14.10.08

Yo aborté en el barco

Estamos en una vivienda de una pareja joven. Acaban de instalarse en una ciudad andaluza. Sus nombres son Juan y Paqui. Ante un humeante café, comenzamos la entrevista.

-¿Cómo fue que abortaste en el barco holandés?

-Paqui: Nosotros eramos una pareja muy joven, yo tenía 19 años, me quedé embarazada, estaba en el segundo año de la carrera. En mi casa no aceptaron la situación. Me pusieron la maleta en la puerta.

-Juan:!En ese momento decidimos irnos a vivir juntos¡. No podía ser de otra manera. Alquilamos un apartamento con el dinero que yo disponía de trabajillos extras. Yo estaba en el curso cuarto de mis estudios.

-¿Cómo llegasteis a conocer el asunto del barco?

-Paqui: Yo tengo una amiga metida en asuntos de organizaciones no gubernamentales. En el café de la Facultad le conté mi situación. Me propuso una solución rápida y final.

-Juan: Cuando Paqui me propuso que deseaba abortar me quedé helado. Cuando me dijo que era en un barco en altar mar me quedé mudo. Sin embargo, cuando me apuntó que sería gratis, ya vi la situación de otra manera, ya que nuestro grave problema era el económico.

-Paqui: Así fue. Mi amiga me puso en contacto con la organización de unas mujeres católicas por el aborto, o algo así, creo que se titulan. Fuimos a ver a dos personas más de ese grupo, que me trataron fenomenalmente. Y me lo pusieron todo fácil y sin ningún problema.

-¿Cómo fue el viaje, dónde embarcasteis, qué pasó?

-Juan: Nos dijeron que vendrían a recogernos un viernes por la tarde. Nos montaron en un coche con rumbo al puerto de …….. donde en un yate privado nos metieron en alta mar. Iba anocheciendo. Echaron el ancla. Nos metimos en un bote tipo zodiac. Y subimos a ese horrible barco holandés.

-Paqui: Mira, Juan, recuerda que yo iba temblando, que no sentía las piernas, que gracias a tus brazos medio me tenía en pie. De esta forma nos entraron en un barco que parecía los de los cruceros de las películas.

-¿Qué pasó allí?, ¿cómo os trataron?

-Paqui: El trato fue educado. Nos introdujeron en un camarote. Nos indicaron que ya nos llamarían para cenar. Así fue. A poco nos mandaron recado para ir al comedor. Nos acompañaron. Nos sentamos con otras parejas en similares circunstancias. Aquellas conversaciones eran lacónicas. Algunas mujeres lloraron sobre el plato de sopa. Yo fui una de ellas.

-Juan: Cuando terminó la cena, fuimos otra vez al camarote, pero antes de entrar nos indicaron que nos llamarían en cuestión de minutos. Así ocurrió.

-¿Quién os atendió?

-Paqui: Pasamos a una sala de consultas, donde me hicieron entre una enfermera y una auxiliar la historia clínica. Yo estaba embarazada de tres meses. Me extrajeron sangre. Me tomaron la tensión y me hicieron una ecografía.

-Juan:! El feto se veía perfectamente en la pantalla.¡

-Y ¿después?

-Paqui: Me dijeron que no me pasaría nada. Que tardarían dos o tres días en hacer la intervención y que, por lo tanto, nos fueramos a dormir tranquilamente. Y así hicimos. Yo no dormí en toda la noche, lloré, temblé de frio y de calor, estaba fatal.

-Juan: Nos engañaron como a chinos. A la mañana siguiente llamaron a la puerta sobre las siete. Abrí y me encontré con dos enfermeros que tomaron a Paqui de la mano y se la llevaron. A mí me dijeron que esperara en una sala donde estaba llena de hombres fumando y llenos de nervios. Me contagiaron enseguida. Me fumé casi un paquete. El tiempo se me hizo eterno.

-¿Qué ocurrió?

-Paqui: A mí me durmieron. No me acuerdo de nada. Solamente cuando desperté encontré la cara de Juan delante de mi en la cama del camarote, quien me miraba la cara y el vientre. No nos dijimos nada. Nos abrazamos con todas nuestras fuerzas. Y nos echamos a llorar como desconsolados.

-Juan: Yo me propuse no preguntarle por nada.

¿Y más tarde qué pasó?

-Paqui: Me tuvieron en ayunas durante todo el día. Solamente al anochecer me dieron un caldo caliente. Juan no quiso cenar. Y así pasamos nuestra segunda noche embarcados.

-Juan: Cuando el sol despuntaba por el horizonte, llamaron a la puerta, nos invitaron a que nos prepararamos a partir. Sin desayunar, nos montaron en las mismas naves que nos trajeron a puerto, donde cogimos un taxi hasta la casa.

-Paqui: Cuando pasaban los días me daba cuenta de lo que había hecho. Me puse en manos de nuestro amigo común el sacerdote……..quien ya nos introdujo en el camino de recuperación en todos los sentidos.

