La historia y los colegios católicos
El otro día hablábamos de la historia deformada que se enseña a los niños y que, generalmente, está basada en presupuestos anticristianos (y, a menudo, precisamente por eso, también antiespañoles). Pues bien, ayer tuve oportunidad de leer el material que, en estos tiempos de cuarentena, le habían dado a un niño de doce años para que estudiara el Renacimiento en un colegio católico.
Casi me echo a llorar. Era un cúmulo de gruesos errores que, casualmente, siempre se inclinaban del lado de denigrar a la Iglesia y negar todas sus cosas buenas, exaltar lo moderno/científico/agnóstico como contrario a lo anterior y verdaderamente humano y libre, y en general repetir todos los tópicos anticatólicos de los últimos cinco siglos. Veamos algunas de las barbaridades más evidentes del material.
Llama a la Edad Media las “edades oscuras". Esto es básicamente un prejuicio anticatólico del siglo XVIII. ¿Las universidades fueron inventadas en las “edades oscuras"? ¿Las maravillosas catedrales góticas se construyeron en las “edades oscuras"? ¿Santo Tomás de Aquino y la philosophia perennis eran de las “edades oscuras"? ¿De verdad? Tal vez la Alta Edad Media, la época de las invasiones bárbaras, podría considerarse una edad oscura, ya que corresponde a la destrucción del Imperio Romano. Pero la Edad Media en su conjunto no fue nada de eso, sino todo lo contrario.
Dice que Lutero fue el primero en traducir la Biblia al alemán. Mera propaganda protestante. Había alrededor de mil manuscritos de libros de la Biblia en alemán antes de que Lutero hiciera su traducción.
Dice que, en la Edad Media, la Biblia solo estaba disponible en latín, griego y hebreo. En realidad, había numerosas versiones en español, portugués, inglés, alemán, francés, polaco, eslavonio, catalán, etc. Se oculta además que, si normalmente estaban en latín, era porque el latín era el lenguaje culto en el que se estudiaba y se escribían la inmensa mayoría de los libros.
Dice explícitamente que el ejercicio del Magisterio de la Iglesia era un “abuso importante del poder de la iglesia". Pura propaganda protestante.
Da a entender que la Edad Media no fue “racional". Tal vez el autor debería leer la Summa y otras obras del Aquinate. O las de San Buenaventura, Escoto y otros cien escolásticos. Nunca ha habido una época más racional que la Edad Media.
Dice que el arte del Renacimiento se centra en individuos y asuntos mundanos en lugar de en la salvación. Quien escribió eso nunca ha estado, por ejemplo, en Italia y nunca ha visto una obra de arte del Renacimiento. Miles y miles de obras de arte religiosas, desde crucifijos hasta catedrales. Es absurdo y una nueva identificación de “católico” con “malo y atrasado” y de “no católico” con “bueno y moderno”. Se puede encontrar en el Renacimiento el comienzo de algunas tendencias que, cuatro siglos después, darían lugar a la sustitución de la salvacion cristiana por otra puramente terrena, pero de ahí a decir que el Renacimiento no se centra en la salvacion cristiana hay un abismo.
Dice que fue la imprenta la que alentó la difusión del cristianismo. No sé qué pensarían de eso toda Europa, el norte de África y una gran parte de Asia, que se habían convertido al cristianismo antes la invención de la imprenta. La difusión del cristianismo no fue obra de la imprenta, excepto si se confunde esa difusión con la propaganda protestante.
Aparentemente, Tomás Moro fue simplemente “crítico con los líderes”, en lugar de un santo que se mantuvo fiel a la Iglesia contra el surgimiento del protestantismo y el absolutismo del poder real. Claramente, si un renacentista es “bueno", hay que dejar de lado su catolicismo.
Se afirma que Dante Alighier (sic) “marcó el final de la Edad Media debido a las fuertes críticas a la religión”. ¿De verdad? Quien haya escrito eso no puede haber leído una sola línea de Dante, uno de los poetas más religiosos de todos los tiempos. Las críticas incluidas en su obra a algún eclesiástico que probablemente se lo merecía son, por otra parte, algo típicamente medieval.
