Dulcísimo Niño Jesús
Aún queda bastante Navidad por delante, ya que el tiempo litúrgico navideño se prolonga hasta el Bautismo del Señor. Así pues, para ayudar a los lectores a meditar durante este precioso tiempo, he traducido una oración latina tradicional, llamada Iesu Infans Dulcissime, es decir, Dulcísimo Niño Jesús.
No sé cuándo se compuso originalmente la oración, pero ya a comienzos del S. XIX fue recomendada vivamente por el Papa Pío VII, que concedió a quien la recitara numerosas indulgencias. Se trata de una breve meditación de los doce Misterios de la infancia de Cristo, algo más minuciosa que los misterios gozosos del rosario pero igualmente acompañada, como es lógico, por la Virgen. Al final, incluyo la versión en latín, para los que la prefieran.
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V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro…
I. Dulcísimo Niño Jesús, que descendiste del seno del Padre por nuestra salvación, fuiste concebido por obra del Espíritu Santo, no desdeñaste el seno de la Virgen y, como Palabra hecha carne, tomaste la forma de esclavo, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
II. Dulcísimo Niño Jesús, que visitaste a Isabel por medio de la Virgen tu Madre y llenaste del Espíritu Santo a tu precursor Juan Bautista, santificándolo en el seno de su madre, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
III. Dulcísimo Niño Jesús, que pasaste nueve meses en el seno de María la Virgen, mientras ella y San José te aguardaban expectantes, y fuiste ofrecido a Dios Padre por la salvación del mundo, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
IV. Dulcísimo Niño Jesús, que naciste en Belén de la Virgen María y fuiste envuelto en pañales, colocado en un pesebre, anunciado por los ángeles y visitado por los pastores, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
Gloria a ti, Señor Jesús,
De Virgen Madre nacido,
Con el Padre y el Espíritu,
Por los siglos de los siglos.
Amén.
V. Cristo está cerca
R. Venid, adoremosle.
Padre nuestro
V. Dulcísimo Niño Jesús, que tras el octavo día fuiste herido en la circuncisión, recibiste el glorioso nombre de Jesús y fuiste prefigurado por el nombre y por la sangre como nuestro Salvador, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
VI. Dulcísimo Niño Jesús, que, revelado a los tres Magos por una estrella guía y adorado en el regazo de tu Madre, recibiste los dones místicos de oro, incienso y mirra, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
VII. Dulcísimo Niño Jesús, presentado en el templo por tu Madre la Virgen, tomado en brazos por Simeón y revelado a Israel por la profetisa Ana, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
VIII. Dulcísimo Niño Jesús, buscado por el malvado Herodes para darte muerte, llevado con tu Madre a Egipto por San José, rescatado de la cruel masacre, y glorificado por las alabanzas de los mártires Inocentes, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
Gloria a ti, Señor Jesús,
De Virgen Madre nacido,
Con el Padre y el Espíritu,
Por los siglos de los siglos.
Amén.
V. Cristo está cerca
R. Venid, adoremosle.
Padre nuestro…
IX. Dulcísimo Niño Jesús, que viviste en Egipto con María santísima y con el Patriarca San José hasta la muerte de Herodes, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
X. Dulcísimo Niño Jesús, que volviste de Egipto con tus padres a la tierra de Israel, sufriendo muchas penalidades por el camino hasta llegar a Nazaret, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
XI. Dulcísimo Niño Jesús, que viviste santísimamente en la bienaventurada morada de Nazaret, sujeto a tus padres y fatigado por la pobreza y los trabajos, mientras crecías en edad, sabiduría y gracia, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
XII. Dulcísimo Niño Jesús, llevado a Jerusalén a los doce años, buscado con dolor por tus padres y encontrado con gozo entre los doctores después de tres días, ten misericordia de nosotros.
R. Ten misericordia de nosotros, Niño Jesús, ten misericordia de nosotros. Dios te salve, María…
Gloria a ti, Señor Jesús,
De Virgen Madre nacido,
Con el Padre y el Espíritu,
Por los siglos de los siglos.
Amén.
Día de Navidad y su octava:
V. El Verbo se hizo carne, aleluya.
R. Y habitó entre nosotros, aleluya.
Día de la Epifanía del Señor y su octava:
V. Cristo se nos ha manifestado, aleluya.
R. Venid, adoremosle, aleluya.
Durante el año:
V. El Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Oremos:
Dios omnipotente y eterno, Señor del cielo y de la tierra, que te revelas a los niños, concédenos, te rogamos, que, recordando y honrando los misterios sagrados de tu Hijo, el Niño Jesús, e imitándolos debidamente, podamos llegar al reino de los cielos prometido a los niños. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Y en latín:
V/. Deus in adiutorium meum intende;
R/. Domine ad adiutorium me festina.
