¡Frodo para papa!
Traduzco hoy para el blog el artículo de un sacerdote norteamericano, el P. Dwight Longenecker, sobre el próximo papa. Me ha hecho gracia, por su frescura y sencillez. En contraste con las disquisiciones de tantos vaticanistas, periodistas y expertos en general, hace un simpático paralelo con El Señor de los Anillos.
Para evitar sorpresas, conviene explicar que el P. Longenecker es converso del anglicanismo y fue en su tiempo pastor protestante, ordenado posteriormente sacerdote católico gracias a las normas dadas en ese sentido por Juan Pablo II y Benedicto XVI. Por lo tanto, cuando habla de su hijo, no es una mala traducción: tiene cuatro hijos (más dos perros y un gato, para añadir algo más de caos al caos familiar habitual). Actualmente, es párroco de Nuestra Señora del Rosario en Greenville (Carolina del Sur).
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Estaba conduciendo para llevar a mi hijo de dieciséis años a su grupo juvenil y le comenté que, en realidad, es impresionante cuando piensas en ello: todos los cardenales reuniéndose desde los extremos de la Tierra para elegir un papa. Quiero decir, ¿qué otra religión tiene algo así? Todos vestidos con sus ropajes rojos, desde el gran cardenal arzobispo de Nueva York hasta el pequeño vietnamita. Y la capilla Sixtina. Es verdaderamente estupendo.
Entonces, él me dijo que se parecía al Consejo de Elrond en el Señor de los Anillos, cuando todos se reunieron para decidir quién iba a llevar el anillo a Mordor. Me pareció una idea fantástica y no tardé nada en imaginarme qué cardenal se parecía a Gimli, cuál presidiría como Elrond, y quién era como Gandalf (que vive en Castel Gandolfo) y Boromir, Merry o Pippin.
Por supuesto, quedó claro que Frodo Bolson es el que tienen que elegir: el que nadie espera que salga elegido, porque es pequeño y humilde.
¿Recuerdan el momento en que todos están discutiendo sobre quién va a llevar el Anillo del Poder y Frodo se levanta y dice: “Yo llevaré el anillo a Mordor… pero no conozco el camino”.
¡Guau, qué momento! Es el punto crucial de la trilogía entera: un simple acto de valor y fe.
Ya sé que el título de este artículo es una tontería, pero ¿no es el tipo de persona que queremos como Papa? ¿No es acaso el tipo de persona que suele ser elegida? Es el pequeño, que nadie se esperaba. El anciano que todo el mundo había descartado. El hombre humilde de un país lejano que nadie habría podido adivinar.
Recemos para que Frodo sea nuestro próximo papa. O al menos un papa con la pequeñez de Frodo, que es la pequeñez de un niño, recordando que, si no nos hacemos como niños, no podremos entrar en el Reino.
54 comentarios
Una pregunta: Si al nuevo papa lo elige Dios, ¿por qué hay que someterlo a votación? Se podría designar a un solo cardenal y que lo eligiera él. Cualquiera valdría: el más viejo, el más joven, el más gordo, el más delgado... Y se evitaría este circo.
¿Por qué dices "circo"?
El circo lo montan los de fuera.
Los que no saben y creen saber. Los "entendidos". Los "enterados"...
Los cardenales tienen una misión, un trabajo que hacer. Y lo hacen lo mejor que pueden y saben. Se ponen en manos de Dios. Si eso es un circo, mi vida también lo es. Y tu vida.
Pero no es un circo.
Un abrazo afectuoso.
José Manuel Genovés.
El Cónclave es una maravilla. Nuestros pastores reunidos para velar por el bien de la Iglesia y dejarse iluminar por el Espíritu Santo. Cardenales de todo el mundo pudiendo compartir las experiencias de sus diócesis, de sus conferencias episcopales, y dándose luz unos a otros. Hermanos que llevan responsabilidades enormes bajo sus hombros pudiendo llevar juntos sus pesadas (y gozosas) cargas ... Y detrás de todo eso la elección de nuestro próximo Santo Padre.
Si se compara con un circo de forma despectiva, nada más lejos de la realidad, si se compara con un circo porque uno disfruta mucho y se lo pasa como un niño, entonces nos vamos entendiendo.
Es una buena pregunta. De hecho, muy buena pregunta. El problema es que exigiría un post aparte (parece que me hayas leído la mente, porque llevo dos o tres días pensando en escribirlo).
