los demás seres humanos. Por eso la Tradición habla de ello con palabras especiales, el tránsito o dormición de la Virgen, manifestando con delicadeza que nos hallamos ante un misterio.
Su distinción, de hecho, no tiene mucho sentido, porque al subir al cielo en cuerpo y alma, con un cuerpo glorioso como el de Cristo, por definición está viva, pero con una vida eterna y muy distinta de nuestra vida terrena.
Estoy de acuerdo, con una pequeña matización.
"La Virgen Maria, al no tener la herencia del pecado original, Jesucristo no necesitó redimirla"
En realidad, estrictamente hablando, nuestra Señora fue librada de la herencia del pecado original por la Redención de Cristo, con la diferencia de que en ella se aplicó con anterioridad. Cristo salvó a todos los hombres, incluida a su Madre.
En lo demás, de acuerdo.
No se qué argumento quiere que de, creo que fui claro en mis puntos, y repito más claro, de acuerdo en el fondo con el artículo. Pero la verdad también debe adornarse con la prudencia, para no caer entre otros en el mismo error que señaló sobre herir sensibilidades. No puede haber verdad sin caridad.
Es mi opinión, y nada más que eso.
Muchos saludos Bruno!
Un abrazo en Cristo Nuestro Señor.
Gracias por el comentario.
"Me parece leer en las epístolas que San Pablo habló directo a San Pedro sobre lo que él consideraba que estaba mal"
Si lo lee con más atención, verá que 1) la corrección fue pública: “dije a Cefas en presencia de todos…” (Gal 2,14) y 2) la epístola en que lo cuenta no era una misiva privada a San Pedro, sino que estaba dirigida a los Gálatas y han terminado leyéndola miles de millones de cristianos posteriores.
¿Por qué corregir públicamente? Porque su conducta había sido públicamente escandalosa y estaba extraviando a los fieles. Cuando el problema es público, la corrección debe ser pública.
Por otro lado, el Código de Derecho Canónico reconoce ese derecho. En el canon 212 § 3 se dice que los fieles “tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles…”.
"No se qué argumento quiere que de, creo que fui claro en mis puntos, y repito más claro, de acuerdo en el fondo con el artículo"
Comprenderá que no lo hayamos entendido, porque ha parecido decir expresamente lo contrario tres veces: "Quiere que le demos la razón a Usted respecto de que ... no lo haré. Quiere que le demos la razón en cuanto a que ... no lo haré. En fin, Usted quiere señalar ... tampoco le daré la razón en eso".
"Pero la verdad también debe adornarse con la prudencia, para no caer entre otros en el mismo error que señaló sobre herir sensibilidades. No puede haber verdad sin caridad"
Es que no todas las sensibilidades hay que respetarlas. Hay que respetar la sensibilidad católica del fiel al que le molesta que se digan cosas irrespetuosas para su Madre o que no concuerdan con la fe católica. Lo que no hay que respetar es la "sensibilidad" del que hace algo malo o erróneo y está satisfecho de ello. Esa sensibilidad hay que herirla todo lo posible, como hizo Cristo con la de los fariseos y otros personajes del Evangelio.
La caridad no se identifica con la dulzura (si se identificase con ella, Cristo habría pecado al llamar "nidos de víboras" a los fariseos, "zorra" a Herodes o "Satanás" a Pedro). Cuando alguien hace daño a los inocentes o está satisfecho en el error o en el pecado, la verdadera caridad está en ser duro con él (con todo el respeto debido a su cargo, cuando proceda), porque lo necesita él y lo necesitan esos inocentes dañados.
Puede leer, en este mismo blog:
Pero Don José Fernando, no es esa la verdad católica
Caridad y dulzura no son sinónimos
"Muchos saludos Bruno! Un abrazo en Cristo Nuestro Señor"
Saludos y un abrazo en Cristo.
"La pregunta: ¿Qué motivos podrían hacer de la declaración de cierto dogma algo inoportuno?"
Buena pregunta. Yo diría que los motivos serían prudenciales.
He estado comprobando la cuestión y he visto que en el Concilio Vaticano II se dijo expresamente, en una nota a los padres conciliares, que no se iba a usar siquiera el término corredentora, aunque ya lo hubieran usado los papas anteriores, para no herir las sensibilidades de los protestantes (en un momento en que, ingenuamente, creían que la unidad con ellos estaba muy próxima).
Supongo que puede haber motivaciones prudenciales de ese tipo "externo" para posponer declaraciones de dogmas con el fin de evitar algún tipo de reacciones adversas, del mismo modo que se retrasaron las canonizaciones de mártires españoles de la Guerra Civil para evitar disputas políticas o que, aun hoy, no se avanza en la canonización de la Reina Isabel la Católica por temor a acusaciones de antisemitismo. Esos dos ejemplos en particular a mí me parecen un error, pero puede haber otros más sensatos.
Otras motivaciones prudenciales podrían ser de tipo "interno", por ejemplo prever que va a haber un sector amplio de la Iglesia que se oponga (de hecho, si uno visita prácticamente cualquier portal o revista de carácter progresista, verá que o bien prescinden de temas como el de María Corredentora y Medianera o se oponen a esos términos ferozmente, más o menos con la misma enemistad que muestran hacia el concepto de "transustanciación"). Esto es importante, porque en general se espera que los dogmas se aprueben de forma unánime en la Iglesia y eso hoy en día se ha hecho muy difícil, ya que, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, se permite que los heterodoxos permanezcan en la Iglesia, oponiéndose a todo lo que no concuerde con su particular heterodoxia.
Dicho de forma más positiva, las declaraciones dogmáticas también tienen que estar "maduras", en el sentido de que conviene que se hayan pensado y repensado, que hayan tenido tiempo de calar en el pueblo cristiano y en los obispos, que se disipen las posibles dudas de buena fe, que el lenguaje que vaya a ser utilizado en los distintos idiomas no lleve a confusión (por ejemplo, dando a entender que la Virgen es igual a Dios), etc. Por eso la Inmaculada Concepción no se declaró hasta el siglo XIX, a pesar de que es parte implícita de la fe de la Iglesia desde siempre.
Para evaluar adecuadamente esas cosas en un caso concreto conviene tener mucha más información y conocimientos de cómo está la Iglesia en las distintas regiones del mundo de los que yo tengo, así que no me atrevo a dar una respuesta clara sobre ello, aunque mi instinto me lleva a pensar que todo lo que se diga de la Virgen siempre es poco (de Maria numquam satis). A fin de cuentas, en España se defendió el dogma de la Inmaculada Concepción siglos antes de que fuera proclamado por la Iglesia. Por eso la Inmaculada Concepción es nuestra patrona.
ALABADO SEA POR SIEMPRE JESÚS
Ya he dicho que no estoy de acuerdo en las formas, ya que no puedo aceptar formas que considero erradas (interpretación personal), aunque lleven la intención de la verdad.
De acuerdo en manifestar opiniones, lejos estoy de pensar lo contrario, sólo es tema de formas... formas cristianas. No hablé de dulzura hermano Bruno, hablé de prudencia, que no es lo mismo.
