A mayor gloria de Moneo
Hace tiempo, hablé en este blog de la iglesia diseñada por Moneo en San Sebastián. Me llamó la atención que, en los comentarios, varios arquitectos se mostraran horrorizados porque me atreviera a criticar a Moneo, no siendo yo arquitecto. Como si un puente que se cae o un plato que te envenena sólo pudieran ser criticados por ingenieros de caminos o por chefs. También un artículo reciente de Cataluña Religión se refiere despectivamente a lo que dije. Al leerlo, he descubierto nuevas fotos que no conocía del exterior y el interior de la Iglesia y, como confirman lo que ya dije, voy a comentarlas. A fin de cuentas, esa iglesia ha sido construida para mí, como fiel de la Iglesia Católica, así que creo que tengo todo el derecho del mundo a criticarla.
Hay un principio que, aparentemente, olvidan los defensores de la iglesia de Moneo y que resulta esencial para diseñar una iglesia. Una Iglesia es una obra arquitectónica con algunas características únicas, entre ellas la necesidad de eclipsamiento del autor, porque el centro absoluto de una Iglesia es Dios. Esto no sucede en otros edificios, con un uso meramente humano, donde la labor artística del arquitecto puede considerarse en un plano de igualdad fundamental o incluso de superioridad con respecto al uso cotidiano del propio edificio. En cambio, el lema de los arquitectos católicos, al diseñar iglesias, debería ser la frase de San Juan Bautista: “Yo tengo que disminuir para que Él crezca”. Eso implica que lo importante es la liturgia, la fe católica, la Tradición de la Iglesia y la gloria de Dios, no la originalidad del autor.
El problema está en que difícilmente entenderá este criterio un arquitecto sin fe cristiana, porque supone todo un bagaje de espiritualidad cristiana que no basta conocer teóricamente. Sólo quien ha experimentado en su vida que Dios ensalza a los humildes y derriba a los poderosos, sólo quien ha sabido hacerse pequeño con Cristo en Belén podrá buscar gozosamente eclipsar su propio ser para que brille la presencia de Cristo. Esto es algo que difícilmente hará un arquitecto no católico. No es que los arquitectos paganos sean malvados o soberbios: es, simplemente, que no tienen fe.
La iglesia de Moneo es un ejemplo perfecto de esto. Ante todo, dice “Moneo” y sólo secundariamente dice “Cristo”. Se basa principalmente en la originalidad del autor y sólo secundariamente en la Tradición de la Iglesia. Si hay algo que rezuma es pensamiento débil moderno y apenas manifiesta la doctrina católica. Es un claro signo de modas pasajeras y muy poco de la belleza intemporal de Cristo. Invita a pensar “que tío más original es este Moneo” y muy poco a rezar. Lo mismo podría decirse, por ejemplo, de la Capilla del Santísimo que diseñó Barceló en la Catedral de Palma.
Para no cansar a los lectores, me limitaré a pasar rápidamente revista al templo. Basta ver las fotos para darse cuenta de lo que digo.
1. El exterior
Creo que es evidente que lo que parece a primera vista es una fábrica. No sé si es lo que quería el autor, pero no hay duda de que es lo que ha conseguido. Y, como tal fábrica, tiene un aspecto anodino y sin interés.
Seamos sinceros, más allá de los prejuicios y del poder de la fama y sin importar el prestigio que tenga el arquitecto que ha diseñado esto. Si ese edificio no lo hubiese firmado el gran Moneo, absolutamente nadie le dedicaría una segunda mirada. ¿Hay alguien que se crea que desentonaría en un polígono industrial de los alrededores de nuestras ciudades? ¿Alguien piensa de verdad que una persona que la vea por primera vez pensará en una iglesia y no en una fábrica?
2. La planta
Unas de las características que alegan los defensores para mostrar el profundo carácter cristiano de la obra es que tiene planta de cruz. Y, ciertamente, sería un detalle cristiano… de no ser porque, por voluntad del autor, tiene forma de “cruz distorsionada”. ¿Qué tipo de símbolo cristiano es ése? Una cruz deforme no parece el mejor signo de la Cruz gloriosa que es nuestra esperanza. Es un signo de originalidad, subjetividad y relativismo, no de algo que recibimos de Dios como un don.
Aparentemente, con ella el autor quiere resaltar “las tensiones del mundo de hoy". Justo el tipo de cosa que pensaría un no creyente. ¡Qué diferencia con el lema cartujano! Stat Crux, dum volvitur orbis. El mundo gira, pero la Cruz permanece firme.