La respuesta breve en lenguaje filosófico: Dios no es una causa segunda más, es la causa primera.
Respuesta algo menos breve en lenguaje de andar por casa: Mucha gente, algunos católicos incluidos, entienden mal eso de la elección del Papa y del papel del Espíritu Santo. Dios no es supermán. Su forma de actuar no compite ni excluye el actuar humano. Dios actúa "desde dentro". Es decir, integra en su acción la libertad humana. Esto sólo es posible para él. Si tú y yo tenemos que tomar una decisión y eres tú quien decide, entonces yo no hago nada. En cambio, con Dios, es perfectamente posible que yo decida y él actúe en esa decisión "desde dentro", sin coartar mi libertad ni excluirla, por medio de la gracia, iluminándome, liberando mi voluntad, etc. Más aún, incluso si yo me cerrase a esa gracia, Dios, al estar fuera del tiempo, puede integrar mi libertad mal usada en su plan eterno.
Lo mismo sucede con los cardenales, que pueden obrar mal o bien, de forma dócil al Espíritu Santo o rechazando su actuación. Su rechazo a la gracia tendría consecuencias muy malas para la Iglesia y para todos (como ha sucedido en otras épocas de la Historia), pero aún así Dios, por ser Dios, puede tomar esa mala elección e incluirla de alguna forma en su plan eterno, sacando bien de ella (pero sin anular por ello esas malas consecuencias, porque no nos trata como a niños). Por eso, el Papa es el papa, aunque personalmente sea un desastre, y la gracia divina garantiza que no vaya a arrastrar a la Iglesia a la herejía, que hable infaliblemente cuando se pronuncie ex-cátedra, etc.
Es difícil explicar esto en unas breves líneas, porque es el misterio de la gracia y no disponemos de otros ejemplos apropiados, ya que sólo hay un Dios. Los católicos suelen comprenderlo más o menos por experiencia propia, como te indica José Manuel, pero para empezar a explicarlo racionalmente hace falta una larga argumentación (y, para explicarlo bien, cientos de libros y la conciencia de que uno sólo puede rozar la superficie del misterio).
Si puedo, escribiré un post sobre ello, pero no puedo asegurarlo porque ando mal de tiempo y tengo una larga lista de posts por escribir.
Saludos.
Por si no ha quedado claro en mi respuesta anterior (que intentaba explicar la cuestión de forma más amplia): sí, podría elegirse por sorteo al Papa. O podría elegirle su antecesor (ha sucedido dos o tres veces en la Historia). O podría elegirse por aclamación.
Con cualquiera de esos sistemas, siempre que fuera una elección legítima según las leyes de la Iglesia, el papa elegido sería verdadero papa y Dios garantizaría lo que he indicado más arriba. Sin embargo, como te he dicho, si utilizamos un sistema irresponsable de elección, Dios no nos va a salvar mágicamente de las malas consecuencias de la misma. El garantiza lo que garantiza (y en ese sentido, es el Papa puesto por Dios para nosotros), pero no más. Si elegimos a un papa fornicador, como ha sucedido alguna vez, probablemente seguirá fornicando y escandalizando. Por ello, conviene humanamente hacer lo posible por elegir a la mejor persona para el cargo y, sobre todo, que los encargados de la elección se dejen guiar por Dios.
Es decir, Dios elige al Papa sólo en tres sentidos:
- Dios guía con su gracia a los cardenales que se dejan guiar por él, para elegir a la mejor persona posible.
- Dios garantiza que el elegido legítimamente, sea quien sea, será el Vicario de Cristo: infalible al hablar ex-cátedra, no guiará a Iglesia a la herejía, ejercerá autoridad en su nombre dentro de los límites de su cargo, etc.
- Incluso si los cardenales eligen por malas razones, cerrándose a la acción de la gracia, eso no frustra el plan de Dios, que puede incluir en él nuestros pecados y sacar, con su fuerza creadora, un gran bien de ellos.
Todo esto, por supuesto, entendido en el marco que expliqué en el otro comentario.
Saludos.
¿Y quién elegiría a ese cardenal? ¿El Papa? Si es así, ¿en qué momento de su pontificado? Si es al inicio, y el pontificado es largo, ¿podría cambiar de opinión? ¿O lo eligen los demás cardenales? Para ello habría que hacer una especie de cónclave y volveríamos a lo mismo. En definitiva, no sería tan sencillo.
