Estados "de necesidad"
Para los ‘conversos’ a la causa de la Forma Extraordinaria, las manifestaciones a la prensa que suelen realizar los obispos de la FSSPX no suelen dejarnos indiferentes. Evidentemente, las últimas declaraciones de Mons. Galarreta, al que se tenía por más moderado en relación a su homólogo británico, Richard Williamson, han vuelto a poner de relieve la dicotomía presente en la Fraternidad Sacerdotal que fundó Monseñor Lefebvre.
Lo cierto es que Monseñor Fellay está luchando muy duramente por purgar, si se puede decir así, a la Fraternidad de sus elementos más radicales, al tiempo que intenta mantener un discurso para que sus feligreses no dejen de reconocerlo. Algún sacerdote que, bajo el foco de los medios deseosos de carnaza, soltaba algún desmán antivaticano, antipapista o antijudío era prontamente expulsado de las muchas dependencias de la FSSPX.
Claro, una cosa es un sacerdote, o incluso un superior para determinado país, y otra cosa es que quien se dé a esas actitudes irresponsables sea uno de los cuatro obispos. Fellay ha visto impotente como los sectores más anticatólicos de la prensa rescataban una entrevista a Mons. Williamson que sirvieron para un auténtico linchamiento mediático. Declaraciones, ciertamente, injustificables en cualquier contexto, pero que fueron apropiadamente utilizadas para atacar al prelado, a la FSSPX, al Papa y a toda la Iglesia.
Lejos de aprender de semejante campaña, las cabezas de la Fraternidad siguen actuando como una hidra: cada uno por su lado, y a la que salta. Fellay propone una campaña de doce millones de rosarios por la Consagración de Rusia (a la que no está de más sumarse. En el peor de los casos, se está rezando un Rosario), mientras que los demás obispos o callan o se dedican a seguir lanzando tarascadas contra la curia, la Iglesia “modernista y hereje” y contra la gran bestia negra que es el Concilio Vaticano II.
La postura sobre el concilio de los sectores tradicionalistas daría para un largo post, así que lo dejaré para otra ocasión.
Prefiero comentar que no es oro todo lo que reluce, y lo que hay detrás de la postura siempre militante de la Fraternidad no es un mero “combate doctrinal", sino, sencillamente una cuestión de poder y del vil metal: la FSSPX es una máquina de hacer dinero, y a más de uno le interesa que las cosas sigan como están, y así se lo hacen saber a sus buenos obispos. La Fraternidad Sacerdotal de San Pio X tiene iglesias, residencias, capillas y material litúrgico en muchísimo países de la mayoría de continentes. Si hubiese una capilla en medio del Ártico, es posible que fuera de ellos. En la entrevista al prelado Hispano-Argentino que publicamos, se hace alusión al Seminario de La Reja. Ese edificio, junto con el de Ecône en Suiza constituyen, quizás, los dos ejes de la organización. A ellos acuden seminaristas de muchos países (no sólo una diócesis), por lo que su éxito y subsistencia están más que asegurados, ya que son muchas familias las que los financian.
Sin embargo, estas tarascadas responden a los ladridos de un sector inmovilista que subyace en la Fraternidad, y que, sin conocerlos yo mismo, no me atrevería a calificar de mayoritario o minoritario. Recordemos que en sus años de existencia, la FSSPX ha tenido varias grandes escisiones, como la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro y el Instituto del Buen Pastor, a los que los Lefebvristas más duros han tildado siempre de traidores. No había más que ver las amables palabras que el superior de la Fraternidad en Reino Unido dedicaba a los antiguos Redentoristas Transalpinos, hoy congregación de los Hijos del Santísimo Redentor, que tienen únicamente un monasterio en una isla escocesa.