"La lectura con atención de la Epístola a los Galatas, cap. 2 dice que San Pablo se enfrentó a San Pedro "cara a cara"."
No sé que traducción será esa. El original dice ἔμπροσθεν πάντων, en latín coram omnibus, es decir, delante de todos. Y, en cualquier caso, difícilmente habrá algo más público que la propia Epístola a los Gálatas, destinada en primer lugar a cristianos a mil kilómetros de distancia y en segundo lugar a todos los millones de católicos posteriores.
No hay duda ninguna en la tradición de la Iglesia de que los errores públicos requieren correcciones públicas.
"sólo es tema de formas... formas cristianas"
Es que lo que no ha manifestado es por qué no son cristianas mis formas. Sin eso, la pura afirmación no ayuda nada.
"No hablé de dulzura hermano Bruno, hablé de prudencia, que no es lo mismo"
Dijo "prudencia, para no caer entre otros en el mismo error que señaló sobre herir sensibilidades". Es decir, el error estaba en herir sensibilidades. Y, como he mostrado, herir sensibilidades no es siempre malo y a veces es necesario, porque caridad y dulzura no son sinónimos.
Saludos.
Te copiaré la Biblia de Jerúsalen y la Vulgata. Busca tu la griega:
"11.Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión."
"11.cum autem venisset Cephas Antiochiam in faciem ei restiti quia reprehensibilis erat"
Espero ahora si sepas de qué traducciones hablamos!... Fuera de que es más que seguro que San Pablo se fue directo al grano, "corrigiendo fraternalmente", sin ironías ni con intenciones hirientes. Y bien parece que lo corrigió y luego publico carta a los gálatas, no al revés.
"Es que lo que no ha manifestado es por qué no son cristianas mis formas. Sin eso, la pura afirmación no ayuda nada"... NO lo crea, ayuda a muchos a desenmascarar a falsos maestros.
Nadie ha dicho que caridad y dulzura sean sinónimos, pero no son antónimos y tienen más conexión que separación.
Si tienes ejemplos de tus correcciones fraternas en otros blogs... sería bueno saberlo.
Pero si tu conciencia te dice que haces mucho bien en la forma en que escribes... pues siga purgando como dice tu presentación.
Gracias y saludos!
Temo que Bruno está en lo correcto.
Tanto la Biblia de Jerusalem como la griega (intelineal) dan la traduccíón es
14. Pero en cuanto vi que no procedían con rectitud, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?»
Fuente:
Del griego:
www.logosklogos.com/interlinear/NT/Ga/2/14
De la Biblia de Jerusalen
www.bibliatodo.com/la-biblia/Biblia-de-Jerusalen/galatas-2
Dios lo bendiga!
Estamos hablando de dos frases distintas. Lea el párrafo completo:
"Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión. Pues antes que llegaran algunos del grupo de Santiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, se le vio recatarse y separarse por temor de los circuncisos. Y los demás judíos le imitaron en su simulación, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio arrastrado por la simulación de ellos. Pero en cuanto vi que no procedían con rectitud, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?»"
Las correcciones por errores públicos se hacen públicamente.
"NO lo crea, ayuda a muchos a desenmascarar a falsos maestros"
No. Igual puede ayudar a desenmascarar a un falso maestro que a rechazar a uno verdadero. Sin razones, las afirmaciones son pura voluntad incomunicable, no sirven de nada.
"Nadie ha dicho que caridad y dulzura sean sinónimos, pero no son antónimos y tienen más conexión que separación"
Su única crítica racional fue que podía herir sensibilidades. Y yo le he mostrado que algunas sensibilidades hay que herirlas. Si no muestra nada que yo haya hecho mal, me veo obligado a deducir que su crítica no tenía sentido alguno. Y, por lo tanto, no ayuda nada. No es difícil de entender.
Las razones están más que dadas. Que tu no las aceptes es otra cosa, ese es tu derecho.
Parece que ahora sí sabe de qué traducción yo hablaba.
Saludos!
"Parece que ahora sí sabe de qué traducción yo hablaba"
Me deja usted sin palabras. Usted confundió la cuestión, diciendo erróneamente que, donde yo había puesto "delante de todos", en realidad decía "cara a cara". Eso evidentemente no era cierto. Después, descubro dónde se había equivocado usted, mirando la frase que no era. Y se lo digo. Y en vez de reconocer su error me dice "parece que ahora sí sabe de qué traducción yo hablaba".
A eso se suma que lo que ha quedado claro es que, además de la cita, también estaba equivocado su argumento:"Fuera de que es más que seguro que San Pablo se fue directo al grano, "corrigiendo fraternalmente", sin ironías ni con intenciones hirientes. Y bien parece que lo corrigió y luego publico carta a los gálatas, no al revés."
No es eso lo que ocurrió. Pablo corrigió a Pedro públicamente, delante de todos, como dice la carta a los Gálatas. Porque, como ya he dicho, la corrección de un error público siempre es pública.
Pero, en vez de reconocer su evidente error, dice "las razones están más que dadas. Que tu no las aceptes es otra cosa, ese es tu derecho". Asombroso. Solo ha dado una razón, que estaba basada en no haber leído el texto y en un error evidente. Ni una sola razón más. Y dice "las razones están más que dadas". Verdaderamente me deja sin palabras.
y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha puesto sus ojos en la humildad de su esclava,
y por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán
bienaventurada, porque el Poderoso ha hecho en mí obras grandes, cuyo Nombre es Santo..y enalteció a los humildes" Luc 1, 46-52).
¿No se advierte la inmensa altura de María en quien Dios puso sus ojos? No se comprende que al reconocer María su humildad, reconoce su grandeza, porque es enaltecida por Dios, no por Ella? Y María proclama su grandeza: "Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho en mí grandes cosas". ¡Qué más ha podido decir María acerca de las grandezas concedidas por el Altísimo! ¿Confunden humildad con insignificancia? La humildad es el signo del sabio, porque no se atribuye a sí nada, comenzando por su existencia. El negarse a Sí Misma, la Virgen afirma ser únicamente Obra de Dios. El MAGNIFICAT es la proclama por excelencia de María, en la que reconoce que “el Poderoso ha hecho en mi obras grandes”.
Podemos hallar cierto paralelismo con lo que dice la Escritura acerca del Mesías: “He aquí a mi siervo, a quien sostengo yo, mi elegido, en quien se complace mi alma” (Is 42, 1). “Despreciado, desecho de los hombres, varón de dolores, conocedor de todos los quebrantos, ante quien se vuelve el rostro, menospreciado, estimado en nada” (Is 53, 3). ¿Nos quedaremos con el sentido literal-humano de las palabras, o comprenderemos su sentido profético y de misterio? De modo semejante, con espíritu de sabiduría, no de obcecación, debemos contemplar LA HUMILDAD DE MARÍA.
Oiga, Homero, es que incluso quedándonos solo con el sentido literal del texto bíblico, es de una belleza sobrenatural tal, que embriaga y fortalece el alma. Fundamental, ejen...., seguir teniendo el Alma en su sitio para poderla embriagar con las perfumadas delicias de Dios y Su Santísima Madre.
