¡Buen Camino, Benedicto!
Cuando dos peregrinos se cruzan en la peregrinación hacia Santiago, es costumbre saludarse con un amable deseo de “¡Buen Camino!” Hoy quisiera desear lo mismo a Benedicto XVI para despedirme así de nuestro antiguo Papa, porque ayer, en Castelgandolfo, él mismo se definió como “un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta tierra”.
Como dice el Salmista, todos los seres humanos somos peregrinos hacia el cielo: “Peregrino soy sobre la tierra” (Sal 118,19). Benedicto nos acompañó en el camino durante un tiempo, pero ahora toma un atajo, camina más rápido y nos precede, como hacen los contemplativos, ardiendo en deseos del cielo.
Fue un regalo de Dios tenerlo como guía y compañero de peregrinación. Nos explicaba las Escrituras mientras caminábamos y nuestro corazón se inflamaba al escucharlo. Ahora sin embargo, nuestros pasos se separan, porque hay un solo Camino, pero muchas sendas. Con cariño y, ¿por qué negarlo?, con lágrimas en los ojos, me despido de él con un pequeño soneto sobre su nueva vida. ¡Buen Camino, Benedicto!
Hoc est enim
En un jardín de Roma hay un anciano,
Oculto a las miradas de la gente,
Que gusta de rezar junto a una fuente,
De prisas y cuidados ya lejano.
Recuerda a veces, con dolor humano,
Que su palabra antaño era influyente
Y el mundo le escuchaba humildemente,
Mas pronto retrocede el pensar vano.
Se pone en pie y, sin oler las rosas,
En casa de su Padre vuelve a entrar,
Dejando tras de sí todas las cosas.
Bien sabe que, encorvado ante el altar,
En esas viejas manos temblorosas,
El mundo y más que el mundo puede alzar.
33 comentarios
Buen soneto, Bruno. Gracias.
Pues sí, así son las cosas; así son los regalos de Dios. El lo da y El lo quita, y aunque el agradecimiento a Dios sea enorme, cuando lo quita no existe despedida más dolorosas.
Un cordial saludo.
Sí, es algo que la Escritura repite multitud de veces.
"Extranjero y peregrino soy entre vosotros" Gn 23,4
"Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña" Heb 11,9
"Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra." Heb 11,13
"Y ella dio a luz un hijo, y Moisés le puso por nombre Gersón, porque dijo: Peregrino soy en tierra extranjera." Ex 2,22
"Además, la tierra no se venderá de forma permanente, pues la tierra es mía; porque vosotros sois sólo forasteros y peregrinos para conmigo" Lev 25,23
"Porque somos forasteros y peregrinos delante de ti, como lo fueron todos nuestros padres; como una sombra son nuestros días sobre la tierra, y no hay esperanza" 1Cr 29,15
¿Por qué se habla tan poco de esta verdad?
Así nos ayuda a fijarnos más en el Dios de los regalos que en los regalos de Dios.
Pero duele.
"Los cristianos (...) habitan en sus propias patrias, pero como extranjeros; participan en todo como los ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña les es patria, y toda patria les es extraña"
(Carta a Diogneto, siglo II).
Gracias. Y a seguir rezando para que el Espíritu Santo sople una vez más en su Iglesia.
Pax.
Que el Señor nos lo conserve lúcido y como él es, muchos años. Amén.
Ayer fue un día duro. Ese maldito helicóptero llevándoselo... ¡Jo..., estos papas cómo se dejan querer...!
Aunque él no ha muerto, me hace recordar estos versos de Machado:
"Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.
Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía,
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar."
Y tú, que tienes sensibilidad de poeta, viendo el helicóptero sobrevolando Roma, ¿no te venía a la mente el "Quo vadis"?
Por cierto, una curiosidad: ¿Qué se dice en "fuentes habitualmente bien informadas" de aquel rayo que cayó sobre la cúpula de S. Pedro coincidiendo con el anuncio de la renuncia? ¿O era otro montaje de los farsantes de siempre?
Benedicto es algo rarísimo, que ocurre sólo cada varios siglos: un teólogo papa. El listón doctrinal ha quedado muy alto. De las Tres Funciones gozó en grado eminente natural y sobrenatural de su carácter de Liturgo y de Doctor. En cuanto a Rey, fue pura gracia.