V/. Gloria Patri et Filio et Spiritu Sancto,
R/. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum, Amen. Pater noster.
I. Iesu Infans dulcissime, e sinu Patris propter nostram salutem descendens, de Spiritu Sancto conceptus, Virginis uterum non horrens, et Verbum caro factum, formam servi accipiens, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
II. Iesu Infans dulcissime, per Virginem Matrem tuam visitans Elisabeth, Ioannem Baptistam Praecursorem tuum Spiritu Sancto replens, et adhuc in utero matris suae sanctificans, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
III. Iesu Infans dulcissime, novem mensibus in utero clausus, summis votis a Maria Virgine et a sancto Ioseph expectatus, et Deo Patri pro salute mundi oblatus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
IV. Iesu Infans, dulcissime, in Bethlehem ex Virgine Maria natus, pannis involutus, in praesepio reclinatus, ab Angelis annuntiatus et a pastoribus visitatus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
Iesu, tibi sit gloria,
Qui natus es de Virgine,
Cum Patre et almo Spiritu,
In sempiterna saecula. Amen.
V/. Christus prope est nobis.
R/. Venite, adoremus. Pater noster.
V. Iesu Infans dulcissime, in Circumcisione post dies octo vulneratus, glorioso Iesu nomine vocatus, et in nomine simul et sanguine Salvatoris officio praesignatus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
VI. Iesu Infans dulcissime, stella duce tribus Magis demonstratus, in sinu Matris adoratus, et mysticis muneribus, auro, thure et myrrha donatus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
VII. Iesu Infans dulcissime, in templo a Matre Virgine praesentatus, inter brachia a Simeone amplexatus, et ab Anna prophetissa Israeii revelatus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
VIII. Iesu Infans dulcissime, ab iniquo Herode ad mortem quaesitus, a sancto Ioseph in Aegyptum cum Matre deportatus, a crudeli caede sublatus, et praeconiis Martyrum Innocentium glorificatus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
Iesu, tibi sit gloria,
Qui natus es de Virgine,
Cum Patre et almo Spiritu,
In sempiterna saecula. Amen.
V/. Christus prope est nobis.
R/. Venite adoremus. Pater noster.
IX. Iesu Infans dulcissime, in Aegyptum cum Maria sanctissima et Patriarcha sancto Ioseph usque ad obitum Herodis commoratus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
X. Iesu Infans dulcissime, ex Aegypto cum Parentibus in terram Israel reversus, multos labores in itinere perpessus, et in civitatem Nazareth ingressus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
XI. Iesu Infans dulcissime, in sancta Nazarena domo subditus Parentibus, sanctissiine commoratus, paupertate et laboribus faticatus, in sapientiae, aetatis et gratiae profectu confortatus, misere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
XII. Iesu Infans dulcissime, in Ierusalem duodenis ductus, a Parentibus cum dolore quaesitus, et post triduum cum gaudio inter Doctores inventus, miserere nostri.
R/. Miserere nostri, Iesu Infans, miserere nostri. Ave Maria.
Iesu tibi sit gloria,
Qui natus es de Virgine,
Cum Patre et almo Spiritu,
In sempiterna saecula. Amen.
Die Nativitatis Domini et per Octavam.
V/. Verbum caro factum est, alleluia.
R/. Et habitavit in nobis, alleluia.
In Epiphania Domini et per Octavam.
V/. Christus manifestavit se nobis, alleluia.
R/. Venite, adoremus, alleluia.
Per annum.
V/. Verbum caro factum est.
R/. Et habitavit in nobis.
Oremus.
Omnipotens sempiterne Deus, Domine caeli et terrae, qui te revelas parvulis, concede, quaesumus, ut nos sacrosancta Filii tui Infantis Iesu mysteria digno honore recolentes, dignaque imitatione sectantes, ad regnum caelorum promissum parvulis pervenire valeamus. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen.
16 comentarios
Tienes toda la razón. Voy a cambiarlo, gracias.
En la liturgia antigua, había un tiempo litúrgico de Epifanía, que empezaba en esa solemnidad, pero desde la reforma de Pío XII, si no recuerdo mal, es parte del tiempo de Navidad.
Mt 19, 14 "Pero Jesús dijo: Dejad a los niños , y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos ."
Lc 11,17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.
18 Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios.
19 Pues si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces."
Mt 12, 32 31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.