Hasta dónde sé todos heredamos la carne, sangre y alma de nuestras madres.
Por lo tanto, si Jesucristo tiene la carne, sangre y alma de Sma. V. María, y Jesucristo es el REDENTOR, por ende, V. María es la EXCLUSIVA CORREDENTORA.
Tan, tan.
La costumbre frecuente en el Santo Padre de acudir a la hipérbole, a la ironía 'ad absurdum', a la socarronería de barriada argentina, no contribuye a darle dignidad y credibilidad a su magisterio. Muchos le festejarán sus ocurrencias y sus humoradas, pero tales hábitos y actitudes en un maestro de la fe católica (y además jesuita, orden famosa hace décadas o siglos por su erudición y fidelidad, aunque hoy no garantiza nada, quizás más bien lo contrario) dejan mucho que desear.
En ocasiones el Santo Padre adopta una actitud burlona hacia estereotipos denigrantes, fabricados por él mismo, de ciertos fieles o de aspectos de la fe católica que no coinciden con su opinión o con su partido teológico, y él los considera 'ingenuos', 'rígidos', 'ignorantes', 'superados' o 'fariseos'. Él, y los que le aplauden, en cambio, serían el modelo del seguidor fiel del Señor, 'innovadores', 'adultos en la fe', y que casi le adivinan el pensamiento a Dios, y son amigos de menospreciar todo lo que huela a 'pasado' y 'tradicional'. Casi son ellos los portadores iluminados y autorizados de la Revelación y su recta interpretación.
"Según Catalina Emmerich , en la visión de sus últimos momentos en la tierra , la Santísima Virgen clama su deseo de ir a su Hijo , a su Dios , a su Redentor . ( ...mi Hijo , mi Dios , Mi Redentor )"
El título, el dogma y la realidad de María como "Corredentora" no significa que María no fuera redimida por Cristo, sino afirma que Ella fue cooperadora activa y esencial, de manera única, especial e insustituible, por voluntad de Dios mismo, en la Redención de la humanidad por parte de su Hijo. Además, Ella contribuye de manera única, por su Intercesión, a que los hombres se conviertan y reciban los dones de la Redención.
Otro gran cooperador de la Redención fue San José. Sin embargo, su labor (siendo ciertamente indispensable) fue menos crucial que la de la Santísima Virgen.
"Muchas veces pienso en la Virgen, cuando le dieron el cuerpo muerto de su Hijo, tan destrozado, escupido, ensangrentado, sucio. ¿Qué hizo la Virgen? ¿Lleváoslo? No, lo abrazó, lo acarició. Tampoco la Virgen lo entendía. Porque, en aquel momento, se acordaría de lo que el Ángel le había dicho: Será Rey, será grande, será profeta, y dentro de sí, con aquel cuerpo −tan herido, que había sufrido tanto antes de morir− en sus brazos, por dentro seguramente tendría ganas de decir al Ángel: ¡Mentiroso! ¡Me has engañado!"
(Encuentro con niños enfermos, 30 de mayo de 2015)
Los pobres niños después de escuchar esto salieron huyendo despavoridos del hospital..., se hicieron budistas anaranjados del séptimo día.
Tiene usted suerte de que comenta en este blog. Si le pillo en otro le iba yo a hacer un traje a usted, y me iba a entender rápidamente, sin tonterías y sin moñadas.
Bergoglio responde: “Es porque algunos prefieren hablar de moral, en sus homilías o en sus cátedras de teología. Hay un gran peligro para los predicadores, que es el de condenar sólo la moral que está – perdóneme la expresión – ‘bajo la cintura’. Pero de los otros pecados que son más graves – el odio, la envidia, el orgullo, la vanidad, el matar al otro, el quitar la vida, etc. – de estos se habla poco. Entrar en la mafia, hacer acuerdos clandestinos... ‘Eres un buen católico?´. Ahora págame el soborno’”. (...) Más adelante dice también el Papa: “Los pecados de la carne son los pecados más leves, porque la carne es débil. "
Recordar que la Santísima Virgen nos reveló en las apariciones de Fátima que “los pecados que causan que la mayoría de las almas vayan al infierno son los pecados de la carne”.
Esto lo sabe Francisco. Por qué le echa un pulso a la Virgen y a Dios?.
Tal vez Dios hubiese podido redimirnos de otra manera, pero nunca como Verbo realmente encarnado de mujer, como históricamente lo hizo.
Sin encarnación, no hay redención, al menos tal y como históricamente se llevó a cabo, luego la Virgen es de alguna manera Corredentora.
Si me lo permite, le diría que contestar a todos los que no quieren más que protagonismo, es un error. Entiendo que lo hace por caridad cristiana y eso le honra. ¡Anda que no tiene paciencia con sus comentaristas!!
En fin, le incluyo en mis oraciones, por supuesto y me incluyo en las suyas, con toda la cara dura de la que soy capaz, jejeje
El tema de la corredención me parece claro: Jesucristo redime a los pecadores que se avienen a creer en Él. El los incorpora a su Cuerpo místico y les permite colaborar en las tareas de redención, porque es el mejor Padre que, sin necesitarlo, permite que sus hijos participen incluso en sus propias obras. La Virgen colabora como nadie lo ha hecho ni lo hará jamás. Corredimir es una Gracia que surge del Corazón misericordioso de Jesucristo, como todas las demás. No me parece difícil de entender.
En la comunión de los santos que existe gracias a la Presencia y Acción del Espíritu Santo en la Iglesia de Cristo, todo es de todos. También la Redención en sí misma.
Un saludo cordial
Hay una corriente social, incluso entre cristianos culturales, en que de alguna manera los pecados de la carne no son tan importantes, y al final como Dios es bueno, comprende nuestras debilidades, y tal y tal, es decir que les rebajan su importancia, pero el caso es que son pecados mortales. Se me había olvidado lo que usted comenta, una vez mas la Virgen viene a ayudarnos donde mas nos hace falta, caridad suma.
No comprendo como desde un punto de vista católico desde dentro de la Iglesia se puede menospreciar cualquier pecado. Si es mortal, es tan mortal como los otros, y por tanto nos aleja de Dios y de la salvación, ergo, debemos evitarlos seriamente.
Como es lógico no lo digo por usted sino por lo que usted comenta de Bergoglio. Creo que ahi tambien yerra, este mundo no necesita pastores que disminuyan la conciencia de pecado. Lo que nos faltaba. Es justo al contrario. No se si era el eclesiastes o el de la sabiduría el que decía que había que seguir el camino estrecho, porque el ancho y facil lleva a la perdición. Parece que algunos importantes prelados han olvidado estas verdades perennes, y que no caducan. Si los pecados de los hombres no fuesen tan importantes, no habría hecho falta que la Virgen se tuviese que aparecer tres veces en tan poco tiempo para decirnos basicamente lo mismo, que nos convirtamos y que nos alejemos del pecado, que en realidad es recordarnos lo de siempre: haced lo que El os diga.