Pero además (y principalmente) está lo que dice Bruno: el Espíritu Santo guía a los cardenales, pero no los posee. De este modo, los cardenales son libres de ponerse en manos de Dios o guiarse por simples criterios humanos. De entre 115 puede haber alguno o algunos que se cierren a la gracia, por eso es bueno que haya otros muchos que no lo hagan. Si sólo fuese un cardenal y este se cierra a Dios, ¿cuál sería la elección? Como comenta Bruno, Dios tantas veces se encarga de usar nuestros errores para sacar bienes, pero eso no significa que nos tenga que dar igual lo que hagamos. Y aunque ese cardenal se pusiera sinceramente en manos de Dios y su decisión fuese lo más objetiva posible, no faltarían, dentro y fuera de la Iglesia, abundantes críticas: si es italiano y elige a un italiano, o es de la curia y elige a uno de la curia, etc.
Yo creo que, mientras a alguien no se le ocurra algo mejor, esta es una muy buena forma de hacerlo. Como comenta Bayer, de este modo los cardenales de la curia conocen lo que pasa en el mundo, los que están en alguna diócesis lo que sucede en el Vaticano, los de América lo que hay en África, Asia, Europa u Oceanía y los demás igual; cada uno da su punto de vista sobre distintos temas y puede iluminar a otros. Y finalmente, la Iglesia no tiene porqué cambiar algo así por lo que se monta alrededor. Lo más que debe hacer es intentar informar lo mejor posible para evitar tantas tonterías que se escriben. Creo que en esta ocasión se ha hecho bastante bien, con todas las comparecencias del P. Lombardi. Si luego a algunos les interesa montar ese circo o hacer vaticinios, hay que entenderlo: tienen que llenar páginas de periódicos y minutos de televisión.
Un saludo.
Cierto es que un Papa como Frodo, en su forma de ser y de actuar, sería muy bueno para la Iglesia católica.
No, si resultará que Tolkien también era profeta.
Puedes decir, Bruno, como has hecho en tu primera respuesta que tu fe te dice que lo elige Dios pero que los cardenales son libres y que cómo puede ser eso es un misterio. Vale. Esa, al menos, es una respuesta honrada: no lo entiendo. Es un misterio. Pero vuestros intentos de explicación son un insulto a la lógica y a la razón.
¿Por qué?, preguntas. ¿Y por qué no? El que tiene que decidir cómo no es Ramontxu, sino el Papa. Y el Papa ha querido que fuera así. Te cito a Juan Pablo II:
"Especial atención he querido dedicar a la antiquísima institución del Cónclave: su normativa y praxis han sido consagradas y definidas, al respecto, también en solemnes disposiciones de muchos de mis Predecesores. Una atenta investigación histórica confirma no sólo la oportunidad contingente de esta institución, por las circunstancias en las que surgió y fue poco a poco definida normativamente, sino también su constante utilidad para el desarrollo ordenado, solícito y regular de las operaciones de la elección misma, particularmente en momentos de tensión y perturbación.
Precisamente por esto, aun consciente de la valoración de teólogos y canonistas de todos los tiempos, los cuales de forma concorde consideran esta institución como no necesaria por su naturaleza para la elección válida del Romano Pontífice, confirmo con esta Constitución su vigencia en su estructura esencial, aportando sin embargo algunas modificaciones para adecuar la disciplina a las exigencias actuales."
..."Después de madura reflexión he llegado, pues, a la determinación de establecer que la única forma con la cual los electores pueden manifestar su voto para la elección del Romano Pontífice sea la del escrutinio secreto" (Ioannes Paulus II - Universi Dominici Gregis (22 de febrero de 1996)
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_constitutions/documents/hf_jp-ii_apc_22021996_universi-dominici-gregis_sp.html
Si quien tiene que decidirlo, despues de madura reflexión, ha decidido que sea así, yo, desde luego, no soy quién para decir que se equivoca. En otros tiempos ha sido de otra forma, claro. ¿Y qué? El Espíritu Santo actúa cómo y dónde quiere. Incluso también a través de los Cardenales que, libremente, quieren dejarse guiar por ese mismo Espíritu y piden insistentemente en la oración su ayuda.
Un saludo.
José Manuel Genovés.
1) Es una elección propiamente humana. Eligen los cardenales. Por cierto, asistidos por la gracia.