Él les dijo: "Del que come salió comida, y del fuerte salió dulzura". Durante tres días no pudieron resolver el acertijo. (Jueces 14, 14)
Ese sustento tuyo manifestaba tu dulzura para con tus hijos, pues se acomodaba al deseo de quienes lo comían y se transformaba a gusto de cada uno. (Sabiduría 16, 21)
La higuera les respondió: ¿Voy yo a renunciar a mi dulzura y a mi excelente fruto para ir a balancearme sobre los árboles? (Jueces 9, 11)
Panal de miel son las palabras amables, dulzura para el alma y medicina para el cuerpo. (Proverbios 16, 24)
que saborearon la dulzura de la palabra de Dios y las maravillas del mundo venidero (Hebreos 6, 5)
Su boca es colmo de dulzura, todo en él es delicia. Así es mi amor, así mi amigo, hijas de Jerusalén. (Cantar 5, 16)
Quién es sabio y experimentado entre vosotros? Que muestre, con su buena conducta, su dulzura y su sabiduría. (Santiago 3, 13)
corregir con dulzura a los adversarios, para ver si Dios les concede el arrepentimiento, llegar al conocimiento de la verdad (II Timoteo 2, 25)
"29 »Si alguien quiere robar lo que un hombre fuerte tiene en su casa, primero tiene que atar a ese hombre, y después podrá robarle todo.
30 »El que no está de mi parte, está contra mí. El que no me ayuda a traer a otros para que me sigan, es como si los estuviera ahuyentando.
31-32 »Les aseguro que Dios les perdonará cualquier pecado y todo lo malo que digan. Aun si dicen algo contra mí, que soy el Hijo del hombre, Dios los perdonará. Pero lo que no les perdonará es que hablen mal contra el Espíritu Santo. ¡Eso no lo perdonará, ni ahora ni nunca!"
De ahí mi pregunta sobre el sentido de la profecía.
El más fuerte, seducido por su amor a Dalila, la humanidad, se despoja voluntariamente de su poder y se entrega a los enemigos, que lo maltratan y mutilan. Finalmente, destruye a los enemigos de Yaveh destruyendo su propio cuerpo.
No dudo de que haya habido "exégesis" para todos los gustos puestos a "sermonear" pero no cabe la menor duda de que lo que se dice sobre Sansón es un disparate:
-Sansón es la antítesis de Cristo desde todos los puntos de vista.
El enigma del león es un acertijo para divertir a los que van a la boda y de paso sacar ventaja de los filisteos. La historia de Sansón con Dalila es la de un mujeriego caprichoso engañado y vengativo. Eso sí, si se quiere ver alguna lección de Dios desde la óptica del AT, pues adelante (por ejemplo que Dios utiliza el mal para sacar el bien o algo por el estilo), pero comparar a Sansón con Jesús es un artificio que da náuseas.
En cuanto a la comparación con este león concreto también está traida por los pelos y no va a ninguna parte.
El león sí intenta comerse a Sansón, lo que pasa es que Sansón le puede. Sansón no debió acercarse al cadáver del león según las prescripciones de pureza judías, pero se acercó y vio un panal con miel y aprovechó para hacer ese absurdo acertijo para conseguir 30 túnicas. Como los invitados "araron con su ternera" - ella le había sacado la respuesta- se vengó matando a 30 filisteos.
Del acertijo lo único que se puede sacar en claro es que lo malo puede servir para el bien. Aunque la historia es de lo menos edificante se mire por donde se mire.
Jesucristo no tiene nada que ver con Sansón ni con ese león concreto, que además se excluirían mutuamente como tipo de Jesús.
En todo caso si el león y Sansón representaran a la creación y la humanidad en su lucha por la supervivencia, llena de pecado y de muerte, se podría extraer la conclusión de que la palabra de Dios, Jesús, dulce como la miel prevalece sobre la muerte y la corrupción.
La miel sería la única imagen que se podría considerar tipo de Jesucristo, como Palabra de Dios.
Y eso retorciendo las cosas por retorcerlas, que no hay necesidad.
Sansón tuvo lo que se buscó y compararle con Jesús es como comparar la noche con el día: Una mamarrachada que no dudo de que la hayan hecho personas muy cultas; pero está claro que no hay como hacerse niños, no sólo para entrar en el reino de los cielos, sino para tener un poco de sentido común y no decir cosas raras que no tienen ni pies ni cabeza.
Respecto a Sansón, espero que salga mi comentario porque era correcto en los dos sentidos, pero en todo caso, lo mismo me da que me da lo mismo.
Saludos cordiales y si no os veo antes, feliz entrada en el 2014.
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