Me ha parecido acertado que se refiera a la pérdida de la sensibilidad católica. Nuestro modo de pensar y nuestro lenguaje se han mundanizado. Creo que el Magisterio posconciliar no ha contribuido mucho a mejorar este panorama, quizá por la manida y poco afortunada costumbre de postergar el magisterio preconciliar. Hay aquí un error de partida que ha impregnado profundamente a una gran parte de los pastores de la Iglesia al tratar de establecer una especie de distinción entre la Iglesia antes y después del concilio, como si éste constituyese una suerte de hito y hubiese dos Iglesias.
Otra cosa, ya que lo ha mencionado, no estaría de más que alguna vez escribiese sobre la infalibilidad de las beatificaciones y canonizaciones. He de reconocer que nunca me había planteado esa cuestión, hasta la beatificación del obispo Angelelli.
Un abrazo y bendiciones del Señor y de Santa María Inmaculada.
El Padre Federico recoge esta aseveración papal en un artículo del 6 de junio y comenta: “Esto, así planteado al menos, es un error en teología; Jesús no tenía Fe, como enseña Santo Tomás. Era Dios y era hombre, con posesión permanente de la visión beatífica.”
elcieloesmihogar.blogspot.com/2015/08/sobre-los-obstaculos-acerca-de-la.html?m=1
El alma no se hereda de las madres sino que es creada inmediatamente por Dios (en la concepción). Nuestra alma humana es espiritual y no puede provenir de la carne sino de Dios que la crea.
Qué sí hombre, que sí..... (Mene, mene, tequel, ufarsin) o sea:
Contado, Pesado y Dividido.
De ninguna manera invalida sus prerrogativas ni los dones con que Dios la adornó ni su altísima vocación, como tampoco invalida o disminuye la entrega sacrificial de Cristo Jesús en la cruz por las palabras de Pablo "completo en mi carne lo que falte al sufrumiento de Cristo".
Y retomando otra opinión anterior que pensaba que si Ella no hubiera dicho que sí, la redención no se habria producido, pues tambien me gusta decir que para Dios no habia otro plan B: María era el plan B de Dios para una Eva que habia arruinado el plan A. Y como todos sabemos, y Dios tambien... Puede fallar el A, pero el plan B nunca falla. ;)
Claudio
Gracias por la corrección. Pero, al parecer, o mas bien es así:
que NI LA SANGRE de nuestras madres heredamos.
Me voy enterando ahorita. Publico link de Fray Nelson
Mhmm... No me deja publicar el link, tengo entendido por políticas del blog, no lo sé
"¿Alguien sabe si alguien que en el pasado ha visto películas pirata está oblihado a restituir?"
No se agobie con eso. El que ve una película pirata no arrebata nada al autor, así que no hay nada que restituir. Es más, en buena parte de los casos resulta discutible que haya cometido un pecado. La propiedad intelectual está más en el ámbito del derecho positivo que en el del derecho natural, así que las obligaciones morales intrínsecas son mucho más débiles.
Puede ser simplemente confusión, de palabra y/o pensamiento.
O puede ser un ejemplo de ese error que menciona el P. Federico y que está muy extendido. En España, el famoso Pagola es uno de los exponentes del mismo y sus libros siguen vendiéndose en librerías diocesanas de todo el país.
De entrada, las palabras de Su Santidad me parecen muy desafortunadas. No creo que se pueda emplear un término despectivo como "tontera" para referirse a un término como "corredentora" que tiene cierta tradición, y que sin duda un católico de buena fe puede usar. Si el Papa entiende que el término "María Corredentora" no es apropiado, que no es oportuno definir el dogma de "María Corredentora", o directamente, que un tal dogma no se corresponde con la fe católica, debería explicar con respeto el porqué.
Pero, por otra parte, el artículo de Bruno no me convence (¡no es por llevar la contraria, de verdad!)
De entrada estamos mezclando dos cosas distintas: el uso de "Corredentora" como título de la Santa Virgen, y la declaración de un hipotético dogma en el que se afirmara que María es corredentora.
Como ha dicho Álex, dentro de la fe católica el acto de Redención es único, y corresponde a Nuestro Señor Jesucristo. La especialísima cooperación de la Santa Virgen en dicho acto es evidente, no creo que un católico bien formado la pueda cuestionar. Así pues, la primera parte de la discusión consistiría en determinar si el uso de "Corredentora" en referencia a la Virgen María, para expresar que su cooperación en el acto redentor tiene carácter único y singular, es legítimo. A mí me parece que el término puede crear cierta confusión, pero reconozco que no es más que una opinión mía. No creo en argumentos como "si decimos que Jesucristo es rey y María es reina, etc.", y aún menos en argumentaciones de carácter sentimental, del tipo "Nuestra Madre se merece todos los títulos". Pienso que es evidente que no es lo mismo usar el titulo de "reina", que en definitiva no es más que un uso translaticio de esa palabra (yo al menos lo entiendo así) que "corredentora", que tiene, o debería tener un significado muy específico. Por otra parte, no todos los títulos son adecuados a la Santa Virgen. Llevando la cosa a un extremo que yo mismo reconozco que es algo exagerado, ningún católico la invocaría como "diosa", por ejemplo.
Pero en todo caso es una cuestión opinable.
Pero cuando se habla del dogma de "María Corredentora"... es que no tengo claro lo que se quiere decir. Entendámonos: si se trata de afirmar que la colaboración de la Santa Virgen en la Redención es singular y especialísima, como decíamos, no creo que para eso haya que afirmar un dogma nuevo. Entiendo que esa noción se desprende en los dogmas ya existentes. Digámoslo de otra manera. El dogma de la Inmaculada Concepción tiene un contenido claro: María nació sin el pecado original. Si negáramos ese dogma, estaríamos afirmando que María nació con el pecado original, una idea excluida por la fe católica, primero implícitamente y por tradición, luego explícitamente por la proclamación del dogma. Lo mismo podríamos decir sobre la Virginidad Perpetua, y sobre el resto de dogmas.
Pero, ¿cuál sería el contenido específico de un dogma de "María Corredentora"? No digo que no pueda tenerlo, solo que yo aún no lo he entendido y a veces tengo la sensación de que cada uno le da un sentido distinto a esa expresión. La negación de un dogma ya proclamado sería, lógicamente, un error. ¿En qué consistiría exactamente ese error? ¿Qué añadiría el dogma de "María Corredentora" a los dogmas ya existentes? De hecho, si alguien me lo explicara, se lo agradecería mucho. La teología no es mi fuerte.
Si hay confusión mental es porque se quiso decir A y se ha dicho B, o porque diciendo A, los lectores entienden que se está diciendo B. Yo sinceramente no sé lo que significa la frase porque no sé qué puede significar que Jesús asume la fe bíblica, ni cómo ha de asumir Jesús una fe que lo tiene a Él como objeto.