2) No se debe "moralizar". No se trata de elegir al más bueno ni al más santo, sino al más adecuado para el oficio, que implica el gobierno de la Iglesia Universal en su triple función sacerdotal, magisterial y de gobierno. Un santo podría ser un desastre si carece de prudencia política. Viene al caso recordar el consejo de santo Tomás en trance de elegir un prior: "que el sabio nos enseñe, que el prudente nos gobierne, que el santo rece por nosotros".
3) Cuando se trata de elección prudencial, no hay propiamente un "mejor". Hay ventajas y desventajas en cada nombre. Por eso el juicio es prudencial, no categórico. Como dice Bruno, la vida del cristiano está entretejida de decisiones como éstas: la elección de una carrera, vivir en un sitio como en otro, elegir a este u otro cónyuge. Aún supuesta la buena intención, e incluso la oración, la decisión entrañará pérdidas y ganancias (es de la naturaleza de la elección).
4) La gracia actúa ordinariamente removiendo obstáculos, purificando las intenciones de los electores, inspirando ideas, abriendo horizontes, mostrando perspectivas providenciales y acrecentando la caridad de electores y elegido hacia la Iglesia. Salvo una intervención extraordinaria que no puede descartarse, no creo que señale una persona determinada, aunque como dice Bruno esa persona está inextricablemente ligada al plan de la Providencia por la presciencia divina.
¿Dónde está el 'insulto a la lógica y a la razón'? El Cónclave es un método legítimo para elegir a alguien, en este caso a un nuevo Papa, cuyos fundamentos (del método), desde todo punto de vista lógicos y razonables, están expuestas en el documento que te cita José Manuel Genovés. Cualquier otro sistema puede ser válido, pero el que se aplica ahora es la elección a través de un Cónclave. Es el mejor método que sea puede aplicar por ahora, a juicio de quien tiene (o tuvo) autoridad legítima para establecerlo.
Hasta aquí los medios humanos. De ahí en más, quien elige realmente es Dios, de tal forma que, cualquiera sea la persona elegida, se garantice la asistencia especial que Él mismo ha prometido a su Iglesia. Por ejemplo, tras la defección de Judas Iscariote, Pedro llama a que se ocupe el lugar dejado por el apóstol traidor y establece un método: seleccionar tres varones que desde el principio estaban con ellos y que se haga la elección por sorteo. Hasta ahí el método humano para la elección. En aquella ocasión, Dios, a través del azar (bendita creatura de Dios!), eligió a Matías, quien cumplió con creces, hasta el martirio, la misión que se encomendó, que Dios quiso que cumpliese.
Hoy por hoy no es el azar el vehículo del accionar divino sino la voluntad de los Cardenales. A través de la voluntad de los Cardenales Dios elegirá a quien quiere que ocupe la silla de Pedro, para que cumpla también él la misión que le encomendará. Y que no sabemos cuál será (me refiero a los detalles y al ejercicio concreto del pontificado que llevará adelante el nuevo Papa)
¿Que puede ser elegido uno que sea indigno? Pues sí, cabe esa posibilidad, por las razones que ya Bruno te indicó: mala voluntad de los Cardenales, poca docilidad a la Gracia, etc. Pero será indigno, pero nunca equivocado, pues Dios garantizará que lleve a la Iglesia según el rumbo que Él mismo desea, ni más ni menos. Por ello la elección que se realice será siempre acertada, aún con los indignos, pues lo hace Dios mismo.
Dios elige al Papa y lo hace por medios o instrumentos creados ordinarios y no extraordinarios, pues actúa en la creación. Uso el azar, uso la voz del pueblo, hoy usa la voluntad de los Cardenales. No se aparece un ángel para designar al Papa, pues es innecesario, basta la voluntad de los Cardenales.
Saludos.
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Pero ¿es que alguno de los que habéis respondido de buen fe a Ramontxu habéis pensado que tras su meliflua retórica albergaba también buena fe?
¡Gandalf está en Castel Gandolfo!¿Que no lo ha leido usted?
Para Eleuterio:
El padre Longenecker no es exactamente un nuevo sacerdote católico, ya que fue ordenado como tal, en 2006, bajo la llamada "pastoral provision" y es católico desde 1995. Su período de pastor anglicano fue logicamente anterior a esa fecha.
Dios lo oiga. . .un ratzingeriano que no es occidental, que ha demostrado ser un buen administrador, que ha desterrado los abusos liturgicos, que habla claro, que ama a los pobres y la liturgia, que habla del "verdadero ecumenismo" que esta en "la letra" del Vat. II. Uno que todos dicen que no tiene opciones porque les dijo a sus hermanos obispos que quien no obedecia al Papa colaboraba con el demonio.
