Liechtenstein is different
Aparentemente, una buena noticia para los católicos ha pasado desapercibida en España. Quizá sea porque ha tenido lugar en un país minúsculo, con un territorio equivalente al término municipal de El Real de la Jara (unos ciento sesenta kilómetros cuadrados).
Aun así, la noticia de este país pequeño me causa una alegría grande. A menudo, servir fielmente a Dios ocasiona sufrimientos y dificultades. Y así debe ser, porque el que no toma su cruz y sigue a Cristo, no es digno de él. En algunas ocasiones, sin embargo, los hombres reconocen y admiran la valentía y dignidad del que sigue a Dios, incluso aunque no estén de acuerdo con él. Así sucedió el domingo en Liechtenstein.
Los ciudadanos del Principado de Liechtenstein votaron hace dos días un referéndum para recortar los poderes del Jefe de Estado del Principado, que actualmente es el Príncipe Hans-Adam (si bien es el Príncipe Heredero Alois quien gestiona los asuntos de Estado por enfermedad de su padre). Liechtenstein es una monarquía constitucional, en la que el monarca tiene derecho de veto sobre las decisiones del Parlamento e incluso sobre las decisiones tomadas en referéndum. También puede disolver el gobierno o el parlamento, para convocar nuevas elecciones. Finalmente, en consonancia con el papel tradicional de la monarquía, ligado a la justicia, el Príncipe tiene que dar su aprobación al nombramiento de los jueces.
Aparentemente, la organización política de un minúsculo principado europeo es una cuestión poco relevante para los católicos de otros lugares. Sin embargo, el asunto es más profundo de lo que parece a primera vista. La verdadera razón del referéndum no era de organización política, sino parte de un combate moral en que está inmerso el mundo entero y en el que se decide la integridad moral de nuestra época.
En septiembre del año pasado se convocó un referéndum en el Principado para despenalizar el aborto, que es ilegal en el pequeño país centroeuropeo. Unos días antes del referéndum, sin embargo, el Príncipe Heredero Alois anunció que vetaría cualquier despenalización del aborto. La familia reinante en Liechtenstein, como la mayoría de su pueblo, es católica y el Príncipe Alois consideró que su conciencia no le permitiría aceptar una ley que sancionase el homicidio intencionado de niños inocentes. Es decir, actuó como debe hacerlo un verdadero príncipe, defendiendo a los más débiles de entre sus súbditos.
El referéndum finalmente rechazó despenalizar el aborto (por una ajustada mayoría del 52%), pero el Príncipe Heredero ya había manifestado públicamente su posición, sin miedo a las consecuencias (recordemos que, hace tan solo cuatro años, se inició el proceso para reducir radicalmente los poderes del Gran Duque de Luxemburgo por negarse a firmar una ley que legalizaba la eutanasia en su país). Desde ese momento, los partidarios del aborto tuvieron claro que, para conseguir sus fines, primero debían acabar con los poderes del Príncipe y convertirlo en una figura esencialmente representativa. Para ello, reunieron firmas para convocar un referéndum sobre la eliminación del derecho de veto del Príncipe.
Como es lógico, la propuesta se envolvió en abundante ropaje democrático, moderno, europeo, etc., pero la realidad es que detrás está el espectro del aborto. Los partidarios del aborto no pueden soportar que pequeños países, como Liechtenstein, tengan la osadía de resistir a la presión de la ONU y de las grandes naciones, que después de haber cedido ante el mal quieren que todos cedan también, para no verse obligados a reconocer su propia bajeza.
Felizmente, la decisión de los ciudadanos de Liechtenstein el pasado domingo no ha dejado lugar a dudas sobre sus deseos: Una mayoría del 75% rechazó eliminar el derecho de veto del Príncipe. Una victoria aplastante de los partidarios de mantener los poderes de este valiente príncipe. Es decir, una victoria aplastante del reconocimiento del papel del Príncipe como defensor de su pueblo, especialmente de los más débiles e inocentes.
Por supuesto, en la decisión de los habitantes del Principado habrán influido múltiples factores, entre ellos la conciencia de que los Príncipes son probablemente lo único que asegura la identidad nacional y la independencia del Principado, además de mantener buena parte de la economía nacional con su patrimonio privado. En cualquier caso, persiste el hecho de que en Liechtenstein un solo hombre se plantó ante el mal y dijo: “De esta línea no pasarás". Y su pueblo, en lugar de castigarle por ello, como ha sucedido en otros lugares y como tanto temen otros monarcas menos recios, ha reafirmado su amor y respeto por su príncipe. Laus Deo.
36 comentarios
Saludos.
Que se joda el "Comité contra la Tortura" de ONU que considera que la legislación de estos Estados "violenta derechos humanos fundamentales". Las Naciones Unidas a favor del "poder por la muerte"...
Qué envidia.
