Un socialista menos
Un lector de este blog me envía por la cuenta de correo electrónico que existe en él la siguiente colaboración, que no desea firmar:
“Llevo tiempo pensando que yo he sido un socialista engañado y perdido entre la verborrea del partido. Mis padres y abuelos fueron socialistas. Desde que andaba a gatas siempre he recibido la doctrina socialista como una verdad indiscutible. Así crecí, estudié, milité y fuí elegido como concejal de mi pueblo durante una legislatura. La experiencia fue novedosa para mí, pero tuve que abandonar el cargo por razones del traslado laboral a la capital de la provincia donde resido.
Desde 1982 he visto cómo el socialismo en el poder entró para “cambiar una sociedad injusta en justa". Eso decían. Luego fue al contrario, se hicieron con el poder, robaron, mataron, situaron a los familiares en puestos de la administración; y con la caída del muro de Berlín se quedaron sin ideología.
A pesar de todo, en las reuniones del partido siempre nos decían que el cambio de España era irreversible. Les falló sus tácticas económicas. Y los votantes desearon que la derecha entrara a gobernar, que enderezó la economía, subió el empleo, el nivel de vida y todo iba bien, hasta que eligieron como secretario general del partido al actual presidente del gobierno.
A partir de este momento, el partido pegó un viraje: nos decían:
-Somos más que un partido políico, tenemos una ética que imponer en esta sociedad.
-Tenemos que introducirnos de lleno en la educación para preparar la sociedad del futuro, que será siempre socialista.
-Hemos de disponer de todos los medios de comunicación social, o estar en ellos.
-La cultura debe ser una de las formas de acostumbrar al pueblo a pensar según nuestros cálculos y contenidos.
-La ampliación de los derechos civiles tambien estarán en nuestro proyecto: homosexuales, divorcio, aborto…
-La religión católica la tenemos que “soportar” como sea. Quien sea socialista debe situarse en la izquierda del pensamiento cristiano.
-La oposición es un mal menor que debe existir, pero a quien no debemos dar ni agua, y estaremos vigilantes para que no vuelva a gobernar en España.
-Las autonomías son el mejor puente para llevar a todo el país a un federación de repúblicas.
-La economía será socialdemócrata. Ningún socialista pasará necesidad material.
-Todo esto lo debemos hacer sin estridencias, con buen rollo, con sonrisas y con las mentiras que sea necesarias.
Después llegó el 11 de marzo de 2004 y el 14 ganamos las elecciones. Desde entonces acá cualquier lector sabe todo lo que ha sucedido.
Con el paso del tiempo he reflexionado, he salido al extranjero, he visto todo lo que ha sucedido, he leído mucho sobre politología…y he llegado a la conclusión que conmigo se acaba una saga de socialistas españoles, pues no estoy dispuesto a vivir bajo la fórmula de lo políticamente correcto.
A mís cincuenta años, tengo vida por delante para votar lo que me parezca en cada momento; deseo pensar por mí mismo; quiero ir a mi trabajo y si critican al gobierno en algo mal hecho unirme a la critica con total libertad; creo que es hora de vivir mi propia evolución personal y ética; no quiero ver a un cristiano y tratarlo como si le perdonara la vida; anhelo leer lo que me de la gana y vivir mi propia vida.
El lunes pasado me dí de baja en el partido. Fui a la agrupación, entregué mi carnet y salí tan contento. Deseo contarlo aquí. Pero le ruego que no deseo firmar por miedo a las represalias, ya que mi familia es muy conocida en el socialismo español, que para mí ha perdido el rumbo, el sentido común y el amor a la libertad.
No sé lo que pasará mañana, pero todo lo que está haciendo este partido lo pagará de una forma u otra. Los lectores más jóvenes lo verán. Estoy seguro.”
Ante semejante documento, creemos que lo deben valorar los lectores. Personalmente ya lo he hecho. Ahora toca a cada uno de ustedes.
Tomás de la Torre Lendínez
5 comentarios
¿Qué tipo de libertad hay en un país donde alguien así se tiene que esconder en el anonimato?
Al resto de españoles nos quieren, los socialistas, atar mentalmente como tienen a los suyos.
Ante esto debemos rebelarnos.
Grandes grupos financieros con ideología detrás (cuando ya tienes dinero, te cansas de sumar y lo que gusta al hombre es siempre crear sociedad a tu gusto), pueden controlar muchas cosas con relativamente muy poco dinero, a base de usar su poder de conceder créditos y disponer de fundaciones para financiar campañas estudiadas.
Sólo hay que comprar las cúspides de unos pocos sectores, partidos y mass media.
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