¿Por qué en las películas actuales los buenos son tan malos?
Leyendo la estupenda página de la revista Saint Austin Review (una revista literaria y católica, fundada por Joseph Pearce), he encontrado unos párrafos que me han hecho pensar sobre una curiosa carencia del cine actual: la incapacidad de describir personajes auténticamente buenos.
La autora del artículo, Sophia Mason, menciona la película Blancanieves y el cazador y hace una observación muy aguda, citando a su hermano:
“Normalmente, Hollywood no consigue crear una historia de un icono del bien contra un icono del mal porque son incapaces de mostrar un icono del bien. Lo he repetido una y otra vez”.
En efecto, en la película, Charlize Theron presenta una madrastra incomparablemente más acertada en su maldad que Kristen Stewart como una bondadosa Blancanieves (cuya bondad parece centrarse en el hecho de cuidar de un pájaro herido). Algo similar sucedió en la otra película sobre Blancanieves de este año (Mirror, mirror): la vi no hace mucho con mi mujer y ni siquiera consigo recordar en este momento la cara de la actriz que hacía de Blancanieves.
Lógicamente, en estos dos ejemplos influye bastante el hecho de que las actrices con el papel de madrastras malvadas son mucho más experimentadas que las jóvenes heroínas, pero, examinando un poco las películas que he visto en los últimos años, mi conclusión es que en general sucede lo mismo. De alguna forma, el cine actual es incapaz de crear o describir personajes que sean sustancialmente buenos. El cine de buenos y malos se ha convertido en cine de malos y malos, de malos y tontos o, en el mejor de los casos, de malos y “gente maja”. Esta última modalidad es, quizá, la más triste, porque reduce el bien, que es la fuerza más potente, terrible, peligrosa y transformadora que existe en nuestro mundo, a un mero ser políticamente correcto, a no llevarse mal con los demás y, en la medida de lo posible, a tener buen carácter y ser guapo.
Como ejemplo adicional, Sophia presenta un caso evidente, en el que hay una enorme desproporción entre la habilidad para describir a los personajes “buenos” y a los “malos” y con el que es difícil no estar de acuerdo:
“Esa fue mi (nuestra) queja sobre la trilogía El Señor de los Anillos, de Jackson. ¿Sarumán? Sí. ¿Orcos malvados? Sí. ¿Bóromir? ¡Sí! Sí, sí, sí, sí, sí. ¿Áragorn, Fáramir, Galadriel…? ¿Qué? ¿Es que Jackson se molestó siquiera en leer a Tolkien? Uno se lo pregunta…”
¿Por qué esa desproporción? ¿Por qué los buenos de las películas actuales son ridículos, fríos, extraños, tontos o desagradables? Resulta especialmente significativo, como señala la autora, cuando uno se da cuenta de que en las películas antiguas no sucedía así. En el artículo se citan, por ejemplo, El Cid, de Charlton Heston, o Diario de un cura rural, dirigida por Robert Bresson.
La respuesta fácil sería decir que los cineastas y actores de Hollywood de hoy son malas personas, pero la realidad es que, si uno revisa un poco la vida de los actores y directores de hace sesenta años, encuentra un desastre bastante parecido al actual (aunque algo más discreto). La respuesta, pues, tiene que ser algo más sutil.
La autora ofrece una posible respuesta, al final del artículo, que es muy reveladora:
“No es sólo que nuestra cultura no sepa lo que es la bondad: nuestra cultura desconfía de la bondad y no cree en la bondad (¿recuerdan la violenta crítica de Hitchens contra la Madre Teresa?). Y cuando uno ya no conoce, confía ni cree en una cosa, uno deja de incluirla en su arte, en sus historias y en sus canciones. Uno deja de incluirla incluso en los cuentos de hadas”.
Yo añadiría una pieza al rompecabezas, que quizá lo complica aún más. Sólo hay un tipo de “bueno” que al menos a veces sí que resulta bien descrito en las películas: el personaje desastroso, lleno de vicios y complejos o incapaz de relacionarse con los demás que, a la hora de la verdad, es capaz de actuar bien cuando los demás se acobardan. Es el caso, por ejemplo, de El gran Torino o Valor de Ley.
Me ha parecido un tema interesante, para ver qué piensan de él los lectores del blog. ¿Qué diferencia entre nuestra época y las anteriores hace que, aparentemente, seamos incapaces de describir el bien de forma atractiva y fiel, sin reducirlo a tristes parodias?
Quid vobis videtur?
92 comentarios
Quizá no me he expresado bien. En el cine, en muchas ocasiones, no se está describiendo a personas concretas, sino a iconos, símbolos o paradigmas. Esto es especialmente evidente en un cuento: hay malos y hay buenos y la potencia de esta clase de relato viene de que ambos personajes representen bien su tipo simbólico.
Incluso aunque uno prefiera otro tipo de cine, más realista, tiene que resultarle curioso que el cine actual sólo sea capaz de representar uno de estos tipos: el malvado. No es que represente a todos como una mezcla, sino que parece perfectamente capaz de presentar creíblemente el símbolo de maldad, pero es incapaz de presentar el símbolo de bondad. Es decir, no se cambia el blanco y el negro por el gris, sino por el gris y el negro. Esto es algo bastante curioso.
Al intentar describir el bien, al cine actual le sale el ridículo, el repelús o la mediocridad. ¿Por qué?
hizo a Caín criminal.
¡Gloria a Caín! Hoy el vicio
es lo que se envidia más.
(Antonio Machado-Proverbios y Cantares)
¿será por esto, que ya anticipó Machado en su tiempo?