La Iglesia se describe en una imagen diciendo: “¡Cállate y créelo!". Al catolicismo, la religión más racional de la historia, le endosan la fe irracional de… Lutero. Es verdaderamente increíble.
Se dice que la Iglesia enseñaba que “la Tierra era plana". ¡Asombroso! El manual de astronomía más popular durante toda la Edad Media, utilizado en la mayoría de las universidades, fue el Almagesto de Ptolomeo, que muestra que la Tierra es redonda y de hecho calcula su circunferencia. La redondez de la tierra era un conocimiento común en la Edad Media.
También afirma que la Iglesia enseñaba que “la única forma de curar la enfermedad era a través del ayuno y la oración". Sin duda habría sido una novedad para los innumerables monjes que registraron todo tipo de remedios contra enfermedades o para los médicos que se esforzaban por curar esas enfermedades durante la Edad Media.
También dice que la Iglesia enseñaba que “diseccionar cadáveres humanos era un pecado atroz". En realidad, fueron los romanos quienes lo prohibieron. Durante la Edad Media los médicos pudieron comenzar a estudiar el cuerpo humano y hacer disecciones nuevamente.
Por lo visto, la Iglesia también enseñaba “que todo sucede por una razón y no debe cuestionarse". Nunca ha habido, en la historia de la humanidad, una época en la que todo fuera más cuestionado que en la Edad Media. La forma principal de enseñanza universitaria medieval era, de hecho, la quaestio, literalmente cuestionar.
Dice que la Iglesia cobraba a las personas por perdonar sus pecados, con una “escala móvil", haciéndoles pagar más dinero por pecados más graves (incluso se muestra una imagen en que supuestamente aparecen colas de personas que van a confesarse y pagar por sus pecados, con un hombre “revisando el pecado para cobrar la cantidad correcta"). Además de ser propaganda protestante, esto es inconcebiblemente estúpido y ni siquiera distingue las indulgencias de la confesión, que son dos cosas completamente diferentes.
Y muchas más tonterías sobre Copérnico, la Iglesia, las monarquías absolutas, la Ilustración (que, para darle prestigio, se identificaba con el Renacimiento, a pesar de la distancia de cuatro siglos), etc. Verdaderamente, para echarse a llorar.
Es posible que en este caso simplemente se trate de una profesora que ha tomado materiales de Internet sin leérselos antes, pero tiendo a pensar que lo que se enseña en multitud de colegios católicos es algo similar. Resulta entretenido (y probablemente sea necesario) quejarse de las barbaridades de nuestros gobiernos de opereta, pero lo cierto es que el enemigo más grave lo tenemos dentro.
Si también los colegios católicos enseñan una historia anticatólica, pronto no quedará nadie que recuerde la verdadera historia. Si nuestros enseñantes están al servicio del enemigo, tenemos perdida la batalla de la transmisión de la fe. Cualquier niño que estudie estas cosas y muchas más puede que sea aparentemente cristiano, pero pensará como un pagano y tendrá que sufrir toda su vida la incoherencia entre su fe y lo que cree que “sabe” sobre historia, ciencia, moral y antropología porque se lo enseñaron en un colegio católico.
¿Les suena? Es la maldición de los católicos de hoy: la disonancia entre lo que creen y la inmensa cantidad de propaganda anticatólica que se han tragado sin darse cuenta, a través de televisión, medios de comunicación, la presión de sus compañeros, homilías mundanas, una educación deseducadora y el ambiente posmoderno general. Así se explican las barbaridades que hacen y dicen tantos clérigos, la mundanidad de gran número de obispos, el hecho de que los católicos apenas se diferencien estadísticamente en su conducta de los paganos y la mayoría de los problemas que tiene la Iglesia hoy.
No es que la lucha sea muy dura, es que nos hemos rendido y hemos cedido el campo al enemigo antes de empezar a luchar.
52 comentarios
Éste es un tema importantísimo. La enseñanza de la historia (mucho más que la de la filosofía) es hoy una de las principales armas de la propaganda anticatólica dirigida a los adolescentes.
¿Existe hoy algún libro de texto de historia universal para la enseñanza secundaria en español realmente bueno, no infectado por el prejuicio anticatólico? Si no, habría que escribir o traducir uno, y difundirlo lo más ampliamente que se pueda.
