Antonin Scalia, católico y juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos
El sábado pasado murió D. Antonin Scalia, juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, hijo de inmigrantes sicilianos, católico y padre de nueve hijos, uno de ellos sacerdote. La noticia ha pasado sin pena ni gloria por la mayoría de los medios de lengua española, pero tiene una gran relevancia. A diferencia de lo que sucede en España, en Norteamérica, el puesto de miembro del Tribunal Supremo (equivalente a grandes rasgos a nuestro Tribunal Constitucional) es importantísimo, porque es vitalicio. En ese sentido, los jueces del Tribunal Supremo estadounidense pueden constituir un verdadero tercer poder judicial estable, que haga de contrapeso al ejecutivo y al legislativo.
El fallecimiento inesperado del juez Scalia ha revolucionado el escenario político norteamericano, porque deja una vacante que el Presidente Obama intentará llenar (si el Senado le deja), cambiando por completo la orientación del Tribunal Supremo para muchos años. De hecho, la BBC escribió que la muerte de Scalia “podría definir el destino político de los Estados Unidos".
Es de suponer que, si el Presidente Obama consiguiera nombrar a un nuevo juez para el Tribunal, su candidato ideal sería alguien opuesto en todos los sentidos a Scalia. El juez Antonin Scalia era, en efecto, el principal defensor de la cordura, el sentido común y la independencia judicial en un Tribunal Supremo politizado y convertido en una herramienta al servicio de la reingeniería social.
Para entender su trayectoria judicial, habría que hablar de su ferrea oposición a lo que se ha llamado el “activismo judicial”, es decir, la perniciosa nueva costumbre de los jueces de ir más allá de las leyes y crear de la nada nuevos “valores” y “principios” que les permiten, de hecho, legislar a su antojo sin ningún tipo de mandato para ello. Así es como, en Estados Unidos, los jueces introdujeron y blindaron el aborto al margen y en contra de las leyes del país en el famoso caso Roe vs. Wade, inventando un supuesto “derecho constitucional a la privacidad” que, por supuesto, no existe en la constitución norteamericana. Este activismo judicial, utilizado en muchas ocasiones posteriormente, muestra la determinación de introducir en el mundo occidental una nueva moral cueste lo que cueste: si lo aprueban los ciudadanos, muy bien, y si no lo aprueban, se eligen jueces que prescindan de la voluntad de los ciudadanos y el resultado final es el mismo.
También convendría mencionar su refrescante costumbre de llamar a las cosas por su nombre, sin eufemismos. Recientemente, cuando uno de los jueces “católicos” del Tribunal, el juez Kennedy, votó a favor de admitir los matrimonios del mismo sexo, Scalia calificó la confusísima justificación que Kennedy dio de su voto como “aforismos místicos propios de una galleta de la fortuna".
Analizar todo eso y mucho más que se podría decir sobre la labor del juez Antonin Scalia sería fascinante, pero creo que basta con una frase que pronunció hace tiempo y que, a mi juicio, resume perfectamente no sólo su propia vida, sino lo que se ha dado en llamar la cuestión de los católicos en la vida pública:
“Los cristianos sinceros están destinados a ser considerados tontos en la sociedad moderna. Somos tontos por Cristo. Debemos rezar y pedir valentía para soportar el desprecio del mundo sofisticado".
Antonin Scalia
Casi unánimemente, nuestros políticos, jueces y gobernantes “católicos” (y, desgraciadamente, buena parte de nuestros teólogos, obispos y cardenales) quieren ser considerados sabios con la sabiduría de este mundo. Desean aplausos, guiños y palmadas en la espalda, quieren salir en los periódicos y ser invitados a recepciones, conferencias y actos importantes. Nada temen más que ser llamados “radicales", “ultracatólicos", “antiguos", “pasados de moda", “intransigentes” y otra serie de epítetos que deberían ser más bien timbres de gloria. Si fueran sinceros, reconocerían que su modelo e ideal es Talleyrand y que no hay nada que les asuste más que ser “tontos por Cristo” (1Co 4,10), no sea que vayan a parecerse a otros “tontos” como San Pablo, San Atanasio, San Ambrosio, Santo Tomás Beckett o Santo Tomás Moro.
