Cajas de seguridad
El otro día, vi una película en la que uno de los personajes abría su caja de seguridad del banco, porque había guardado en ella algunas joyas y otras cosas valiosas que tenían que ver con la trama de la película. Cuando pasó la escena, me quedé pensando en la caja de seguridad. Nunca he tenido una caja de ese tipo, pero ¿qué metería en ella si la tuviera?
Después de pensarlo un rato, llegué a la desalentadora conclusión de que no tengo absolutamente nada que pueda guardar en una caja de seguridad. Es curioso darse cuenta de que, después de años y años, uno no ha acumulado nada valioso. Paradójicamente, sin embargo, mi sensación principal fue de alivio y libertad.
A fin de cuentas, las cadenas de oro no dejan de ser cadenas. Si no tienes grandes bienes materiales que te aten, tampoco pueden causarte preocupaciones y angustia. Si Dios quiere, basta con lo necesario y con poder trabajar con tranquilidad para ganarse el pan. Como he dicho otras veces, hay una gran felicidad en las pequeñas cosas. Así, sin grandes bienes, nació también InfoCatólica y así ha subsistido estos años: en precario y dependiendo de la Providencia y de la generosidad de sus lectores, para la gloria de Dios.
Las cosas que verdaderamente importan no se pueden guardar en una caja de seguridad. Ante los problemas de todo tipo, las complicaciones políticas y las contrariedades de la vida, los cristianos podemos alegrarnos aliviados, al recordar que nuestra patria está en en el cielo. Allí es donde se encuentran nuestros tesoros, donde ni la polilla ni el óxido corroen y donde no hay ladrones que roben ni cajas de seguridad. Por eso somos libres, porque donde esté tu tesoro allí estará también tu corazón.
Qué bueno ha sido Dios con nosotros.
58 comentarios
Por eso los ricos avaros, conocidos también como burgueses, odian a la Iglesia. Y quienes se presentan falsamente como la solución a la avaricia de los ricos, la odian más aún, señal clarísima de que son una solución falsa.
En el mundo pagano la Iglesia creció y creció sin pausa, pero desde que los ricos avaros tomaron el poder -luego de la Reforma y de la Francesada-, la Iglesia no ha parado de achicarse, señal clara de lo peligrosos que son para para las almas.
Este señor no puede ser tan tonto como para no saber lo que está diciendo, por lo que sus palabras son mendaces. La opción de San Francisco de Asís, como la de San Pacomio o la de los estilitas son opciones siempre minoritarias-radicales- porque, si bien todos ellos eran pobres, ninguno de ellos estaba en situación de ayudar a los pobres, que es lo que ahora se estila. Si nadie tiene nada que dar no se puede ayudar a los pobres, solo se puede compartir con ellos la pobreza, que es lo que hizo San Francisco. ¿Realmente es ese el modelo de los buenistas? Mienten como ladrones. Ese modelo es único para algunas personas pertenecientes a la Iglesia, que se hicieron pobres de solemnidad, y fuera de ella tal modelo no existe.
A todas esas ONGs que ponen los anuncios en TV pidiendo dinero San Simón el Estilita solo habría podido darles oraciones, pero no es eso lo que piden. Es bueno que algunos cristianos tengamos algo, por poco que sea, para poder ayudar. Además, al no desprendernos de todo, mantenemos la tensión entre nuestros intereses y el de nuestros hermanos, cosa que en una renuncia total se hace de una sola vez y conlleva o el monacato o la mendicidad. San Roque, mismamente, se desprendió de toda su herencia y se lanzó a predicar por los caminos con un bastón, y luego le siguió un perro. Ya en tiempos de los apóstoles había cristianos de un modelo y del otro.
"José Antonio Marina decía que la Iglesia había preferido seguir el camino del Papa Gregorio más que el de Francisco de Asís"
Hasta donde puedo ver, es una afirmación de una ignorancia asombrosa. Precisamente, San Gregorio Magno fue de familia rica y noble pero lo dejó todo para hacerse un humilde monje de San Benito. Lo eligieron Papa contra su voluntad. Y basta leer su Regla Pastoral para ver que tenía en común con el Santo de Asís (y con el de Aniano) el deseo de humildad, de hacerse pequeño entre los pequeños.
"Por eso los ricos avaros, conocidos también como burgueses, odian a la Iglesia..."