Fraternalmente,
Daniel
Y por si no se fían de mi experiencia, vayamos a los frutos: miren ustedes lo que ha salido de los colegios y universidades católicas en los últimos cincuenta años.
Me enseñaron que las relaciones sexuales mientras hay amor todo vale, tengo charlas de educacion sexual desde los 10 años vi peliculas deshonestas en mi casa y en la escuela... me case y apoyo la familia tradicional.
Me enseñaron a odiar a la iglesia en la escuela, en la universidad, todo mi entorno estaba sumergido en el indeferentismo religioso, la supersticion y la perversion... pero igual llegue a la misa tridentina.
Me pregunto que fue lo que me saco de tantas mentiras y errores, el santo rosario! Que me lo enseño una monja que me dio catequesis solo dos años en mi infancia y cambio todo el rumbo de mi existencia.
No podemos luchar por el momento ni politicamente, ni cultural, ni economicamente, ni militarmente, pero todavia podemos rezar el santo rosario y rogar por nuestra salvacion, Dios no nos va abandonar en estos tiempos de tinieblas.
Hay que abandonar la falsa iglesia apóstata. Cuando más lejos de ellos, mejor.
"¿Existe hoy algún libro de texto de historia universal para la enseñanza secundaria en español realmente bueno, no infectado por el prejuicio anticatólico?"
No lo sé. Pero es probable que los haya. Que lo digan los expertos docentes del blog. A mi entender, mejor aún sería que los chicos leyeran buenos libros de historia, en lugar de un mero libro de texto. Libros como los de Luis Suárez, Orlandis, Regine Pernoud, Gaxotte, Belloc, Dumont, de la Cierva, Moa, Christopher Dawson, Menéndez Pelayo, Eamon Duffy, Duchesne, Daniel Rops, Walsh y un larguísimo etcétera.
"La escuela católica está tomada desde hace muchísimo tiempo por lo peor del modernismo eclesiástico y por el liberalismo securalista y laicista más atroz y anticristiano. La mayoría de los profesores de los colegios católicos no son católicos"
Sí, es terrible. Por alguna razón, la enseñanza ha sido uno de los sectores más vulnerables a la confusion posmoderna y modernista. Difícilmente podría haberse elegido un punto más crucial, porque el resultado ha sido educar a dos generaciones ya en el odio a la Iglesia y el pensamiento débil.
Que yo sepa, la Baja Edad Media no es su inicio, como usted ha puesto (con las invasiones bárbaras), sino su final.
Se lo pongo de Wikipedia: "La Baja Edad Media constituye el último periodo de la Edad Media y comprende los siglos XIV y XV —aunque algunos historiadores sitúan su comienzo en el siglo XI negando la existencia del periodo de la Plena Edad Media (siglos XI al XIII)—.[1] Estuvo marcada por la crisis desencadenada por el impacto de la Peste Negra iniciada en 1348 y que redujo la población europea a menos de la mitad"
Con mi oración por usted y su familia. Y deseando que pueda seguir haciendo este servicio que a mí también ayuda. Dios le bendiga.
Una de las mas aberrantes de las leyendas negras fue contra el mejor y mas justo tribunal de su época y probablemente de toda la historia: "Inquisición".
Su nombre viene de inquirir, que además de cuestionar significa "1. tr. Indagar, averiguar o examinar cuidadosamente algo."
Su principal objetivo fue encontrar herejías tales como la judaizante, esto es, falsos conversos. Pero incluso juzgó pecados contra natura, como por ejemplo, los pervertidores de menores.
En mis tiempos se estudiaba con enciclopedia, y ésta era sucinta, lo que obligaba al profesor a desarrollar el tema con clases magistrales, por lo cual la comprensión dependía mucho más de la capacidad del maestro para comunicar que del mismo texto que era solo una guía de cosas fundamentales.