¿Esto es la fuente de la vida eterna, la puerta del cielo, el signo de las aguas del Mar Rojo atravesadas por Israel, del diluvio, de la muerte y la resurrección? ¿Es un escenario apropiado para que el mismo Espíritu creador baje a la tierra y se derrame sobre el catecúmeno? ¿Éste es el lugar al que uno puede volver orgulloso después de décadas, para decir “aquí fui hecho hijo de Dios"? Quizá sea, de nuevo, mi falta de estudios de arquitectura, pero es difícil encontrar dónde está la diferencia con un cenicero. Bueno, si me apuran, con un cenicero estilo zen.
4. El retablo
Pueden verlo en la foto. No, la foto no es un error. No es que aún no se haya puesto el retablo y eso sea el hueco reservado para el mismo. El retablo es eso que se ve en la foto. Es un retablo abstracto, de Javier Alkain, un artista especializado en ese tipo de obras, que, para el no iniciado, parecen más un muestrario de baldosas cerámicas que otra cosa. ¿Por qué representar los misterios de la fe, cuando podemos colgar un retablo que no signifique absolutamente nada, de una forma tan al gusto de nuestra sociedad relativista y agnóstica?
Es algo muy propio de estas iglesias ideadas por gente sin fe. El agnosticismo se expresa de forma natural en el arte abstracto. La pérdida de la fe en la Encarnación de nuestra época ha llevado a un arte puramente subjetivo, que puede significar cualquier cosa, sin los estrechos límites de la ortodoxia de la fe. Es decir, el opuesto absoluto de lo que es un icono según la Tradición de la Iglesia.
5. La capilla de la reconciliación
En la pared, una obra de Prudencio Irazabal. De nuevo el arte abstracto, que, si es signo de algo, lo será del subjetivismo religioso de nuestro tiempo, del relativismo y, por lo tanto, de la idea de que no hay Revelación, ni Redención, ni normas morales fijas. En fin, signo de que no existe el pecado. ¿Es una casualidad que, en una época que no cree en el pecado, se utilicen en las iglesias obras “de arte” que vienen a decir que no existe el pecado? Lo siento, pero no creo en las casualidades.
El mueble que hace de confesionario también ha sido diseñado por Moneo. No diré que IKEA lo podría haber hecho mejor, porque no creo que haga falta decirlo.
Encargada a un artista especialista en arte abstracto, José Ramón Anda Goikoetxea. A pesar de ser una imagen más bien poco agraciada, es de lo más cristiano que hay en el templo. Una muestra de que el listón está bastante bajo.
7. La vidriera
Perdida en una esquina, diseñada por el propio Moneo y reflejando, una vez más, su agnosticismo. Una pequeñísima cruz, distorsionada de nuevo, el sol y dos veces la luna (es decir, tres circulitos). En una esquina en lo alto del edificio. ¿Significado? Ninguno. ¿Belleza? Ninguna. Y encima el autor se atreve a decir que ha fundido el gótico con el románico. Si alguna vez ha visto una vidriera gótica, no sé cómo no se le cae la cara de vergüenza al decir esas cosas.
¡Y con contraventanas! ¿Cuál es la utilidad de las contraventanas en una vidriera a nosecuantos metros de altura, aparte del gusto del propio arquitecto y del deseo de conseguir que la iglesia parezca aún menos una iglesia? Además son fijas, de adorno. El párroco dice que son “un gesto de apertura, de acogida de la iglesia". ¡Ja! Lo que son es otra originalidad del autor, ajena por completo a las tradiciones católicas.
7. El sagrario
Para el sagrario, Moneo ha recogido una antigua tradición cristiana (un punto a su favor): un sagrario con la forma del propio templo que lo alberga. El fallo en este caso, sin embargo, está en que la iglesia no tiene forma de iglesia ni el más mínimo aspecto religioso. El resultado, pues, es un cubo, encerrado en un marco cuadrado, que de nuevo es totalmente abstracto, no sea que se vaya a colar un rastro de fe en el diseño.
Basta ver la foto para darse cuenta de que no es un lugar hecho para rezar. En lugar de ayudar a contemplar el misterio que encierra, este sagrario lo oculta. Uno reza con un esfuerzo de fe y a pesar del propio sagrario, no con su ayuda. Podría verse una escultura abstracta similar en la sala de espera de cualquier empresa de venta de tornillos.