Como le decía a Juvenal, es algo más que eso. En primer lugar, porque el cine no siempre limita a la realidad. Nuestras películas están llenas de naves espaciales, monstruos, extraterrestres, etc. Es más, un cuento como Blancanieves es el ejemplo perfecto de que lo que se busca no es imitar a la realidad.
Se me ha ocurrido una forma de explicar mejor lo que quería decir antes a Juvenal: No se trata de que el cine reconozca la distancia entre el ideal y su realización concreta e imperfecta. Es, más bien, que el propio ideal se ha reducido hasta un nivel bajísimo, nunca antes visto.
Casi se podría resumir el ideal que se da en la práctica en "No ser Hitler". Lo cual es tristísimo.
Buen comentario. Hacer un argumento con unos versos, sin duda merece puntos extra. :)
En cuanto al tema en sí, Machado nunca me ha parecido muy profundo, la verdad. És más, yo diría que Machado anticipó muchas cosas de la época moderna, pero más que denunciándolas, porque ya asomaban en su propio pensamiento.
Caín no envidió la virtud, sino la recompensa de la virtud. Ni las virtudes ni los vicios se envidian, lo que se envidia son los resultados buenos o al menos placenteros que puedan tener. Y así ha sido siempre. No se envidia al adúltero por el simple hecho de ser adúltero, sino que se le envidia la secretaria joven y guapa.
Lo que parece que sucede, más bien (y algo de ello hay en lo que dice Machado), es que se ha perdido la idea misma de virtud. Igual que pasa con los "buenos", parece que el cine es casi incapaz de representar una conducta virtuosa de una forma que no sea burlona, ridícula o directamente repugnante (excepto algunas virtudes "light"). Es algo curioso.
P.S. Yo diría que la virtud no se puede envidiar, pero sí se puede admirar, que es algo muy distinto. Quizá por ahí vaya el problema: la pérdida de la admiración por la virtud y el bien.
Tiene que ver con la pérdida de la identificación o raíz cristiana en occidente.
Todo arte, salvo raras excepciones -como M. Gibson en alguna que otra de sus películas- es como la espuma, el hervor, de lo que hay en la olla.
Y lo que hay en la olla apesta. La espuma también, no podía ser de otro modo.
No creo que sea casual, hubo y hay demasiadas fuerzas demoníacas corrompiéndolo todo hasta los tuétanos.
Supongo que tiene que ver con las profecías y con el fin de los tiempos.
Sí, los ideales se han reducido en la sociedad y por lo tanto también en las manifestaciones ‘artísticas’ como el cine. Mi tesis es que esto es debido al mayor conocimiento o si lo prefiere información. Por otro lado, los personajes ‘buenos’ resultan un poco planos y poco creíbles, por lo tanto el cine los evita. Si volvemos a ver películas antiguas nos dejan un regusto mayor a ‘ficción’ que las equivalentes actuales. Un ejemplo, el tratamiento de personajes en los western.
La crítica al Señor de los Anillos en mi opinión no se sostiene y yo sí leí los libros años antes de ver las películas.
De machado yo no diría que anticipaba nada, más bien describía la realidad. Su época fue más turbulenta y viciosa que la nuestra.
Creo que, ante todo, lo que se ha perdido es la certeza de algo bastante evidente: es fácil ser malo "muy malo", pero muy dificil ser bueno "muy bueno". Una persona "buena" (y hay muchas) no es una persona sin defectos ni fallos...Es más bien una persona que, consciente de us fallos y limitaciones, intenta responder a unos valores, un ideal, un fin último...Intenta mejorar poco a poco, intenta recorrer su camino en la dirección correcta...
Pero esto es dificil de asumir en esta época. Así, el "bueno" aparece en las películas como por "generación espontánea", almibarado,como de algodón dulce...En el fondo hay toda una antropología que elimina del hombre la libertad. No quiero extenderme más, pero el tema da para mucho...
Sí quiero añadir que hay algunas películas que a mí me han gustado mucho:
"La última cima"
"Prefiero el paraíso"
"Despedidas"
"La vergüenza"
"El último regalo"...
En éstas, y otras, aparecen hombres "buenos" o que intentan o están en camino de serlo...
Un saludo.
José Manuel Genovés.
Personalmente prefiero peliculas de esas que llaman 'clasicas' (osea de ayer) la mayoria en blanco y negro, aunque muchas veces el cromatismo tampoco ayuda demasiado a definir roles morales. En linea de lo que comenta juvenal, abundan mas los grises y tonalidades.
En una dimension mas amplia, uno de los rasgos de la postModernidad es la mania hacia los dualismos y las definiciones por negacion. Aqui nos podriamos enrollar toooodo lo que quisieramos, mejor seria consultar obras como "modernidad liquida" cuya metafora es un paso mas alla al añadir incertidumbre adicional al ejercicio optimista de la libertad 'moderna'; que ahora se ha vuelto mas delicado por la amenaza del decrecimiento y desmoronamiento del bienEstar, mas delicado y la vez que desAcomplejado por el rechazo -postModerno- a las ideologias.
En definitiva si ese discurso se ha instalado tan bien en la realidad social es porque casa perfectamente con ella.
En estas condiciones me temo va a resultar un tanto dificil encontrar a buenos buenisimos y malos, malisimos, sea en el cine, sea en la Historia. Pero a lo mejor quiza solo un pooooco mas que en epocas pasadas.
A mí personalmente no me gusta nada el cine maniqueo (esa es la palabra) pero está muy lejos de estar perdido.