Aunque parezca raro las enciclopedias eran mucho menos ideológicas y se ceñían a los hechos. A partir de los 10 años hacíamos el ingreso a Bachiller Elemental-yo lo hice con 11 por perder un año en un traslado a otra población-y a partir de ahí cada asignatura tenía su libro de texto. Así que de 11 a 14 años hacíamos el bachiller elemental seguido de una reválida (recuerdo que a esa edad en Literatura me tocó Boccaccio y el Renacimiento italiano y había una pregunta al final en la que preguntaban por el primer poeta renacentista en lengua española, que, naturalmente, fue Garcilaso de la Vega). Si aprobábamos la reválida pasábamos a bachiller superior, que solo tenía dos años, seguido de otra reválida que ya daba paso a los estudios universitarios. Había gente que se quedaba atascada en las reválidas, tenía que repetirlas y acababa más tarde. Los exámenes con frecuencia eran orales y yo recuerdo que esto me suponían un trauma, no porque me quedara sin palabras sino porque después, y a causa de mi perfeccionismo, empezaba a acordarme de lo que se me había olvidado, y me enfermaba creyendo que me iban a suspender.
En Ingreso, con 11 años, me preguntaron quién había dado la primera vuelta al mundo y yo me eché a llorar porque empecé a contar el viaje de Hernando de Magallanes y dije Fernando (o al revés), a lo que el catedrático me contestó que daba lo mismo, pero no fue mucho consuelo para mi. Y sí, habéis oído bien, eran catedráticos de instituto los examinadores porque entrábamos en bachiller aunque tuviéramos 11 años. Uno de los del Instituto de Ceuta era D. José Fradejas Lebrero, un medievalista que tiene entrada en la Wikipedia: "José Fradejas Lebrero (Algodre (Zamora), 28 de mayo de 1924 – Madrid, 16 de diciembre de 20101) fue un filólogo español, padre del asimismo profesor y catedrático de Filología Románica de la Universidad de Valladolid, José Manuel Fradejas Rueda." Y con once años delante de este señor daba cosa examinarse ya que a mi amiga Amalín se la lió parda por decir Latinoamérica en lugar de Hispanoamérica, aunque mi amiga era guerrera y le contestó: "No me riña usted a mi porque soy una niña y, como comprenderá no puedo haberme inventado el término". Yo que estaba escuchando esperando mi turno pensé: "¡Cállate, Amalín, cállate, que te van a suspender!". No la suspendió porque Amalín era mucha Amalín y el catedrático lo sabía por las contestaciones que le daba.
Aquello era muy serio, pero que muy serio.
A mí me impresiona que todas las veces que la Santísima Virgen ha venido a la tierra para avisarnos y guiarnos, siempre se centre en pedir que recemos el rosario. Yo he crecido rezando el rosario en mi familia, y desde que me casé, con mi marido y nuestros hijos. Y creo que conservamos la fe gracias a eso.
Creo que es importante también orientar las lecturas, propias y de los hijos, pero lo esencial es mantener la unión con Dios. La oración. Y como oración del pueblo cristiano, el rosario es insuperable, por su profundidad y sencillez.
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Bien visto, lo cambio.
P.S. No recuerdo que aquella intervención suya me pareciera mal en ningún sentido. Simplemente corrigió algo que usted pensó que decía el artículo, pero en realidad no lo decía. En este caso, ha corregido algo que en efecto estaba mal en el artículo y se lo agradezco. Y, por supuesto, agradezco también las oraciones, de las que estoy muy necesitado.
Si hacemos una relación directamente proporcional, la mayoría de los que dicen ser católicos, no lo son. Luego la mayoría de los sacerdotes católicos, tampoco lo son. Ni la mayoría de los obispos.
Sálvese quien pueda.
¿Estos son los frutos de la primavera eclesial de mediados del siglo pasado? Nos han tomado por tontos.
"Si hacemos una relación directamente proporcional"
Bueno, creo que la proporción no se sostendría estadísticamente hablando, porque no son grupos tomados al azar, sino seleccionados.
En cualquier caso, es indudable que hay sacerdotes y también obispos que no son católicos. La frecuencia con que nos los encontremos dependerá de muchas variables, como el país y, sobre todo, la selección que nosotros hagamos. Yo tiendo a buscar los sacerdotes buenos, así que la proporción de sacerdotes sin fe que me encuentro es mucho menor, gracias a Dios.
