Pero al final ¿Quién ha ganado la discusión?
El otro día me contaron una anécdota divertida, referente a una pareja que habla de temas religiosos siendo ella muy creyente y él un ateo. La chica no vive en España pero tiene parientes, que le preguntaron por su novio, y al final se preguntaban precisamente eso, quien había sido el “ganador” de aquellas tormentosas conversaciones.