Je, je. Últimamente he estado leyendo a León Bloy y todo lo que digas en ese sentido siempre parecerá suave y moderado al lado de lo que dice él sobre los burgueses.
A mi entender, no conviene tomar las afirmaciones de Bloy como si fueran silogismos. Él fue, en cierto modo, la encarnación de uno de los elementos de la parábola de la casa construida sobre roca o sobre arena: una suerte de un huracán, que arrollaba todo lo que no estuviera construido sobre la roca de Cristo, movido por el ímpetu irrefrenable del amor a Dios. A mi juicio, fue lo que quizá habría podido ser Lutero si hubiera permanecido católico.
"Yo no le haría ascos a un ático cardenalicio con sus dos o tres monjas y un sacerdote secretario. Un buen coche, por supuesto. Nada de preocupaciones ni cuentas de seguridad. Vida austera"
Je, je. Siguiendo el benemérito ejemplo del cardenal Grasone ese de la Caverna.
La mentalidad burguesa era una cosa y el dinero otra. Había mucho pobre con mentalidad burguesa-pobres vergonzantes, que decía mi abuela-y mucho aristócrata y artista con otro tipo de mentalidad. Le he dado muchas vueltas y nunca he sabido discernir bien entre el amplio abanico de pobres ricos y las distintas clases sociales.
Ja, ja. Por eso he dicho "lo que podría haber sido Lutero" y no "lo que fue Lutero". Al abandonar la Iglesia Católica, Lutero abandonó con ella los frenos que sujetaban el huracán y lo ordenaban hacia la voluntad de Dios. Desde su apostasía, Lutero se dedicó a hacer, arrolladoramente, su propia voluntad (por eso la castidad, la pobreza y la obediencia, entre otras muchas cosas, dejaron de tener sentido para él, porque chocaban con su omnímoda y desbocada voluntad).
La diferencia entre un huracán arrollador que se sujeta a la Voluntad de Dios (Bloy) y un huracán arrollador que no se sujeta a nada que no sea su propia voluntad (Lutero) es, exactamente, la distancia que hay entre el cielo y el infierno.
Dicho esto, añado que si tuviera una cámara de seguridad encerraría en ella mis madelmans, mi colección de Tintín y algunos otros libros. Quizá también alguna lata de cocido madrileño que tanto me gusta y algo de vino.
Pero hete aquí, que a veces siento que no tendré nunca cámara de seguridad, que no seré propietario sino objeto, que inexplicablemente Alguien me quiere guardar, preservar, proteger y como voy envejeciendo tan mal, me da por llorar.
Dice Daniel Iglesias en el último artículo de su blog que los marxistas, tan pretendidamente "antiburgueses" ellos, son una falsa oposición a los burgueses y tiene razón, pues han caído en las mismas tres tentaciones que sus odiados burgueses, y me temo que con mayor radicalismo.
En el otro lado los Wittgenstein, hijos de un riquísimo industrial vienés, se apuntaron voluntarios para luchar con el Imperio Austrohúngaro, tanto el matemático como el pianista. El último perdió su brazo derecho luchando contra los cosacos y pretendía dirigir las cargas de caballería con un solo brazo. Los amigos estudiantes de Edith Stein cayeron como moscas en el frente alemán. Así que algo de fibra tenían, eso no se puede poner en duda. Dudo mucho que hoy en día se encuentre gente con semejante patriotismo.
En cambio los burgueses yankis, que contaban con abundante inmigración que venía a "hacerse la América" o simplemente a salvarse de la hambruna, mandaban a los inmigrantes como carne de cañón, al punto que se dice que a México la guerra se la ganaron con los irlandeses que ansiaban la ciudadanía.
La defensa de la nación podría estar comprendida en la educación que recibían, que solía ser bastante estricta. Son las paradojas de la historia que nunca es simple.
El hecho de que hijos de aristócratas, banqueros, junkers prusianos y demás burgueses de alta cuna regaran con su sangre los campos de Francia y Bélgica no puedes explicarlo apelando al dinero o a las cajas fuertes, tiene que haber alguna otra explicación. Quizá el orgullo, o el concepto de dignidad, pero no el dinero.
Y a la cultura no la amasan los hijos, sino los padres.
Y es la cultura la que te dice por lo que vale la pena vivir y morir.
Y la cultura depende de la la filosofía, y ésta de la religión.