Efectivamente solo puede tomar ese peso Frodo, contra su voluntad, y rogar para lograr escapar de Boromir, que quiere usarlo para ponerlo al servicio de "un mundo mejor".
No tengo dudas del carácter profético de la obra de Tolkien. Todo lo bueno y verdadero participa de algun modo de la Verdad y el Bien.
Un abrazo
Si está en el Aventino, que le hagan volver.
Por cierto, Ramontxu, no seas simple, afirmar que un hombre no puede tomar una decisión libre, consciente y responsable o irresponsable, inspirado por el Espíritu Santo, es tanto como decir que un hombre no puede casarse, y ser libre haciendo lo que a su mujer le gustaría que hiciera... sin habérselo dicho ella. Se nota que no estás casado, hijo.
Sobre el "circo", yo estoy convencido que Dios habla y muy claramente. Y dentro de lo que dice siempre nos deja un amplio margen de libertad: Mientras no hagamos nada malo, tenemos muchísimas opciones de cosas buenas por hacer.
Por ejemplo, a mí, me ofreció dos opciones: celibato o matrimonio. Ambas buenas. Y dejó que yo eligiera.
Estoy seguro que entre los más de 100 candidatos, Dios puede optar por más de treinta, todos buenos. Y deja que "nosotros", a través de nuestros cardenales, tomemos la decisión. Él estará de acuerdo, y derramará su gracia sobre el elegido, siempre que no sea ninguno de los que Él no quisiera. Aunque la verdad, me cuesta muchísimo creer que entre los candidatos pueda haber ni siquiera uno que no pudiera cumplir la misión, con ayuda de Dios.
Al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?
El sabe de los rumores del pueblo lo mismo que los apóstoles ¿Por qué les pregunta a ellos lo que piensan de El las gentes?
Lc recoge en otro lugar esta creencia popular. Jesús era, para ciertos grupos, Elías, que había aparecido (Lc 9:8). Según el pueblo Elías no había muerto, y debía venir para manifestar y ungir al Mesías.Otros hablan de Jeremías o en algún profeta
La confesión de Simón Pedro : “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.Pedro confiesa la mesianidad y la divinidad de Jesús. Al decir que es el Mesías, indica la relación de autoridad del Señor con Dios su Padre que lo envía,no se recoge la respuesta de los otros discipulos. Sólo recogen la respuesta que le dirigió Pedro,
Mateo indica la precisión que interesa destacar, la solemnidad del momento y la trascendencia del acto.
Dice Jesús: YO TE DARÉ..YO... Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo. La promesa es que ese atar y desatar sobre la tierra tendrá ratificación en el cielo.
Esta misión tiene un poder increible cuanto permita o prohíba en el Reino, todo eso será en el cielo. Y por lo tanto está garantizado por Jesús.
Pedro ha recibido el poder de la Casa de Dios, para admitir o excluir, según el Evangelio y de administrar la comunidad, en Pedro recaerán las responsabilidades de la doctrina y de la moral, el podrá decidir lo que es bueno y licito para su Iglesia, sentencia que será ratificada por Dios en lo alto de los cielos.
Así,como Pedro en la Iglesia naciente, existen hoy rumores sobre quien será el sucesor. Pedro, en el nombre de Jesucristo que es el mismo ayer ,hoy y siempre,es el encargado de animar la fe creyente, el es en nombre de Jesucristo Pastor y guía de la Iglesia.
JESUCRISTO MISMO invisible, hecho visible en el que venga de su parte,lo demás la forma de elección es lo de menos.No dudo que elige Jesús por la fuerza de su Espiritu y nosotros en el Cenáculo orando.
Me alegro por este sacerdote, es un buen ejemplo, el mismo para animar a tantos hombres que sienten el llamado de Dios a pesar de su pasado, lo importante es abrir los oídos y escucharle, y tiene toda la razón al decir que... ¿Dónde se ve una reunión universal así? Desde luego es el Espíritu Santo que los ha convocado, es una maravilla, ahora nos toca rezar a pesar de las envidias de otras formar de religiosidades.
No sé si reír o llorar; más bien lo primero; es difícil ser más sibilino o tener más mala fe; cuando dice que el protestantismo está desbancando al catolicismo, estamos de lleno en el reino de la mentira, en la que, por cierto, el articulista se maneja con toda soltura.