Ejemplo simple: Trata de convencer a alguien que fuiste virgen hasta antes del matrimonio y te llenarán de burlas. Trata de convencer que sigues siendo virgen porque no te has casado y te tildarán de idiota.
Igual que el director de cine, en la vida diaria uno debe inventar historias plausibles para que la gente comprenda su comportamiento "extraño": Yo no robo porque me da miedo que me agarren (no por convicción moral), yo no miento porque soy muy nerviosa, yo voy a Misa porque así me enseñaron mis papás.
Un director de cine y una persona recta -no digamos "buena", apenas recta- pasan serios problemas para darle "credibilidad" a sus personajes. Si llegas a la tercera cita y no te has acostado con tu pareja "algo malo" tiene que estar pasando, o te dejan de poner atención.
Especialmente en el P.S. marca el punto determinante, la pérdida de admiración por la virtud y el bien.
Es un tema que siempre me ha atraído porque está claro que en el arte en general, pero especialmente en la literatura y en el cine, esto es un problema crónico, que entronca con la mayor facilidad de crear y desarrollar una historia a partir de un engaño que de una verdad (comedias de enredo por ejemplo) o la facilidad para crear una intriga llamémosla “amorosa” a partir de un adulterio que de una vida matrimonial sana (“Madame Bovary”, “La Regenta” ,“Ana Kareninna”). Y todos estaremos de acuerdo que es más fácil una historia detectivesca con asesinato que sin el.
Todo ello no quiere decir que estas obras sean apologías del engaño, el adulterio y el asesinato, sino que pueden incluso ser lo contrario, también hay que decirlo.
Parece que es más fácil escribir un libro a partir de la historia de una transgresión que de la historia de una virtud en desarrollo continuo. Quizás sea sólo porque el escritor es incapaz de no caer en la ñoñería si no hay sal grueso por medio.
Pero el problema actual verdadero y preocupante es que los personajes “malos” (por favor ya se que están solo una etiqueta apta para que nos entendamos) son cada vez más iguales o aún peores que la realidad y en cambio nos avergoncemos de crear personajes “buenos”. Y esto va a más cada día, especialmente no en la capacidad de crear personajes malos, que siempre ha existido, sino en la incapacidad creciente de crearlos buenos o de la necesidad, para hacerlos creíbles, de que no sean demasiado buenos o sean un poco tontos.
Por cierto, a mi el William Wallace de Mel Gibson en Braveheart me trasluce un grado de heroicidad insuperable, y si me parece un personaje bueno, aunque, en medio de aquel contexto de guerras contra Inglaterra, haga cosas que no son muy agradables (como quemar vivos a unos ingleses que, no obstante, tenían la orden de matarlo). Y lo mismo diría de Russell Crowe en "Cinderella Man". Son buenos, no majos.
De todos modos, si estoy de acuerdo con lo fundamental, que es que en los tiempos modernos esa clase de héroes es más difícil de de ver en la gran pantalla qure antaño.
Un abrazo a todos los hermanos.
NO HAY MÁS DIOS QUE JESÚS
Y un ejemplo moderno en el que SÍ hay buenos buenos: los libros de Harry Potter. ¿O no consideráis bueno a alguien capaz de perdonar, a alguien capaz de sacrificar su vida por las personas a las que ama, a alguien capaz de arrepentirse y volverse del mal camino, a alguien leal, a alguien capaz de plantar cara a la injusticia, a alguien con sentido del humor, a alguien que no teme a la muerte, cosas todas ellas que aparecen en esos libros?
Una película que me hizo pensar en este punto es Batman "el caballero oscuro" donde el joker le hace pensar a Batman si no es tan malo como él ... si el mal y el bien están mas cerca ... si es todo "RELATIVO"
Quizás es otro problema de nuestra sociedad ... todo es relativo ... depende quien lo diga, quien lo piense ... por lo que pienso no que los malos estan bien hechos y los buenos estan mal interpretados en el cine... sino que no se distingue entre el bien y el mal ...
Pues creo que los detectives del cine negro eran tipos bastante atormentados y una compañía poco deseable. Vamos, que entendían de resolver crímenes porque antes los habían cometido. Humphrey Bogart es el mejor ejemplo.
¿Y los vaqueros alcohólicos que robaban bancos y que zanjaban las discusiones con su novia a tortazos?
¿Y los piratas que te rescataban a la chica pero antes arrasaban los mares?.
¿Y los superagentes secretos cínicos, mujeriegos y mentirosos con licencia para matar?.
¿Y los personakes Shakesperianos?.
Creo si algo enseñaba Hollywwod son los claroscuros del alma humana, y precisamente ahora es cuando los buenos son más bobos, que parece que después de matar a todos los malos a tiros el policía debe ir al centro social a repartir comida a los pobres y luego llevar a sus hijos al béisbol.
El problema de nuestros tiempos es que hemos aprendido a desconfiar de los "buenos-buenos", demasiadas frustraciones, demasiada hipocresía y en estos tiempos en que se cae una casa al otro lado del mundo y todos lo saben pues menos, porque además todos tenemos en nuestra mente el "bueno superheroe" que de tan "bueno" llega a ser una caricatura de si mismo. Y así nos medimos a nosotros mismos ya en la realidad: "si no logro ser ridículamente bueno entonces mejor soy un medio malo y bueno por momentos".
Hemos pasado del "bueno" de mentirillas al bueno por circunstancias concretas (Gran torino, etc). Porque nos gusta así en este tiempo, el bueno que lo es por decisión propia, por descubrimiento o por gracia no existe en el cine porque dejaría de ser acorde a los tiempos "relativistas" que vivimos.