En suma, la Fraternidad debe decidirse si sucumbe a la tentación del sedevacantismo o si, por el contrario, busca la comunión plena con la Iglesia, y reconoce a los institutos escindidos como una parte de sí misma que ha sabido hacer una lectura positiva del Concilio Vaticano II, en sintonía con lo que Benedicto XVI ha llamado la Hermenéutica de la Continuidad, que ha convertido en el centro de su pontificado. No se puede decir que el Papa sea un tradicionalista, en el sentido que le quiere dar Monseñor Galarreta, pues, pero sabe empaparse de ese espiritu para afrontar adecuadamente los retos que se presentan ante la Iglesia en el Siglo XXI.
16 comentarios
Una lástima, que estos hermanos, no se acojan a la mano que les tendió el gran BXVI.
Al final se han encontrado con pasiones encontradas. Un superior deseoso de la comunión, aunque persisten intereses locales (a veces por dinero, a veces por poder, a veces, simplemente, por tontería) que se encuentran más cómodos en la marginalidad de la Iglesia.
Monseñor Fellay va a ser perseverante. Quiere dejar claro que ÉL es el superior, y que la discusión doctrinal, sí, se ve como un problema, pero a diferencia de los demás obispos de la Fraternidad, es optimista, y se está desviviendo por su Papa.
Mis oraciones para que eso siga así, que los conflictos de poder no le puedan, que Dios le proteja.
Tenemos un Papa, que nos enseña, en su carta 10 de marzo de 2009, refiriéndose a la Hermandad de San Pío X: «Pienso por ejemplo en los 491 sacerdotes. No podemos conocer la trama de sus motivaciones. Sin embargo, creo que no se hubieran decidido por el sacerdocio si, -continúa el Papa-, no existiera el amor por Cristo y la voluntad de anunciarlo y, con Él, al Dios vivo».
El Papa afirma no conocer la trama de motivaciones de la Hermandad de San Pío X. Y dice de todos que “no podemos conocer”. Al señor Vinuesa le da igual lo que dice el Papa. Micky conoce la trama de las motivaciones de la Hermandad de San Pío X: «Sencillamente una cuestión de poder y del vil metal».
Sencillamente repugnante.
Mira Micky, sé humilde. Y cristiano. «Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y si mal la entiende, corríjale con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve (S. Ignacio de Loyola, ex. spir. 22)».
Por si no te suena es una cita del Catecismo. El punto 2478. Primero te lees el catecismo ¿vale? Lo podías llamar “lectura positiva del Catecismo, en sintonía con la Tradición”.
Puntos interesantes de lectura, "siempre en positivo":
2477 «El respeto de la reputación de las personas prohíbe toda actitud y toda palabra susceptibles de causarles un daño injusto. Se hace culpable de juicio temerario el que, incluso tácitamente, admite como verdadero, sin tener para ello fundamento suficiente, un defecto moral en el prójimo».
2487 «Toda falta cometida contra la justicia y la verdad entraña el deber de reparación, aunque su autor haya sido perdonado».
Después de esto, a lo mejor me creo, (a lo mejor no) lo de la “lectura positiva del Concilio Vaticano II, en sintonía con lo que Benedicto XVI ha llamado la Hermenéutica de la Continuidad”
Yo, por el contrario, solo te puedo remitir a las declaraciones que hizo Mons. Galarreta, que publicamos aquí en Infocatolica, y que dejan ver poco o ningún respeto ni por un Vaticano II (sea cual sea la lectura) y, si me apuras, por el mismo Santo Padre.
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=3345
Creo que el que se pica, ajos come. Bástenos ver como están las cosas de la Hermandad por Argentina (un país en el que tengo bastantes amigos, que me tienen muy al tanto de las que están montando).
La FSSPX está afrontando un proceso de adaptación a su nueva situación. Monseñor Fellay quiere tirar para un lado, pero hay quien no le deja, por eso hablo de hidras, porque con declaraciones así no hay una cabeza, sino cuatro.
En todo caso, tengo fe: tiempo al tiempo. Fellay y el Papa prevalecerán. La FSSPX de dentro de unos años se habrá purgado sola, sin necesidad de comisarios, ni leches.