Un ejemplo de la cultura inglesa: cuando en 1806 invadieron Buenos Aires y tomaron el fuerte de la ciudad, lo primero que dispusieron fue apropiarse del tesoro público que estaba en Luján. Lo cargaron en barco y al bajarlo en Londres, iniciaron una especie de procesión hasta el Banco de Inglaterra con el producto de su pillaje, como si llevaran al Ssimo. o a la carroza de una cofradía en Semana Santa.
Al imperio protestante no lo pudieron destruir del todo y renació de sus cenizas.
Al imperio de los zares no se lo destruyó militarmente, lo cual era formalmente imposible ya integraba la Triple Entente, aliada a los masones, sino mediante la infiltración comunista, con la cual luego de la IIGM se repartieron el mundo.
(Sí Bruno, sé que me he desviado del tema, ya no seguiré este hilo, si quieres lo borras.)
Las cajas de seguridad son buenas para los ladrones corrientes, pero no protegen nada frente a los gubernamentales; es más, les facilitan las cosas.
Numerosos hijos de inmigrantes franceses , aristócratas , burgueses y agricultores , nacidos en Argentina , se alistaron en la Primera Guerra Mundial , y casi todos murieron por la Patria de sus padres .
En la segunda , muchos se enrolaron en el ejército Canadiense , pues Francia estaba ocupada .
En eso estoy con JCA, la caja de seguridad te la revienta Hacienda en un plis plas, a no ser que la tengas en una paraíso fiscal.
Así, puede haber mentalidades burguesas en gente pobre y en gente muy rica, aunque sólo éstas son consideradas burgueses en el sentido corriente. Pero yo entiendo que en rigor es más burgués el que cocina una pizza apuntando a tener a cualquier costo una cadena con la cual conseguir prestigio y poder, que quien por diversas circunstancias se encuentra de pronto con mucho dinero.
Aclaración …Me parece que en Francés , " bourgeois " no tiene el sentido peyorativo que tiene "burgués " en Español .
De eso se acusaba a los burgueses: de carecer de conocimientos en profundidad y de no apreciar el arte. En los libros de la primera mitad del siglo XX aparece mucho: "Ése es un filisteo", pero ya es un arcaísmo. Ignoro por qué cargaban a los filisteos con ese sambenito. Y era filisteo en todos los idiomas. Es decir: estaban cargados de dinero, pero no eran aristócratas.
- El concepto de burgués en León Bloy es en esencia teológico y no meramente económico.
- Creo que si a esos estudiantes de Oxford y Cambridge les hubieran dicho que eran burgueses se habrían quedado asombrados. Ellos se consideraban a sí mismos "caballeros", que era algo muy diferente y no estaba vinculado esencialmente al dinero. Un poco, mutatis mutandis, al estilo de los hidalgos del siglo de Oro español. Precisamente la Primera Guerra Mundial supuso el pistoletazo de salida de la destrucción de esa clase social, por diversas razones en las que no vamos a entrar.
- En la guerra entre México y Estados Unidos, los irlandeses formaron un batallón para unirse al ejército mexicano, los San Patricios, que se distinguió por su valor en varias batallas.
"lamento que mis comentarios al lado de sus escritos sean manifestaciones de señorita victoriana con problemas de estreñimiento"
En comparación con Bloy, todos parecemos damiselas.
"Dicho esto, añado que si tuviera una cámara de seguridad encerraría en ella mis madelmans, mi colección de Tintín y algunos otros libros. Quizá también alguna lata de cocido madrileño que tanto me gusta y algo de vino"
Es decir, las cosas pequeñas que nadie querría robar.
"Pero hete aquí, que a veces siento que no tendré nunca cámara de seguridad, que no seré propietario sino objeto, que inexplicablemente Alguien me quiere guardar, preservar, proteger y como voy envejeciendo tan mal, me da por llorar"
Y que además nos dijo "todo es vuestro, vosotros de Cristo y cristo de Dios".
Mis alumnos reaccionaron a la parábola del Tesoro Escondido preguntándome si podía garantizar que aquel tesoro merecía la venta del coche, la casa, la consola, el ordenador, el lavavajillas, el frigorífico...¡ y solo tenían 9 años! a su edad, aunque me lo tomara literalmente, yo no habría preguntado nada porque en aquella época un tesoro era algo magnífico en si mismo.