Hay que reconocer que, con contadísimas excepciones, un cristianismo sincero supone hoy una condena de muerte inmediata y sin apelación para cualquier carrera política o judicial, de manera que no es extraño que apenas haya verdaderos políticos y jueces católicos (y que, generalmente, los que lo son terminen expulsados o condenados). Resulta, pues, especialmente trágica la pérdida de un gran juez católico, que se mantuvo en la brecha contra viento y marea, combatiendo a los que quieren inhumanizar nuestra sociedad.
Descanse en paz. Que Dios perdone sus pecados y recompense sus virtudes, que al paraíso le lleven los ángeles, a su llegada le reciban los mártires y pueda entrar en la ciudad santa, Jerusalén.
42 comentarios
Agradezco una vez más esa capacidad inigualable que tiene de desprestigiar el modernismo, pero si llega a extremos tan ridículos, al final los lectores van a pensar que no es usted real, sino un invento del bloguero.
Fue voz discrepante que no admitía que el Tribunal pudiera conocer de los derechos de los presos de Guantánamo. De nuevo lo fue al no estar de acuerdo en conceder derecho de habrás corpus a detenido como combatiente, era partidario de la pena de muerte y dificultó los recursos de reclusos de cuya culpabilidad se dudaba. Acérrimo favorable del derecho a portar armas de fuego ¡incluso para personas condenadas y ya en libertad! Por no hablar de sus posturas en temas econòmicos y sociales, tan alejadas en el fondo de la doctrina social de la Igleisa.
En definitiva, lamentamos la pérdida de un ser humano honesto y brillante pero el cristianismo tiene mejores ejemplos a imitar. Será eso sí, un modelo para cierto sector político ideologizado mundanamente hacia ciertas posiciones militaristas, elitistas y poco consecuentes con algunos aspectos esenciales de los derechos humanos tal y como los entiende la Iglesia ( defensor, eso sí del derecho a la vida, eso sí hay que reconocérselo).
Antes de difamar a alguien, hay que pensárselo bien.
Un juez no impone sus opiniones desde el tribunal, sino que aplica la ley. Si según la ley, la base de Guantánamo, al ser territorio extranjero, estaba fuera de su jurisdicción, sostenerlo no era despreciar los derechos de los presos de Guantánamo, sino aplicar la legislación. Lo mismo sucede con los combatientes, que en principio no pueden beneficiarse del habeas corpus porque no están a disposición judicial, sino de las autoridades militares. Una cosa muy diferente es que resulta muy probable que Estados Unidos estuviera violando los tratados internacionales de Ginebra, etc. con Guantánamo y otras acciones de sus últimas guerras, pero eso no es lo que se estaba juzgando.
La pena de muerte es una posibilidad admitida por la Iglesia y conforme con las leyes norteamericanas. Y, de nuevo, un juez no es un legislador. Es increíble que tú precisamente desconozcas esa distinción, básica en Derecho.
El derecho a portar armas de fuego es un principio básico de la Constitución norteamericana. Se puede discutir sobre él, como es lógico, pero un juez debe tomarlo como premisa.
En cualquier caso, es llamativo que siempre acuses a los demás de "ideologías mundanas" cuando no he visto a nadie más politizado que tú. A nadie. Multitud de ateos, agnósticos, heterodoxos, católicos etc. han pasado por el blog, con todo tipo de posturas políticas, y nunca he visto a nadie más obsesionado con la política que tú y que tenga una manía más acusada de elevar sus peculiares opiniones políticas a dogma. Es muy curioso.