No creo que en InfoCatólica seamos sospechosos de criticar indebidamente a Monseñor Munilla, así que me voy a permitir citar unas palabras suyas que, de forma inconsciente, demuestran todo lo que he dicho hasta ahora. En la inauguración del templo, el obispo de San Sebastián dijo que la parroquia “ha sido pensada con una especial sensibilidad, para ofrecerse como un Atrio de los Gentiles” para “permitir a todos acercarse a Dios". Ciertamente, en el Templo de Jerusalén, había un atrio de los gentiles, en el que podían entrar los no creyentes… pero, como su propio nombre indica, era un patio fuera del propio templo. Algo totalmente distinto es convertir el mismo templo en atrio de los gentiles, introduciendo en él de forma omnipresente una ideología agnóstica. Un hecho injustificable que se acerca peligrosamente a la entronización de un ídolo en el Sancta Sanctorum que llevó a cabo Antíoco Epífanes. Los israelitas, que no se caracterizaban por hablar de forma políticamente correcta, llamaron a este hecho la abominación de la desolación. En resumen: Unos salones parroquiales acogedores sí, un templo desacralizado para que se sientan a gusto en él los que no tienen fe, no.
Entiendo que Monseñor Munilla intente ver lo positivo de la iglesia de Moneo y que, en su caso, la sobreabundancia interior de la fe le permita encontrar a Dios en cualquier parte. Sin embargo, objetivamente, la triste realidad es que, como iglesia, es un engendro diseñado desde posturas y vivencias no cristianas, que alberga un arte diametralmente opuesto a la tradición icónica cristiana. No es arte cristiano, sino arte con el cristianismo como excusa lejana y superficial. Y ni siquiera tiene la excusa de la austeridad o falta de dinero, porque la firma de Moneo sale cara. Apena pensar que, en la tierra de San Ignacio de Loyola, se construya una iglesia que, en lugar de existir Ad maiorem Dei gloriam, ha sido construida a mayor gloria de Moneo y a mayor vergüenza de nuestros eclesiásticos, obnubilados por la fama de este mundo.
88 comentarios
En arquitectura civil no me meto. Me gusta mucho más Calatrava, por ejemplo, pero, a diferencia de lo que menciono en el artículo, eso es cuestión de gustos.
Horror-oris de la 3ª.
Moneo le pone su agnosticismo a una iglesia de la misma forma que Argüello le pone su cara al Kyrios.
Lo demás es cuestión de gustos.
Saludos.
Je, je. Es divertido dar palos de ciego, pero el problema es que uno normalmente no acierta.
Las pinturas de Kiko en iglesias son iconos, sujetos a la disciplina tradicional de los iconos y, precisamente, no hay nada que humille más la vanidad humana, ya que están fijados el tema, el enfoque, los personajes, la colocación de los mismos, los símbolos, etc. y el pintor no puede cambiarlos. Porque, como debe suceder con todo arte cristiano, son catequesis de la fe de la Iglesia, no de la subjetividad del autor.
Gustarán más o menos, pero no hay duda de que una cosa es arte cristiano y la otra arte con una excusa cristiana.
Saludos.
Hay que ser muy ingenuo o tener muy mala leche para ver en eso algo más allá de que un señor delgado con barba se parece a otro señor delgado con barba.
En efecto, eso dice mucho sobre su catolicidad.
Es terrible el cantoral de los kikos, en un 99% Palabra de Dios o textos de los santos padres.
Saludos y que Dios le bendiga.
-Primero, unos, se enrollaron con el estilo del expresionismo cubista en la pintura.
-Después, otros, oyendo que la Nueva Jerusalén bíblica, era el más perfecto templo espacial. A pesar de las extrañas dimensiones de ésta en base cuadrangular. Y sin captar el espíritu flotante de sus seis puntos cardinales, (lados del cubo) sus muros y sus puertas Se metieron a fabricar estos espacios al estilo cúbico vacío, que más se parecen al frío laboratorio de la diseccion forense. Que a ese lugar deseado del alma tranquila que es invitada al recogimiento y a la oración.
Y todos contentos, pues lo que priva hoy día es la notoriedad del aquitecto.
¿Una demostración más de mi carácter sectario? ¿Cuáles son las anteriores? Bueno, ya puestos, ¿dónde está el carácter sectario en lo que he dicho sobre los iconos, que es algo que puede leer en cualquier libro sobre el arte cristiano?
"Lo que priva hoy día es la notoriedad del arquitecto"
Totalmente de acuerdo.
"siempre es difícil pronunciar con hormigón las cosas, pero era muy importante expresar la idea de la transcendencia. […] Hacer una iglesia no es un problema decorativo, es un problema de escala. Tienes que tener la percepción de estar en un lugar insólito. […] Una arquitectura pura que es la que te hace tomar conciencia del acto humano en la naturaleza. […] Moneo buscaba recuperar la tradición y nos regala una síntesis de la historia y de su memoria cultural a sus 73 años de edad”.
Idea de transcendencia, lugar insólito, arquitectura pura, acto humano en la naturaleza, síntesis de la historia y su memoria cultural... creo que con esto está dicho todo.
Yo no soy seguidor de Kiko Argüello. Soy seguidor de Jesucristo.