Usted es el más indicado para poner en su sitio a los ilusionistas de este tiempo.
Muchas gracias por adelantado, aunque (lo comprendo, hay cosas más positivas que hacer) no atienda a esta petición.
Si elige uno: ¿quién y cómo se elige a ese elector?. De dónde además, que uno solo tenga una particular sabiduría y conocimiento para elegir al papa.
Si eligen, todos los (y las) fieles seglares, religiosos, presbiteros, obispos y cardenales, hay una inmensa masa, sin el debido conocimiento personal de los candidatos, donde lo que importan son sus cualidades a la luz del Evangelio, ya que no hay una campaña o programa a cumplir como con los políticos.
Por cooptación el papa durante su ministerio, designa a los cardenales entre sus obispos, para auxiliarle en vida, y para luego de su muerte o renuncia, formen un cuerpo donde se espera estén los mejores para que sea su sucesor.
¿podrá ampliarse el Cónclave en el futuro con otros miembros? Es posible, pero no es un tema para inquietarse particularmente.
por que los cardenales tienen herrores y Dios es perfecto y segun la historia la iglesia catolica romana
esta llena de papas asesinos y sinverguenzas sobre todo en los años del medievo.
Los papas los eligen los hombres y como tal algunas veces se equivocan.
Jesus dijo no llameis padre a nadie solo a Dios por que todos sois hermanos.
El nombre de papa o gran padre aparecio al rededor del
siglo X y lo de Santo padre ese titulo es de Dios y
el de sumo pontifice es de los Cesares Romanos.
Lo que es lo mismo los papas son sucesores de los
Cesares y no de San Pedro por que la diferencia es grande, Jesus no quiso ser Rey y el papa lo es Rey y Emperador, esto duele pero es la verdad.
jesus nunca estubo de acuerdo con las gerarquias.
Se enfrento a las de su tiempo y hera muy parecida a
la catolica, a el le acusaron de hereje y por eso lo
asesinaron hasta hace dos siglos la iglesisa catolica
romana hacia lo mismo con la ayuda de los Reyes.
El ultimo fue un valenciano en 1830 lo ahorcaron y luego lo quemaron.
Es vergonzoso que ala iglesia a la que pertenezco hiciera
esas cosas en nombre de que Dios por que en el que yo
creo no.
Que el Señor os Bendiga y os quite la benda de los ojos como hizo conmigo. y podeir borrar e insultarme
la verdad es clara como el agua, dijo Jesus la verdad
os hara libres y gracias a el lo soy.
Javiergo, estoy de acuerdo con San Agustín. Gracias por la cita. Efectivamente, no tienes ningún argumento para demostrar la existencia de Dios, por que no lo hay. Sin embargo, tienes mil argumentos para demostrársela al que quiere creer porque, para ése, cualquier argumento vale.
Primero dinos qué crees que es la libertad, si crees que la libertad existe, cómo la defines y cómo sabes que existe.
Después veremos si la existencia de Dios impide a un cardenal servirle libremente, a mi esposa amarme libremente y a los poetas cantarle libremente.
"que el sabio nos enseñe, que el prudente nos gobierne, que el santo rece por nosotros"
Esta frase, que está muy bien y yo he recordado varias veces para resaltar la importancia de la prudencia en los cargos de gobierno, me suscita alguna inquietud. ¿Conoces la referencia y el original? Lo digo porque no parece muy propia de Santo Tomás, en el sentido de que carece de cualquier matización o distinción al estilo del Aquinate. Más parece una frase de San Ignacio: incisiva, cortante como espada de doble filo, útil para la lucha contra un error particular, pero sin tiempo para meterse en matizaciones, como sucede en todas las luchas.
Me explico. Tal como está la frase, da la impresión de que la santidad nada tiene que ver con la sabiduría y la prudencia. Es decir, parece que reduce la santidad a la piedad o algo así. Cuando la realidad es muy diferente: en alguien con misión de gobierno, la santidad está estrechamente unida al ejercicio de la prudencia (dentro del marco de los talentos naturales que Dios haya dado a la persona, claro).
Por otra parte, la santidad es una cualidad deseable para cualquier oficio en la Iglesia. Ceteris paribus, cuanto más santidad mejor es el candidato, porque a fin de cuentas la santidad consiste en parecerse a Jesucristo. Aunque, por supuesto, la santidad no sustituye ordinariamente a las cualidades naturales necesarias. Por dar el caso más claro, la mujer más santa no puede ser ordenada obispo.