Yo, ciertamente, no he elogiado al juez Scalia por sus opiniones políticas, que seguramente en algunos casos compartiré y en otros no. En cambio, tú odias a muerte a cualquiera que discrepe políticamente de ti. Tú sabrás.
Por otra parte, tus insultos constantes (y cobardes, sin dar la cara) hacia los lectores de este blog sí que están lejos de la doctrina social de la Iglesia. Pero supongo que debe de ser un consuelo que tengas la "ideología mundana" correcta. Yo, francamente, estoy harto. A insultar a tu casa. Dios te bendiga sobreabundantemente en ella.
Murió mientras dormía, por causas naturales.
Enseguida surgieron rumores de asesinato, porque según un testigo lo encontraron "en la cama, con una almohada sobre la cabeza". Sin embargo, si alguien lo hubiera querido asesinar por motivos políticos, no lo habría hecho al final del mandato presidencial y con un Senado republicano, cuando será complicado para Obama conseguir la aprobación de un nuevo juez antes del próximo Presidente.
En primer lugar, yo no he elevado a los altares a nadie.
En segundo lugar, la Constitución norteamericana es la que es y los jueces no tienen la misión de inventársela, sino de hacerla cumplir. A mí me parece una burrada innecesaria la pena de muerte en nuestra época, pero es una cuestión prudencial que los norteamericanos tienen derecho a decidir por su cuenta, derecho que les reconoce la Iglesia. Scalia no defendió la ejecución de menores, sino que rechazó como (evidentemente) infundada la idea de que la Constitución norteamericana (en particular su octava enmienda) prohibía la pena de muerte para menores (y digo evidentemente, porque en el momento de redactarla y durante los dos siglos posteriores esa pena estaba permitida, así que no podía ser contraria a la Constitución estadounidense).
En cuanto a lo que dice de las pruebas de ADN, conviene que primero se informe un poco, para no decir tonterías.
Porque una persona sea católica practicante como nosotros no quiere decir que tengamos que defender a machamartillo todas sus acciones y opiniones.
La conciencia no se delega en el estado, sea éste autoritario o democrático, con lo que, en la práctica, en un estado democrático puede haber tantos resistentes como en una dictadura. Eso es algo que he aprendido con los años. Al ver caer los dos grandes regímenes autoritarios del s. XX pensé que se habrían acabado los casos de personas que fueran a la cárcel por defender sus principios, el descubrir que no es así ha sido uno de los mayores desengaños que me he llevado en la vida.
Me temo que no ha entendido el caso que cita. En 1994, se llevó ante el Supremo una apelación en un juicio de asesinato y violación. Todos los jueces menos uno rechazaron la apelación porque los condenados habían confesado y no había ninguna prueba que pudiese justificar un cambio de sentencia. El juez que estaba a favor de revisar la sentencia (Blackmun) dijo que lo estaba porque la pena de muerte era inconstitucional en Estados Unidos. Eso era una afirmación evidentemente absurda y el juez Scalia así lo señaló.
Veinte años después, se descubrieron nuevas pruebas de ADN que exoneraban a los acusados (que estaban cumpliendo cadena perpetua) y enseguida fueron liberados.
¿Qué tiene eso que ver con su afirmación de que Scalia "votaba en contra de exonerar a condenados cuando las pruebas de ADN demostraban que no habían cometido un asesinato"? Absolutamente nada. Conviene tener cuidado, porque a menudo los periódicos deforman las cosas por motivos políticos.
Saludos.
Santir le puedo decir que yo no creo que Bruno se haya quedado corto. En fin sin intención de poner palabras en su boca, Bruno, sin canonizar al juez nos dice:
"Descanse en paz. Que Dios perdone sus pecados y recompense sus virtudes, que al paraíso le lleven los ángeles, A SU LLEGADA LE RECIBAN LOS MÁRTIRES y pueda entrar en la ciudad santa, Jerusalén".