Nuestra humanidad tiene mezclas de emociones, el cariño unido a la persona de Benedicto, que quiere retirarse a maditar y a orar al Señor y el agradecimiento que sentimos por todo los que nos dejó con sus escritos, su palabra, su testimonio, su humildad.
Y la Palabra única del Señor que permanece para siempre.
«No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy sabéis el camino.» Juan 14.
Nos queda seguir orando por la elección del nuevo Pontifice,se siente el cariño de toda la Iglesia unida en oración.
Es verdadero, pero es vano también ponerse a añorar lo que fue y ya no es, porque nos distrae de lo que Dios quiere hoy para nosotros. Antes de hacer algo, conviene pensar sobre si es la voluntad de Dios y considerar otras opciones. Una vez que ya hemos hecho ese algo, no tiene sentido ya pensar en "podría haber hecho otra cosa", "si hubiera actuado de otro modo, ahora todo sería diferente", etc. En cierto modo, nuestro pasado es lo que Dios quiere hoy para nosotros, como todo lo que está más allá de nuestro control.
Yo diría que darle muchas vueltas al propio pasado, fuera del dolor de los pecados y de la acción de gracias a Dios por lo demás, suele ser poco sano espiritualmente hablando.
Lo del tria munera es un análisis muy interesante. Aunque confieso que precisamente el que menos capacitado estoy para apreciar y juzgar es el de gobierno, porque me resulta más remoto.
Un acto de gobierno que ha sido muy bueno de Benedicto XVI: los obispos nombrados en España, que, al menos en mi opinión, han ido mejorando bastante como regla general en los últimos años. No sé qué tal irá la cosa en Argentina.
No pensé en el Quo Vadis, la verdad, porque en la pequeña iglesita que hay dedicada a esa leyenda en las afueras de Roma se conserva una losa con lo que dicen que son las huellas de Cristo en aquella ocasión. Desde que estuve allí, asocio siempre la escena a algo tan sólido y terrestre como una calzada romana... y el helicóptero se parecía poco.
Por otra parte, no creo que Benedicto XVI marche de Roma para evitar el martirio, sino buscando la Voluntad de Dios (si acertó con ello o no, eso ya no lo sé).
Lo del rayo no me parece muy significativo, la verdad. En San Pedro hay un pararrayos y es frecuente que caigan rayos en él.
¿A qué te refieres con lo de Tolkien? Quizá haya un cierto parecido de la situación actual con la fiesta de cumpleaños de Bilbo, pero a mí esa despedida nunca me pareció triste tal como la cuenta Tolkien. En cambio, me resulta conmovedoramente triste el final del libro y la partida desde los Grey Havens. Aunque sea la mezcla contradictoria de una tristeza esperanzada (o quizá precisamente porque lo es).
Sí, pensaba en ambas. Aunque Bilbo se llevó el anillo. Y Ratzinger se lleva algo de un mundo que como el de los elfos, ha terminado.
Lo de un mundo que ha terminado me resulta más apropiado. No sé por qué, tengo la impresión de una época que termina inexorablemente. Es algo que no me sucedió con Juan Pablo II, a pesar de que había sido Papa desde que podía recordar. Quizá de ahí viene el sehnsucht que siento ahora mismo.
Tu soneto me ha inspirado otro,perdonar mi atrevimiento.
Un sábado de gloria Joseph nació
y jugando descubrió
vocación en la oración.
Fue creciendo y madurando
bajo el fuego del hogar
y tocando,tocando su piano singular
Dios lo quiso para si
y para ello lo llamó
Apacienta mi rebaño...
Ve y muestrales a ellos
mi querer y mi afán
pues te doy sabiduria.
Y como él lo quería
fue confiado a laborar
obediente en el obrar.
Se lo puso para ir hasta su casa y allí lo dejó para Frodo. Casi se lo lleva, pero con la ayuda de Gandalf superó la tentación.
"creo que por fin se clausura el posconcilio"
Umm... No está mal como idea. Ciertamente, ha sido el último Papa que participó en el Vaticano II.
Pues bien, desde la razón, y como persona de fe, quiero reclamar el derecho legítimo que tenemos aquellos católicos - entre los que me incluyo - que criticamos la renuncia de Benedicto XVI porque no nos ha parecido bien. Tenemos el derecho elemental a ser oídos y a no ser censurados por ello. Tenemos el derecho a no aplaudir su decisión. Como bien dice Sofronio, no somos unos apestados por eso. Pedimos solo respeto.
