Las cruces de Oriente
Como hoy no tengo mucho tiempo, sólo voy a escribir un articulito corto sobre un detalle que me pareció interesante este verano, al visitar los Países Bálticos. Supongo que los lectores conocerán las típicas cruces de las Iglesias orientales, con diversas formas y simbolismos. La más común, propia de las Iglesias eslavas en general y de los ortodoxos rusos en particular, en lugar de ser una simple cruz, con el madero horizontal y el vertical, es más elaborada, y tiene otro madero horizontal más pequeño en la parte superior, además de un curioso madero inclinado en la parte inferior.
La segunda línea horizontal es fácil de comprender, se trata del “titulus crucis”, es decir, el letrero con la profética acusación que Poncio Pilato mandó poner en lo alto de la cruz, en hebreo, latín y griego y que, en nuestros crucifijos, se suele resumir como INRI (Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum). En griego, la inscripción es “Ἰησοῦς ὁ Ναζωραῖος ὁ Bασιλεὺς τῶν Ἰουδαίων” y en hebreo (leyéndola en dirección contraria, claro) “ישוע הנצרת מלך היהודים”.
La línea inclinada inferior, sin embargo, no resulta inmediatamente evidente. ¿Qué significa? ¿Por qué está inclinada? ¿Y por qué siempre con el lado izquierdo hacia arriba y el derecho hacia abajo? Como sucede a menudo con pequeños detalles tradicionales cuyo origen se pierde en la historia de la Iglesia, existen varias explicaciones diferentes.
Una de ellas supone que el madero inclinado recuerda la cruz de San Andrés, que fue crucificado en forma de X, porque la tradición dice que fue este santo el que introdujo el cristianismo en el Este de Europa. Otros piensan que el símbolo hace referencia a la inenarrable tragedia cósmica que supuso la muerte del Hijo de Dios: en el momento de su muerte, en el que se produjeron terremotos y el sol se oscureció, se soltó uno de los clavos que sostenían el travesaño inferior y éste quedó inclinado.
También he escuchado otra explicación muy curiosa que me gustó mucho. La explicación se basaba en los cánticos proféticos de Isaías sobre el Mesías, los llamados “cánticos del siervo de Yavé”. En estos cánticos, el Mesías no se presentaba como triunfador, como “el más hermoso de los hijos de Adán”, sino como un “varón de dolores, acostumbrado al sufrimiento”, que entregaría su vida como expiación por su pueblo.
Al leer esos cánticos, los cristianos veían a Jesús “sin aspecto humano", como alguien con aspecto tan horrible que, al cruzarse con él, uno mira hacia otro lado. Por lo tanto, lo imaginaban, sin escandalizarse por ello, con una gran fealdad física como resultado de su pasión: amoratado, con la espalda desgarrada, sangrando y cojeando. Y, para no olvidar que el Hijo de Dios había aceptado esa humillación, rechazando la vanidad del mundo, recordaban su cojera con el travesaño inclinado, adaptado a una pierna encogida o más corta que la otra.
Quizá la explicación más habitual que se suele ofrecer para el madero inferior inclinado se refiere a los compañeros de Jesús en el suplicio, cuyos nombres, según algunas tradiciones, eran Dimas y Gestas. Ambos eran bandidos, condenados a muerte por sus crímenes. Y condenados justamente, como reconoce el propio Dimas. Uno de ellos, en sus últimos momentos de odio, insultaba a Cristo, crucificado con él. El otro, en cambio, aprovechó esos últimos instantes para reconocer su culpa y dirigir a Jesús un sencillo ruego: “Acuérdate de mí, cuando llegues a tu Reino”. Y ese simple arrepentimiento, después de una vida de pecados y delitos, fue suficiente para que Dios le recibiese con los brazos abiertos en el Reino de los Cielos. Es el santo que, quizás, refleja mejor la gratuidad de la salvación, que nosotros no podemos ganar por nuestras propias fuerzas, sino que es un regalo de la misericordia que Cristo ha tenido con nosotros. Desde siempre ha sido, por ello, mi santo favorito.
