Cristianos y musulmanes
En Castelgandolfo se reunen cristianos y musulmanes a dialogar. Lo organiza el movimiento de los focolares, y se basa en el amor y en la misericordia, puntos centrales de la espiritualidad de la unidad. Es un coloquio que dio sus primeros pasos hace ya más de cuarenta años en el Maghreb.
En el programa se intercalarán numerosos testimonios con profundizaciones teológicas y espirituales, inspirados en la experiencia de diálogo vivida en estos años, tanto por parte cristiana, como musulmana. Se tendrá un recuerdo especial a Chiara Lubich, que trabajó en primera persona a favor del diálogo entre las dos religiones. Es muy esperada la alocución del cardenal Tauran, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
El efecto del diálogo no es, de hecho, el sincretismo, sino el redescubrimiento de las propias raíces religiosas y de aquello que une a ambas religiones. Se intenta reforzar el compromiso común de ser constructores de unidad y de paz, sobre todo donde la violencia y la intolerancia racial y religiosa tratan de excabar un abismo entre los miembros de la sociedad.
Es interesante esta experiencia que durará cuatro días. El movimiento de los focolares, formado por personas valientes e intelectualmente bien preparadas, acompañadas de una honda espiritualidad cristiana, entablan este coloquio con los mulsumanes, una de las religiones tan desconocida por muchos cristianos, que lleva a posturas muy diferentes según con quien te encuentres.
Del intercambio de experiencias religiosas puede concluir un fruto que supere la ignorancia de unos y otros, y lleve al entendimiento y la convivencia entre todos.
Tomás de la Torre Lendínez