Como ya apuntaron otros comentaristsa, la virtud es denostada y no se admira a la gente buena-incluso se sospecha de ella.-
He aquí un enlace sobre este aspecto de la admiración por los buenos, que me parece interesante.
http://www.magazinedigital.com/salud/psicologia/reportaje/cnt_id/1538
Los santos sí que saben que la gente puede llegar a ser lo peor(lejos de Dios) y levantarse y llegar muy alto(con Dios)
¿Alguien se acuerda de aquello que hubo hace muchiiiiiiisimo tiempo llamado Operación Pus Ultra, en la que se premiaban acciones buenas)
La Verdad y No verdad vaya si existen, lo bueno y lo malo, lo admisible y lo indamisible. Y eso no es maniqueo.
En nuestro fuero interno, sabríamos que el personaje es mejor que nosotros, y ¿cómo nos íbamos a ver reflejados en él?. Mejor pintarlo un poco de "cabroncete", y todos en paz.
Está en Sto. Tomás, como una de las siete virtudes anejas a la fortaleza... Está en todos lados... lo que pasa es que hace como sesenta años que nadie las menciona, salvo honrosas excepciones.
Respecto del martirio, solamente esto "no hay amor más grande que dar la vida por un amigo".
La etimomologia de virtud, que yo sepa, viene del latin virtus, virtutis, mientras que la de viril y virilidad vienen de virilis y virilitas, virilitatis respectivamente, pero igual estoy yo equivocado y tienen raiz comun como tu dices, ya de digo que no soy de letras.
Nick, la definicion que has dado mas bien corresponderia, me parece a mi, a 'sacrificio' y no a 'martirio'
Segun una erudita conversacion en este mismo blog, a proposito de la libertad de cultos, un comentarista muy avezado respondia que los martires de los primeros tiempos se sometian a el por intransigencia.
Creo que son dos cosas con un completo y diferente significado.
Si dar la vida por Cristo, como la dieron los mártires, no es virtuoso ni para Renzo ni para Sonia, pues bien, acabáramos, no tenemos siquiera una base común sobre la que empezar a hablar.
Si dar la vida por Cristo -que ya no nos llama siervos, sino amigos- no es el amor más alto, entonces ¿cuál es?.
Por eso digo, se bajaron las banderas de las virtudes "duras" del cristianismo, y al hombre moderno le resultan insoportables, al punto de calificar a los mártires de la Iglesia como ¡"intransigentes"!.
Renzo, mucho juego de palabras pero no has respondido lo de Sto. Tomás ni lo de Pieper.
saludo,
And may you be in heaven half an hour before the devil knows you're dead
Hay que volver al cor ad cor loquitur, como enseñaba Newman con su lema sacerdotal (o como se diga).
Un abrazo.
En esa gran película hay héroes de diversa índole, hay cobardes, mediocres y gente malvada.
De hecho, para mí, la heroína de la película es la mujer del protagonista.
Pero hay muchos otros héroes.
Siguiendo con el hilo, siempre me he preguntado por esa extraña costumbre de las películas qué presentan a héroes cuya vida personal e lamentable.
Creo qué ahí radica el secreto de la pérdida de referentes.En realidad, el cine ha pasado a ser un instrumento de los políticos para trasladar un mensaje que es mediocre. Vaya ver cómo se subvenciona el cine en todos los países.E Haya el cine supuestamente crítico huele a protesta institucional.Se huele a distancia el deseo de manipular el estado de opinión.Bienvenidos al espectáculo propagandístico del Mundo feliz que profetizara Aldos Huxley.
Es verdad que no hay buenos puros, pero la imagen general que da hoy el cine de los buenos, no solo muestra sus miserias sino que atacan lo que podrían tener de buenos. No se si me explico. Es como si tuvieramos que retratar la vida de un santo, que hasta los santos tienen defectos, y en la película resáltaramos esos defectos y envileciéramos lo que tienen de Santo.
Bah, no se, no estoy seguro.
Y eso por no entrar en qué personajes son calificados como buenos y cuáles como malos (lo ya apuntado respecto a Ernesto Guevara, por ejemplo).
Lo que sí parece estar claro es que ahora no tendría nignún éxito un personaje como Atticus Finch.
Pero alguien ya lo dijo al principio, que el cine es un instrumento de la ideologización del mundo, una vez escuche a uno de esos famosos, no recuerdo ahora su nombre, pero es de los antigüos de hollywoo, que decia en la ceremonia de la entrega de oscares, que ellos tenian el poder de hacer pensar a la humanidad lo que ellos hacian en sus peliculas...y con mucho orgullo les decia a todo ese recinto que ellos eran los elegidos y priviliegiados del mundo. Eso me hizo pensar aún más que todo ese negocio esta montado para cambiar nuestra mentalidad, para cada vez sacar más a Dios de la historia y a JESUS, ponerlo en el último lugar. Eso es CLARISIMO, por eso la verdadera conversión, se empieza a notar cuando sacamos de nuestros pasatiempos o momentos de ocio el cine, o ver peliculas, si lo hacemos tienen que ser muy seleccionadas, y con los hijos pequeñitos esto si que es un problema, a menos que sepamos de alguien que haga cine verdadero....
Precisando un poco más, diría que más que de DESCRISTIANIZACIÓN habría que hablar en propiedad de ANTICRISTIANIZACIÓN. Porque nuestros "ateos", nuestros "agnósticos" y también hasta nuestros "indiferentes", no son tales si escarbas un poco. Son en realidad ANTICRISTIANOS.