Por lo tanto, el madero inferior está inclinado hacia arriba a nuestra izquierda, que correspondería a la derecha del Señor y, según la tradición, al lado en el que se encontraba Dimas. Apuntando hacia arriba, se recuerda que a San Dimas, el Buen Ladrón, el mismo Cristo le prometió el cielo: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. En cambio, el otro lado está inclinado hacia abajo, recordando al Mal Ladrón, que prefirió morir maldiciendo, sin darse cuenta de que tenía junto a él la salvación.
Aprovechando que el Jordán pasa cerca de Jerusalén, incluyo un soneto que escribí sobre San Dimas:
Dimas, amigo, hermano, compañero,
un bandido hasta el cuello empecatado,
por la ley con razón ajusticiado…
y, entre todos los santos, quien prefiero.
Antes que Pablo tú fuiste el primero
en estar con Jesús crucificado
y Esteban, al morir, te vio sentado,
al banquete del Reino verdadero.
Seguro de que a Dios no le importabas,
te enfangaste en el crimen y en el vicio,
hastiado por no hallar lo que anhelabas,
hasta ver a tu lado, en el suplicio,
al mismo Dios que tan lejos pensabas,
ofreciendo por ti su Sacrificio.
.
36 comentarios
Sí, es el apoyo para los pies o supedáneo, que en occidente no se suele representar (excepto en algunas cruces góticas más próximas a la tradición oriental), porque se suele suponer que los pies fueron clavados uno encima del otro y no uno al lado del otro.
En algunas cruces orientales aparece recto, pero entre los ortodoxos rusos y otros grupos de liturgia bizantina, aparece siempre torcido, lo cual es bastante llamativo. Y, como has visto, las explicaciones de este hecho varían mucho.
Saludos.
Ni S.Benito, ni S.Agustín, ni S.Ignacio ni siquiera S.Pedro.
Pero de S.Dimas sabemos que el mismo día que murió el Señor, estaba ya en el paraiso.
Durante mucho tiempo me opuse a que se llamara a Dimas "el Buen Ladrón", pues la ambigüedad lingüística del epíteto me parecía que antes que poner el acento en su bondad humana, que afloró en el último minuto de su vida para arrepentirse y conseguir que Dios le regale el Cielo, ponía el acento en sus cualidades como asaltante: decir que era un buen ladrón me parecía afirmar que era un logrado profesional, que no se le escapaba ninguna presa, que nunca lo pudieron atrapar luego de que se metía a una casa. Pero al final he terminado por aceptarlo pensando en que precisamente ese, quizá, sea el sentido: fue un ladrón tan bueno que logró robarle a Dios una promesa eterna en el último suspiro de su vida.
Y María Santísima, o mejor, el Espíritu Santo en ella, proclamó su gloria futura ("Me llamarán feliz todas las generaciones")
La tradición de representar el tercer palo de la cruz torcido de acuerdo a la tradición bizantina, según nos contaron una y otra vez, se debe a la creencia de que Jesús estaba cojo, no como consecuencia de la crucifixión, sino porque era humanamente imperfecto. Esa tradición se ha mantenido en todas las iglesias ortodoxas hasta nuestros días.
Es interesante ver que existen otras posibles explicaciones a tal concepción, lo que nos ha de hacer reflexionar sobre lo poco o nada que conocemos de las primeras comunidades cristianas e incluso del origen de nuestra fe. Gracias Bruno por este corto pero interesante post.
Hombre, el Señor elogió a San Juan Bautista y también a Natanael, podría incluso decirse que habló de su santidad en ese momento, pero no aseguró su perseverancia final. Por no hablar de que San Juan Bautista murió antes que Cristo y, por lo tanto, antes de que Cristo bajara a los infiernos, en una situación parecida a las de los profetas.
La Virgen, en cambio, es otra cosa. Ya el arcángel la llamó llena de gracia.
Yo diría que, generalmente, este tipo de explicaciones no son excluyentes, sino adicionales. A base de meditar sobre el Misterio de nuestra fe, se van encontrando numerosos reflejos de Cristo en las cosas. En realidad, nos da igual cuál fuera la primera interpretación, porque no somos arqueólogos ni arqueologistas en el sentido teológico. La Tradición va enriqueciendo los símbolos cristianos y ahondando en ellos, como el padre de familia que saca del arca lo viejo y lo nuevo.