"¿Estos son los frutos de la primavera eclesial de mediados del siglo pasado? Nos han tomado por tontos"
Yo diría que nadie cree ya en esa supuesta "primavera", más allá de un puñado de progres nostálgicos de los sesenta, e incluso ellos creen en la primavera como un asunto de "fe progresista", que hay que "creer sin ver".
Y que no se olvide nunca que la tipología griega de la Complutense era muy superior al del nuevo testamento de Erasmo, por cuya causa estuvo esperando años el sueño de los justos, papa mediante. Erasmo, sin embargo, es el moderno y bueno. Miserables por ignorantes (y por malvados).
""Por alguna razón", no, querido Bruno: la educación ha sido objetivo directo de la labor de zapa para el marxismo cultural"
Sí. Es indudable que, por ejemplo en la universidad (al igual que en varias organizaciones católicas), hubo una labor intencionada de infiltración. En otros lugares, en cambio, nadie se infiltró y, sin embargo, la conversión se produjo igualmente o incluso más deprisa. Por ejemplo, en el colegio de las Reverendas Madres de Nosecuantos y Nosequemás nadie se molestó en infiltrarse y, sin embargo, ellas mismas abrieron las puertas a todo tipo de profesores que nada tenían de católicos y que enseñaban allí simplemente por el sueldo, como podían haber enseñado en cualquier otro sitio.
No es simplemente que nos vencieran, es que nos rendimos. Hubo conquistas del enemigo, pero la mayoría de las veces no necesitaron conquistar nada. Nosotros mismos tiramos abajo las murallas para construir puentes por los que pudieran invadirnos más fácilmente. Y no hablo de la inmigración, sino del terreno de la fe y las ideas.
Pero eh. Que los que desprecian la razón son los católicos.
"Bruno: En la escuela, al menos en la Primaria, no se pueden utilizar los libros que citas, se necesita un libro de texto y todos son muy malos sin importar si es una editorial católica o no. Ese es el problema."
Bueno, la pregunta de Daniel era sobre la enseñanza secundaria. Para la primaria, hay otros libros que pueden leerse. Por ejemplo, acabo de comprar la Historia de España para Niños de Ricardo de la Cierva, para ver si puedo leérsela a mis hijos. Todavía no puedo dar mi opinión porque acabo de empezarla, pero tiene buena pinta.
Los libros de texto, como dices, suelen ser bastante o muy malos, pero es que además son un tipo muy específico de libros que después de la universidad o el colegio no se vuelven a leer. En ese sentido, me parece que sería mejor iniciar lo antes posible con los niños un camino que luego pueda continuar toda la vida de lectura de buenos libros que no sean de texto, completándolo, como dices, con las enseñanzas del profesor.
No quiero dar muchos detalles, porque estoy en contacto con la profesora y tengo la esperanza de que se dé cuenta de que ha metido la pata. No es un libro de texto, sino materiales digitales que ha comprado el colegio para distribuir a los alumnos y sustituir a las clases de historia durante la cuarentena. Incluyen exámenes sobre esos materiales. Con una pregunta, por ejemplo, sobre cómo enseñaba la Iglesia que era la Tierra (respuesta esperada: plana).
Casi me echo a llorar. "
Si eso se enseña en un colegio supuestamente catòlico. No me quiero imaginar lo que se enseñara en uno pùblico. San Marcelino de Champagnat ruega por nosotros.
Por mucho que se aporten datos, fuentes fidedignas y bibliografía, no se puede competir con la atmósfera "cultural" que no sólo respiramos, sino que nos la meten por vía intravenosa, cuyo ejemplo sería la profunda reflexión de Homer Simpson: "Si esto fuera verdad ya lo habría dicho la tele".
Sé de quien por requirimiento estuvo un mes preparando una charla sobre el riquísimo siglo XIII en Europa, y tras muchas lecturas y reflexiones, en su resumen oyó la voz de quien no había leído un libro en su vida, que respondió con el inapelable argumento: "Para mí, no"
No importa. Somos españoles y por ende quijotescos. Si añadimos que somos católicos, esto ya hace bizquear al que nos mira con desconfianza.
Frente al vacio sigamos hablando y escribiendo. En palabras del poeta vasco Blas de Otero:
"Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó no ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra."
