Necesidad de los Seminario Menores
Con el eco del Día del Seminario, en fechas recientes, algunas diócesis
han anunciado la apertura del Seminario Menor desde el inicio del curso
próximo. El caso más famoso es la diócesis de Santander, que abrirá su
antiguo Seminario. En otros lugares, existen grupos de expertos que
están estudiando la posibilidad de abrir el Seminario Menor.
Desde el Concilio de Trento, las diócesis tienen la responsabilidad
de abrir Seminarios para la formación intelectual, espiritual y
comunitaria de los futuros sacerdotes. Algunos obispos tardaron largos
años en llevar a la practica las normas del tridentino. Podemos afirmar
que en la segunda mitad del siglo XVII los Seminarios existían dentro
de todas las diócesis del mundo.
Estos centros de estudio llegaron, con el paso del tiempo, a ser los
mejores lugares de formación integral de los que ingresaban en ellos.
Algunos llegaban a ser ordenados de sacerdotes, otros optaron por
varias rutas de la vida, formando una familia e interviniendo en la
docencia, en la abogacia, en la judicatura, en la política…..
El profesorado de aquellos centros de formación era selecto y bien
preparado, habiendo pasado por facultades o universidades de la Iglesia
obteniendo grados de licenciatura o doctorado. Estos saberes eran
derramados sobre los cerebros infantiles de los Seminarios Menores,
sobre niños de diez años, quienes con el paso de los años se convertían
en sacerdotes y, algunos de ellos, también en profesores del mismo u
otro Seminario. Así vivió la Iglesia durante siglos.
Tras el Concilio Vaticano II, la crisis general de la Iglesia, la
bajada del número de vocaciones, la secularización de la sociedad…..
fueron, entre otras muchas, las causas de los cierres de aquellos
grandes caserones que eran los Seminarios Menores en la mayoría de las
diócesis españolas. Con el paso de los años a estos inmensos edificios
se le ha buscado la mejor prestación posible: la creación de casas
sacerdotales, que albergan a los curas mayores, que fueron los
seminaristas niños y jóvenes de hace equis años.
Ahora, ante la situación de escasez vocacional, varios obispos
confían que abriendo los Seminarios Menores con un estilo actual, más
pedagógico, más personalizado en el trato, más exigente en la formación
espiritual, más apoyado en la formación de una comunidad cristiana de
alumnos que se sienten llamados por el Señor a ser en el futuro
ordenados sacerdotes de Cristo en la diócesis en la que están situados
como alumnos.
Desde aquí, apoyamos a todas las diócesis que deseen abrir los
Seminario Menores, en la versión del siglo XXI. Seguramente, disponer
de un centro de formación integral de cara a ser cura, es posible que
aumente el crecimieto vocacional. La oración es el gran medio para
alcanzar el aumento de vocaciones. En ella nos mantenenos, mientras los
obispos deciben abrir el Seminario Menor.
Tomás de la Torre Lendínez
5 comentarios
Con millon y medio de habitantes hay ciento cincuenta seminaristas.
en otros lugares se imite la experiencia y pronto veamos
surgir más vocaciones al sacerdocio.
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