Los ritos que se utilizan en el Camino son iguales que fuera de él o están aprobados por la Iglesia como particularidades específicas. En cuanto a las prácticas devocionales, los católicos tenemos la libertad de los hijos de Dios para elegir las que queramos, dentro de la doctrina de la Iglesia. Así pues, no veo el fundamento de sus críticas.
Finalmente, la valoración estética del cantoral del Camino es cuestión de gustos. Me parece muy bien que no le gusten esos cantos, pero no entiendo por qué le molesta que me gusten a mí. Por cierto, el hecho de que me gusten esos cantos no hace que desprecie o deje de admirar el canto gregoriano, la polifonía, los semitonados carmelitas, los cantos melquitas u otras músicas de la Iglesia. No sé por qué a usted le sucede lo contrario.
No termino de entender qué es eso de un "católico sin apellidos". ¿Un católico no puede ser de la adoración nocturna, terciario franciscano, monje carmelita, de una cofradía, de Misa diaria o, simplemente, de Málaga? ¿Por qué esa extraña norma?
Me sigue llamando la atención que no sea capaz de distinguir entre agnósticos y católicos con gustos distintos de los suyos.
Saludos.
Hay iglesias más pequeñas, menos de diseño y que llevan a la oración nada más entrar.
De muestra, un botón. Animo a visitarla, por cierto, en Celanova (orense)
http://www.turismo-prerromanico.es/arterural/SMCELANOVA/CELANOVAficha.htm
Clavado, oye.
Aunque como fábrica de piensos, a falta de espacio para el molino, no estaría mal:
http://www.mangrasa.com/inici/index.php?option=com_content&task=blogsection&id=19&Itemid=98
Encajaría a la perfección en el concurso de "¿es una iglesia o una cárcel?"
http://thecrescat.blogspot.com/2009/02/can-you-tell-difference.html
Lo único que le veo positivo es que está tan vacía que permite ser cristianizada, como se está consiguiendo en algunos sitios. Sobre la noble simplicidad, la modernidad y el mini-maximalismo, es reconfortante leer a M. Alderman, como aquí
http://www.newliturgicalmovement.org/2011/01/modernism-and-other-modern-cautionary.html
El arte contemporáneo muestra de un modo privilegiado la descomposición del ser humano, de su identidad, de sus referentes, de sus creencias. La búsqueda de nuevos caminos expresivos, muchas veces realizada entre la desesperación y la desesperanza, podría resumirse en la historia de una progresiva y muy acelerada fragmentación o alienación del hombre en su lenguaje estético. El todo del realismo comenzó a desdibujarse para ser sustituido por las partes que lo componían de forma armoniosa. Se tomó la luz como un todo, y comenzó a buscarse la impresión como esencia del placer estético. El impresionismo, con todo, nunca rompió con los lazos de la realidad y de la belleza. Pero esa concepción fragmentaria del arte destapó la caja de Pandora para todo tipo de experimentaciones cada vez más desestructurante del objeto del arte. Cada movimiento artístico nuevo suponía, con respecto al anterior, una más radical destrucción, una fragmentación más aguda, una alienación de la belleza y de nuestro espíritu más desoladora.
En fin, perdona, Bruno, el rollo. No me quiero extender más. Pero desde el arte contemporáneo tal y como lo conocemos no cabe arte religioso. Si aquél ha perdido al hombre, cómo va a representar el anhelo de Dios.
Un párrafo estupendo. Si tienes tiempo, desarróllalo un poco, en cuatro o cinco párrafos, envíamelo en un correo electrónico y lo publicamos como post, porque creo que merecería la pena discutir sobre ello.
Bueno, quiero decir si no es abusar de tu amabilidad.
Saludos.
"La "culpa" no es de Moneo, sino de quien la encargó y pagó."
Totalmente de acuerdo. Nadie da lo que no tiene, así que Moneo expresa lo que tiene dentro, es normal. Lo que no es normal es que le encarguen iglesias.
"Hace falta mucha obstinación y resistencia para terminar una obra y demostrar a los demás, y a uno mismo, que las ideas que tenías en la cabeza funcionan en la realidad"
Tal vez podríamos pasarnos por el making-of:
La exposición: 'Moneo, parroquia para Riberas de Loiola, Iesu', estará abierta hasta el 15 de enero. Ha sido realizada en colaboración con el estudio del arquitecto.
Dónde: En Museum Cemento Rezola, en Añorga.
Horario: De martes a domingo, 10:00 a 14:00.
Lo del supermercado en diciembre, dará para otro post, confío.
http://www.diariovasco.com/v/20111005/cultura/making-iglesia-moneo-20111005.html
Creo que la cita fundamental de Moneo está más abajo:
"Es una iglesia donde pueden desarrollarse los ritos compartidos de la religión, esos hitos como los bautizos, las bodas o el último adiós, y el recogimiento íntimo y en soledad donde uno puede encontrarse consigo mismo, incluso más allá de sus creencias".