Es que beben desde la cuna una cultura anticristiana que se les cuela por los poros, y no tiene nada de extraño que terminen asumiéndola. Al contrario, sería lo esperable.
De hecho el error es que aquí no se habla de lo que habla el artículo original, que no es que sea muy bueno. En el artículo original se habla de la incapacidad de hacer una historia de un bien absoluto (usa el adjetivo iconic, pero en español no queda bien haga uno lo que haga llamar a un bien de ese tipo icónico) contra un mal absoluto. Y es cierto, pero eso es porque el bien absoluto y el mal absoluto son aburridos y no tienen nada de potencial narrativo.
Y en caso de duda, el mal absoluto puede servir como antagonista porque la historia va a tratar de un bien no absoluto. Pero al contrario sería un desastre. Tener un personaje protagonista bueno en todos los sentidos, un bien absoluto, sería la manera ideal de acabar con toda posible carga dramática. Un desastre.
Y no hay más. De hecho la bruja malvada de Blancanieves y la leyenda del Cazador fue una niña traumatizada que pese a ser malvada mantuvo a su lado a su hermano y que no es tanto malvada como una persona traumatizada. Siendo una película bastante tópica sigue los verdaderos tópicos, el mal absoluto no existe, y la reina es una víctima de la sociedad y un producto de la misma, no un ser malvado por si mismo.
Gracias por su comentario.
Es muy posible que yo no comprenda la narrativa, pero me temo que usted no comprende adecuadamente lo que es el bien. Decir que el bien absoluto (es decir, Dios) es aburrido es como decir que el océano es doméstico o que el universo es angosto. No hay nada menos aburrido que Dios, el Creador del universo, el autor de la Historia de la salvación, el que ha planeado con amor la vida de cada hombre y la de cada gorrión que han existido.
Lo mismo se puede decir de su comprensión del mal, porque reducirlo a ser "víctima de la sociedad y producto de la misma" es no haber entendido nada de lo que es el mal y la libertad humana. Si un asesino es "víctima de la sociedad", entonces meterlo en la cárcel sería una terrible injusticia, porque a las víctimas se las protege, no se las castiga. La realidad es que los seres humanos tenemos la asombrosa capacidad de hacer libre y conscientemente el mal.
En la historia original no se habla del bien absoluto ni del mal absoluto, porque, como le decía, éste no existe y aquél es Dios. De lo que se habla es de ser capaces de plasmar el ideal (a eso se refiere el "iconic") del bien y del mal en personas concretas. Eso no implica que unos sean totalmente buenos y otros totalmente malos, pero sí que sea posible calificar a unos de sustancialmente buenos y a otros de sustancialmente malos y ninguno resulte ridículo.
Curiosamente, cuando se trata de mostrar esos ideales o paradigmas, el cine actual (a diferencia del antiguo) parece optar entre películas de malos y malos o películas de malos creíbles y buenos ridículos. Es decir, es incapaz de representar el ideal del bien de forma concreta en un personaje. Algo que no ha sucedido nunca en la historia de la literatura ni del cine.
Saludos.
Sin duda, el asunto tiene mucho que ver con la descristianización.
"Lo que se DEBE hacer, lo eficaz, lo conducente, es lo malo. Lo único que se PUEDE hacer es lo malo".
Creo que la segunda parte de la frase es mucho más adecuada que la primera para descubrir el ambiente que plasman sin saberlo los cineastas. La gente no piensa que debe hacerse el mal (aunque lo haga), pero sí es cierto que la absolutización de la libertad que empezó con un optimismo exacerbado ha llevado a un fatalismo moral terrible: no es posible ser buenos. Si se dice de alguien que es bueno, es mentira, porque es imposible que sea verdad.
Varios comentaristas manifiestan esta desesperanza desoladora.
"Rafael de María, Santos Trinidad es el reflejo de lo que somos todos, en mayor o menor grado. Nos movemos por intereses puros y duros y aunque nos resulte mas agradable pensar en que hacemos los cosas por otros motivos menos prosaicos, al final es todo busqueda de recompensa, social, familiar, personal o celestial"
En esa afirmación hay un error muy sutil pero fundamental: de alguna forma se consideran excluyentes el interés por los demás (y por el bien) y el propio interés. Pero eso no es cierto. El propio interés no es incompatible con el amor y el hacer el bien a otros. Más bien, por voluntad de Dios, ambas cosas van normalmente unidas. Dios ha querido que amar a una mujer o a los hijos resulte agradable y placentero y que nuestra felicidad se encuentre en hacer feliz a otros. Nada hay de malo en eso. Los cristianos, al menos, no creemos en el "desinterés", que es algo abstracto e inhumano.
Otra cosa es que, para evitar que convirtamos al placer, la alegría o el disfrutar en un ídolo (es decir, que los pongamos por encima de los demás y por encima de Dios), Dios nos regala oportunidades de amar sin recibir una recompensa, al menos inmediata, o incluso amar con sufrimiento. Así crece el amor.
Para decirlo de otra forma, el mandato cristiano no es amar sólo a Dios y no a uno mismo o amar a los demás y no a uno mismo, sino amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. El amor a Dios, al prójimo y a uno mismo, lejos de ser algo incompatible, están necesariamente unidos.
Por ello, una de las cosas que uno descubre con alegría cuando se convierte es que Dios le enseña a amarse de verdad a uno mismo.
Leí por primera vez Matar a un ruiseñor cuando era un chaval y se me quedó para siempre grabada la descripción que se hacía de Atticus Finch: alguien que era igual cuando estaba en su casa y cuando estaba fuera de ella.