En la entrevista que se ha puesto en este blog hecha al Cardenal Bertone, éste afirma, con entera razón, que Benedicto XVI será recordado por múltiples motivos, siendo uno de ellos su ejemplar magisterio. Como he dicho, estoy completamente de acuerdo. Cuando, en la misma pregunta, se le habla de la renuncia, contesta Bertone: "Y también será recordado por su renuncia, que ha mostrado al mundo el abandono sirviendo siempre a Dios de un Papa que a lo largo de toda su vida –y no sólo como Pontífice – ha pretendido ser un siervo más en la viña del Señor". Como sabemos todos, Beato Juan Pablo II es recordado con sumo cariño y afecto, entre otras muchas razones, porque no renunció y murió como un mártir siendo Papa. No se bajó de la Cruz. Bien, y según Bertone, Benedicto XVI también dejará un grato recuerdo por hacer justo lo contrario. Dos finales no solo distintos sino contrapuestos, y los dos magníficos, maravillosos,olé. Esto es la cuadratura del círculo.
¿Hasta cuándo nos tomarán (la jerarquía) por tontos a los fieles? Ahora todo es muy reciente y solo oímos los aplausos, pero ya empiezan a oírse también los silbidos que irán en aumento conforme se vaya acercando el Cónclave. Así, por ejemplo, el Cardenal australiano George Pell declaró ayer mismo, entre otras cosas, que la renuncia de Benedicto ha sido "levemente desestabilizadora". Y esto es solo el comienzo... Por si alguien duda de la noticia:
http://www.wapa.tv/noticias/internacionales/entrevista-ap--pell-espera-no-se-repita-renuncia_20130301111315.html
No sé por qué estás tan obsesionado con este tema. Sin duda, puedes pensar personalmente que era mejor que Benedicto XVI no renunciase. Quizá podrías tener en cuenta que no tienes los datos (y Benedicto XVI sí) y que Benedicto XVI siempre ha mostrado ser un claro deseo de hacer en todo la Voluntad de Dios. Pero puedes pensar lo que quieras.
Lo que no tiene sentido, como ya expliqué en un post entero, es tu comparación de la actuación de Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Es como si tuvieras varias hijas y, porque la primera se ha hecho carmelita, les dijeses a las demás que ellas ya no podían casarse. Tan lícita es una cosa como la otra y para una de tus hijas en concreto la Voluntad de Dios podría ser perfectamente casarse, aunque para la primera esa Voluntad fuese la vida consagrada. Fuera del pecado, que nunca es voluntad de Dios, dentro de lo permitido el plan de Dios puede incluir cosas totalmente distintas para personas diferentes. Y, como la renuncia al papado está permitida por el Derecho Canónico y, por lo tanto, también por la Ley de Dios, es perfectamente posible que fuera la Voluntad de Dios para Benedicto XVI. En ausencia de mas datos, eso que es posible yo lo creo probable porque lo que conozco de Benedicto XVI ha hecho que me fíe de él.
Lo del Cardenal Pell es una manipulación de sus palabras, como ya se ha explicado:
http://www.aciprensa.com/noticias/medios-manipulan-declaraciones-de-cardenal-pell-para-atacar-a-benedicto-xvi-10645/#.UTE_afLupp5
Saludos.
De ahí la enorme extrañeza de algunos foristas, entre los que me incluyo, por el hecho de que JAMÁS un blogger de Infocatolica haya vertido ni una mínima crítica hacia algún acto concreto de cualquier Papa, como si no pudiesen equivocarse nunca. Es muy extraño, ¿es adulación?, ¿es ingenuidad rayando el infantilismo?, ¿es que dejaríais de cobrar alguna ayuda o subvención?, ¿es sencillamente que le tributáis culto de latría a la figura del Pontífice? No sé, Bruno, es bastante extraño. Al menos, admite que nos pueda resultar a algunos bastante raro.
Aquí, entre nosotros, y no te ofendas por la pregunta, porque no va con segundas, es una pregunta sincera: ¿tú crees que cualquier Papa, incluido Benedicto XVI, es Dios? Lo digo porque como no le véis por estos lares ni el más mínimo error, pues le da a uno por pensar cosas así, de modo que no podéis criticar una pregunta de esta naturaleza. Como solo veo por todas partes loas, alabanzas, canciones, aplausos, piropos, y toneladas de sentimentalismo acrítico, pues yo pregunto.