Al final, lo que prima es el yo, en lugar de Cristo. Normal.
La verdad es que cada domingo me acordaba del arquitecto y de su madre. Supongo que los demás fieles debían hacer lo mismo y, como sigue en pié, deben continuar haciéndolo. No entiendo como encuentran párroco para esa iglesia, pues debe ser una tortura espiritual estar todo el día en ella.
Es probable que la iglesia viniera proyectada "antes" de Mons. Munilla, y que éste haya tenido que etc.
En fin, hablo simplemente como persona que se acerca al arte buscando la belleza que consuela un espíritu más o menos atormentado, el de estos tiempos que nos ha tocado vivir. Y ese consuelo no lo hallo en la descomposición alienante de la realidad.
Gracias en cualquier caso por tu amable invitación.
Lo que creo que priva es el afán de originalidad y notoriedad (hay que mantener el tipo dentro del mercado del arte, verdaderamente mercantilizado).
Y más que ideología relativista lo que veo es deconstructivismo puro y duro.
Sólo faltaba que el material escogido fuese... "cartones de huevos" y desechos plásticos, para cantar el eterno retorno de las cosas.
Porque a los obispos los designa Roma.
Y son obispos lo que autorizan la construcción de "esto".
¡Mamma mía!
Comparto la aportación de susi, la culpa es de quien lo encarga y lo paga, si Moneo o cualquier otro quieren construir a sus expensas un templo y donarlo a la Iglesia, el comentario estaría planteado en otros términos, pero pagar para que un "artista" se sienta satisfecho con su obra y lo proclame está fuera de lugar en la construcción de un templo. Efectivamente, qué diferencia con la actitud de oración de los pintores de iconos o de otro arquitecto famoso: Gaudí
Un saludo
La frase que citas tú es igualmente espantosa, muestra su agnosticismo, su apostasía más bien. Lamentablemente está muy extendida en las "oraciones inventadas" al uso la expresión y la doctrina de que al rezar hemos de "encontrarnos a nosotros mismos" ¡Qué espanto!
Respecto a los obispos que encargan... yo no les atribuiría ni un 1 por ciento de responsabilidad en ello. Una parroquia nueva en una ciudad grande hoy día es objeto codiciadísimo hoy día. La capacidad de decisión primaria y de intervención posterior del obispo es, normalmente, mínima. Por medio están el párroco y sus consejeros, los consejeros del obispado, los financiadores, los departamentos de urbanismo de autonomías y ayuntamientos, los arquitectos allegados a la diócesis y el propio colegio de arquitectos, los abogados de los entes públicos, de los arquitectos, de la constructora... Sólo si las diócesis pudieran dar dos o tres modelos de iglesia a los que tuvieran que atenerse siempre las nuevas, podría solucionarse el problema.
El grado de responsabilidad de Mons. Munilla en el proyecto y realización de esta iglesia es, como dice Bruno, y si se leen las distintas noticias sobre ello, menos del 1 por ciento. Llega y la encuentra hecha, cualquier intento de modificar o paralizar la obra sería una batalla inútil. Ya tiene otros frentes para trabajar.
Qué me vas a decir, si acabo de estar en Misa en una iglesia suya. Cada vez que voy a Misa allí, sobre todo por la noche, me deprimo. Tengo que hacer un especial acto de fe en el Sacramento.
Es evidente que no ser agnóstico no es condición suficiente para crear buenas iglesias. Hay que recordar, sin embargo, que Fisac dejó el Opus en 1955 (si bien siguió siendo católico hasta su muerte), así que la gran mayoría de sus obras son posteriores.
Dicho lo cual, aunque no entiendo de arquitectura ese templo me parece horroroso. Una auténtica horterada. Dudo enormemente que su diseño ayude a sentirse en un lugar santo. Y eso no significa que piense que todos los templos hayan de edificarse siguiendo patrones arquitectónicos pasados. Pero qué menos que pedir que tengan cierta belleza, que tengan "alma".
"Veure un article insultantment planer i sense criteri"
... es capaz de contraargumentar a este nuevo artículo con algún criterio.
Debe ser aquello de que "sobre gustos, colores".
Cuando yo estaba en el proceso de abandonar el protestantismo, acudí por primera vez a una misa ortodoxa. La oficiaba el sacerdote Dimitri Tsiamparlis, que como os podéis imaginar es griego. El templo era chiquitito pero sin duda parecía, y parece, un templo por fuera y sobre todo por dentro. Uno entraba allí y se daba cuenta de que estaba en un lugar espiritual. Viví esa Misa entre iconos, velas, cantos litúrgicos y fieles realizado genuflexiones cada dos por tres. Me acuerdo exactamente las palabras que me dije a mí mismo al salir: "el culto en el cielo no tiene que ser muy diferente". Allí empezó a morir el Luis Fernando protestante. Acabó de morir en Lourdes.
