Una gota de esa Sangre
Aconsejaba Pascal pensar que, en la Pasión, una gota de toda la sangre que Cristo derramó fue derramada por mí, para mi bien, para mi salvación, para el perdón de mis pecados concretos, que contribuyeron a causar esa Pasión. Cristo no sufrió en general, ni por una causa abstracta. Ese día, Cristo pensaba en mí.
Aquí tienen un sonetillo de Viernes Santo para meditar sobre este gran Misterio.
Una gota de esa Sangre
De tanta sangre, una gota
La derramas hoy por mí,
Sabiendo bien que yo fui
Como el rufián que te azota.
Cuando de esa carne rota
Brota el vino carmesí,
Yo gano lo que perdí,
Mi victoria es tu derrota.
Ay de mí, que fui comprado
Pagando tan alto precio,
Más allá de lo soñado.
Ay de mí, que soy un necio
Y por haberme salvado
No te di más que desprecio.
8 comentarios
quién escribió este poema?
Son el blogger y su pena,
perfumada como el nardo.
Ya me parecía quién era el culpable...
¡Felices y Santas Pascuas para el vate y su hermosa familia!
Pero, bueno ¿esto qué es?... ¿A dónde vamos a llegar?
Esto no estaba programado.
Ay, Señor...
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