Algo semejante sucede con la interpretación de la Escritura. La barca de Pedro en los evangelios era la barca física de Pedro, pero la Tradición, al meditar las Escrituras, ha visto también en ella un símbolo de la Iglesia, en medio de las tempestades de este mundo.
Como me ha gustado lo de la cojera natural de Cristo, lo voy a añadir al cuerpo del post, como otra variante.
Saludos.
Sí, por eso decía en el soneto que Esteban le vio sentado al banquete. Cuando Esteban va a morir, grita que ve a Cristo sentado a la derecha del Padre, en el cielo. Y he supuesto que también vio por allí a San Dimas.
Recuerdo que una vez tuve una discusión sobre esto con una adventista que, al ver que yo era católico, se acercó a mí y, sin saludar, me soltó que no había nadie en el cielo hasta el Juicio final. Por eso le cité la frase de Cristo: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso".
Dices: En realidad, nos da igual cuál fuera la primera interpretación.
En un primer momento sí. Pero, si reflexionamos, hemos de ser conscientes de que si no vamos al origen de las cosas es muy posible que no entendamos nada o que incluso lleguemos a desvirtuar lo que en verdad significa.
La explicación que a mi me dieron del palo torcido yo no la conocía. Siempre me habñia preguntado el por qué los ortodoxos ponian ese mástil torcido. Si nos quedamos sólo en que, como dicen algunos, simboliza la imperfección humana de Cristo no entendemos nada. Según la tradición ortodoxa Cristo murió porque era hombre y, como todos los hombres, era imperfecto. El palo torcido por un lado y el que representa el INRI por otro, vienen a recordar que en la cruz estuvo Cristo Dios y hombre.
Está bien que saber qué creemos, pero llega un punto en que es necesario, al menos en mi caso, profundizar un poco más e ir al origen.
Gracias de todas formas y bendiciones.
El hombre se mueve entre bosques de símbolos, decía Baudelaire, y una sola interpretación no agota la riqueza ni del símbolo ni de la realidad simbolizada. Como en la Escritura, la realidad (esa otra voz de Dios) ha de ser descifrada en varias claves y en varios registros.
Y en la sábana parece efectivamente que Jesús era cojo, aunque seguramente se debió a la flexión de una de sus piernas en la cruz.
Completamente de acuerdo con la frase de Baudelaire. Sin embargo, tanto descifrar, puede hacer llegar a conclusiones y paradigmas erróneos. El hecho de que un símbolo tenga varias claves y registros, no significa que el símbolo en sí pueda tener orígenes distintos.
El mejor ejemplo de simbolo con diferentes claves y registros, pero con un mismo origen es el agua. Limpieza, purificación, nueva vida, etc. Para todas las culturas el agua es siempre lo mismo, pues tiene el mismo origen. Otra cosa es la interpretación que del uso de ese símbolo se haga por las diferentes tradiciones.
Yo diría que, en el catolicismo, el valor del símbolo se mide por su adecuación a la Tradición y, por lo tanto, a su verdadero origen final en la Revelación de Dios en Cristo. En ese sentido, siempre hay que ir al origen último de los símbolos. El origen accidental de cómo empezó a usarse un símbolo en particular es siempre interesante, aunque no esencial.
En la Escritura, como dice Santo Tomás, lo esencial es el sentido literal original. El sentido espiritual es algo bueno, pero siempre basándose en el otro.
Quizá el agua no es muy buen ejemplo, porque, para Israel, el agua en grandes cantidades era símbolo de la muerte (es que no eran muy marineros): de ahí que en el bautismo muramos con Cristo al introducirnos en el agua y resucitemos al salir de ella.
Lo que tú llamas orígen último, creo entender que se refiere a finalidad del símbolo. Es decir, los primeros cristianos usaban el pez para identificarse porque entendían que su misión principal era la de pescar hombres. En este caso es necesario comprender el origen del pescador (Cefas, echar las redes en el mar de Galilea, etc.) No podemos comprender el pez sin entender que tiene su origen en la idea de Cristo como pescador de almas.
Cuando citas a Santo Tomás respecto a la importancia de la literalidad de la Palabra, creo entenderte, pero eso es muy peligroso. Para empezar, ¿qué hacemos con el Apocalipsis? Esa literalidad mal entendida ha llevado a muchos protestantes a cometer locuras en nombre de Dios.