Y, en segundo y último lugar, como bien ha dicho Luis: ojo con parecerse a los Estados totalitarios. La Iglesia no es ninguna secta y la Congregación para la Doctrina de la Fe lo que dirime son asuntos relacionados con eso, con la Fe, de modo que todo lo opinable dentro de la Iglesia debe ser respetado, incluyendo a aquellos a los que no nos gusta nada en absoluto la figura de la renuncia.
Un saludo en Cristo Jesús
En estos últimos 19 días he leído varios periódicos todos los días, sin excepción. He escuchado distintas emisoras radiofónicas. He consultado una enorme cantidad de páginas web. Y he seguido un montón de tertulias televisivas. En todos estos medios, he escuchado y leído a centenares de comunicadores, de periodistas, de tertulianos... opinar sobre las renuncia del Papa. Y hay algo, Bruno, que me ha dado mucho qué pensar... Me explico... El 100% (sí, todos, sin excepciones) de las personas no creyentes o de otras religiones se han mostrado favorables - sin fisuras - a la renuncia de Benedicto XVI. Entiendo que sea así porque son paganos y le tienen inquina a este Papa (ya emérito), y a cualquier Papa. No entienden la vida intraeclesial y conciben además a la Iglesia como una ONG o una multinacional en la cual su jefe puede dimitir por motivos de salud o por lo que sea. Ya sabemos que así es la mentalidad del mundo...
Ya te digo, Bruno, que lo anterior se puede entender. Lo que ya no es comprensible bajo ningún aspecto, y resulta verdaderamente preocupante, y muy triste, es que un altísimo porcentaje de católicos (a los que también he seguido en todos los medios, y muchos con los que he hablado) ¡¡también se muestren favorables a dicha renuncia papal!! ¿Sabes algo, Bruno? ¿Tan poco se quería a este Papa? Porque yo lo he querido muchíssiiimmmmoooo, de ahí mi despecho, mi rabia, estoy lejos de recuperarme del impacto. Creo francamente que nunca me recuperaré de este trauma.
Pero, sobre todo, ¿no es como para preocuparse, y mucho, que tantos católicos, tantísimos, coincidan con los paganos? Me inquieta de verdad, y creo que es un mal síntoma, cuando contemporizamos con el mundo, y coincidimos con sus parámetros, sus opiniones, su visión de las cosas... Yo esperaba de corazón otra reacción muy distinta de mis hermanos en la fe. ¿La rebelión, la sedición? ¡Ni muchísimo menos, Dios me libre de ello! Esperaba el desencanto, el enjuiciamiento crítico, la protesta respetuosa, la resignación manifiesta que no la aceptación jubilosa (que son dos cosas muy distintas, yo estoy resignado, vosotros lo aceptáis encantados, como los paganos).
A veces me encuentro perplejo, no sé en qué Iglesia me encuentro, cómo puede ser que el espíritu del mundo haya penetrado tanto en Ella. Yo no soy de 'derechas' ni de 'izquierdas', soy tradicionalista católico, simpatizante de los lefevristas pero con las ideas muy claras de que jamás me iré con ellos, pues soy un hijo fiel de la Iglesia y rezo a diario para que sean ellos los que vuelvan a su Madre y Maestra. Yo he recibido la misma educación católica de cualesquiera de los que participan en este blog, ni más ni menos. He tenido buenos profesores y mejores directores espirituales. He conocido a extraordinarios sacerdotes, me he empapado toda la Patrística, siento pasión por la Hagiografía, por la Mística, y, en fin, sé de Quién me he fiado. Cristo es mi Dios y Señor. No hay nada en lo que haya profundizado más que en la Teología de la Cruz, en la teoría y en la praxis existencial. Y nadie en el mundo podrá convencerme de lo contrario a lo que ven mis ojos: y es que esta renuncia ha sido una huida clara y manifiesta de la Cruz.
Espero en Dios que esto no vuelva a suceder con el siguiente Papa ni con ningún otro. Dios me conceda algún día morir por Él, en la Cruz, en cualquier parte del mundo. Ansiar el martirio es la mejor de las mociones que el Espíritu Santo puede conceder a nuestros corazones.
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