Las mayúsculas mias
frayescobabcn nos pregunta
" ´Fallecimiento inesperado´?"
Sí ha sido inesperado, por la mayoría al menos. Del hombre no se sabía que estuviera enfermo crítico. PERO.. aunque la familia ha ratificado que murió de ´causas naturales´, alguien ha pedido una autopsia y la familia ha dicho no.
Hay ciertas muertes que se ratifican "naturales". Y no voy a insinuar nada; excepto que considero que Obama me ha demostrado ser malvado, y asimismo "La Clinton" y la ONU etc. Pero yo creo en la posibilidad, y, es mi deseo también, que ese "CLUB" tan especial, el de los Santos Mártires le reciban.
Cuando Scalia vivía eran cuatro conservadores, cuatro liberales, y un tonto “católico” por el cual se impuso el sodomonio. Si el sustituto del juez fallecido es un liberal, traería como consecuencia que el supremo, estaría durante décadas controlado definitivamente por los agentes anticristianos.
Copio y pego mi comentario-homenaje que escribí en la Cigoña:
Me da mucha pena como TODOS los medios católicos pasaron por completo e ignoraron la muerte de Antonin Scalia, juez del supremo tribunal de Estados Unidos.
Más bien páginas de videojuegos lo recordaron, ¡que lastima!
Scalia, fue una persona católica que consagro su vida, sin complejos, en la lucha contra la cultura de la muerte, el aborto, él, fue un tenaz opositor del sodomonio.
Infatigable guerrero, que en el inicio de posesión del segundo periodo presidencial de Obama, Scalia asistió llevando una replica del gorro de santo Tomás Moro, sombrero regalado por la “St. Thomas More Society of Richmond, Virginia”. Toda una declaración de intención contra Obama, pues Obama pretendía, y sigue pretendiendo, obligar a los católicos, a actuar contra la fe y moral católica, al pretender que paguen abortos y anticonceptivos.
Scalia, fue padre de nueve hijos, incluyendo un hijo sacerdote católico.
Scalia: “Los cristianos devotos están destinados a ser vistos como necios en la sociedad moderna”.
“Tened el coraje de permitir que vuestra valentía es vista como una forma de estupidez. Sed necios por Cristo. Y sed valientes para sufrir el desprecio del mundo sofisticado”
[...]
Ya echaba de menos tus chorradas.
Veras aunque te creas moderno eres muy antiguo y muy rancio. Mucho. En los tiempos de Roma ya había enteraos como tu.
[A]NTONIO 1
Hoy estas sembrao. ¿Desde cuando y en que legislación de cualquier país se aplica el sic HABRAS CORPUS a cualquier combatiente detenido? Pobrecito, eso solo existe en tu imaginación. Bueno igual Corea del Norte o Cuba o Venezuela esos que te gustan tanto si lo hacen, seguro. Esos si que son buenos, no el juez este que era cristiano.
Lo de que fuera partidario de portar armas de fuego no lo hace anticristiano. Lo mismo que tu seas un abonado acerrimo a la chorrada tampoco.
Incluso si él sustituto de Antonin Scalia es un juez de línea apóstata del gusto de Obama, Hillary o Bernie Sanders (el actual Presidente y sus dos posibles sucesores demócratas enemigos de la libertad de religión -al menos de los cristianos, no creo que tanto de la de los musulmanes-); existen dos vías eficaces a través de las cuales una hipotética futura Presidencia comprometida con la promoción de una legislación acorde a las verdades del Evangelio que contara con el apoyo de un Congreso afín diera la vuelta a la triste situación de nuestros días:
-Es perfectamente posible, por improbable que sea, que mueran o cesen por otras causas en el breve lapso de cuatro años que dura un mandato dos Jueces apóstatas y que sean reemplazados por hermanos de fe. De modo tal que éstos volvieran a constituir la mayoría en el tribunal y revocaran horribles sentencias tales como Roe vs. Wade (que aprobó el aborto) u Ogergefell vs. Hodges (que aprobó el sucedáneo de matrimonio para personas del mismo sexo o SMPMS).