Desgraciadamente, no me extraña. El virus está en todas partes. Y el gran problema es que los infectados no quieren curarse, sino que prefieren llamar "salud" a la enfermedad y así se contentan. Además, por alguna razón, la obsesión predominante de gran parte de los obispos es impedir que nadie tome medidas contra el contagio.
Todas estas ideas son cargas de profundidad que explotarán cuando esos niños se hagan un poco mayores y empiecen a tener dudas de fe. Tu hija, en este caso, ha tenido suerte de que tú le explicaras la verdad y extirparas la cizaña nada más brotar, pero sus compañeros tienen esa cizaña sembrada en su cabeza y, antes o después, dará sus frutos.
"...acabo de repasar con mi hija de 11 años, que estudia en un colegio cuya dirección espiritual está encomendada al Opus Dei."
Es que el Opus de antes es muy distinto al de hoy. La disolución eclesial modernista también les ha corroído el chasis. Es un ácido tan fuerte (se le escurre a satanás por el trasero), que pocos sobreviven a su acción.
Si eso se enseña en un colegio supuestamente catòlico. No me quiero imaginar lo que se enseñara en uno pùblico
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Ya estamo, Miguel Hinojosa. Ya tardaba en aparecer el temita.
Mire usted arriba lo que dice nada menos que LF, por ejemplo.
Mis hermanos y yo estudiamos en colegios católicos. Y en los años 60 y 70 ya eran así las cosas. Pero no un poquito: exageradamente seculares, mundanos, y además con monjas medio hippies, capellanes rojillos, etc etc etc
Pero en un centro público no se "contrata" a los profesores. Se seleccionan en una oposición pública, con fase de concurso público, con un baremo objetivo público, con criterios públicos de mérito y capacidad, en exámenes públicos. Y en ninguna fase del procedimiento de selección se pregunta por la ideología del candidato. La consecuencia es lógica: hay profesores de derechas, de izquierdas, creyentes católicos, ateos, protestantes, agnósticos, guapos y feos, altos y bajos... porque nada de eso cuenta en la selección.
Y además, al ser funcionarios, propietarios de sus plazas independientemente de quién mande, son libres, y nadie puede amenazarlos, presionarlos, ni imponerles una línea ideológica ni pedagógica. Por otra parte, un centro público no tiene ideario.
Por eso, para nuestros hijos, pudiendo elegir, y procediendo nosotros de colegios católicos, ni lo dudamos: la escuela pública. Para nuestros hijos, lo mejor.
Por cierto, Bruno:
por encima del libro de texto está el profe. Me he pasado la vida corrigiendo y desdiciendo con mis alumnos el contenido del libro de texto. Hace años que casi no los usamos pero la inspección directamente nos ha prohibido (Madrid) no tener un libro de texto de referencia. Y todos son bastante penosos
Bolita: nº 42: "El Romanticismo".
-Empiece cuando quiera, señorita.
No seré yo quien niegue que el mejor profesorado está en la pública, pero vaya si se ponían las pilas los coles privados con tanto examen externo, para dar la talla. Lo cual tampoco tenía demasiado mérito puesto que la selección de alumnado se consideraba normal.
(Sigue habiendo bachillerato libre)
Me tomo la osadía de responderle antes que Bruno.
El pensamiento débil es un cocidito madrileño sin garbanzos ni carne de cerdo. Es un líquido en cuya concentrada observación puede ver un mandala,o un símbolo de energía cósmica que no va a molestar a nadie;
Una intentona de comunicar con frases vacías el deseo tan común de intentar encerrar el infinito misterio de nuestras vidas en una caja de zapatos.
Esto a nuestros políticos les gusta y por ello lo subvenciona.
La expresión "pensamiento débil" se utiliza de dos maneras.
