Adoración de la Cruz
Hoy, Viernes Santo de la Pasión del Señor, traigo al blog un pequeño sonetillo al estilo de la poesía devocional barroca española, por si a alguien le sirve para entrar en situación.
La poesía religiosa barroca, al igual que la imaginería, a menudo apela al sentimiento y a la compasión por Cristo sufriente como vía para suscitar el amor por aquel que dio su vida por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Es paradigmático el caso de Santa Teresa de Jesús, que se convirtió (después de veinte años de monja) al contemplar una imagen del Ecce Homo y darse cuenta de lo mal que había agradecido lo que su Señor había sufrido por ella.
La adoración de la Cruz no es un teatrillo, sino la manifestación externa del Misterio de los Misterios: la muerte temporal del Dios eterno por una criatura insignificante como yo. Si Santa Teresa se convirtió así, ¿por qué no va a ser este Viernes Santo el día de nuestra conversión?
Adoración de la Cruz
¿Por qué no lloras, cristiano,
Al ver a tu Dios herido,
Golpeado y maldecido,
Como un despojo inhumano?
¿Es que ya no queda un grano
De compasión ni sentido
En tu pecho endurecido,
En tu corazón pagano?
Si no hay más que sequedad
En tus ojos descastados,
Póstrate con humildad
Y besa esos pies llagados
Que rompieron, sin piedad,
Los clavos de tus pecados.
10 comentarios
me despertaste del profundo sueño,
Tú que hiciste cayado de ese leño,
en que tiendes los brazos poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados,
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?
Lope de Vega
DULCE SEÑOR, ENAMORADO MÍO...
DE LA COMEDIA "JOYA DE LAS MONTAÑAS" de
TIRSO DE MOLINA
Dulce Señor, enamorado mío,
¿adónde vais con esa cruz pesada?
Volved el rostro a una alma lastimada
de que os pusiese tal su desvarío.
De sangre y llanto entre los dos un río
formemos hoy; y si a la vuestra agrada,
partamos el dolor, y la jornada,
que de morir por Vos, en Vos confío.
¡Ay, divino Señor del alma mía!
No permitáis que otro nuevo esposo
me reconozca suya en este día;
bajad de vuestros cielos amoroso,
y si merece quien con Vos porfía,
dadme estos brazos, soberano Esposo.
ORACIÓN ANTE CRISTO CRUCIFICADO
GABRIELA MISTRAL
En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta
Con ánimo de hablarle en confianza
de su piedad entré en el templo un día,
donde Cristo en la cruz resplandecía
con el perdón que quien le mira alcanza.
Y aunque la fe, el amor y la esperanza
a la lengua pusieron osadía,
acordéme que fue por culpa mía,
y quisiera de mí tomar venganza.
Ya me volvía sin decirle nada,
y como vi la llaga del costado,
paróse el alma en lágrimas bañada:
Hablé, lloré y entré por aquel lado,
porque no tiene Dios puerta cerrada
al corazón contrito y humillado.
Lope de Vega
A Cristo crucificado
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, señor; muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
No sabía que hubieran surgido nuevos datos sobre la autoría. Gracias por la información.
Dejar un comentario