No tengo la menor duda de que todo aquello fue instrumento de la gracia de Dios para mi conversión. Y
dudo mucho que Dios utilice ese engendro de Moneo para convertir a nadie.
La belleza y la buena liturgia te lleva a Dios. La frialdad del arte abstracto te aleja de El. En todo caso, haced la siguiente prueba con vuestros hijos, sobre todo si son pequeños y tienen sensibilidad religiosa. Mostradle ese templo de Moneo. Luego uno románico, gótico, etc. Y que os diga qué les gusta más.
Las cruces asimétricas me dan "yuyu".
Y no sigo.
Entonces podrían haberla llamado Parroquia de Masá y Meribá o algo por el estilo.
"El retablo es una broma, ¿verdad?"
Me temo que no. Eso sí, creo que más de cerca se pueden ver puntitos (ver detalle en el artículo de Cataluña Religión. A lo mejor ahí está la gracia.
que todo el mundo guarda en sus garajes. Si la fe soporat esa prueba, como dice percival, no habrá un pueblo más piadoso que el mío.
Y fuera el viejo retablo:
http://www.pueblos-espana.org/fotos_originales/0/2/1/00151021.jpg
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Vale, LF, sobre cualquier cosa, no. Pero apelar a la condición de kiko para para cuestionar la capacidad de aprecio estético... es más que razonable.
-"Y tu hija ¿en qué iglesia se casó?"
-"En el Carrefour de Iesú."
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8d/Iglesia_de_N%C2%AA_Se%C3%B1ora_del_Rosario_de_Filipinas_(Madrid)_01.jpg/280px-Iglesia_de_N%C2%AA_Se%C3%B1ora_del_Rosario_de_Filipinas_(Madrid)_01.jpg
Sin embargo, cuando los dueños de un edificio de oficinas horterilla que él había construido a la entrad de Madrid, la Pagoda, lo demolieron porque no servía ya para nada, el propio Fisac y la banda de los arquitectos montó en cólera. ¡Que por qué no se había respetado!
Sobre Rafael Moneo, su chulería y el negocio que él y su familia tienen montado (Moneo construye el edificio y la hija y su marido lo decoran) aconsejo la lectura del libro de Javier Rupérez 'Memoria en Washington', que cuenta cómo la construcción de la nueva embajada.
Por cierto, Moneo insultó al decorador, que no era de su familia.
¿Por qué la Iglesia tiene que contratar a los arquitectos-estrella? ¿no hay arquitectos católicos y más humildes y baratos?
No parece sino que el hecho de querer expulsar a DIOS de la sociedad, del planeta tierra ha convertido al Arquitecto en DIOS, para glorificarse a si mismo, no admite réplica. Puede con eso, considerar al resto de los mortales como incapaces intelectuales. De esta manera y con un poco de corporativismo, nadie se atreve a decir que " EL REY ESTÁ DESNUDO". Si alguien osa emitir su opinión desfavorable respecto a la cosa el improperio no se deja esperar: "INGNORANTE RETROGRADO", y el dios nos da la espalda ufano y regodeándose en su divinidad. Henchido de fatuidad por haberle puesto "LOS PUNTOS SOBRE las IES" a la chusma ignorante. DIOS ha creado el orbe para sus criaturas. El arquitecto (léase pintor, escultor, director de cine, actor, etc, etc), es decir, el dios, crea su obra para si mismo, no para los demás, ni para llenar de belleza el mundo. No, el dios crea para poner en evidencia y menospreciar a la plebe, es posible que por no querer reconocerse en lo que es, un hombre mortal de carne y hueso como los demás. Y así, una legión de dioses, diosecillos, idolos e idolillos, nos dicen al resto de los demás lo que vale o no vale, lo que no es bueno y lo que lo es.
Y esos mismos han desterrado a DIOS TODOPODEROSO, donde está la VERDAD y la VIDA, para ejercer el poder de su soberbia, de su ego con el resto de sus iguales, que lo aceptamos sin ver el patético ridículo al que estamos sometidos.
Cuídenlo: además de hermoso, encierra la fe y la devoción de muchas generaciones.
No es el caso de Salazones Aguirretxe de Meribá y Masá.
Me interesa particularmente el tema en este caso porque vivo cerca de esta nueva iglesia y se podría decir prácticamente que es casi mi parroquia.
