Qué piden a Santa Claus los niños ingleses
Los ingleses tienen muchos refranes y expresiones que me encantan. Me he acordado de uno de ellos esta mañana. Cuando alguien dice una verdad incómoda de manera ingenua, sin darse cuenta de que sus palabras van a resultar molestas o políticamente incorrectas, sentencian: “Out of the mouth of babes….” Es decir, “de la boca de los niños pequeños…", queriendo expresar que los niños (o los ingenuos) a menudo dicen la verdad que nadie se atreve a decir.
Me he acordado de la expresión inglesa al leer, esta mañana, una curiosa encuesta. En ella, se preguntaba a dos mil niños británicos qué iban a pedir a Santa Claus. Es decir, algo inofensivo y navideño en el sentido más sentimental y políticamente correcto posible, ¿no? Pues no, porque de la boca de los niños pequeños han salido algunas verdades que, con seguridad, preferiríamos no escuchar.
Por supuesto, la mayor parte de la lista de cosas más solicitadas era inofensiva y divertida. Los niños piden desde caballos y perros a chocolate o videojuegos. Algunos niños aislados pedían cosas más imaginativas, como una máquina del tiempo, un elefante o la luna.
¿Qué era lo más popular? En la lista de cosas más pedidas por los niños, el primer lugar ha correspondido a un hermanito o una hermanita. Bastante triste, ¿verdad? Los padres tienden a engañarse a sí mismos diciendo que sólo tienen un hijo para poder dar a ese hijo “lo mejor", cuando lo que el hijo quiere de verdad es tener hermanos, aunque toque veranear en el pueblo en lugar de en Saint Moritz.
Uno de los dogmas más extendidos de nuestra época es la idea peregrina de que las acciones no tienen consecuencias, así que podemos hacer lo que queramos sin que pase nada por ello. Pero no es verdad. Las acciones tienen consecuencias. Si los padres se plantean egoístamente el tener (o más bien no tener) hijos, como un elemento más para su propia comodidad y conveniencia, los resultados serán inevitablemente desastrosos. Por desgracia, el egoísmo se difunde por contagio.
Por supuesto, también habrá familias que no puedan tener más que un hijo por las más diversas razones, pero eso es algo totalmente diferente. El niño también querrá tener un hermanito, como es lógico, pero no percibirá (con esa llamativa habilidad que tienen los niños) que en su casa es más importante el coche nuevo que el hermanito.
No acaba aquí la cosa, sin embargo. Hay otro elemento aún más duro y terrible en la lista de los niños británicos. El décimo puesto de la lista corresponde a “un papá”. Al leerlo he sentido una gran tristeza. Pocas cosas más tristes se me ocurren que el hecho de que sea algo habitual entre los niños carecer de una de las cosas más importantes de la vida: un padre (o una madre, en el puesto 23 de la lista). Si hubieran pedido “un poco más de gachas", como en los terribles principios del siglo XIX, me habría dado menos pena que ver que quieren un padre y no lo tienen.
Me temo que, en la historia de Europa, esta situación sólo se ha debido de dar en caso de grandes guerras o terribles epidemias. ¿Es que acaso hemos tenido una gran guerra sin enterarnos? ¿La peste negra ha vuelto a asolar nuestro continente sin que nadie se dé cuenta? Quizá sea el momento de pensar que la mezcla explosiva de ideologías, egoísmo y adolescencia perpetua tan propia de nuestra época pueda ser destructiva como guerra y contagiosa como una mortífera epidemia.
Curiosamente, la expresión inglesa de la que hablábamos al principio tienen un origen bíblico. El Salmista dice: “De la boca de los niños pequeños has sacado una alabanza contra tus enemigos, para reprimir al adversario y al rebelde” (Sal 8,2). El propio Jesús citó esa frase cuando los sacerdotes del templo reprochaban a los niños que le recibieran como al Mesías prometido (cf. Mt 21,16). A veces, el Señor usa como profetas a los más sencillos e ignorantes de entre nosotros, para bajar del burro a los que nos creemos inteligentes.
Leo los resultados de la encuesta y me pregunto: ¿Estas cosas no hacen pensar a los poderes públicos? ¿Y a la gente en general? A la vista de estos resultados, ¿no tendremos algo de razón los católicos cuando hablamos de destrucción de la familia? ¿Alguien puede seguir creyendo que el divorcio a troche y moche, los anticonceptivos a tutiplén, la ideología de género y el aborto a demanda son una “conquista social"? ¿La crisis matrimonial y familiar generalizada no es muchísimo más grave que la crisis económica que tanto preocupa a todo el mundo?