Sobre el libro de Pagola, la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española (CEE) publicó el 27 de junio de 2008 una nota doctrinal en la que acusa al teólogo de "deficiencias doctrinales" que resume en seis apartados: "Presentación reduccionista de Jesús como un mero profeta", "negación de su conciencia filial divina", "negación del sentido redentor dado por Jesús a su muerte", "oscurecimiento de la realidad del pecado y del sentido del perdón", "negación de la intención de Jesús de fundar la Iglesia como comunidad jerárquica" y "confusión sobre el carácter histórico, real y trascendente de la resurrección de Jesús".
El padre Iraburu ha escrito varios artículos en que concluye que el Jesús de Pagola debe ser rechazado totalmente por los católicos, que confesamos a Jesús, proclamándolo «un solo Señor Jesucristo, nacido del Padre antes de todos los siglos, por quien todo fue hecho, que por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre».
¿Sus libros siguen vendiéndose en librerías diocesanas de todo el país? Pues muy mal por los propietarios de las librerías de marras.
Excelente artículo. Para mi modesto entendimiento, aquello de San Pablo "completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo" hace muy claro que Pablo es "corredentor" y, si él lo es, mucho más María Santísima.
Es decir, veo OBVIO que es CORREDENTORA.
Ahora bien, también me parece que una diferencia de grado no bastaría quizás para un dogma sino que sería necesario que la corredención de María fuera esencialmente distinta de algún modo a la de nuestros sufrimientos (o el de Pablo)
Leí alguna vez un artículo dónde las diferenciaba en cuanto el sufrimiento de María al pie de la Cruz, su corredención, fue "ascendente" (así la llamaba) al darse en el momento de la Redención del Señor y acompañarla por así decir.
La nuestra sería "descendente" operando para que las gracias de la Redención desciendan sobre la Iglesia. Asumo que el autor adjudicaba a María ambos sentidos en tanto que el nuestro sería sólo del segundo tipo.
Me pareció interesante, pero no me termina de convencer, dado que San Juan o las Santas Mujeres también sufrieron al pie de la Cruz aunque, de nuevo, en mucho menor grado.
Mi pregunta sería entonces ¿ La corredención de la Santísima Virgen se distingue de la nuestra esencialmente o sólo en grado ? Si es esenciamente cómo y si es en grado ¿ Alcanza eso para proclamar un dogma ? Gracias y saludos.
Desde mi punto de vista, y sin perjuicio de que pueda estar errada en una o varias de mis premisas, la Redención no constituye un acto único, por más que la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo sí lo fuesen. Es más, yo creo que el de la Redención es un misterio de tracto sucesivo o continuado, como en realidad lo es toda la Historia de la Salvación.
Cierto es que, con su muerte, Cristo pagó con su preciosísima Sangre el rescate por todos (muchos) nosotros. Pero también lo es que Su sacrificio -aunque incruento- ha continuado y continúa perpetuándose sobre el altar, "todos los días, hasta el fin del mundo". Por no hablar de que las brutales torturas físicas y esa muerte espantosa no fue lo más duro que debió sufrir, sino que quedaron superados -si ello podía ser posible- por los inenarrables dolores morales padecidos en Getsemaní (no en vano también se habla de su Pasión moral).
Pues bien, sobre la base de que ese dolor moral que experimenta el divino Corazón de nuestro Señor Jesucristo sigue siendo ACTUAL (lo acreditan revelaciones de Jesús a grandes sant@s, apariciones Marianas reconocidas, etc..), estoy convencida de la actualidad asimismo de los dolores del Corazón Inmaculado de María; por su Hijo, cuyos corazones laten al unísono; y como Madre que es también nuestra, por nuestros pecados. No hay más que atender al contenido de las apariciones marianas (hablo de memoria): el niño Jesús, acompañado de la Virgen de Fátima, que sostiene su Inmaculado Corazón entre las manos rodeado de espinas, se aparece a Lucía, doliéndose por los ultrajes e indiferencias de los hombres; en la Salette, la Virgen llora amargamente mientras sostiene su cabeza entre las manos, porque no sabe por cuánto más tiempo va a poder detener el brazo de su Hijo; en Akita, nuestra Señora derrama 101 lágrimas; en Kibeho, alienta a rezar el Rosario de sus Siete Dolores (durante toda la vida de Jesús), como medicina para lograr el arrepentimiento (y la salvación)...
Para resumir mucho, que esto adquiere pronto dimensiones de "ladrillo": la contribución o participación de María se podía haber ceñido a la Vida (pública y no pública) de Jesús y a su inmolación con él a los pies de la Cruz. Pero aún siendo infinítamente grandioso lo que allí aconteció, terminaría materialmente con la muerte de Jesús. Visto así, también habría terminado la participación de María en ese mismo momento. Y a tal efecto, incluso cuenta con otro título conocido y reconocido: "Reina de los Mártires". Pero resulta que no; que antes de "entregar el espíritu"; Jesús le (nos) dio a María a toda la humanidad (representada en su discípulo amado, Juan) como Madre. ¿Para qué? ¿Para que tengamos una bonita imagen suya en nuestro perfil de wassap? Yo creo que para que siga ganando almas para el Cielo, ofreciéndose e intercediendo sin descanso por nosotros ante el Único -ahí sí- que puede interceder ante Dios Padre: Jesús.
Y eso es lo hace María, con inmenso amor de Madre, en discreto silencio, todos los días, hasta el fin de los tiempos. Porque aquí es donde, más allá de sentimentalismos, yo veo que ha entrado con toda su potencia la Misericordia de Dios, que no tengo duda ha tenido a bien hacer a María depositaria de todas las gracias (y por eso también se reivindica, junto con el de Corredentora, el título de Medianera de todas las gracias): en sus apariciones a santa Catalina Labouré, la Virgen de la Medalla Milagrosa recuerda que las joyas/rayos que no brillan en sus manos, son las muchas gracias que los hombres aún no saben pedir), sino que la ha distinguido con el honor adicional de que sea Ella, con su linaje, la que pise la Cabeza de la Serpiente, la que humille y derribe definitivamente a Satanás y a todas sus huestes.
Aunque sea un poco infantil y, desde luego, carezca de la más mínima base teológica, yo lo veo así de sencillo: con su Pasión y Muerte, Jesús pagó la cuenta (el rescate); y María, es la encargada de que, "por el mismo precio", nos salvemos cuantos más mejor... Cómo no quererla!
Pero reconozco que yo tampoco tengo forma de saberlo, más teniendo en cuenta que ni siquiera conozco en profundidad la razón de ser y el alcance de los dogmas ya existentes... Lo que sí tengo claro es que tan poco hablan las Sagradas Escrituras acerca de María Santísima, que todo cuanto haga la Iglesia por estudiar y tratar de identificar el papel insustituible que Ella continúa desempeñando en la Economía de la Salvación es poco. Y personalmente, tengo además la sensación de que vivimos un momento histórico en que el Señor quiere hacerla más visible y más accesible, otorgándole así un protagonismo renovado.
Esto, su amor verdadero y sincero por la Santísima Virgen, enseña más que cualquier doctorado en Teología en la Universidad más prestigiosa del orbe. Qué gozada leerle.