-Siendo el mandato de los Jueces vitalicio de acuerdo a lo establecido en la Constitución de 1787, no sería posible desalojar de su cargo a los Jueces más que en caso de que incurrieran en motivos por los cuales cupiera abrir un procedimiento de impeachment. Pero sí sería posible aumentar por ley el número de integrantes de la Corte Suprema de Justicia, de modo que el Presidente nombrara a los ocupantes de las nuevas plazas y alcanzase una mayoría afín dentro del alto tribunal federal. No es una alternativa "elegante", pero sería efectiva y en el tiempo en el que vivimos creo que la vida de millones de estadounidenses abortados cada año está por encima de toda otra legítima consideración relativa a la sutileza del medio empleado para que dicha vida vuelva a ser respetada.
Aparte de lo que un futuro Presidente de EEUU de sincera fe cristiana (preferentemente católica) pudiera hacer por la causa de Cristo, habría otra forma de cambiar las cosas que no requeriría del concurso de una Corte Suprema afín*, aunque estaríamos hablando del camino más difícil: reformar la Constitución, y blindar jurídicamente los derechos inalienables derivados de la recta comprensión de la doctrina cristiana al nivel más alto y solemne de todos. Que sería la mejor alternativa y es lo que debiera hacerse, dado que una lectura correcta de la Constitución de EEUU indica claramente que ésta ni aprueba ni prohíbe el aborto o el SMPMS, cuya regulación en virtud de lo establecido en la X Enmienda debiera estar en manos de los Estados. Habiendo Estados estilo Oklahoma que sin duda prohibirían el aborto, y otros estilo Massachusetts que, desgraciadamente, están muy corrompidos social y moralmente, de manera que es casi seguro que se mostrarían permisivos con el aborto o hasta lo ampliarían.
*Aunque, bien mirado, incluso esta alternativa requeriría el concurso de una Corte Suprema favorable. ¿O no hemos tenido ya suficiente experiencia con tribunales dispuestos a hacer decir a las normas lo que éstas no dicen e incluso lo contrario de lo que realmente dicen, por muy clarito que se expresen? Y es que ante la posibilidad de que a aquel al que corresponda interpretar un texto en realidad le traiga sin cuidado lo que el texto diga, y en consecuencia haga cualquier cosa al margen de si comete o no prevaricación, no hay defensa posible. IHS
Oremos por él y por que alguno pueda seguir sus luchas !
Mira que te gusta sufrir, tu con lo heterodoxo que eres pastas dia si y dia también en páginas como esta, que son un faro de ortodoxia. Y encima reconoces que oyes a Jimenez Losantos. Lo tuyo es de psiquiatra.
Estoy seguro de que con lo modelno que eres tienes que dar alaridos oyendo a Losantos que es un clásico.
"Muy interesante el tema del activismo judicial."
Sí, es algo fundamental, de lo que debería hablarse mucho más, porque se está usando en todo el mundo y su éxito depende en gran medida del silencio y de que nadie piense mucho en ello, como los trucos de los magos.
"¿Hasta dónde llega ese divertido derecho?"
Como muy bien señala, son falsos derechos, sin consecuencias reales más allá de lo que verdaderamente se quiere conseguir con ellos. Cualquier intento de sacar conclusiones en otros ámbitos sería ridiculizado.
"El supremo tribunal no es el tercer poder, en la práctica, con el activismo judicial, el supremo tribunal, es el poder absoluto. La constitución, el poder legislativo y ejecutivo, tienen una función decorativa"
Sí, por eso he dicho "pueden constituir" un tercer poder efectivo.
En realidad, a mi juicio, el Tribunal Supremo sólo ejerce un poder absoluto e incuestionable en una determinada dirección: aborto, etc. Aparentemente, en dirección contraria no sucede así.