De la boca de los niños, una vez más, ha salido una verdad incómoda que nuestro mundo no quiere escuchar. Luego nos quejaremos de las consecuencias de nuestros actos y diremos “no lo sabíamos, nadie nos avisó". Y nuestros propios hijos se levantarán y dirán: “hasta nosotros os lo advertimos, y no hicisteis caso".
17 comentarios
Parece empeñado el mundo occidental en construir una sociedad que imbeciliza a los hombres convirtiéndolos en perpetuos adolescentes caprichosos, y que destroza la infancia de los niños convirtiéndolos en robots materialistas. Pero al final el ser humano, por las heridas que deja tanta vanidad, comprende -o como los niños, intuye profundamente- dónde está la verdadera felicidad y dónde están los simulsacros grotescos de ella.
Ahora, no pocas de esas familias deshechas o "alternativas" son hoy verdaderos hacedores de huérfanos afectivos. En esos niños de "familias postmodernas", el cartero o el jardinero o la asistenta les despertará las mismas fantasías que provocaban los antiguos orfanatos. Hemos trasladado el fenómeno del hospitalismo a cada hogar de esos que tanto protegen la libertad de los "padres" a recomenzar sus vidas las veces que haga falta, solo en función de sus caóticos deseos.
¡Toda una conquista social!
Gracias. Me ha gustado hoy la oración de la liturgia de las horas para San Esteban:
Concédenos, Señor, imitar las virtudes de san Esteban, cuya entrada en la gloria celebramos; y, así como él supo rogar por sus mismos perseguidores, sepamos nosotros amar a nuestros enemigos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
¡Otro ser humano!
Feliz Navidad.
J.T.
Y eso no es un mal de ahora. Ahora es muy notorio porque, si acaso se tiene un segundo y último hijo, es para que el mayor no crezca con los defectos del hijo único. Pero los padres de antaño ya tenían el segundo hijo "para dárselo" al mayor. Así, los hijos segundos crecíamos siendo de segunda categoría. Situación que apenas se arreglaba para el tercero y sucesivos, pero ya nunca para el segundo, cosificado y tenido en menos.
Así que, si los niños piden hermanos es porque se habla de ellos como de un ponny o de una tablet, como de una cosa que regalarle.
Más grave es que pidan tener un padre. Eso sí es tremendo.
Por favor, las circunstancias de uno no pueden extrapolarse a todos.
Y no me digan que "ellos no se dan cuenta".
Yo recuerdo que de pequeñín, en Zaragoza, no entendía que por jugar a lo mismo que jugábamos en el patio del colegio de El Salvador, hubiera señores que cobraran un sueldo millonario. Yo decía: pero si eso no es un trabajo... ¡Cosas de niños! Con el tiempo me fueron enseñando a aceptarlo y hasta me convertí en un forofo que defendía que había que pagar lo que fuera necesario para fichar a un señor futbolista y víctima, el pobre, de un ambiente ya enfermo en aquellos años pero a una escala económica dineraria muy inferior a la actual.
Dos apuntes sacados de un medio de comunicación de la burocracia eclesial para ilustrar lo que tiene que extrañar a cualquiera que siga siendo niño:
La deuda de un club de fútbol levantino asciende a varios cientos de millones de euros. Imposible, tienen que ser pesetas; pues no, son euros (100 millones de euros son aproximadamente 16 mil millones de pesetas). Y qué ha hecho este club. Pues despedir al entrenador, y con ello, en principio, cargarse con el deber de pagarle otra cantidad mayúscula por no trabajar. El surrealismo sangrante ha continuado con el fichaje del nuevo entrenador; y con el silencio "acongojao" de muchos profesionales de la información, que no son excepción sino muestra significativa del acongojamiento de tantos profesionales españoles que están aceptando indignidades con tal de mantener la nómina.
El problema por tanto no es solo el paro por supuesto; sino que es gravísimo y no menor el problema de la miseria moral aceptada por muchos de los que trabajan todavía.
