Juventud del Papa, y defendiendo a la Iglesia
Una de las cosas de hacerse “menos joven” es que, al menos en mi caso, aprecio cada vez más los grupos de jóvenes y sus acciones públicas. Me encantó cuando en Francia se movilizaron contra una obra de teatro blasfema, me encantaron las primeras marchas por la vida -donde se juntaron con sus familias- y los últimos acontecimientos nos llevan a Argentina, donde no es la primera vez que defienden una catedral contra hordas presuntamente feministas. Presuntamente, sí.