Con respecto a lo del agua, independientemente de la oportunidad o no del ejemplo, decir que el agua es cambio, limpieza, purificación, transito, etc. Lo que no implica que ese cambio sea por medios, digamos, apacibles.
No sé, porque no tengo aquí el libro, pero las revelaciones de Ana Katerina, decían algo al respecto, una especie de tarugo, hablo de memoria, para apoyar los pies, el ladeamiento, se explica, creo yo, porque el suplicio de la cruz pretendía que se muriese de asfixia, para eso se evitaba que se apoyasen los dos pies, esa sería una explicación muy plausible de por qué aparece ladeado.
Lo de la imperfección humana es una barbaridad y nunca se ha afirmado en la Iglesia Ortodoxa. En algún momento aparece el tema de la cojera de Jesús pero eso es fruto de la contemplación del Santo Mandilón, la Sábana Santa, que se conservaba en la Iglesia de Santa Sofía de Constantinopla. Los primeros iconógrafos pensaron que Cristo tenía un pie doblado al ver la disposición del pien en el Santo Lienzo. Pero tal afirmación fue deshechada enseguida al comprender que esa torssión era debida al intenso sufrimiento del Redentor.
La fe de la Iglesia proclama sin ambajes a Cristo, concebido sin pecado en el seno de la purísima Madre de Dios, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, Dios perfecto y Hombre perfecto, igual a nosotros excepto en el pecado.
la barra inferior de la Cruz es el suppedaneum y en la tradición griega se representa horizontal tal y como puede verse en el icono que hay en el siguiente link y que se encuentra en el Líbano.
http://www.balamandmonastery.org.lb/icons/iconAlCrossT.gif
Es el escabel del Rey de la gloria.
La tradición eslava, sobre todo en Rusia representan la cruz llena de símbolismos y uno de ellos es el suppedaneum inclinado. un ejemplo se puede ver en:
http://www.synaxis.info/old-rite/images/cross_lg.jpg
Este cambio tuvo lugar entre los siglos X y XI, y una explicación para esto es que esto sirvió como un modo
de expresar gráficamente el desacuerdo con aquellos quienes sostenían la opinión de que Cristo en realidad no sufrió sobre la cruz, sino que su sufrimiento era solo aparente. La posición inclinada de la barra inferior o pie, indica la intensa realidad del sufrimiento en la carne de Jesús colgado en la Cruz. Su agonía fue tan intensa que su pie clavado torció la parte floja de la cruz, cuando empujó un pie hacia abajo, mientras le
clavaban el otro pie.
Otra interpretación es que la punta del lado derecho del pie de la Cruz, indica la carga ligera para los creyentes, mientras que el lado izquierdo de dicha barra, indica la carga pesada para los impíos.
Otra es la de que el lado derecho en alto del pie de la Cruz, indica también que en la segunda venida
de Cristo, los creyentes serán elevados hacia Él.
También se suele representar a Nuestro Señor inclinado hacia la derecha, como llamando a los pecadores a seguirle, y a adorarle para salvarse.
En muchas Cruces en esta barra aparecen unas edificaciones a los lados de los pies de Cristo. La de la parte inferiro es la sinagoga en representación de Israel; en la parte superior aparece la Iglesia, nuevo Pueblo de Dios.
Con respecto a los dos ladrones esa interpretación viene del hecho de que la Cruz es considerada como la balanza de la justicia en la cual seremos juzgados el día del Juicio por eso se representa elevada en el lado de San Dimas haciendo referencia a su salvación e inclinada hacia Gestas manifestando su condenación.
Muy interesante su comentario.
Entiendo que la carga pesada y la carga ligera, la elevacion de los creyentes, la iglesia y la sinagoga, la balanza y los dos ladrones son todo parte del mismo tipo de símbolo. ¡Lo que da de sí una rayita!
Y también podemos unir el hecho de que se torciera el supedáneo por un empujón de Cristo o bien al clavarlo en la Cruz o bien al morir.