Bruno, ¿sabes cómo cómo se puede pedir la nacionalidad de Liechtenstein?
El chavismo, aparte de ser una dictadura populista y socialista, aparte de arruinar y empobrecer el país, aparte de echar a las masas (pagadas) contra quienes no aplauden al tirano, aparte de manipular elecciones, aparte de encarcelar a los jueces que no cumplen las órdenes del gorila, aparte de aplicar la ideología de género (lee su Constitución: "el presidente o la presidenta"), aparte de anular la libertad de expresión, aparte de perseguir a la Iglesia católica y querer montar una 'iglesia nacional', aparte de estar implicado en el narcotráfico, aparte de todo lo anterior, es un régimen que desprecia la vida: en el país hay unos 14.000 homicidios anuales, más muertes que en la guerra contra el narco de México, con una población que es casi cinco veces menor.
El régimen consiente la delincuencia para tener aterrorizada a la población y para encubrir asesinatos políticos.
A ver si piensas un poco lo que dices.
Sí. Además, así tiene más libertad para poder decir lo que tiene que decir.
De momento, a los politicastros españoles no se les ve haciendo buenos negocios petrolíferos privados como con Carlos Andrés Pérez (Suárez, Felipe González...), y eso es una buena noticia para todos los venezolanos. Alejemos al "Gran Satán" de Iberoamérica y saldremos ganando todos los católicos.
"Si los reyes se limitan a aplicar lo que deciden los partidos políticos, ¿para qué los queremos?"
Luego se extrañan de que la monarquía se haya hecho irrelevante en tantos sitios.
Yo he vivido en Venezuela (gobernando Chávez) y no tienes que creerte lo que nos cuentan interesadamente algunos medios de comunicación. Es una dictadura, con ciertos ropajes democráticos, pero una dictadura.
Juzgo adecuada la advertencia del Príncipe de resignar su cargo en caso de que se limitasen sus poderes para poder luego aprobar el aborto (que en efecto, es lo que los paganos buscaban realmente en última instancia, en ésta como en toda otra ocasión). No obstante, creo peligroso dar a entender en modo alguno que el tipo de régimen que existe en Liechtenstein -que es abiertamente ademocrático, más que antidemocrático- es digno de la menor envidia. En este tipo de regímenes, en los que uno solo tiene tanto poder (los poderes del Príncipe no son mucho menores que aquellos de los que gozaría si fuese un monarca absoluto), pueden corromperse muy fácilmente en cuanto lo haga quien en un momento dado esté a su cabeza. Un Príncipe cristiano como Alois puede frenar grandemente las maldades con que los paganos quieren corromper su tierra. Pero un Príncipe pagano o simplemente indiferente puede arruinar el país o dejar que los paganos lo arruinen mucho más rápidamente, y sin posibilidad de enmienda por parte de nadie (ni siquiera de una hipotética mayoría de conciudadanos católicos, cuyas iniciativas podrían ser tan fácilmente vetadas como ahora lo son las de los paganos).
NO HAY MÁS DIOS QUE JESÚS
Me parece que deberías estudiar un poco más la doctrina católica en su parte social. Católico y democrático libertario te diría que son cosas difíciles de compatibilizar en algunos casos, siendo la democracia y la "libertad" lo que son hoy.
Saludos
Sólo te falta decir que los problemas de Argentina son obra de la CIA... cuando son de los propios argentinos y, sobre todo, de los peronistas.
O no sabes lo que es una teocracia o tu afirmación es simplemente malintencionada.
Lo de Chávez pro-vida es más una situación ambiental que otra cosa. En Venezuela, la inmensa mayoría de la población no le gusta el aborto.
Vivo en Caracas, así que tengo pleno conocimiento de causa.
Estimado, le pediría que reconsiderara su posición. Estoy a su orden para suministrarle cualquier información para que contraste nuestra triste realidad.
-Teocracia quiere decir "amar y ser gobernado por la ley de un dios, el que fuere, monoteista o politeista por encima de cualesquiera otra circunstancia.
-Tú, jovenal, por lo que se ve eres "teocratista demócrata" que quiere decir "ser del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".
-Pobre de ti pues y de todos aquellos quienes confían más en el hombre-pueblo que en un Dios vivo.
-Así dice Yahve: Maldito el hombre que en el hombre pone su comfianza y de la carne hace su apoyo, y aleja a Yahvé de su corazon,..(Jer.17,5)
No estoy en disposición de dar lecciones sobre la doctrina católica a nadie, y no pretendo darlas. Y no tengo problema en que si a ti te apetece me las des (siempre y cuando realmente estés capacitado para ello, circunstancia que desconozco por completo). Y si me las das las seguiré con atención. Lo menos que puede hacer un creyente es aspirar a perfeccionar su propio conocimiento acerca de la creencia a la que se adscribe.
