Socialistos Cristianos
Decía una amiga, que tenía muy mala opinión del gremio de periodistas, que más que eso, somos unos “periolistos". Razón no le falta, pero yo iría más lejos, porque en virtud de esa patada al idioma que es el “compañeros y compañeras", siempre podemos hablar de socialistos y socialistas.
Hoy publicamos una carta al director en la que un lector reflexiona sobre el divorcio entre los sueldazos de la directiva socialista y el puño en alto de la Pajín.
Pero la cuestión de que ese partido es una Gauche Caviar ya no se le escapa a nadie. Lo que en cambio parece pasar inadvertido (más o menos como en su ‘antagonista’ político, el PP), es la condición de socialista y católico. No como Pepe Blanco, algo más serio. Pongamos… Como el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono.
Este fin de semana tenía lugar un congreso de “socialistas religiosos". Se habló de muchas cosas, pero en el orden del día, nada sobre el aborto. Y eso que Bono, tan cristiano él, sostuvo que en la votación de la ley será más fiel a la disciplina de partido que a su fe. Menudo ejemplo de confesor de la fe.
Enfin que estos “socialistas religiosos” pretenden “renovar el socialismo", es decir, grandes palabras, pero en lo pequeño, en lo que de verdad retrata al PSOE como un partido anticristiano, fallan miserablemente. “No se trata de cristianizar el PSOE” dice Bono. ¿Entonces qué se supone que están haciendo? Pues poco menos que intentar descristianizar a la Iglesia…
Las perlas de D. José han sido unas cuantas en ese congreso. El obispo auxiliar de Madrid había dicho que “quien vote esta ley puede que no esté en la iglesia", a lo que el genial manchego replica “como cristiano, sigue a Cristo, no a Martínez Camino". Vamos, que si su obispo no comparte suideal de cristianismo, que lo echen a los leones. Eso, en el mejor de los casos es una herejía. En el peor, apostasía encubierta. Pero no me espero mucho de uno que fue a hacerse la foto a Entrevías y a comer mendrugos.
Los verdaderos cristianos sufren en el PSOE
Cristianos en el PSOE, haberlos haylos, pero les aseguro que tienen las cosas bastante más claras que Bono. De momento, su coherencia es un auténtico martirio, con unos dirigentes que predican el aborto libre, el gaymonio (me abstengo en público de reproducir el término que usa Vittorio Sgarbi), y en próximos episodios la eutanasia. Vamos que un pasado glorioso, un presente malo y un negro porvenir. Francamente, ser un auténtico cristiano y socialista es algo que no se lo deseo ni a un enemigo, porque no se pasa precisamente bien.
Que sí, que en el PP o eres Mayor Oreja, y te mandan de Superministro de Las Europas, a Estrasburgo, o sencillamente no llegas ni a la línea de salida. Son dos partidos que han terminando un mismo credo, y qué casualidad que siempre va en contra de la Iglesia, o como poco “por delante", como diría el ya mentado Pepe Bono.
Basta ya pues de populismos baratos. Si no van a seguir a la Iglesia, que no se molesten tanto en intentar captar votos. Que haya una participación en todas las elecciones del 40% como mucho, y que los católicos nos erijamos por fin bajo UNA sola agrupación. Porque aparte de pitorrearse de nosotros, lo que estamos es divididos, y esa es la fuerza de todos estos sinvergüenzas.
5 comentarios
Se refería a la fidelidad de las convicciones éticas o morales en orden a cumplir la voluntad de Dios, la construcción del Reino de Dios y su justicia. Mounier, maestro ideológico de no pocos políticos que se autodenominan de izquierdas y cristianos... En fin, sí, qué extraño testimonio de fidelidad a esos valores que valen más que la propia vida el que nos ha regalado recientemente José Bono.
Con testimonios como el suyo no habría mártires en la Iglesia, pues llegados los momentos de crucial prueba habrían preferido seguir los dictados del César en lugar de los de Dios... Ni habría confesantes en la bimilenaria historia de la Iglesia: un confesante es casi lo mismo que un mártir, sólo que la defensa de la fe no los hizo conocer, a ellos y ellas confesantes, la corona del martirio.
Desde luego a mí, que soy un cobardica y miedica casi por naturaleza, me gustaría un cristianismo acomodaticiO, secularizado, suavizado en sus exigencias, políticamente correcto... Sin embargo, habría un insoslayable problemón en ese cristianismo, a saber, no es el que predicó Jesucristo.
LUIS ALBERTO HENRÍQUEZ LORENZO
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