Se me ocurre que un argentino podría escribir un artículo muy interesante sobre los paralelismos entre la situación de la Argentina en las últimas décadas y la situación de la Iglesia en las últimas décadas. Inflación magisterial, devaluación doctrinal, inseguridad, populismos, derroche de activos acumulados... Sería muy revelador. Es posible que el hecho de que tengamos precisamente ahora el primer Sumo Pontífice argentino sea un signo de los tiempos (en el sentido más escatológico del término).
"Mis alumnos reaccionaron a la parábola del Tesoro Escondido preguntándome si podía garantizar que aquel tesoro merecía la venta del coche, la casa, la consola, el ordenador, el lavavajillas, el frigorífico...¡ y solo tenían 9 años! a su edad, aunque me lo tomara literalmente, yo no habría preguntado nada porque en aquella época un tesoro era algo magnífico en si mismo."
Interesantísimo. Unido a lo que decía ayer el cardenal Eijk sobre el bienestar y el cierre de Iglesias, ¿podría ser que viviéramos, por primera vez, en una sociedad de ricos, de camellos que no consiguen pasar por el ojo de aguja que lleva al Reino de los Cielos?
También me sorprendió el día que les mandé escoger entre cuatro tipo de gatos: el doméstico, el gato de un barco, el de un granjero y el gato callejero y hacer una redacción sobre ello. El 75% de la clase escogió al gato doméstico por las siguientes razones.
1) Seguridad
2) Confort
3) Comida suficiente
4) Mimos
Si unimos una cosa con la otra nos encontramos con un modelo que, desde luego, no es el de un misionero, un héroe o un idealista.
Es difícil ahora que una persona decida hacer frente a una emergencia por si sola sin recurrir a ayudas. Recuerdo la de veces que tuve que oír yo que no tenía por qué hacerme cargo de mi madre sin ayudas de ninguna clase, que para eso estaban los servicios sociales y nadie entendió que yo había echado las cuentas de mis pequeños recursos y podía hacerlo sola y que consideraba que las ayudas sociales debían prestarse a casos más urgentes que el mío. Era mi contribución a la sociedad, pero me fue imposible que comprendieran una cosa tan sencilla, para ellos no tenía sentido.
1) El no a la usura. Los beneficios oscuros de prebendas, aprovechar información confidencial o réditos abusivos no es católico (aunque haya en la curia quién lo haga).
2) El aprovecharse de ayudas sociales, si uno puede pagarlas, aunque sea descendiendo drásticamente el contenido de tu caja fuerte, no es católico.
3) La huída del trabajo y la holgazanería no es católico (ver San Pablo y su contundente: "El que no trabaje que no coma" o la Didaché).
El católico auténtico acepta la ayuda cuando, objetivamente, no puede solucionar el problema por si mismo, aplastando el orgullo, pero nunca si su situación le permite afrontarlo con dignidad. El discernimiento de cuando se da una situación u otra es absolutamente necesario.
Así como no se puede discernir sobre el pecado, porque éste ya está establecido y debemos aceptarlo porque todos somos pecadores, sí es necesario el discernimiento sobre las situaciones personales de necesidad (virtud de la Prudencia) teniendo siempre en cuenta la Providencia Divina. ¿Es difícil? Lo es, pero con una verdadera formación cristiana es posible calibrar en qué situación nos encontramos.
Yo debo agradecer a mi familia la ayuda que me prestó en ese sentido porque de ellos heredé el sentido católico de propiedad, justicia y caridad. No puedo decir lo mismo de ciertos sacerdotes, lamentablemente, pero sí de otros que, con su ejemplo, ayudaron a clarificar ese punto.
El sentido cambio en la revolución francesa , es el que le da Léon Bloy , y después tomo el sentido marxista .
Y hoy se considera en algunos países como mala palabra
Hay países adonde el liberalismo ha calado tan hondo, que eso se ve como normal y aceptable, ya que el liberalismno es la doctrina de los burgueses, y los burgueses son el fruto del liberalismo. Por ejemplo en aquéllos países adonde se ha difundido el calvinismo, que ve en la prosperidad material una bendición de Dios que anticipa la salvación eterna. Pero en los países hispánicos aún se resiste al liberalismo y por lo tanto, hay una tendencia cultural de rechazo al burgués.
Muy feliz nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero y fuente de todo amor y todo bien.
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