Las observaciones del post indican que se han observado bien las fotos, pero siempre es mejor intentar sacar todo lo positivo que se pueda de cada cosa y, en ese aspecto, creo que Monseñor Munilla está trabajando para sacar los mejores frutos(teniendo en cuenta que tanto la iglesia como la organización parroquial le vinieron dadas).
Una anécdota: En la charla que dio el arquitecto Moneo la víspera de la inauguración, uno de los comentarios que me chocó (de lo que pude llegar a oir) fue el que hizo sobre el altar. Más o menos dijo que, más que como lugar de sacrificio, él lo había concebido como mesa, alrededor de la cual congregarse. (De hecho, si se observa, realmente tiene todo el aspecto de una simple mesa). Al día siguiente, la homilía del Obispo estuvo centrada en Jesús como Cordero de Dios y en el sacrificio unido a la salvación. Además, acabó recordando la necesidad de sacerdotes que entregasen su vida, ya que el edificio no es suficiente si no hay sacerdotes que la sostengan.
Se puede leer la homilia en este enlace:
http://www.elizagipuzkoa.org/upload/publica/PDF/2011/MAYO/Iesu%20parrokia.pdf
Sin duda, es la mejor forma de encarar lo que uno no puede cambiar. Los feligreses habituales u ocasionales de la parroquia (si no pueden o no conviene que huyan a otra) tendrán que encontrarse allí con Dios. Y es posible, porque no hay nada donde Dios no esté presente como Creador, porque la gracia de los sacramentos es sobreabundante al margen de la pobreza o fealdad de donde se celebren, porque la Palabra de Dios es creadora y tiene el poder de hacer milagros, etc. Y por supuesto, me parece muy bien que el obispo intente ver lo bueno y suplir su carencia donde no lo haya. Es un obispo excelente.
Saludos.
Je, je. Algo de contradicción vivencial es parte de lo que significa estar vivos. La vida no es un silogismo.
De hecho, se podrían encontrar tantas o más contradicciones en la forma de actuar de los distintos grupos tradicionalistas. Tú mismo has señalado varias en otras ocasiones.
Y, por supuesto, también se pueden encontrar en el Camino Neocatecumenal (que, de hecho, es bastante más caótico de lo habitual en los grupos de la Iglesia).
Si pudieras hacer y mandar a bruno, algunas fotos "desde dentro", nos haríamos mejor idea de cómo se muestra como templo el edificio de Queserías Aldazábal.
http://static.panoramio.com/photos/original/21009234.jpg
Dentro, sí, está esta maravilla (que fue más maravilla hace 40 años):
http://www.pueblos-espana.org/fotos_originales/0/2/1/00151021.jpg
Eso fue algo general en España en los 70. En vez de arreglar un viejo templo rural, viejo pero hermoso, tirarlo. En la demolición desapraceía de todo, un expolio silencioso del que nunca se ha hablado suficientemente: retablos menores, muebles centenarios de sacristías, objetos litúrgicos y pequeñas (y no tan pequeñas) imágenes... Y en sus lugar, templos de aspecto inane. A los que había que sumar los de los nuevos barrios de ciudades dormitorio, a cuál más horrendo, con excepciones escasas pero notables, sí.
Mail del penitente: "He cometido un pecado gravísimo"
Mail de respuesta: "Ese pecado solo se puede perdonar con la penitencia más dura, deberás venir aquí a celebrar ña misa de Navidad"
Nooooooooooo
Permíteme recomendar un libro muy bueno, recientemente reeditado por Ciudadela, creo, (yo lo tengo de Ediciones Internacionales Universitarias) donde el autor se explaya magistralmente en la tesis expuesta por Eduardo. El libro se llama "Seréis como dioses. Vicios del pensamiento político y cultural del hombre de hoy", del diplomático alemán, y ferviente católico, Hans Graf Huyn.
http://www.camino-neocatecumenal.org/neo/ICONOGRAFIA/iconoskiko.htm
El gran tema irresoluto desde el Vaticano II sigue en pie: cuánto de "accidental" es, sin embargo, coesencial, de modo que su remoción, acumulada cuantitativamente, termina por producir una variación como decía Romano Amerio, del paradigma catolico, una mutación que nos hace decir,"es otra religión". Y eso sin cambiar -o sin cambiar demasiado, en el caso de los neocones- un núcleo dogmático que sin embargo queda desnudo, írrito, impotente.