En cuanto a lo de la imperfección, supongo que habrá que hacer algún tipo de distinción. Al margen de la discusión sobre la cojera anterior a la pasión, está claro que, después de los azotes, golpes, etc., el Señor estaría lleno de moratones, heridas, etc., y eso se pueden considerar imperfecciones (igual que una cicatriz en la piel se considera una imperfección). Quizá alguien sepa qué dicen los Padres/Teólogos/la Tradición sobre esto.
De todas formas, hay una cierta contradicción en decir: "nunca se ha afirmado en la Iglesia Ortodoxa" y añadir justo después "en algún momento aparece el tema de la cojera de Jesús". ¿Quién sacó el tema? ¿Se condenó esa postura alguna vez?
Saludos.
De todas formas, a la luz de su comentario voy a corregir lo de "Iglesias bizantinas" por "Iglesias eslavas".
En principio, las votaciones serán sábado, domingo y lunes.
En cuanto a las heridas no se consideran imperfecciones. Cuando los Padres hablan de las imperfecciones se refieren por ejemplo a la cojera, la sordera, la ceguera, la lepra... que son precisamente el objeto de los milagros de Cristo, nuevo Adán que viene a restituirnos a la perfección del Paraíso perdida por el primer Adán.
Lo más correcto sería decir Iglesias Ortodoxas de tradición eslava ;)
Digo yo que la sordera de los sordos y la cojera de los cojos también son transitorias y no eternas para el cielo. Y que quienes hayan vivido, por ejemplo, su ceguera aceptando la voluntad de Dios, también tendrán por ello su gloria en el cielo.
No, hay que profundizar un poco más en este asunto.
Pero uno puede quedar ciego, cojo o manco por una lesión. Y Cristo curó heridas, como la de Malco. Y, como le decía a Luis, todas las imperfecciones son transitorias, porque en el cielo ya no serán imperfecciones. ¿Por qué no podía Cristo haber sido cojo, por ejemplo?
En cuanto a lo de la opinión, por eso preguntaba si esa opinión fue condenada en algún momento. Si no lo fue, es que lo contrario tampoco es la enseñanza de la Iglesia, supongo.
Creo que hay que profundizar más en esta cuestión.
Saludos.
Contra esto: está que esos defectos se contraen como consecuencia del pecado, según Rom 5,12: Por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte. Pero en Cristo no existió el pecado. Luego Cristo no contrajo estos defectos.
Respondo: En el verbo contraer está indicado el orden entre efecto y causa, de manera que se contrae una cosa cuando ésta es traída con su causa necesariamente y al mismo tiempo. Ahora bien, la causa de la muerte y de los defectos de esta clase en la naturaleza humana es el pecado, porque por el pecado entró la muerte en el mundo, como se dice en Rom 5,12. Y por eso, hablando con propiedad, se dice que contraen tales defectos los que incurren en ellos como merecidos por el pecado. Pero Cristo no tuvo esos defectos en cuanto merecidos por el pecado, porque, como dice Agustín comentando el pasaje de Jn 3,31, el que viene de arriba está sobre todos: Cristo viene de arriba, esto es, de la sublimidad que tuvo la naturaleza humana antes del pecado del primer hombre. El tomó, en efecto, la naturaleza humana sin el pecado, en la pureza que tenía en el estado de inocencia. Y de igual manera hubiera podido asumir una naturaleza humana exenta de defectos. Por consiguiente, queda claro que Cristo no contrajo tales defectos como tomándolos a modo de deuda por el pecado, sino por su propia voluntad.
En cuanto a los símbolos, cuando digo origen me refiero al origen. Un símbolo cristiano sólo sirve de algo si transmite, a su modo, la Tradición, la fe de la Iglesia. En ese sentido, el origen último de todos los símbolos cristianos es lo que sucedió en Palestina al comienzo del siglo I.
El ejemplo del pez lo muestra claramente. No sabemos si los cristianos empezaron a usar primero el pez como recuerdo de los apóstoles, como símbolo de Cristo pescador de hombre o usando ΙΧΘΥΣ como anagrama de Ἰησοῦς Χριστός, Θεοῦ ͑Υιός, Σωτήρ. El símbolo terminó por tomar todos esos significados. No parece que importe mucho cuál fue el primero, siempre que el origen último de todo lo simbolizado sea la Tradición transmitida por los apóstoles, es decir, la fe de la Iglesia.