Dices «Yo, por el contrario, solo te puedo remitir a las declaraciones que hizo Mons. Galarreta, que publicamos aquí en Infocatolica, y que dejan ver poco o ningún respeto ni por un Vaticano II (sea cual sea la lectura)». Por cierto, el mismo respeto que le pueda tener el Instituto del Buen Pastor. (Al que no atacas). Sigues «y, si me apuras, por el mismo Santo Padre».
Insistes en juzgar la intención de la Hermandad. Lo paso por alto. Pero sigues sin mostrar en dónde éstas declaraciones de Mons. Galarreta te llevan contra toda lógica a afirmar que se trata «sencillamente una cuestión de poder y del vil metal».
Y todo esto, ¡frente al Papa! que dice exactamente: «No podemos conocer la trama de sus motivaciones» (10 de marzo de 2009). Pero es que tú si las conoces. Lo verdaderamente asombroso, no es sólo que te arrogues poseer más conocimientos que el Papa (debido a que tienes en Argentina «bastantes amigos, que me tienen muy al tanto de las que están montando» ???), sino que le desobezcas declarando, insisto, en que se trata «sencillamente una cuestión de poder y del vil metal».
Eso es muy grave, no se trata solo de arrogancia, sino que es materia de pecado de juicio temerario (Catecismo 2477), que exige deber de reparación (Catecismo 2487).
Por favor rectifica, y no me vengas con vaguedades del estilo “el que se pica, ajos come”
Mira, si cada uno va a tirar por su lado, un grupo se desgarra. ¿Y crees que solo los intereses que son evidentes son los que provocan esta situación?
Mis juicios serán temerarios. Las palabras del obispo no, ¿cierto?
No tienes ningún fundamento para decir que la Fraternidad es "sencillamente una cuestión de poder y del vil metal: la FSSPX es una máquina de hacer dinero".
EDITADO: VOY A AHORRARTE LA VERGUENZA DE QUE ESCRIBAS UNA CALUMNIA
Contra el Catecismo, que dice que "Se hace culpable de juicio temerario el que, incluso tácitamente, admite como verdadero, sin tener para ello fundamento suficiente, un defecto moral en el prójimo" (2477).
Yo me quedo con el Papa y con el Catecismo. ¿Por qué tú no?
A mi no me vas a liar en tu dialéctica sofista. No eres quién para que yo tenga que rendirte cuentas. Manejas muy bien el catecismo y ojalá pudiese yo citar con tanta precisión, pero no te atrevas a decir que ninguno de los bloggers de esta página no estamos con el Santo Padre.
Tu sigue por ahí...
¿Estás con el Santo Padre cuando dice de la Fraternidad San Pío X "No podemos conocer la trama de sus motivaciones"?
Entonces tienes que rectificar y no decir que la Fraternidad es "sencillamente una cuestión de poder y del vil metal: la FSSPX es una máquina de hacer dinero".
A no ser que impugnes el principio de no contradicción, y de paso la Fides et ratio, 4, que lo defiende.
Por favor, sé humilde... y valiente. No te escudes en el conjunto de los bloggers de Infocatólica
FRIKIS NO.
Y se le puede llamar "super-católico" sin mácula. Y fariseo. Y acusador.
Y al Catecismo, que le dén. ¿Pa'qué? No sirve para nada.
Claro que sí. Y la Hermandad, pues eso. Una máquina de ganar ¡Mu-chos mi-llo-nes!
He leído sus intervenciones, y me quedé pensando.
Sólo puedo decir que Mons. de Galarreta, ha cambiado en mucho el tono de sus palabras desde que está en La Reja: esto se evidencia con claridad de leer sus escritos ante y post su venida al Seminario.
Por otro lado me parece de los más criticable esa soberbia actitud que tomaron los obispos de la FSSPX de insistir con que sus excomuniones eran nulas, frente al levantamiento de las mismas por parte del Santo Padre.
