Sensibilidades religiosas
Estamos muy movidos en estos santos días, tanto en España como en el mundo, con eso de la sensibilidad religiosa. Allende el océano, los ‘estadounisianos‘, libran la batalla pro-vida en el Senado, y los progres les terminan combatiendo en el terreno de la sátira, no pudiendo oponerse en el de la moral y los hechos. Es lo que tiene ser Planned Parenthood, una máquina de hacer dinero bien engrasada, fundada por una señora con ideas racistas en su cabecita…
Pero que nadie se llame a engaño. Aquí las cosas no están mucho mejor. Al destape sacrílego (¿Feminista?) de Somosaguas siguió la amenaza muy real de una “procesión atea” que convocaban cuatro acomplejados apenas conocidos en su casa a la hora de comer. ¿Ateos? Un ateo es el que no cree en Dios. No el mamporrero de unos sinvergüenzas cuyo único objetivo es el ataque a la Iglesia Católica.
Sinvergüenzas como, miren ustedes, Gregorio Peces-Barba. Uno de los padres de la Constitución Española pero que no engaña a nadie cuando pide que a la Iglesia se le dé con el palo. Manuel Azaña acostumbraba ser más moderado en su anticlericalismo. Está claro que los alumnos rara vez superan a los maestros.
Pero lo peor no son las reacciones anticristianas a las que nos tiene cada vez más acostumbrados la Izquierda radical en España. No. Lo peor han sido las tibias reacciones de los que tienen que ser nuestros pastores. Para muestra un botón, y el “ay, los monjes…” pronunciado por el Señor Arzobispo de Toledo cuando le preguntaron por el abad nacionalista de Monserrat en una entrevista reciente. Y es un “primera espada", que para ser Arzobispo Primado de España hay que ser un tío con las ideas claras.
No se lean mis palabras como reproche: sin duda creo que Mons. Braulio Rodríguez merece su puesto como el que más, pero no son tiempos de perfil bajo, sino de coger el toro por los cuernos. Y la corrección fraternal a un abad, aunque sea en público, es necesaria cuando se emprenden estos derroteros de complicidad con los políticos -a los que, por cierto, solo interesa el apoyo de la Iglesia si le cosecha votos-.
Por lo menos se han hecho dos cosas a mi juicio acertadas: la primera, actos de desagravio, como la Misa en Somosaguas celebrada por el obispo auxiliar de Madrid Mons. César Franco. Un par de semanas después un joven imbécil (no hay otra palabra, lo siento), cometió un sacrilegio en una parroquia de Madrid, y también se actuó de oficio por parte de la parroquia, con Misas y adoraciones al Santísimo.
La segunda fue la iniciativa, en este caso por vía de HazteOir y otros ‘lobbys’ contra la procesión atea, que ha conseguido que la Delegación del Gobierno en Madrid prohiba a regañadientes el acto que tenían pensado, tras decir en un primer momento que de eso se tiene que ocupar el Ayuntamiento. Los hay que escurren el bulto, oiga.
Por tanto, veo que aún nos queda un atisbo de sangre en las venas. Que ante la adversidad la Iglesia medra. En estos años que nos vienen atacando sin tapujos, la gente vuelve a Misa también sin tapujos. Sepan pues nuestros pastores enfatizar el valor a la Liturgia, que cuando se quiere, se hace muy bien, y promover ciertas formas que vienen siendo tan beneficiosas para la fe, y apoyar a los sacerdotes que las celebran -que nadie vive del aire…-.
+Pax et Bonum+
5 comentarios
He ido percibiendo que la gente concluye que si su Obispo dice poco o nada en relación a ciertas situaciones es porque todo está bajo control o bien, lo cual no es cierto.
Cómo esperar respuestas adecuadas a los sucesos si se evita mirar la realidad a la cara?
Nota del B No se te escapa una, Francisco ¡Feliz semana santa!
Y Companys igualmente asistido por dos, creo, sacerdotes.
ES bueno darlo a conocer para cuando los masones le hagan homenajes se retraten como necios.
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