Las ecografías salvan vidas
En los últimos meses, se ha dado un paso de gigante en los Estados Unidos en la lucha contra el aborto. Varios estados están preparando leyes que establezcan la obligación de realizar una ecografía antes de que una mujer se someta a un aborto.
Curiosamente, las organizaciones que defienden la “elección de la mujer” han puesto el grito en el cielo. Parecería que cualquier cosa que ayude a una mujer a decidir responsablemente, como el hecho de ver una ecografía del “grupo de células", debería contar con su aprobación, pero no es así. Quizá porque esa “elección” que promueven sólo es, en realidad, una: matar al bebé. Y por ello temen como al agua bendita que la madre pueda ver a su hijo y decidir no matarlo.
Es cierto que mostrar una ecografía apela a los sentimientos de la madre y no va a la cuestión racional. Es, sin embargo, algo necesario, porque la sociedad de hoy no se mueve por argumentos racionales, sino por sentimientos y emociones. De hecho, los argumentos racionales a favor del aborto son prácticamente inexistentes, de modo que sus defensores apelan en su inmensa mayoría a sentimientos irracionales, así que es bueno que haya una respuesta también en ese campo.
Traduzco un testimonio impactante de Kristen Walker, una antigua activista proabortista, que habla de cómo las ecografías cambiaron su vida. Lo he tomado de Live Action.
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Rick Perry, gobernador del Estado de Texas, está a punto de firmar un proyecto de ley que requiere que las mujeres que están pensando someterse a un aborto se hagan una ecografía por lo menos 24 horas antes del procedimiento. Según el New York Times: “Aunque la mujer puede optar por no ver las imágenes ni escuchar el latido del corazón, el médico debe describir lo que muestra la ecografía, incluida la existencia de las piernas, los brazos y los órganos internos".
Esta ley ayudará a salvar vidas.
Las leyes de ecografías son una victoria de gran alcance en contra del aborto porque las ecografías proporcionan una ventana al mundo oculto de la matriz. En otras palabras, las ecografías dicen la verdad. Debido a que la industria del aborto subsiste gracias al secreto y la mentira, el arma más poderosa contra el aborto es la verdad.
Según mi experiencia personal, estoy firmemente convencida de que la mayoría de las personas que apoyan el aborto no saben qué es lo que están apoyando y la mayoría de las mujeres que se someten a abortos no comprenden verdaderamente lo que es el aborto.
Yo estaba a favor del aborto hasta noviembre de 2006, cuando una amiga provida tuvo una Conversación conmigo. Lo pongo con mayúscula porque fue una conversación que cambió mi vida para siempre. Empecé esa conversación con el firme convencimiento de que el ser proelección era la opción más ilustrada y humana; defender la elección de la mujer era estar del lado de los derechos humanos, preocuparse por las mujeres y, en general, ser una persona inteligente y ética. Cuando vi pegatinas provida en el parachoques del coche de mi amiga, me burlé abiertamente de ella. “Has ido demasiado lejos, ¿no te parece?", le dije. Ella se mantuvo tranquila y cortés cuando, más tarde esa noche, saqué de nuevo el tema.
“¿Cómo puedes ser provida?", le pregunté.
Me explicó el tema con claridad y razonablemente, y me dijo que las fotos habían desempeñado un papel importante para convencerla del mal intrínseco que es el aborto. Hacia el final de la conversación, convencida casi (pero no del todo) contra mi voluntad, pedí ver las fotos. Cuando terminé de mirarlas, me había convertido en provida. Y no sólo estaba a favor de la vida, era un activista de esa causa, y he seguido siéndolo.
Hay un gran debate en la comunidad provida sobre si las imágenes explícitas son una buena idea. Yo miré esas fotos explícitas un millón de veces cuando defendía la elección de la mujer, y todo lo que veía era una razón más para enojarme contra los provida. No me di cuenta de que estaba mirando a un bebé muerto. Era, simplemente, una razón más para enfadarme e indignarme con los locos antielección. Sin embargo, cuando una persona está dispuesta a verlas, a verlas de verdad, como yo después de esa conversación, son la herramienta más poderosa que tenemos contra la ignorancia, que es la herramienta primaria del sector del aborto.
La mayoría de la gente piensa, como hacía yo, en términos de “tejido", “grupos de células”, las “consecuencias del embarazo,” todos los eufemismos que utilizan Planned Parenthood y el frente antivida para deshumanizar a un niño no nacido. Una imagen de un bebé abortado dice en un segundo lo que incluso el defensor de la vida mejor informado y más elocuente no podría decir en dos horas. Dice: “Se trata de un ser humano y está muerto". Una foto de un aborto no muestra un embarazo interrumpido o un poco de tejido desechado. Te muestra con claridad, de forma definitiva, un niño que ha sido asesinado. Legalmente.
La mayoría de personas, casi todas las personas, tienen una conciencia, lo que significa que la mayoría de la gente tiene una reacción visceral a las fotos, siempre que estuvieran preparadas para verlas. Algo en ellos dice: “Eso está mal".