-Juan: Eramos jóvenes. Estabamos ciegos y solos. Hoy no lo haríamos, eso es seguro.

Muchas gracias por vuestro testimonio.

Dejamos a esta joven pareja. Ahora esperan un hijo. Ella está encinta de seis meses. Desean tenerlo con todas sus fuerzas. Y dicen que algunos más traerán al mundo.

Tomás de la Torre Lendínez

13.10.08

La telaraña en la Iglesia

La telaraña andaluza, como titula Pedro de Tena, sus magnificos artículos sobre el régimen socialista andaluz en Libertad Digital, se extiende como un manto negro a todos los rincones posibles. Ahora es el diario ABC, descubridor del caso de las “facturas falsas", quien nos presenta que una mujer de 55 años es recusada a formar parte de un jurado “por ser lectora de ABC". Ya no existe ni la libertad de leer el diario que se desee. Y nos preguntamos: ¿Dónde esta la ministra andaluza de igualdad para prohibir semejante atropello contra la igualdad entre hombres y mujeres?. Para quitar el anuncio de las “croquetas de la Puri” estuvo muy ráuda, ¿dónde habrá ido la ministra Aído?.

También por la Iglesia en Andalucía se extiende la telaraña del régimen socialista. En los pequeños pueblos los curas conocen cacicadas de alcaldes del régimen que callan por el bien de la unidad del rebaño eclesial a ellos encomendado por el obispo diocesano. Algunos de estos asuntos están relacionados con el sistema del voto cautivo a través del dinero del antiguo PER, ahora llamado de otra forma.

Algunos obispos están tragando saliva y callando como muertos. Uno, un tanto mediocre y asustadizo, recibió antes de las pasadas elecciones municipales a la junta directiva de una asociación de vecinos de un barrio nuevo, llena de personas vinculadas al régimen. En la conversación le amenazaron con moverse para quitarle a la Iglesia el solar para la nueva parroquia, y convertirlo en una sede de servicios sociales. El obispo asustado, en cuestión de cuatro meses nombró al nuevo párroco de un solar. Así se silenció a la vociferante asociación de vecinos.

En varios pueblos, las obras que los curas necesitan hacer en sus templos o complejos parroquiales, suelen darle la obra a empresarios miembros del socialismo imperante para evitarse problemas con los permisos de obras de los ayuntamientos y conseguir que el IVA desaparezca de la factura, y se pague de otras maneras.

En estos casos los laicos miembros de los consejos de pastoral de la parroquia son meros convidados de piedra o testigos complacientes de unos desafueros que solamente existen en Andalucía. Y la telaraña sigue tejiendo sus redes. La libertad no existe ni en la sociedad ni en la Iglesia.

Tomás de la Torre Lendínez

12.10.08

Día de la Hispanidad

Estamos en el 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, Día de la Hispanidad, y Fiesta Nacional de España. Todos estos motivos se concentran en una sola fecha. En el lenguaje común se está perdiendo el Día de la Hispanidad.

El primero en proponer el 12 de octubre, fecha del descubrimiento de América por Colón, fue un sacerdotes español, don Zacarías de Vizcarra, (1880-1963), mienbro de la primera promoción de alumnos de la Universidad de Comillas, y desde 1947, obispo auxiliar de Toledo, quien, en 1926, en su estancia en Argentina publicó un artículo donde aportaba los motivos de llamar Día de la Hispanidad al 12 de octubre.

Uno de ellos era que la fe cristiana habia sido llevada por los misioneros en la evangelización que España hizo en sus territorios repartidos por todo el mundo, donde no se ponía el sol. Aquellos países hablan el mismo idioma español y alaban a Dios en la misma lengua. Lo que justificaba el concepto de Hispanidad, con una fuerte cimentación histórica y cristiana.

Hoy el concepto de Hispanidad está casi oculto. Los nacionalismos regionales, que no ven más allá de las fronteras que se han marcado ellos mismos han oscurecido el sol de la Hispanidad. Ahora se habla de una futura federación regional de pueblos hispanos, que no está contemplada en la actual Constitución. Pero como se está haciendo un cambio constitucional por la puerta de servicio es posible que lleguemos a este retroceso.

La unidad de los hombres y de las tierras de España, acompañada por los pueblos que piensan y hablan español, es un bien moral que no debe estar en la almoneda de las fuerzas centrífugas, actualmente fuertes. El pensamiento cristiano, vertebrador de la Hispanidad, no debe ignorarse en pro de una nebulosa alianza de regionalismos periféricos. La Iglesia en España tiene una gran responsabilidad en este momento de la historia. La debilidad o el silencio pueden ser malos compañeros de viaje en cualquier momento.

En estos tiempos de inclemencias mundiales en el aspecto económico se debe recuperar la idea la Hispanidad. De lo contrario, la historia nos pasará factura en el futuro. No se puede romper un bien moral de unidad, que es el más antiguo de Europa.

