"Més que un bispe"
Ya saben ustedes que el Barça es “mès que un club”. Desde ayer, por verbo de la Sacerdotisa Trini Jiménez, la Iglesia es “más que sus obispos”. No, no voy a hablaros hoy de fútbol, ni tampoco es un pique por que medio Camp Nou coreara al Alcorcón el otro día. Después de todo, también lo hizo el Bernabeu. Uno es vikingo, pero intenta ser humilde. Lo que sí quiero es utilizar el pretexto del cursilismo que se sacó Laporta de la chistera para dar un eslogan al equipo, porque Trini le ha dado una vuelta de tuerca insuperable.
Lo de la clase política española, ya sabíamos que olía bastante a podrido, pero ha tenido que pagar el pato un obispo valiente. Ayer decía Monseñor Martínez Camino que quienes voten a favor de la ley del aborto estarán en pecado público y no podrán comulgar.
A mi me sorprende que gente a la que le importa la Iglesia un bledo, y no digamos ya ser “pecador público”, se rasgue ahora las vestiduras por lo que diga tal o tal. ¿No se mofan sistemáticamente de los votantes? Entonces ¿Qué más da lo que diga uno más?
¿No estaban “vacías” las iglesias? Todo esto huele a chamusquina.
Son tan fariseos que ya canta. Cualquier excusa es buena para meterse con la Iglesia, como decía el otro día el obispo de Nueva York, pero sobre todo cuando se recuerda la sana doctrina. Incluso habrá quien, desde la Iglesia, levante la voz contra estas manifestaciones. Y sino, que vayan cogiendo la pluma “Terry” Forcades o Masiá (en “total obediencia”, por supuesto).
Hay que denunciar la hipocresía. Es impresentable que unos políticos que dedican toda su vida profesional a vivir del cuento, perdón, de lo que les damos nosotros, se dediquen a decir tonterías como las que se han oído, en cuanto les ponen una alcachofa delante. Si me apuras, de gente del coeficiente intelectual de Joan Tardà, como que te lo esperas, o incluso de Celia Villalobos, que encarna perfectamente el ser “pepero”: la única diputada abiertamente abortista.
El Partido Popular ya no engaña a nadie. El ‘maricomplejines’ de turno solo puede decir, con la boca pequeña que “lo habría dicho de otra manera”. Menuda gallardía, menudos principios. Con ‘defensores de España’ así, desde luego, no necesitaría España el Socialismo y los taifas. Ya se encargarían ellos de desmembrar lo poco que queda del país. Enhorabuena, también a quién comenzó esa deriva, que no es otro que José María Aznar. Nos encantaba ser amigos de Bush, pero ojalá hubiésemos tenido la mitad de claro que él la importancia de conectar con los sectores conservadores del país. En cuanto los republicanos presentaron a un ‘doña complejos’, se los comió el nuevo rey del marketing político. Pero no quiero hablar de los católicos en EEUU, que ahora están ante una encrucijada casi peor que la nuestra.
Los políticos, en suma, se han retratado con las declaraciones, y lo mejor es que todo ello no quita un ápice de verdad a lo dicho por el prelado: están en pecado público, y quien sabe si en excomunión Laetae Sententiae. No es algo que les desee a nadie, por supuesto, y es algo que pueden enmendar muy fácilmente, que es votando que no, o absteniéndose, ante semejante injusticia, y pasando por el confesionario. Si tienen esa actitud ante la denuncia, que la tengan también ante el propio pecado. Entonces, tendremos motivos para volver a creer en ellos como personas, porque como casta ya renuncio a toda esperanza.
–
Recomendamos también: “Gallardón fue a comulgar” de Eulogio López.
4 comentarios
Los comentarios están cerrados para esta publicación.