¿Qué añade el título de "Ingeniero" a 7 u 8 años de estudio académico?...
Pues lo mismo a los títulos marianos. No agregan nada, afirman lo que Dios ha decretado. Y para aquellos que piensan que algunos católicos "exageramos" con la Virgen María... Miren a Dios: ¡El más exagerado de todos al elegirse una madre humana!!!! ¡Con qué necesidad!...
Así que si hay quejas, díganle a Él y después vengan por nosotros.
En realidad los Dogmas son verdades reveladas por Dios y por lo tanto no tienen lugar a duda, estén o no definidas por la Iglesia. Por ejemplo no hay, que yo sepa, un Dogma que defina expresamente la existencia de Dios.
Creo que en María se cumplen a perfección las palabras de San Pablo: "Cumplo en mi cuerpo lo que falta a la pasión de Cristo."
Según la aparición de Nuestra Señora en Ámsterdam, y en Venezuela, como Señora de Todos los Pueblos, también se muestra como Corredentora y Abogada de Todos los Pueblos.
Esperamos que sea Benedicto XVI, papa emérito, quien proclame el V Dogma. Ya la identificamos como La Madre Corredentora, Abogada y Madre de Todos los pueblos. No le quita nada a su divino Hijo, y será honrada como lo quiso la Santísima Trinidad.
"No se si era el eclesiastes o el de la sabiduría el que decía que había que seguir el camino estrecho, porque el ancho y facil lleva a la perdición."
Evangelio según San Mateo 7,13, (dice Nuestro Señor Jesucristo): "Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella."
"Que el error de la frase “Jesús asume la fe bíblica en el Dios creador” que aparece en Laudato si` esté muy extendido y haya llegado a España no me consuela. Y menos si es que ha llegado al cerebro del vicario de Cristo o al de sus colaboradores. Esperemos que sea sólo una confusión mental."
Me temo que hay algunos 'duendecillos' que le 'ayudan' al Santo Padre a redactar sus discursos, homilías y especialmente documentos magisteriales, ellos son más o menos conocidos por el público (y, es cierto, algunos tristemente proclives a la heterodoxia), sin embargo, el Papa tendría la mínima noción de ortodoxia de la Fe para percatarse si sus 'ayudantes' están haciendo un buen trabajo o no en reflejar su pensamiento. Así que la teoría de la 'confusión mental' a mí, en lo personal, no me convence.
Personalmente me parece un abuso, si no una auténtica frivolidad. ("Tontera" me parece un vocablo tan suave como estúpido; connotación porteña tal vez, como garca o barbijo).
La Virgen María es la co-redentora, junto a la cruz, de toda la humanidad: (Jn. 19.25-27), donde cada clavo que le ponían a su único Hijo es como si le pusieran a ella mil. ¡Qué bien deben entender esto las madres!
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
En cinco siglos no se le había ocurrido a nadie...
Y todo ello con el satánico silencio cómplice de la mayoría.
Ella fue creada antes de todos los tiempos, Pura, Santa, Inmaculada e infinitamente Santificada por toda la eternidad, a cada instante desde el instante mismo de la Encarnación, por el contacto físico del Verbo Divino con sus Purísimas Entrañas. Jesús no se "mestizó": eso no solo es injurioso, es algo peor; Él tomó la carne de Ella, Se Encarnó: "Verbum caro factum est"... ¿o eso es otra "tontera"? Y ¡vale ya de modismos porteños=castellano bastardo!
Por eso, lo de Encarnación=mestizaje lo reputo contrario a la fe, por no utilizar un calificativo grueso; y hacerlo por prurito indigenista, lo es doblemente. Porque aquello de "Mihi autem absit gloriari, nisi in Cruce Dómini nostri Jesu Christi per quem mihi mundus crucifíxus est, et ego mundo" (Gal 6,14), que rezamos justo en el Introito de la Misa de San Francisco es de especial aplicación para una persona muy concreta. Y es que determinadas manifestaciones en determinadas bocas son lo contrario a "no gloriarse en nada que no sea la Cruz de Jesús".
Y pretender colar lo del "mestizaje" de la Virgen acudiendo al aspecto con que se manifiesta en sus apariciones produce como mínimo hilaridad... ¿cómo habría que esperar que se manifestara a un nativo mejicano del XVI? ¿de japonesa? ¿Y en Akita, de nativa mejicana? De verdad, ciertas "altas" posiciones dan vergüenza ajena.
Francisco dijo: 'María se mestizó “para ser Madre de todos”, se mestizó “con la humanidad”. “Y, ¿por qué?” – se preguntó Francisco-... “Porque ella mestizó a Dios". "María es mujer, madre y mestiza", dijo... ¿Síííí...? Por favor, que alguien traiga un DRAE rápidamente, a ver si aprendemos lo que es un "mestizo"; y un poco de agua bendita para exorcizar. María Santísima NO ES mestiza; y SÍ ES Corredentora.
Y que sigamos tratando de "descubrirle nuevos y extraordinarios atributos sobrenaturales" me parece la actitud más lógica de unos hijos amorosos, sobre todo, teniendo en cuenta la máxima de San Bernardo: "De Maria numquam satis".
¡María, Corredentora del género humano, ruega por nosotros!
¡Jesús, mi Dios, mi Padre, mi Redentor, ten piedad de todos nosotros!
"Que durante 1.854 años diera igual cómo vino al mundo la Stma. Virgen (y hasta nada menos que Sto. Tomás lo ignoraba), o que durante 1.950 cómo pasó de este mundo al Padre"
Los teólogos católicos ya conocían la inmaculada concepción y la asunción muchísimo antes de que se proclamaran dogmas. Hasta Martín Lutero llegó a escribir a favor de ambos.
Santo Tomás no ignoraba cómo vino la Virgen al mundo, simplemente lo entendió erróneamente y dijo que María había quedado libre de pecado tras la anunciación y no en su concepción misma. Y cabe destacar que anteriormente en su tratado de las sentencias había escrito a favor de la inmaculada concepción.
" o que a los 2.020 seamos nosotros los capacitados para descubrirle nuevos y extraordinarios atributos sobrenaturales"
No los descubrimos, estaban ya en la Sagrada Escritura, que es muchísimo antes. Lo que hacemos es reconocer que nos ha sido revelada.
Si buscas milagros, mira,
Muerte y error desterrados
Miseria y demonio huidos
Leprosos y enfermos sanos
El mar sosiega su ira
Redímense encarcelados
Miembros y bienes perdidos
Recobran mozos y ancianos
El peligro se retira,
Los pobres van remediados;
Cuéntenlo los socorridos
Díganlo los paduanos.
El mar sosiega su ira…
Gloria al Padre, gloria al Hijo
Gloria al Espíritu Santo,
Dios uno y trino por siglos
Infinitos sea alabado.
El mar sosiega su ira…
Ruega a Cristo por nosotros
Antonio divino y santo
Para que dignos así
De sus promesas seamos.
No quiero faltar a la caridad, pero ya lo advertí:
... já, já, já,
porque lo que dice produce hilaridad...