Tomás de la Torre Lendínez

11.10.08

Los colores en la Iglesia

Me llega un correo electrónico para preguntarme qué significado tienen los colores que utlizamos en la liturgia. El Papa Inocencia III (1198-1216) fue el que esbozó el uso de los colores liturgicos que utilizamos actualmente en las celebraciones de la Iglesia. El Papa basó su simbolismo sobre las interpretaciones alegóricas de los colores y las flores mencionados en la Sagrada Escritura, especialmente en el libro del Cantar de los Cantares, donde los colores juegan un importante papel en toda la narración.

Las recomendaciones de Inocencio se hicieron oficiales en el año 1570, durante el pontificado del Pio V. ¿Que simbolizan los colores que utilizamos en la liturgia?.

1.- El verde simboliza la esperanza. Para los pueblos antiguos, el verde era la primavera, la vegetación, el renacimiento, la esperanza de una cosecha abundante. Este color se utiliza en la liturgia durante el Tiempo Ordinario.

2.- El blanco simboliza la pureza y la alegría. El blanco se utiliza en el tiempo de Navidad y Pascua y para las fiestas de la Ascensión de Jesús al cielo y la Epifanía, en definitiva, los acontecimientos que no conmemoran la pasión y muerte de Cristo. Tambien se utiliza en las festividades de la Virgen María, de los ángeles y de los santos que no fueron martirizados.

3.- El violeta o morado simboliza la penitencia y el duelo. Se lleva durante la Semana Santa, los domingos de Cuaresma y en los cuatro domingos de Adviento. El violeta era el color preferido para las túnicas de los antiguos reyes.

4.- El rojo simboliza el fuego, la sangre y la realeza. Este color se puede ver durante las celebraciones de la Pasión, incluido el Viernes Santo, y en los días en que se conmemoran las muertes de los mártires, los apóstoles y los evangelistas. Siendo el color del fuego, es la elección natural para Pentecostés, al simbolizar el descenso del Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego.

La persona que me envía el correo electrónico me señala cómo vive en una población andaluza donde el calor atosiga desde abril a noviembre, lo que motiva al cura de la parroquia a quitarse la casulla y mantener un alba y una estola, que raramente sigue el color litúrgico del día, con lo cual ni en catequesis parroquial, ni en la propia casa puede encontrar que sus hijos reciban la explicación del simbolismo del color de la ropa de la celebración eucarística.

Pienso que ningún motivo debe justificar el abandono del color de la liturgia del día. De lo contrario, estamos dando cada vez menos importancia al sacramento de la Eucaristía. Y no nos debe extrañar que la gente acuda cada día menos a Misa. Tienen motivos.

Tomás de la Torre Lendínez

10.10.08

Una Facultad sin obispos

He estado en la apertura del curso de la Facultad de Teología, de Granada, donde estudié. Con la solemnidad normal del caso, se celebró la misa del Espiritu Santo, en el monasterio de la Cartuja, presidida por el Vicegrancanciller de la misma, el padre Francisco José Ruiz Pérez. En la homilía comentó el texto de las bienaventuranzas aplicándolo a la reflexión teológica.

Más tarde, tuvo lugar en el aula magna de la Facultad un acto académico presidido por don Francisco González, Rector de la Universidad de Granada.

La lección inaugural corrió a cargo de la profesora Maria del Carmen Román, con el tema “Edificar la comunidad. Criterio de discernimiento según San Pablo". El discurso ha querido hacerse eco de la invitación de Benedicto XVI, al inaugurar el año paulino: pedia que se promovieran congresos de estudios y publicaciones sobre los textos de San Pablo. La profesora Román se ha acercado a la figura del apóstol desde una temática poco estudiada en sus escritos, como es la practica del discernimiento. Entre los criterios para afrontar y discernir los problemas que le presentan las comunidades, Pablo utilizó uno que aplicó de forma especiall a la Iglesia de Corinto: la edificación o construcción de la comunidad. Es un criterio que implica una actitud misionera y una virtud que edifica: el amor fraterno.

A continuación intervino el rector de la Facultad de Teología, padre Ildefonso Camacho. Se hizo eco de la reforma de los estudios universitarios en el marco de Bolonia, de las exigencias que ellos conlleva para las Facultades de la Iglesia, pero también de las nuevas perspectivas que abre.

Cerró el acto el rector de la Universidad de Granada recordando cómo la reforma universitaria derivada de los acuerdos de Bolonia ofrece nuevas oportunidades para que la Teología pueda ocupar el lugar que le corresponde en las universidades españolas.

Todos estuvimos muy atentos y alegres. Era un nuevo curso para nuestra Facultad de Teología. Pero nos preguntabamos: ¿Donde están los obispos de Andalucía Oriental?, ¿por qué motivos no presidió ninguno la Eucaristía de apertura?, ¿lo hará el año próximo el recién nombrado obispo de Málaga monseñor Catalá?, ¿se recuperará algún día la unión entre los obispos andaluces y la Facultad de Teología?. Esperamos que sí, porque los alumnos, profesores y asistentes en general se hacían estas y otras preguntas que no deseamos reproducir.

Tomás de la Torre Lendínez