Quid tibi videtur?
Me agarras sin los perros, pero voy a tratar de entender el apólogo atribuido a santo Tomàs (que por cierto he recibido como tú de tradición oral).
Por descontado que no constituye una apología de los "superiores briosos y sin letras", como decía Mariana en el siglo XVII cuando se habían enseñoreado de la Compañía de Jesús ejecutivos con fuerza de voluntad y sentido práctico, estilo que hasta hoy se enseña como modelo empresarial: el jesuítico. No.
Creo que lo que Santo Tomás resalta es por un lado el carácter intelectual de la virtud de la prudencia (aunque del entendimiento práctico-pràctico) y por el otro la especificidad propia de la prudencia política. En efecto, mientras la santidad requiere en forma inextricable de la prudencia "monástica" o individual (sin ésta no se pueden encontrar los medios para practicar el resto de las virtudes), un santo puede carecer por completo de prudencia política, que es el hábito de disponer los medios más eficientes (generalmente voluntades humanas) para la procura del fin de la sociedad o bien común. Para hacer una analogía, si me dicen que puedo elegir tres pilotos de avión para mi viaje, un santo, un sabio, un buen piloto, elegiré el último. Lo mismo con un cirujano, etcetera. Si es santo, mejor, si es sabio mejor. Y ciertamente si el piloto es malo moralmente (desidioso, le gusta coquetear con las azafatas, es temerario, soberbio, etcetera) podrá haber problemas incluso de vuelo.
Esto no significa: que el prudente "polìtico" no deba ser sabio (más bien lo requiere, porque la sabiduría perfecciona el hábito de la prudencia) ni santo (un gobernante perverso no es buen gobernante, ni prudente, como el piloto depravado). Pero sí que un sabio o un santo pueden ser completos ineptos en materia de prudencia política. De hecho, la experiencia histórica demuestra que tanto el filósofo (Platón y su desgraciada experiencia con Dionisio; la vieja anécdota de Tales cayendo en un pozo, etc) como el santo pueden ser nulidades políticas (el penúltimo papa renunciado, y si me apuran...). En la prudencia funcionan una multiplicidad de hábitos encadenados: la ubicación para decir las cosas, medir el efecto que tendrá una palabra o una medida en los súbditos, la solertia para acertar de una, "mantener la gracia bajo presión" como decía Kennedy, el manejo de los tiempos, etcetera etcetera.
Es lo que se me ocurre, tú dirás.
Vale.
Sigo sin encontrar el insulto. Ni la falta de lógica. Ni la falta de razón. Ni tampoco creo que seas tonto.
Los Cardenales son libres porque libremente van al Cónclave buscando la voluntad de Dios, por eso oran, piden, suplican, piden "ver" esa Voluntad. Y lo hacen todo libremente, porque quieren, porque les da la gana, porque buscan con afán la voluntad divina. Quieren conformarse con Dios en esto. Quieren ser instrumentos fiel y ciego de dicha voluntad, para que de ese modo se "materialice", se realice en la historia, el designio de dicha Voluntad: Que haya un Papa conforme con la Voluntad de Dios.
Es una intrincado relación de las voluntades de seres humanos con la Voluntad divina que buscan todos el mismo fin: Elegir a quien debe ser elegido. Dios elige y los Cardenales lo buscan, libremente.
Y porqué Dios no apunta con el dedo a uno y ese es el elegido? Porque Dios no emplea, habitualmente, medios extraordinarios para manifestar su voluntad. Si Dios no se manifiesta extraordinariamente entonces debe hacerlo ordinariamente. Y los medios ordinarios, para la elección de alguien, es la expresión de la voluntad hacia el elegido mediante un signo externo. Es como cuando tu profesora de primaria te elegía para limpiar la pizarra de tiza. Mediante sus palabras y gestos se manifestaba su voluntad de que limpiaras la pizarra. Así, análogamente, la Voluntad de Dios se expresa, en los gestos, palabras y obras de los cardenales, que no son robots ni mucho menos, sino personas deseosas de expresar dicha Voluntad con la mayor libertad y alegría del mundo.
Saludos.