Segundo apunte: El máximo experto en la NBA del medio burocrático citado y gran defensor del "chou" de la NBA comentaba algo así como "Casi todos los jugadores han vendido su alma al diablo a precio multimillonario". Exacto, gran verdad, confesión de parte. Aplicable además a la clase política de un régimen necesariamente corrupto por el hecho de su base relativista, de sus tintes tiránicos. Nadie, salvo poco tiempo y por ignorancia, se dona a algo así, sino que a algo así solo puede uno venderse. Por esta razón nuestro actual régimen político tiene por fuerza que ir acompañado de una corrupción fáustica; y mayor cuando ya la situación se aproxima al hundimiento, al búnker.
El surrealismo sangrante de muchos intelectuales les lleva a sorprenderse de la corrupción actual; sorpresa imposible que no haya corrupción; sorpresa posible sería que se convirtieran y que en vez de armar ridículamente la marimorena cuando un político ha "trincao" pasta, hablasen de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que padecemos en España.
Gracias a Dios he vuelto a ser un poquito el niño que fui, el niño que comenzó su semirrecta dentro de una mujer en Zaragoza, el niño que cayó a los abismos hechos por los mayores y que fue de mayor otro de los que extendieron abismos profundos.
Perdona Bruno. Me he desmelenado con puntos y aparte, y más rollo aprovechando tu generosidad; pero es que siento un impulso, me pongo a escribir y sigo y sigo y sigo. Espero haber sintonizado.
Mi recuerdo emocionado para los niños que estén pasando sus últimas horas de vida, niños que no llegarán a jugar en un patio, que no podrán regalarnos su sonrisa, sus comentarios llenos de candor y verdad; niños que serán asesinados con altísima probabilidad en las próximas horas y en España o en otros lugares.
Raquel llora por sus hijos, con nosotros, por España, donde varias decenas de Herodes diariamente van diezmando generaciones y matándonos el futuro.
Señor, Niño Dios, llena nuestras vidas con más vida, con multitudes de niños mutados ante tu amor tierno, y dirige las semirrectas del tiempo para que penetremos el infinito en funciones crecientes no acotadas seremos niños en tus brazos.
Feliz Navidad a todos.
Jesús, María, Sara.
En tumba del santo hay dos altares una con iconos para el rito oriental y otra para el rito latino, conocimos a dos chicas inglesas que oraban con mucha devoción, luego al compartir el recorrido por la palaya nos contaron que habían venido expresamente a pedirle al santo un hijo, pues estaban casadas y no tenían niños.
Aprovecho para agradeceros vuestro hermoso saludo de navidad, me encanta el belén que aparece en la pared y la luz de la vela alumbrando, por favor hacer llegar a los niños mí saludo.
http://www.youtube.com/watch?v=mpLn0BUReXY
Pero no olvidemos que la tragedia demográfica actual en buena parte se debe a que aquellas generosas madres de familia numerosísima de los 50 y los 60, y aun alguna de los 70, dijeron a su hijas que ni se les ocurriera seguir su ejemplo.
Insisto en que lo verdaderamente grave son las rupturas matrimoniales, y esos niños cuyos padres han "rehecho" sus vidas, cada uno con nuevas parejas y nuevos hijos, y se quedan más solos que si realmente fueran huérfanos.
Porque un niño necesita padre y madre estables. Y no que la mamá ande cambiando de novio cada dos años y al padre biológico no se le vea ni el día de la Primera Comunión. Lo de los hermanos... bueno: cada hijo vale por sí mismo; vale tanto el mayor como los siguientes; no se debe tener hijos para complacer a los hermanos mayores (que encima luego tienen celos y rechazan por sistema el regalo) y me alegro un montón por los que decís que os han valorado sin ser ni el mayor ni el benjamín, pero nunca ha sido lo habitual.
A casos así hemos llegado. Ni pensar quiero que podía tener en su mente el pobre crío al cruzar la calle, en días anteriores y posteriores y qué está siendo de el ahora.
Afirmas que TODOS los padres tienen un segundo hijo sólo para supeditarlo al primogénito... y, claro, eso es mentira. Porque tú no sabes qué piensan TODOS los padres. Que tú te sintieses minusvalorada no supone que todos los demás segundogénitos lo hayan sido.
Por otro lado, estoy de acuerdo con los dos últimos párrafos de tu anterior mensaje.
Muy interesante la nota sr. Bruno.
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