"( el martirio lo veo como una patologia que hace que quien la padece busque con fruicion sufrir y morir y eso me parece muy poco virtuoso )."
Eso es la definición de suicida (al menos de un tipo de suicida) y nada tiene que ver con los mártires. Los mártires no se quitan la vida, sino que dan la vida por no renunciar a Cristo, que es algo muy distinto.
No, para nada los considero excluyentes. Lo que digo es justamente que el objetivo final SIEMPRE es el propio interes, que por el camino hagamos el bien o el mal, puede ser una parte del obejtivo o pura anecdota accidental.
El suicida acaba con su vida por su mano y el martir se deja quitar la suya sin resistirse, de verdad lo ves tan distinto ?, yo veo patologia en ambos casos, lo unico que cambia es el modo, la forma, nada mas.
"Lo que digo es justamente que el objetivo final SIEMPRE es el propio interes, que por el camino hagamos el bien o el mal, puede ser una parte del obejtivo o pura anecdota accidental."
Si te fijas, no lo demuestras, sólo lo dices. Si el propio interés y el interés de otros no son excluyentes, el hecho de que en el ser humano siempre haya presente un factor de amor propio no implica en absoluto que el objetivo final sea siempre el propio interés. Es sólo algo que dices, pero sin demostrarlo. Y la experiencia muestra lo contrario: en ocasiones, ponemos el bien de otros por encima del propio. Es posible hacerlo.
Hay una gran parte de verdad en lo que dices, sin embargo, y es una muestra más de la verdad del cristianismo: sin la ayuda de Dios, es cierto que el hombre es incapaz de cambiar de forma sustancial y permanente el egoísmo que es consecuencia del pecado y que hace que se ame a sí mismo más que a Dios y que al prójimo. Pero todo cristiano que se toma el cristianismo en serio experimenta (en la práctica, no en teoría) que la gracia de Dios le libera de esa esclavitud y hace posible amar al enemigo, que es la prueba de verdadero amor cristiano.
"El suicida acaba con su vida por su mano y el martir se deja quitar la suya sin resistirse, de verdad lo ves tan distinto ?, yo veo patologia en ambos casos, lo unico que cambia es el modo, la forma, nada mas."
En absoluto. El suicida, por alguna razón, odia su vida tal como es y quiere acabar con ella. En cambio, el mártir ama su vida tal como es y no quiere morir, pero hay cosas que ama más que su propia vida y, para no traicionar ese amor más grande, está dispuesto incluso a morir. Lo primero es cobardía (o locura) y lo segundo es la mayor valentía que puede haber. O, si prefieres, locura de amor.
Saludos.
¡Um! quizás son signos en los cielos... Qué peculiar concurrencia la de éste hilo. ¡Um!
En fin yo me quedo con aquella película l de " El Bueno, el Malo y el Feo de medio de los sesentas, pero sigamos. Qué dicha de ver juntitos a éste simpático grupo ideológico casi completo, Juvenal, Sonia S.,qwerty, gringo,Renzo (falta al menos el canario).
Ésta dicha de verlos juntitos debe ser a causa de algún alineamiento planetario o cabreo de los dioses del Olimpo. Je je en fin Bruno los atrae.
Por cierto, bien venido “El no comprender la narrativa”, no sé a cual perteneces, (si el bueno malo o feo) Pero me quedo con ésta frase tuya:
Tener un personaje protagonista bueno en todos los sentidos, un bien absoluto, sería la manera ideal de acabar con toda posible carga dramática. Un desastre.
¿Un desastre? Pues no sé que decirte excepto de que no has debido ver la película “LaPasión del Cristo” ¡Ummm! Quizás te dormiste viéndola pues claro, seguro que no tenía drama ni había Bien Absoluto. Menudo desastre, Ayyayay!!!
"Santos Trinidad es el reflejo de lo que somos todos, en mayor o menor grado. Nos movemos por intereses puros y duros y aunque nos resulte mas agradable pensar en que hacemos los cosas por otros motivos menos prosaicos, al final es todo busqueda de recompensa, social, familiar, personal o celestial."
Si nos moviéramos por intereses puros y duros seríamos como superhombres en una sociedad selvática. El ser humano, herido en su origen por el pecado original, y débil en cuanto a su querer está solo, ensimismado en su miseria. Es una tendencia del propio pecado, buscar su propio ego y satisfacción, pues la justicia original, la visión y el gozo de la auténtica felicidad le ha sido privada. Pero no para siempre, Dios da al hombre, por pura benevolencia, no interés, su gracia y salvación. De forma natural y sobrenatural, el hombre está sediento de la felicidad verdadera, imperecedera, eterna. En primer término, las caídas del hombre, ora por debilidad, ora por malicia empecatada, pueden ser juzgadas y sopesadas de mil maneras, bajo primeros instintos, bajo acción diabólica, bajo propia soberbia, bajo propio utilitarismo o bajo múltiples factores psicológicos y espirituales que hacen concebir a luz el pecado, siempre bajo apariencia de bien. Lo que nos diferencia de los ángeles, es nuestra debilidad y la oportunidad redentora que nos asiste a cada momento por ministerio de la gracia divina. Si el hombre viviera bajo la única moción del interés particular habríamos cavado nuestro propio infierno. El ser bueno, ser personas virtuosas, que cumplen la voluntad de Dios (su ley) y lo hace por amor a él, es mas que una obligación nuestra, es nuestro responsabilidad por y para los que nos rodean, pues ser bueno no es serlo para uno mismo sino que despliega toda su fuerza entre personas así como Dios lo hace en su Santísima Trinidad en perfecta comunión amorosa. Ya sabemos que lo bueno es enemigo de lo mejor, y estos, los mejores, son los que sostienen el mundo, los santos, las personas íntegras, rectas y limpias de corazón. Los bienaventurados que verán a Dios...me viene a la cabeza aquel famélico San Francisco sostenido los pilares de la Iglesia en un sueño que tuvo el Papa Inocencio III.