Yo diría que el supuesto "poder absoluto" corresponde más bien al espíritu de la época, que intenta arrollarlo todo a su paso y apenas encuentra resistencia.
"Un gran hombre, un gran abogado. De aquellos que no están dispuestos a dejar de lado el derecho positivo si éste no atenta contra la ley natural, por más inconveniente que le pareciera. En cambio, los progres usan el derecho a su antojo para imponer sus aberraciones,y si su antojo no coincide con la ley, pues la ignoran."
Sí, curiosamente los idólatras de la ley, los positivistas jurídicos que niegan la ley natural, son los que en realidad menos respetan la ley positiva. En cambio, los que la consideran en su justa medida, como subordinada a la ley natural, son capaces de respetarla en lo que realmente vale.
Cuando se idolatra algo, siempre se termina destruyendo lo idolatrado o destruyendo al idólatra (o ambos).
"Si Bruño sí, pero ¿Era facha verdad? Si hasta Gimenez Losantos le llamó facha ayer."
El concepto mismo de "facha", aplicado a Estados Unidos, no significa nada.
"Testigos valientes y "tontos " como él ...necesita de muchos nuestra Santa Madre Iglesia"
Me alegro de que por fin alguien se fije en lo más importante del artículo.
No es verdad que el Tribunal no tuviera competencias. De hecho decisió que sí la tenía. El juez lo que hizo fue un voto particular apartándose de la opinión del resto, opinión que estaba muy bien fundada jurídicamente, por cierto.
La Iglesia tradicionalmente admite la pena de muerte, pero en la redacción actual del catecismo la hace prácticamente inaplicable en estados civilizados con un mínimo de grantías penitenciarias y una policía mínimamente competente. El papa fue. EEUU a pedir la abolición de la pena de muerte. No sé qué le parecwrí a este señor.
No suelo hablar de mis posiciones políticas en Infocatólica, lo que sí hago continuamente porque creo que es un servicio a la Iglesia es denunciar aquellos casos en que se pretende identificar falsamente el catolicismo con una ideología política mundana muy determinada y en tantos aspectos bastante opuesta al cristinismo.
Y Gracis una vezmás por permitir el respetuoso intercambio de ideas.
Estoy muy cansado ya de esto.
Te he demostrado sin lugar a dudas que varias de las cosas que decías eran erróneas. Lo primero que hace alguien con un mínimo deseo de conocer la verdad es reconocerlo. Y tú nunca lo haces, simplemente las ignoras y las olvidas, como si no hubieran existido. Sólo eso hace que te estés negando a un "respetuoso intercambio de ideas".
"Me limito a hacer un semblante bastante certero"
Un buen argumento: decir que lo que tú dices es certero, porque sí, porque tú lo dices.
"No es verdad que el Tribunal no tuviera competencias. De hecho decisió que sí la tenía."
Esto es llamativo. El tribunal estaba decidiendo si era competente o no. Y el juez Scalia considera, por razones jurídicas que podrán ser correctas o no, que no es competente según la legislación norteamericana (mientras que otros jueces consideran que sí lo es). Y tú, supuesto experto en derecho, criticas al juez no por la cuestión de la competencia, que es lo que él trata según su leal saber y entender, sino por la cuestión material que no le compete en absoluto y que no pretende decidir de si los presos de Guantánamo deberían tener protección judicial. Es decir, le criticas cuando expone su opinión jurídica sobre lo que abarca o no abarca la legislación norteamericana... porque no te gusta lo que dice (según él) esa legislación norteamericana.
Eso es absurdo. De manera que, o te estás burlando de nosotros con ello, o la realidad es que le criticas simplemente porque le consideras tu adversario político. QED.
"La Iglesia tradicionalmente admite la pena de muerte, pero en la redacción actual del catecismo la hace prácticamente inaplicable en estados civilizados con un mínimo de grantías penitenciarias y una policía mínimamente competente."