Y ahora, un poco de seriedad:
1.- A Jesús no lo parió ninguna mejicana mestiza... ni ninguna japonesa.
2.- El único mestizo que me consta en todo este tema es Francisco:
cruce de [probablemente] india con español y mestizo/a con italiano/a.
Y ahora, por favor, LEASE mi mensaje, que está muy clarito...
Ella fue creada antes de todos los tiempos
LF:
No. Predestinada, sí. Creada, no.
Francisco nos está preparando la Abolición de la Eucaristía, mezclando la Verdad con la mentira, en su homilía de ayer del Corupus.
¡Cuidado!, ya está utilizando la palabra memorial. Nos están preparando la falsa misa o "santa memoria", como la llaman ellos.
Documento del conflicto a la comunión-Conmemoración conjunta luterano-católica romana de la reforma en el 2017. Página 72 nº. 154. Acuerdan eliminar el concepto de la terminología “transustanciación”, por lo tanto ya no habrá consagración, no habrá presencia real de Cristo.
www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/chrstuni/lutheran-fed-docs/rc_pc_chrstuni_doc_2013_dal-conflitto-alla-comunione.
Daniel 8-9-11 y 12.
San Josemaría Escrivá de Balaguer, Tertulia 16-VI-1971:
«Si se le quita la Transubstanciación a la Misa… Esta palabra es de una importancia capital, porque al suprimirla se omite la Presencia Real y deja, por tanto, de haber Víctima. ¡No dejes de emplear esa palabra! ¡Transubstanciación! Los niños no la entenderán y tú tampoco, pero no importa: ¡Empléala! ¡Empléala! No sólo molesta a los nuevos herejes… Al que molesta mucho más es al demonio».
Non Nobis.
Sobre el tema en cuestión, mi humilde opinión es que el pensamiento del papa Francisco está afectado, tanto por la irracionalidad postmoderna que mencionas, cuanto por el doblez (por decirlo de manera suave) del peronismo argentino.
Desde mi punto de vista, en muchos aspectos, el papa Francisco se conduce mucho más como un líder político que como uno religioso, lo cual me parece terrible.
La Virgen, pues, fué preservada del pecado orgianal, pero no redimida, ya que al ser concebida sin pecado orignal no fué necesario que Cristo la redimiese. Además de Corredentora se le podría aplicar también el título de ser la única creatura "No redimida." De María nunca diremos bastante.
"Creo que otro glorioso título que merece la Virgen María es el de la "No Redimida", ya que la Virgen fué concebida sin pecado original, y donde no hay pecado no se necesita de rendención"
No. Esto es contrario a la fe católica. La Virgen María fue preservada del pecado original precisamente en virtud de los méritos de la Redención de Cristo, que a ella se le aplicaron antes, en preparación de su divina maternidad.
En efecto, de María nunca diremos lo bastante, pero lo que digamos tiene que ser correcto.
Vea, por ejemplo, el Catecismo:
491 A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
«... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803).
492 Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53). El Padre la ha "bendecido [...] con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada. Él la ha "elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor" (cf. Ef 1, 4).
"Chirriaba" mucho, pero correspondía a tu autoridad la "pedagogía".
Me retracto de mi gran error. Mea culpa, mea culpa, mea grandísima culpa.
"En María el Espíritu Santo desciende y obra —hablando cronológicamente— ya antes de la Encarnación, es decir, desde el momento de
su inmaculada concepción. Pero esto tiene lugar en orden a Cristo, su
Hijo, en el ámbito supra-temporal del misterio de la Encarnación. La
concepción inmaculada constituye para Ella, de forma anticipada, la participación en los beneficios de la Encarnación y de la Redención, como
culmen y plenitud del “don de sí” que Dios hace al Hombre. Y esto se
realiza por obra del Espíritu Santo".
No creo que la Virgen sea corredentora entre otras cosas porque no lo necesita y me atrevería a decir que ni lo quiere (Lucas 1, 46-55).
Queda claro en su artículo que urge la oración por el Papa y la Iglesia.
Para salir de dudas recomiendo leer (Juan 14, 1-12) y (Lucas 11, 27-28).
Y, menos, de querer suplantarle, o de intentar ponerlo ante los católicos con desconfianza de él.
Esto pasa mucho en los medios de comunicación cuando se tacha a alguien como de "presunto asesino".
Me temo que no se entiende muy bien lo que quiere decir. ¿Cuál es esa palabra que tanto escandaliza en el Papa? ¿Y a quién se refiere con "les"? ¿Y cuáles son esas cosas antes de decir las cuales hay que leer el Catecismo (que ya se ha citado varias veces más arriba)?
Un saludo.
"intentar ponerlo ante los católicos con desconfianza de él"
No entiendo, ¿está criticando usted a San Pablo, que reprendió públicamente a San Pedro y, además, lo contó aún más públicamente en la carta a los Gálatas?
Pero, me da la sensación de que estáis muy por debajo de él, en categorías y fe.
"me da la sensación de que estáis muy por debajo de él, en categorías y fe"
Ah, ahora lo entiendo. Lo que dice se basa únicamente en juzgar nuestro interior sin conocernos de nada y en su "sensación". Ahora todo queda claro. Entiendo también que usted debe de estar a la altura de San Pablo en categorías y fe, porque si solo los grandes santos pueden defender la verdad en la Iglesia y criticar actuaciones públicas escandalosas, también usted será un gran santo, ya que critica nuestra actuación pública.
Es una estupenda manera de discernir: no se miren los argumentos, no se mire la verdad del asunto, no se den razones. Lo importante es si a alguien le da la "sensación" de que el que habla está muy por debajo de San Pablo en categorías y fe (es decir, si el que habla es un cristiano normal, porque la inmensa mayoría de los cristianos de todos los siglos están muy por debajo de San Pablo). Con ese criterio nadie podría decir nada nunca. ¿De verdad ha pensado antes de escribir?
Eso sí, le aconsejo que patente ese aparato que ha inventado para medir la fe de los demás, porque podría hacerse de oro con él.
Mire, D. Santiago, ahora fuera de bromas, en este blog se discute racionalmente y con respeto de los temas, en lugar de limitarse a denigrar al que dice algo que a uno no le gusta. Las sensaciones, como podría decirle Santo Tomás, no tienen ningún valor como argumento. Y, como podría ver si se hubiera detenido a pensar sobre ello, el ejemplo de San Pablo lo que muestra es que se puede y se debe criticar públicamente la conducta pública escandalosa en materia de fe. También la conducta pública de los superiores.
O, si prefiere, escuchemos a Santo Tomás: “en el caso de que amenazare un peligro para la fe, los superiores deberían ser reprendidos incluso públicamente por sus súbditos” (S. Th., II-II, 33, 4)
Ya sé que Santo Tomás, siendo muy santo, puede que no llegara al nivel de San Pablo, pero qué le vamos a hacer.
Saludos.
No confundas a la gente sencilla.
María Corredentora, no es un dogma de fe!