Me recuerda a un comentario que hacía Borges sobre un escritor de la época: "estaba siempre dispuesto a hacer un negocio, siempre que le aseguraran que era ilícito".
Aún así, y pese a lo escaso de representaciones del bien en los personajes de ficción, aún existen como por ejemplo Oscar Schindler, en "La lista...." o Sanz Briz, del que recientemente se ha hecho una película. También entre otros films tenemos el dedicado a Sousa Mendes o mismamente a Teresa de Calcuta. Todos ellos personas reales de carne y hueso. Y es que quizás interese mucho más que los héroes sean personas reales, con sus granderzas y miserias, que prototipos a los que no se puede llegar. En este caso, prefiero mil veces a cualquiera de esos héroes que a una imagen idealizada más propio de los cuentos infantiles; y es más, creo que precisamente por las características de nuestra época, es lo que se debe buscar, sobre todo teniendo en cuenta que los jóvenes necesitan modelos, pero modelos reales, accesibles, que les sirva de ejemplo.
Un cordial saludo.
Ahora bien, define ese concepto de "persona buena".
Por ejemplo, en una película, un agente de polícia, dispara y mata a un asesino en serie. La historia retrata al agente, su trabajo, su persecución del criminal... y luego, tras la típica pelea final, como acaba con él.
Ese personaje de agente, ¿es bueno? Incluirías como "acto bueno" el matar al "malo".
El problema es definir esa personalidad buena, que podría corresponder a cualquier profesión representada en la pantalla (desde cine fantástico, a cine realista, etc)
Dinos, por favor, Bruno, tu concepto de personaje bueno.
Lo mismo para el bien que para el mal. Cuando un villano no lo es porque le da la gana sino por los motivos de su vida lo que se hace es darle matices, y evitar que sea malo por ser malo. Evidentemente hay excepciones, y sin ir más lejos está el "Halloween" de Carpenter (no la estupidez de Rob Zombie) donde hay un personaje que si es el mal absoluto y encarnado... claro que se convierte en una fuerza de la naturaleza y no es distinguible narrativamente de un monstruo sin cerebro. Para que el mal absoluto funcione, debe dejar de ser un personaje y convertirse en un elemento narrativo sin personalidad.
Por otra parte o no se ve cine o no entiendo esa cerrazón a pensar que hay buenos muy buenos (pero con defectos) y malos muy malos (de nuevo con matices) en el cine actual, como siempre ha sido. Ideal del bien es Patrick Kenzie en "Adios, pequeña, adios" como ideal del mal es Lou Ford en "El demonio bajo la piel". Dos personajes interpretados por el mismo actor, basados en obras literarias como tanto gustaba al cine clásico y donde se puede ver que en el cine actual sigue habiendo lugar para los buenos y los malos.
Gracias a todos por los comentarios.
Aprovechándome de ello, me he explayado algo más, en el sentido de que el relativismo ha conseguido que no se entienda qué es la bondaa (ni qué utilidad tenga); y de lo que no se entiende, se desconfía.
http://platoporplato.blogspot.com.es/2012/07/que-peliculas-nos-estan-contando.html
Un saludo.
Lo que he leido, aunque algo desordenado, es superInteresante, buenas vacaciones Bruno.
Y un poco en plan OT, para juan, xd, si ciertamente aqui falta Luis (el canario). Tambien yo falte hace unos posteos en el blog de Pedro, lastima de no estar todos.
Lo unico que tenemos en comun es la no-creencia o el ateismo, pero, a salvo de conocernos mejor (que si, ya me gustaria si hubiera ocasion y tiempo igual que personas de la 'parte' creyente) no se como piensan todavia, asi que no es posible 'homogeneizarnos' ademas por mi parte no sigo ninguna ideologia porque no me atre ninguna y adicionalmente creo que estan muertas.
Si hablamos de bloques, aun mi rechazo natural, el vuestro tiene mas 'resolucion' ;-)
Saludo,
La grandeza del cine es, precisamente, que sutilmente, con sólo un par de gestos o una escena aislada, puede mostrar la complejidad del ser humano, así como las sombras que hay en cualquier héroe y, por qué no, las luces que puede haber en un malo malísimo.
Por otra parte, Blanca Nieves y el Cazador sí tiene una clara figura buena, que además está para mojar pan. De hecho, se le podría acusar de que es una imagen demasiado angelical, como la representan en el bosque de los enanos con todas las criaturas esplendorosas ante su presencia, especialmente el ciervo blanco.
Como dice Gringo, a ver qué hacemos si nos ponemos maniqueos con los personajes de Shakespeare. Y el Quijote, tam empeñado en defender a los más débiles, resulta que al final estaba loco.
El problema no es que ahora haya buenos con sombras -Dios nos libre del cine que no hable del ser humano como es- sino que se filtran por el barniz infantil y ligero de la sociedad actual. La diferencia es que la complejidad del héroe antes la narraba un tal John Ford, o Howard Hawks, o Nicolas Ray, o King Vidor.