Pero no veo nada que en principio impida, de acuerdo a la doctrina social católica, intituir lo que yo denominaría una República Democrática Libertaria en España. Te doy la razón en que el término libertario es empleado en términos difíciles de encajar con la concepción cristiana del mundo. Pero dejo claro que cuando yo hablo de mi mismo como libertario no lo hago al modo en que lo hacen los anarquistas cuando se definen a si mismos como comunistas libertarios, ni al modo en que lo hacía Barry Goldwater, inspiración de los libertarios americanos que componen el Tea Party (entre los que los hay bien poco cristianos). Defiendo una sociedad de ciudadanos mayores de edad, en la que el peso del Estado se reduzca a lo absolutamente imprescindible, como forma de mejor garantizar la libertad. Eso no significa que defienda ninguna clase de tolerancia con cualquier género de libertinaje -sobre todo con el libertinaje con clara incidencia social-. En fin, como no es este el sitio para explicar más detalladamente lo que entiendo por libertarianismo, baste decir que yo enfoco las ideas políticas como subsidiarias de las religiosas, que son las centrales, incluso cuando están ausentes.
Un abrazo a todos los hermanos.
NO HAY MÁS DIOS QUE JESÚS
Iconodulo: Tu lo que defiendes es el liberalismo, no le cambies las palabras
¿Es condenable un sistema que promueve la libertad y dignidad del individuo? ¿No es ese uno de los mensajes del evangelio? ¿Qué como hijos de Dios somos libres para rechazarle a él y a su perdón como Judas o de aceptar su salvación como Pedro? ¿De que somos dignos como hijos de Dios?
¿Es aceptable un regimen en el que un individuo cuenta con el poder de vetar lo que dice la mayoría? ¿Es nuestro reino de este mundo? ¿Es lícito darle al César lo que es del César siempre que le demos a Dios lo que es de Dios?
¿Es aceptable un sistema político que impone en vez de convencer? ¿Qué diferenciaría un estado teocrático de la idea de Zapatero? Mejor dicho, ¿qué nos salvaría de un estado teocrático que cayese en manos de un Zapatero o de un Nerón?
Ojo, admiro lo que ha hecho este príncipe, pero el sistema no me parece bueno.
Bueno con un monarca defensor de la vida, que sigua gozando del favor divino ante los embates de las tinieblas.
No soy liberal. No lo soy porque no creo en la doctrina económica del liberalismo (mucho menos en el liberalismo político-social al que se adscriben muchos de los tea-parties norteamericanos, para quienes el libre comercio consiste en abstenerse de hacer justicia a los desmanes que comete el gran capital con la excusa de que eso implica "intervenir en la economía").
No creo en la planificación económica estatal, y eso es un rasgo de liberalismo. Pero si creo en el derecho del Estado a intervenir en todas las actividades que, por su influencia y repercusiones sociales, pueden tener directa incidencia en las posibilidades de subsistencia del Estado. Lo que me interesa particularmente, en tanto que creo que, una vez se acepta que el Estado es una necesidad, el primer deber de todo Estado, antes que otra cosa, es garantizar su propia subsistencia. Solo la subsistencia del Estado legitima su situación jurídica de supremacía general sobre el conjunto de los individuos. Soy libertario porque, allí donde no esté en juego la subsistencia del Estado, éste se puede meter su supremacía donde le quepa, que yo entiendo que en esos casos no debe aceptarse.
Exponer por qué me considero libertario ordenada y razonadamente daría para un libro. Por lo que, en relación con uso que sea que yo haga de la terminología, me limitaré a señalar que son las palabras las que están para servir a los hombres y significarse del modo que a cada individuo (en este caso a un servidor) le interese que se signifiquen, y no los hombres los que están para servir a las palabras que ellos mismos crean.
Un fraternal abrazo a todos los hermanos.
NO HAY MÁS DIOS QUE JESÚS
Lo que sí me gustaría que explicaran, si alguien puede, es el papel del rey de España en la aprobación del aborto. Tenía entendido que se había entrevistado con el Papa respecto a ello. Gracias.
Eso sí, yo me quedo con mi nacionalidad española. Pues no se trata de salir corriendo de España ante la situación de grave descristianización que padecemos en nuestra Patria. Lo que hay que hacer es recuperar España para Dios, como le oí decir a Rafael López-Diéguez en el año 2004, durante el discurso que pronunció en el primer congreso nacional de AES.
De oferta tb cambio mariocomplejines tipo Rajoy por derecha cristiana hungara.
Me alegra mucho que lo trates en tu blog Bruno.
Un saludo muy Cordial
Bendiciones
¿Y si en lugar de debatir si es mejor la monarquía o la democracia tomáramos el ejemplo y nos paráramos en la raya para decir NO, al aborto y a todas las otras formas de neopaganismo?
Liechtenstein no debería ser diferente, debería ser como nosotros, es decir, nosotros, príncipes o no, deberíamos ser como el príncipe Alois
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