Consulta los puntos del CDC 964 y 973 y verás que no sale para nada la palabra Correndetora para la Virgen.
Si no sale, es que no es una verdad de fe. Y, punto.
Y si te parece que tiene que ser como tú piensas, haz como San Pablo y vete al Vaticano a hsblarlo con el Papa personalmente.
Pero no insistas aquí en tus teorías "apócrifas"
No recuerdo haberle autorizado a tutearme.
Antes de comentar en un artículo, conviene leerlo. He escrito este artículo porque la gente sencilla ha acudido a mí, confundida, dolida y escandalizada al ver que el Papa llamaba "tontera" al título de corredentora de la Virgen, usaba unos argumentos que implicaban necesariamente la negación de todos los otros títulos de la Virgen, afirmaba que no había nacido santa, usaba un lenguaje claramente impropio al hablar de ella, decía que la Virgen santísima tenía ganas de llamar mentiroso a Dios, afirmaba que el Hijo de Dios había tenido que pedir disculpas por su conducta y que la Virgen le había reprochado esa conducta y muchas cosas más. Eso es lo que confundía a la gente sencilla, no mis palabras.
He intentado analizar esas afirmaciones, disculpando en lo posible al Papa pero señalando la verdad, y muchas personas, buenos sacerdotes incluidos, me lo han agradecido.
En ningún sitio he dicho que el título de Corredentora sea un dogma de fe (de nuevo, antes de criticar algo conviene leerlo con atención, porque de otro modo su crítica no aporta nada), ya que no se ha proclamado solemnemente como tal, pero su contenido sí que es parte de lo que la Iglesia cree sobre la Virgen, como muestran las citas de los Papas que he dado en el texto o el mismo número 968 del Catecismo (citado más arriba), en el que se indica que nuestra Señora colaboró de manera totalmente singular con la redención de Cristo. Y, por lo tanto, llamar tontera a la corredención de María es irrespetuoso y ofensivo a oídos piadosos (igual que lo habría sido llamar "tontera" a la Inmaculada Concepción de nuestra Señora antes de 1854).
Los títulos de Esperanza nuestra, Madre de misericordia, Reina de los Ángeles, Puerta del Cielo y otros mil títulos de la Virgen tampoco han sido definidos como dogma de fe y, sin embargo, burlarse de ellos como "tonteras" sería ofensivo a oídos piadosos y escandalizaría a los sencillos (y a los que no lo son).
Por otra parte, le aconsejo que repase su teología dogmática, porque no entiende muy bien lo que es el Catecismo (que es un resumen de la fe de la Iglesia y no se puede identificar sin más con ella). Para poder decir "y punto" hay que saber de lo que se está hablando.
"Y si te parece que tiene que ser como tú piensas, haz como San Pablo y vete al Vaticano a hablarlo con el Papa personalmente."
San Pablo habló a Pedro delante de todos y escribió públicamente su reproche en la carta a los Gálatas, como más humildemente he hecho yo en este blog. La tradición de la Iglesia enseña que la corrección de las faltas públicas debe ser también pública, por el escándalo que producen.
En conclusión, no ha leído el artículo, no se ha enterado de nada de lo que se dice en él, lo que usted dice no se ajusta a lo que enseña la Iglesia y, aparentemente, no le importa que se confunda a la gente sencilla (porque, cuando intento ayudar a esa gente sencilla confundida por las desafortunadas palabras del Papa, usted me ataca a mí). Todo eso con muy malos modos, a pesar de estar en mi blog, es decir, invitado en casa ajena. ¿Cómo espera que me tome en serio sus palabras?
Un saludo.
La palabra española biblia se deriva del griego “rollo” o “libro”. Dicho vocablo se refiere al libro por excelencia, el registro reconocido de revelación divina, así lo expresa el apóstol Pedro al referirse a la parte profética: “Porque nuca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2Ped.1:21) Así que en todo lo concerniente a la fe y conducta: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios” (1Ped.4:11) ¿Por qué? Porque: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2Tm.3:16 y 17) ¿Cuál es la razón por la que hemos de leer la Biblia? “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn.5:39) Jesús dijo a los religiosos judaicos: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mt.15:6) Según la enseñanza paulina, el joven Timoteo conocía desde la niñez las Sagradas Escrituras: “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (1Tm.4:15)
¿Qué han dicho personalidades en la historia respecto a la Biblia? San Jerónimo: “Ignorar las Escrituras es ignorar al mismo Cristo. No hay más que un río que mana debajo del trono de Dios, y es la gracia del Espíritu Santo, y esa gracia del Espíritu Santo está encerrada en las Sagradas Escrituras, es decir, en el río de las Escrituras. Y corre ese río entre dos riberas, que son el Antiguo y el Nuevo Testamento, y en cada orilla se encuentra plantado un árbol que es Cristo”.
San Agustín: “Cuanto es más pobre el hombre de su propio fondo, más debe enriquecerse en estas fuentes sagradas. Para todas las enfermedades del alma proporciona la Sagrada Escritura un remedio. Ama las Sagradas Escrituras y te amará la Sabiduría”.
San Crisóstomo: “Aunque no entendáis los secretos de la Escritura, con todo, la simple lectura de ella causa en nosotros una cierta santidad; porque no puede ser que dejéis de entender algo de lo que leáis. Porque a la verdad por esto dispuso la gracia del Espíritu Santo que estas Escrituras fuesen compuestas por publicanos, pescadores, artífices de tiendas de campaña, pastores, para que ningún iletrado pueda alegar por excusa la dificultad de comprenderlas, y a fin de que todos entiendan fácilmente lo que en ellas se contiene”.
San Atanasio: “No se aleje de tu boca la Palabra de Dios, ni de día ni de noche. En todo tiempo conquista tu obra en la meditación de las Sagradas Escrituras. Como la Sagradas Escritura sobrepuja a todos los libros, aconsejo que la lean con frecuencia quienes desean saber más de ella”. Juan VIII, Papa: “La Sagrada Escritura su bien es sencilla y deleitosa al que la lee, sin embargo, más gusto y placer nace de la esperanza de la vida prometida en ella”.
Un cordial saludo, y bendición de Dios.
Me agradaría saber su opinión respecto al comentario, no importa que sea a favor o en contra, ya que sería algo comunicativo participar en su blog, pero con algo de diálogo. Quedo en espera de su respuesta, ¡gracias!
Bendición del Señor.
Mi opinion es que el Cielo pronto volverá a expresar la Voluntad de la Santísima Trinidad de este tema como lo hizo en Lourdes, Francia.
María Nuestra Madre Bendita fue, es y continua siendo la Co-Redentora.
Gracias a su "Fiat", y el "hágase su voluntad", el "yo soy la esclava del Señor", son puntos para que el Papa Francisco o mejor dicho todos los Obispos del mundo entero demanden una aclaración meritoria a Nuestra Madre Celestial María.
Estas tres expresiones claramente expresadas en el Evangelio de San Lucas para mí es Teológicamente claras que María es la Co-Redentora de nuestro Salvador y Redentor Jesús Nuestro Señor.
Amén.
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