@majovimo
http://about.me/majovimo
Así es. Hay que comenzar a declarar sin ningún complejo ni pusilánime prevención que el Rey (el arte contemporáneo) está desnudo. Nunca ha sido necesario "entender" el arte, sino vivirlo. El entendimiento del arte como mero saber técnico será pertinente para aquellos que se dedican a él de modo profesional. Cuando tal formación se precisa para poder disfrutar de él es señal de su baja calidad o de su irrelevancia. Salvo personas realmente limitadas, todos somos sensibles al hecho artístico. Y tal sensibilidad no depende ni mucho menos de la formación académica, técnica o intelectual.
http://caminante-wanderer.blogspot.com/2011/01/diccionario-neocon-1.html
Toda la arquitectura moderna no es sino un intento de liberarse de las exigencias que nos vienen impuestas por la propia naturaleza de las cosas. Es decir, es satánica en su misma esencia, porque fruto de una rebelión perfectamente reflexionada y voluntaria contra la harmonía y proporción universales, que son un reflejo de la divina perfección, y que se traduce en las obras arquitectónicas de toda la humanidad, sea una pagoda, un templo de Angkor, una catedral gótica o una pirámide azteca.
Y así como una arquitectura sana cura, eleva y unifica al hombre, facilitándole alcanzar su perfección, la arquitectura moderna tira del hombre hacia abajo, lo desarmoniza, lo desordena y lo hace semejante al caos infernal.
Es absurdo pretender que lo sobrenatural tome posesión de algo que va directamente en contra de lo simplemente natural.
Los autores eclesiásticos de esas abominaciones hace tiempo que dejaron de ser católicos, ya mucho antes del Concilio, para pasar a ser gnósticos, que es el meollo del modernismo.
A través de ese engendro, manifiestan su total ruptura con el pasado, anticipando una Nueva Iglesia aún naciente.
Un obispo católico debería condenar ese engendro y derribarlo, alejar a los fieles de ese foco infeccioso como sea.
Coincido plenamente con tus comentarios. Lo repito y repito una y otra vez, pero parece que todo es inútil. Aún así seguiré repitiendolo mientras lo piense y lo sienta así. DIOS le bendiga, señor EDUARDO JARIOD. Compartir una opinión tan minoritaria con alguien es un alivio.
Esa comparación en el mismo plano de igualdad, de hecho, me parece maliciosa. Propia de mentes que anteponen la soberbia de la verdad de su razón a la razón de la Verdad.
De nada sirve saberse al dedillo la liturgia (¡y mira que es importante la liturgia!) cuando falta la caridad. Si falla esta, la otra está vacía, y su pretendida defensa se convierte en su mayor ofensa.
Enhorabuena, Bruno, por este artículo, y por tantos otros con los que nos regalas. Y te expreso mi admiración por la santa paciencia y el buen humor que tienes con tanto tonto (sí, tonto) de todo pelaje que por aquí entra a probarte. Se deben de creer más listos que tú, porque no les llamas por su nombre y les contestas como si fuesen personas normales.
Recomiendo el libro:
Ugly as sin.
Muchas gracias a ti. Yo también me siento aliviado de compartir esta opinión contigo. Es algo que muchísimas personas sienten y que por miedo a ser consideradas ignorantes callan. No; no hay que callar. Debemos comenzar a sacudirnos los prejuicios y las mentiras con los que nos han embotado el alma. Si ya no sabemos reconocer lo que es bello, cómo vamos a reconocer lo que es bueno y verdadero.
Que Dios te bendiga. Un abrazo, Antonio.
La asamblea de los creyentes invitados ala mesa del creador son los que generan la magia y la fuerza de la fe.
Estos seres antiguos emponzoñados de directivas normas y significados es normal que se sientan molestos cuando se les invita a participar en la quietud del vació en la comunión de los participantes de la asamblea.
El espacio que ha creado moneo como arquitecto y todos los colaboradores. Los que han echo los que han posibilitado y los que han financiado los que han permitido
Es un espacio magnifico de encuentro de los hombres de buena fe en el silencio y en la gracia y en el entendimiento anteponiendo la hermandad de los humanos a la discordia y el enfrentamiento.
No es lo mismo: Pensemos en las "Obras del Cardenal", en Francia, en la post-guerra: Arquitectos del talante de Henri Vidal, de Novarina, de los hermanos Perret, y hasta de un Le Corbusier, han aportado un nuevo pensamiento acerca de la forma de edificar santuarios e Iglesias "Ad Majorem Dei Gloria".
Aquellos que esten interesados podrán descubrir la restauración-reconstrucción de la Iglesia de Santa María Medianera de todas las Gracias - actualmente Nuestra Señora de Fátima - en el Boulevard Sérurier de Paris. Vale la pena saber cómo se edificó, cuáles fueron los criterios católicos de Vidal y la libertad que dejó a los operarios para insertar en la arquitectura interna del Santuario elementos de la fe cristiana que diesen aún más un testimonio personal de su creencia el Dios Uno y Trino.
Gracias por el Post. Creo que son temas cada vez más necesarios para evitar la cultura de la fealdad.
Saludos, Pax et Bonum.
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