Una ecografía es la herramienta visual más poderosa en el arsenal provida. Tiene mucho más efecto en una mujer que está pensando abortar que las fotos más terribles de un bebé abortado, porque el niño está vivo y el niño es suyo.
Las mujeres que acuden a clínicas abortistas son bombardeadas con los eufemismos mencionados: tejido, grupo de células o consecuencias del embarazo. Pero una imagen en movimiento del niño dentro de ella, en algunos casos completamente formado y activo, su fuerte corazoncito palpitando: esto desmiente los eufemismos. Anula la propaganda. Es la verdad, delante de sus ojos, y es el arma más poderosa que tenemos para luchar contra la gente que mataría a ese niño y cobraría sus honorarios.
Planned Parenthood y sus muchos aliados y simpatizantes están furiosos con el proyecto de ley de ecografía en Texas y otras similares en todo el país. Están enfadados porque en realidad no se preocupan de ayudar a las mujeres a tomar una decisión informada. Se preocupan por el dinero que ganan al realizar abortos.
Las leyes de ecografías son devastadoras para la industria del aborto. Lo último que desean es que la mujer piense en el niño que vive dentro de ella como un niño que está vivo. Después de todo, si lo hace podría actuar según su instinto para protegerlo y, Dios no lo permita, salir con su cuerpo, su alma y su bebé intactos, y con su dinero en el bolsillo.
Como de costumbre, organizaciones como NARA alegan que la ley está “diseñada para avergonzar a la mujer". Esto es ridículo y condescendiente. Si el aborto es el empoderamiento para las mujeres que nos quieren hacer creer las organizaciones como NARAL, no les importarían en absoluto las leyes de ecografías. Si el aborto fuera una intrascendente eliminación de tejidos inútiles, como nos quieren hacer creer, una mujer podía mirar sin pestañear al “grupo de células” en la ecografía y decir a los abortistas: “adelante". Pero NARAL, Planned Parenthood, NOW y otras organizaciones abortistas saben que la mujer va a ver a un bebé. Y quiero decir a NARAL que, si es la vergüenza lo que hace que la mujer decida no matar al bebe, entonces que así sea.
Sin embargo, es posible, y me gustaría creer que es probable, que lo que haga que una mujer permita vivir a su bebé al ver una ecografía sea un sentimiento superior a la vergüenza. Creo que incluso podría ser apropiado llamarlo algo muy tonto, como es el amor.
Kristen Walker
12 comentarios
La exhibición de estas imágenes ha sido, es y será el argumento más contundente contra el aborto, sin necesidad de apelar a razones religiosas, morales, jurídicas, científicas o políticas. Por eso mismo, no resulta arriesgado vaticinar que, en un futuro no muy lejano, serán prohibidas. Y seguramente se hará bajo la invocación de la defensa de la dignidad de la mujer, por considerar tales imágenes como una coacción insoportable a la libertad del desarrollo integral de su personalidad.
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-"La mayoría",la que por obligado principio de herencia genética es siempre cerril a la justa causa.
-¡Líbrame Señor de ésta, " tan necia e ignorante" mayoría!
http://www.youtube.com/watch?v=ksJFPkfYB5o (minuto 1h28)
"Un don del Señor son los hijos, son como flechas en manos de un guerrero, los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que tiene llena su aljaba, no temerá cuando lleguen a su puesrta sus enemigos" (cf. Sal 127, 3-5).
Bendito sea el Señor por el don de los hijos.
Un abrazo.
Tu hija ya había venido al mundo desde hace nueve meses. Vayamos cambiando de léxico.
Una cosa es que el paciente elija no ser informado (es su derecho, previsto por la ética y al menos en mi país por ley), pero el ecografista está igualmente obligado en el aborto o cualquier otro procedimiento a realizar la paraclínica que corresponde, y tiene que emitir un informe sobre lo que ve. De lo que puedo atestiguar personalmente como estudiante de medicina, hasta ahora no me he topado con ningún paciente que expresara no querer ser informado de los resultados de un estudio que se le hace.
Y no es la salvaguarda de la autonomía del paciente lo que mueve a los abortistas a poner el grito en el cielo por la ecografía obligatoria: es el miedo y la rabia. Saben que hay una persona ahí adentro, y saben que su visualización la reviste de esa humanidad que le es tan inherente como a cualquiera de nosotros. Escuchar un corazón humano latiendo (¡y escucho unos cuantos a diario!) es escuchar la cadencia de la vida misma, con toda su perfección, su vigor y su voluntad de existir. Como activista provida y estudiante de medicina, hay muy pocos sonidos más que me cautiven tanto como el latido de un corazón viviente.
Por supuesto, es algo más difícil que alguien se conmueva si su exclusivo y anti-ético interés es hacerlo parar, con el agravante de escudarse en la ignorancia de la otra víctima para eso (porque la mujer, en definitiva, no es una criminal sino la otra gran víctima del aborto y sus perpetradores).
Saludos desde Uruguay.
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