En cuanto a Santo Tomás, para él la interpretación literal no es simplemente lo que dicen las palabras fuera de contexto, sino la "intentio auctoris" o la "intentio libri". Es decir, la intención que tenía directamente la persona que escribió el libro al redactar ese pasaje. Por ejemplo, en la parábola del Buen Samaritano, es evidente que no existieron ni el samaritano, ni el levita, ni la posada, ni el hombre atacado por bandidos, sino que la intención de Cristo (y del evangelista que lo cuenta) era dar un ejemplo, una parábola. Por lo tanto, en ese caso, el sentido literal es el de ejemplo y parábola. Luego se puede buscar también un sentido alegórico o espiritual, como el que da Orígenes, en el que el buen samaritano es Cristo, la posada es la Iglesia, los dos denarios son el mandamiento del amor, etc., pero siempre sobre la base del sentido literal, que es el fundamental.
El problema con los protestantes no es la literalidad de las palabras per se, sino la interpretación subjetiva al margen de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. De hecho, en muchos casos, su problema es rechazar lo que literalmente dice la Escritura. Por ejemplo, en el Discurso del Pan de Vida, Cristo dice: el que no come mi carne y no bebe mi sangre no tiene vida eterna... pero muchos de ellos lo interpretan metafóricamente y creen que la Eucaristía es un símbolo.
Como los protestantess no aceptan la Tradición y el Magisterio, muchas veces se pierden el verdadero sentido literal (en el sentido de Santo Tomás, es decir, lo que el evangelista quería decir) y lo sustituyen por su propia interpretación subjetiva, ya sea según las palabras aisladas del texto o según una interpretación metafórica, pero al margen del verdadero sentido original.
Saludos.
Yo no soy adventista. Sino católico apostólico y romano. Amén de otros orígines.
Y ciertamente: A excepción de Jesús que ascendió a los cielos, Y María su Madre que por su singular naturaleza de la sin Pecado Original fue a absunta a los cielos:
Nadie ha ascendido a los cielos. Porque independientemente que una cosa es el Paraiso al que Jesús alude. Y otra cosa son los cielos donde el vidente ve cara a cara "la gloria y la lumbrera que es son el Dios creador y el Cordero redentor" (v. Ap.21,23-27)
Digo bien: Para ser santo o réprobo. Y de aquí en nueva resurrección ir al paraiso de los que poseerán la Tierra (v.ap.20.6) O al infierno de la segunda muerte ( v. ap.20,5) según está escrito: Hay que pasar por el filtro del Juicio Final que indudablemente será muy pronto.
Y es el porqué Jesús murió crucificado; Bien dicho "DE MUERTE DE CRUZ". Y no murió apedreado, lapidado, ahorcado, degollado etc.
En definitva: Que significado tiene la CRUZ para que un personaje tal cual fuera Éste -Jesús el Nazareno- fuera ajusticiado por la ley del poder temporal
De entrada, y dado que Jesús de cualquier forma fue más que cualesquiera fueran las normas del lugar: No me vale decir que porque en aquel tiempo esa era la forma de ajusticiar hasta morir para los romanos.
Mi respuesta más apurada es porque la CRUZ, con sus cuatro palos proyectados hacia los cuatro puntos cardinales, en su medida base de plano o cuadrangular proyectan al crucificado: Sea hacia la nueva Jerusalén si esta proyección es limitada.(v. ap.21,13) Sea a ser infinito Dios, como morador y morada del infinito Espacio, si esta proyección es infinita.
Entendiendo aquí que cuando se dice "Base cuadrangular" (v.ap.21,16-18) como bien dice el Libro es una base cuadrangular; Es nuna base de cáculo y medida que nos proyecta a una de definición cúbico-esférica.
¿Has leído "La Esfera y la Cruz" de G. K. Chesterton? Habla de algunas de las cosas que mencionas: la cruz que se proyecta hacia los cuatro puntos cardinales
Pues no.
No lo he leido.
Y dado que no es corriente entrar en estos parametros del esoterismo apocalíptico: Intentaré ver en que puntos coincidimos.
Gracias de todas formas por la referencia.
Muchas gracias.
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