P.D. Un clásico por antonomasia: Lo que el viento se llevó. No hay un sólo personaje -salvo el del padre y poco más- que no sea un miserable, un ególatra o un cretino, empezando por la pareja protagonista.
Saludos cordiales.
Llamo la atención sobre un personaje que me parece de lo mejor que ha aparecido en el cine de los últimos decenios. Me refiero a Jason Bourne. Un personaje que lucha con todas sus fuerzas por abandonar el mal, por pedir perdón a quienes ha hecho mal.
Creo que la de Bourne es una historia de redención.
Pero a mí me gusta así. El personaje defectuoso que a pesar de todo se comporta como un héroe es más creíble. Y si me permites la osadía tiene un mucho de cristiano: por aquello de sacar de la flaqueza fortaleza, de la debilidad, virtud. Los buenos buenísimos no es que no me los crea, es que desconfío.
Un saludo.
En efecto, el problema que denuncia Bruno es que en el cine actual (las excepciones son tan escasas que se limitan a confirmar la regla), no hay historias de redención.
No creo que en los libros de Harry Potter la conclusión sea "el fin justifica los medios".
Oskar Schindler no era un ejemplo de buena persona. De hecho, la misma película nos deja bien claro que era un sinvergüenza que no dudaba en sobornar a oficiales nazis para conseguir contratos, o en quedarse la casa de un judío al que acababan de echar.
Tampoco creo que en las películas antiguas de Howard Hawks, John Ford y demás las cosas fueran tan blancas. El personaje de John Wayne en "La diligencia", por ejemplo, mata por venganza a varias personas.
Muy interesante y como cinéfilo y lector te doy mi opinión. Creo que lo humano es la mezcla de inclinaciones buenas y malas, de contradicciones profundas, conscientes e inconscientes con lo que pensamos, sentimos, creemos y lo que la realidad nos pone delante. Yo no creo que sea una incapacidad para mostrar la bondad sin que sea naïf o educolcorada o "gente maja" sin más, sino simplemene la incapacidad para ahondar en los conflictos y mostrar la complejidad del ser humano y del mundo. Los personajes buenos que llegan de verdad son los contradictorios, me has quitado del teclado el ejemplo de Gran Torino, porque son profundamente humanos y con los que el espectador se siente identificado. Y creo que si los malos son tan malos, es la misma cara de la moneda, simplemente que es más fácil mostrar la maldad que la bondad, pero para mi son igual de paródicos y superficiales. La bondad es más sutil, más callada. La maldad hace más ruido, es más estridente (al revés también es posible, pero da más recursos para mostrarla obscenamente la maldad) Y también influye lo que el espectador espera, un mundo fácil donde pueda identificar el bien y el mal sin perder el sueño, y es lo que muestran los autores mediocres.
No viene en la peli, pero sí en su biografía. Schindler buscó a los propietarios de la casa y les indemnizó. Y si sobornaba a los nazis...pues gracias a esos contratos conseguidos por sobornos, logró salvar miles de vidas, así que...
Que tenía muchos defectos, desde luego; que no era un santos, pues también, pero por eso nos gusta, por su tremenda humanidad.
Su filosofía utilitarista no tiene lugar para el Bien, escrito con mayúscula y por ello, ni siquiera para el mal tal cual es (o talcual "no es", pues es ausencia de bien), por lo cual recurre a sus frecuentes e irreemplazables monigotes.
Toda obra humana está emparentada, quieras que no, con el Bien y, por contradistinción, con el mal, pues el hombre obra únicamente bajo razón de bien; y mucho más en las artes "sociales", como llaman ahora a la literatura, el teatro y el cine.
Me permito sugerir a los concurrentes algunas películas notables, a pesar de presentar algunas dellas escenas terribles de ver para ojos con alguna bondad acumulada, a ver qué les parecen, pues comparto plenamente la tesis principal del artículo: 1º) Das Leben der Anderen (La vida de los otros: http://www.imdb.com/title/tt0405094/), 2006; 2º) El valle de las abejas (http://www.imdb.com/title/tt0122770/), de 1968 y 3º) El cuervo (http://www.imdb.com/title/tt0035753/), 1943, de la cual los yankis hicieron una "remake" totalmente mediocre con Ch. Boyer y Linda Darnell; es la prueba contundente que el buen cine no es acumulación de presupuesto, caras famosas y escenas petrificantes.
Cordialmente: L. b-C.
Mi punto de vista es que a los dueños del mundo nos les interesa mostrar buenos buenos, sino malos en todos los niveles (porque hasta en eso quieren predicar la igualdad). O sea que hay malos "buenos" y malos "malos", pero todos son malos.
El modelo de Hollywood nos muestra como bueno, por ejemplo, a un policía que quiere combatir el crimen, pero el mismo es más infeliz que los propios delincuentes, porque tiene un matrimonio destrozado, con una ex-esposa drogadicta y una hija suicida.
Ellos no quieren mostrar el verdadero modelo de bueno, que a imitación de Cristo, lucha por la práctica de los mandamientos, con un deseo sublime de santidad.
Esa crisis de falta de modelos, si analizamos con profundidad, vemos que ese modelo de "bueno", que busca la santidad y quiere ganarse el cielo no existe para el comũn, a no ser en círculos muy exclusivos, y que incluso en los ambientes católicos (seminarios, escuelas, etc) es un modelo vetado.
La crisis en los seminarios se debe a eso; se acabaron los modelos de verdaderos buenos, y se quiere presentar como modelo a imitar a malos "buenos". Los verdaderos buenos, los santos, se quedaron en los empolvados libros de historia.
Saludos.
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