Los hijos de Dios que gozamos de su infinita bondad por habernos hecho libres, sometemos a su voluntad también libremente las decisiones importantes, impetrando la guía e iluminación del Espíritu Santo que nos ayude a superar nuestras limitaciones para encontrar una solución que beneficie a todos, cosa que no tiene nada que ver con una falta de libertad.
Vayamos a otros asuntos más relacionados con el actual Cónclave, y me dirijo ahora a Bruno. Bien sabe Dios, y también lo sabes tú, Bruno, y los demás participantes de este blog, que yo no soy 'progre', ni 'teólogo de la liberación', ni 'evangelista', ni pertenezco a ninguno de esos colectivos que destacan, entre otras cosas, por clamar contra las "riquezas de la Iglesia" y paridas semejantes. De esos tópicos manidos y absurdos he pasado siempre y los he refutado con argumentos sólidos. Sentado esto, como lo cortés no quita lo valiente, me apena que se hayan destacado en estos días atrás (en el mismo Infocatolica) como relevantes las comodidades y el comfort de los que están gozando ya los cardenales en la nueva residencia de Santa Marta...
Por la descripción que se hace de las estancias, más que residencia parece un resort. A mí, eso de las Suites con conexión web, teléfono, televisión, armarios, escritorios, reclinatorios, sillones, aire acondicionado, baño privado, etc., me parece, siendo muy suave, cuanto menos triste, sobre todo sabiendo - como sabemos todos - que Jesús nació en un pesebre, murió en una Cruz, y entremedias no tenía donde reclinar la cabeza. En esto de los aposentos de los purpurados, a lo mejor los alojamientos precarios precedentes (anteriores al pontificado de Juan Pablo II) eran mejores que la madera trabajada actual. Señores cardenales, hay que dar ejemplo... y hay que tener mucho cuidado con estas cosas. Luego no nos extrañe que nos critiquen.
Siendo el Papa siervo fiel,el mejor servidor, que tiene que encarnar su palabra, su historia, su doctrina, en definitiva su Persona, que es la que abre el camino a la Iglesia cuando dice YO SOY LA VERDAD es decir abre el camino del Amor y de la PAZ a todos y a cada uno de los hombres de este mundo dolorido, que si se dejan amar por el Señor, su vida cambiará definitivamente de una forma asegurada por Él.
A la vez vemos los cardenales, inteligentes sabios,ancianos, doctos,fieles, caminar unidos bajo la luz del Señor, que saben que son instrumentos elegidos por El Señor y consagrados por el Papa, para salvar a las personas fieles y conjuntamente unidos en la iglesia del Salvador,tenemos oportunidades que se nos brindan con mucho Amor por el Señor, así que hagamos un mundo de paz dirigido por El Papa y los Obispos con sacerdotes diáconos y pueblo fiel.
Y tenemos a Benedicto XVI,que nos deja un Magisterio centrado en la persona de Jesús, asi Jesús e Iglesia es la unidad visible de los cristianos, que caminan hacia la nueva Jerusalén celeste, desde esta Jerusalén terrestre, que aún tiene mucho que purificarse para entrar en la gloria.
Confieso que me he parado en los comentarios hasta el primero de javiergo, y tampoco iba a participar; porque yo no se si Ramontxu es un troll o solo quiere discutir, de todas maneras es claro que los ateos o no-creyentes en un sitio catolico tecnicamente ya actuamos como tales. Por eso ahora yo entro poco a iC y posteo menos aun.
Si ahora escribo uno es porque un comentario tuyo , javiergo, me ha movido a ello. Hay quien quiere creer pero no puede, y ese es mi caso. Yo lo he intentado y no he podido. A lo mejor hacen falta yo que se, mas de mil argumentos+1 para creer porque yo todos los que he visto y reflexionado ninguno, absolutamente ninguno me ha convencido. Y algunos son espectaculares o bellos o lucidos pero ... a mi no me han convencido. De mi paso por sitios confesionales si es cierto que he pasado de atea (es decir negar a Dios) a no-creyente, que seria algo asi como cuando Franco en los 40s paso de la no-beligerancia a la neutralidad durante la WWII. Yo no puedo afirmar que Dios no existe, a lo sumo pongo una gran duda de su existencia.
En fin, javiergo, hay quien quisiera creer pero no puede.
Un saludo y buen debate ;-)
Te he enviado un correo electrónico, para pedirte un favor. Como no estoy seguro de cuál es tu dirección real, ¿podrías enviarme un correo tú a [email protected] para saber dónde enviártelo?
Gracias
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