Eso es una aplicación prudencial que, como muy bien sabes, no obliga a nadie. Porque, en las cuestiones prudenciales, la decisión debe tomarla en conciencia el interesado, que puede perfectamente considerar que su caso está dentro de esas "raras veces". Yo coincido en que no debería haber pena de muerte en Estados Unidos, pero tu pretensión de obligar necesariamente a otros, por el hecho de ser católicos, a tener esa misma opinión no es católica en absoluto.
"El papa fue. EEUU a pedir la abolición de la pena de muerte. No sé qué le parecwrí a este señor."
Pues supongo que le parecería lo mismo que a cualquier católico: que es una opinión muy respetable del Papa pero que no le exime a él de tomar su propia decisión en conciencia sobre una cuestión prudencial. Igual que cuando Juan Pablo II se mostró contra la guerra de Irak. Yo estaba en los dos casos de acuerdo con ambos papas, pero no se me ocurriría exigir a otros que lo estuviesen también, como si ser católico fuera coincidir con todas las opiniones prudenciales de cada papa.
Es decir, él actúa católicamente, mientras que tú no lo haces. Incluso si materialmente tú aciertas en la cuestión (cosa que, según mi opinión, haces), lo haces por razones que no son católicas.
"No suelo hablar de mis posiciones políticas en Infocatólica",
Apenas habrá alguna ocasión en la que no lo hayas hecho. Si quieres busco diez ejemplos.
"Denunciar aquellos casos en que se pretende identificar falsamente el catolicismo con una ideología política mundana muy determinada y en tantos aspectos bastante opuesta al cristinismo."
Si lo hicieras, nadie tendría problema con ello. Hemos discutido aquí las tesis más variadas sobre todo tipo de cuestiones. Lo que haces es acusar de forma vaga y cobarde a los demás lectores, al portal y a mí (sin dar nombres, ejemplos concretos y razones que permitan defenderse a los interesados). Y no lo has hecho una vez, sino ciento.
Si planteases cuestiones concretas con sinceridad, a todos nos parecería muy bien. En cambio, cuando lo que haces es proferir insinuaciones maliciosas y vagas, ocultando la mano que tira la piedra, lo que hacemos es apartar la mirada, llenos de vergüenza ajena.
Pero ya se ha acabado. A partir de ahora, cada vez que lo hagas te borraré sin más.
Eso que decías en el comentario que he borrado habría estado bien. A mi entender es erróneo, pero habría sido útil para el debate. En cambio, lo de los comentarios anteriores no lo es y, como sigues sin reconocerlo ni manifestar que entiendes el problema, no tiene sentido que sigas interviniendo en este hilo, así que he borrado ese comentario y borraré cualquier otro que hagas. Si fuera la primera vez, no pasaría nada, pero ya me he cansado de contar las veces que has hecho lo mismo. Las acciones tienen consecuencias y no voy a permitir que envenenes los comentarios del blog, aunque sea sin darte cuenta.
No entiendo. Pero, en cualquier caso, hasta la vista. El placer ha sido mío.
Asi que me limitare a decirle que Dios murio por usted, por amor, para salvarle, y que haria muy bien en pedir perdon y arrepentirse de sus pecados. De lo contrario va usted a descubrir que Dios no esta muy impresionado por sus gracietas de parvulario. Pero ya sabe: la experiencia es una fuente de aprendizaje muy dura, pero los tontos no aprenden de otra manera.
Tampoco se agobie mucho, la cofradia de las personas "que profesando ser sabias se volvieron necias" esta repleta, y todos hemos formado parte de ella de una u otra manera. La gracia, ¿Nota el sofisticado juego de palabras?, esta en salirse. Animo.
JOHN RAO
en Revista Verbo 567-568, agosto, septiembre, octubre 2018, pág 732-733.
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