¿Si eran nulas, para qué tanta insistencia en el pedido de que se levanten? Si ya sé, Mons. Fellay dio una explicación al interrogante. Muy poco satisfactoria a mi modesto entender. Justamente ellos, a los que les importa tan poco el que dirán, que no han dado el brazo a torcer en nada, esgrimían el argumento de que las excomuniones vigentes hasta hace unos meses, eran un obstáculo en su relación con los fieles.
La verdad que es poco creíble. Los 4 obispos, como Mons. Lefebvre, y los teólogos de la FSSPX, sabían y asben muy bien en el fondo de sus almas que las excomuniones tenían un verdadero sustento jurídico y eran legítimas. Lo demás: es buscarle el pelo al huevo con doctrinas peregrinas y vuelteras.
La verdad es que se ve con claridad que frente a una actitud caritativa, bondadosa y audáz del Santo Padre, que ellos mismos deseaban ardientemente, parecieran responder con un: ¨no era tan grave¨ o ¨en realidad no había¨.
No creo que estén actuando correctamente, y no puedo justificarlos bajo ningún aspecto.
Es una pena: pues los 4 obispos y la misma FSSPX son un gran valor para la Iglesia.
Este año, para la primera vez, hice la peregrinación de la Hermandad SSXP(Chartres-Paris). Estoy acostubrada a los otros institutos "Ecclesia Dei" pero tengo amigos en la FSSPX y regularmente, nos peleamos sobre cuestiones de forma... y no de fondo.
¿Lo de la peregrinación? el ambiente es casi el mismo. Encontré que tenía solamente "tradis" mientras que la peregrinación de los "Ecclesia Dei" sea más abierta es decir misionaria: hay más personas que descubren la "tradición" o que no son católicas por lo todo. La peregrinación de Notre Dame de Chrétienté acoge a todos : diversos institutos , hermandades, sacerdotes diocesanos y obispos...
No quiero decir que la Hermandad SSPX no quiere acoger a otros... pero, estos hechos están reveladores de una mentalidad, de un espiritu. Pienso que las personas de la FSSPX no se dan cuenta de que tienen un comportamiento un poco sectario. Saltan sobre la primera ocasión de criticar todo lo que viene del Vaticano, tienen una desconfianza total en ello y buscan los errores posibles en los discursos del Papa (basta que leer sobre el sitio "la porte latine" para entender el espiritu). Criticar y todavía criticar la Hermandad San Pedro, Cristo Rey, etc... que habrían hecho compromisos con Vatican 2 para ser tranquilo...sin ver lo positivo de sus ministerios y obras.
Yo sabe que no son hechos, pero como decimos, se juzga el árbol en sus frutas.
Pienso que los obispos y la mayoría de los fieles quieren que se mejore la situación y que se quite la resistencia. Pero, la resistencia es la razón de existir de la FSSPX . Hoy no hay persecuciones como antes; no nos vamos en los sótanos para tener misa tridentina, como en los años 70 (hablo para Francia).La crisis de la Iglesia se acaba, aunque tengamos todavía los consecuencias.
Sin hablar de dinero (se dice que la FSSPX es rica), me parece que la FSSPX encontra su posición muy confortable. En efecto, tiene sus propios tribunales eclesiásticos, propios registros y no tienen que dar cuentos a nadie otro que los 4 obispos. Es muy confortable.
No es el caso para los sacerdotes de "Ecclesia Dei" que se enfrentan al obispo podrido de sus diócesis.
No estoy muy optimista sobre la situación actual de la FSSPX porque son muy duros y crispados sobre las cuestiones doctrinales (importantes, seguro) pero que nadie (aparte los obispos podridos de Francia que podrían hacerlo, ;) )quiere contestárselas. Parece que se divierten en una mano de hierro sobre Vaticano 2...
Pese a todo, y aunque estén muy cómodos, confío en que Monseñor Fellay hará imperar el sentido común. Está claro que ya no estamos en los 70, y por tanto la SSPX no puede permanecer igual.
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