Una para lamentar que, a base de relativismo (tanto de la moral como del conocimiento), positivismo jurídico, idolatría de la democracia, evolucionismo filosófico, desprecio del pasado, antimetafísica, materialismo y universalización de la actitud adolescente, la posmodernidad ha acabado por ser incapaz de pensar. Básicamente solo siente. El intelecto se ha atrofiado y debilitado hasta el extremo, por haber aserrado la rama en que estaba sentado, es decir, por haber prescindido de los cimientos de Dios, la razón, la verdad absoluta, el bien inmutable, la ley natural, etc. Sin todo eso, el pensamiento posmoderno es pensamiento débil, sin fuerzas para alcanzar la verdad, de modo que el acto de pensar se ha convertido, para la mayoría de la gente (incluidos o especialmente los intelectuales) casi únicamente en un barniz justificativo de los propios anhelos, instintos, apetencias, ansias de poder o pulsiones sexuales. Por eso el verdadero diálogo o disputatio en sentido escolástico se ha vuelto prácticamente imposible. Si dos personas desean cosas completamente distintas, no tienen nada más en común que les permita entenderse. Es decir, como decía Haddock, pensamiento sin pensamiento o cocido sin garbanzos ni carne.
La segunda manera en que se utiliza la expresión es por parte de algunos posmodernos, especialmente Vattimo (el inventor del término), que en realidad dicen lo mismo pero orgullosamente y muy satisfechos de esa debilidad de su pensamiento, pretendiendo que es un signo de más apertura, libertad, democracia, etc. Esta escuela o denominación en sentido elogioso no ha hecho fortuna, porque el nombrecito deja muy clara su propia inutilidad y eso no gusta. Los demás prefieren seguir pensando débilmente pero llamar a eso fortaleza o misericordia, que queda mejor.
Bueno en cuanto a lo de no pensar y sólo sentir, ahora me explico el terror que provoca el "bichito" del Corona en la gente que hace pensar en la muerte.
«Por eso el verdadero diálogo o disputatio en sentido escolástico se ha vuelto prácticamente imposible. Si dos personas desean cosas completamente distintas, no tienen nada más en común que les permita entenderse.»
Sí, nos encontramos en una crisis cultural, ya no está presente ese "líquido amniótico" en el que el cristiano se tiene que nutrir, según el decir de Juan Manuel de Prada, de los clásicos de la literatura, y más generalmente de las siete artes liberales. Las tres "solas" del protestantismo han secado la cultura humana, y la han envilecido, o en el mejor de los casos, caricaturizado.
« Los demás prefieren seguir pensando débilmente pero llamar a eso fortaleza o misericordia, que queda mejor.»
Misericordia es una palabra demasiado cristiana, Los posmodernos prefieren la palabra "empatía". Y fortaleza es una palabra muy aristotélico-hetero-patriarcal, prefieren "libertad", "tolerancia" y "unidad".
Imagina en los colegios públicos...
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Jaja, que no te pille Yolanda por banda.
Supongo que algo parecido les ocurriría a los esclavos cristianos con respecto a los que no lo eran. Lo mismo que en Jesucristo se daba la máxima humildad con una seguridad que solo podía tener Él, sus discípulos repiten el modelo porque, pobres o ricos son hijos de Dios, y eso ya conlleva la máxima dignidad. Es muy difícil de entender para los que no son católicos, pero es admirable ser nieta de un obrero revestido de este tipo de fortaleza que le venía de Dios.
Pues: siempre se me recordaba qué y cómo:
"A responsabilidad de conocimiento incumbía siempre la responsabilidad en el obrar".
De aquí que: "Detrás de este conoronavis19, en justa causa, al mundo entero vendrá otra señal, a todas luces que del cielo de Dios procederá, y que nadie podrá negar".
A quien ayer le dio por llamarse Makabusa no le entro al trapo. Eso no lo soporta.
Y es que desde que los Padres verdaderamente Católicos, no deberían celebrarle a los hijos, los diplomas que pudieran obtener cada fin de año de esa educación basura.......... sino que deberían celebrarle cada año, que a pesar de esa educación basura, siguen firmes y digno, creciendo en fe Católica.
Este debería ser el primer paso que ayudaría al muchacho a no confundirse y tener las cosas cristalinas:
¿De qué vale el aplauso y ganar el mundo y ser el primero si pierdo la Vida Eterna???
Pero si el muchacho se ve que los Padres Católicos, se les cae la baba por sus calificaciones aún cuando cada año son más pagamos.........
Con total descaro trataban mil años de historia en el resto del libro y otros mil en 4 páginas.
Aunque viendo lo que traes casi que tuve suerte. Se limitaron a "fue terrible" y "no hay nada que contar".
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