Los cristianos perseguidos de hoy
Durante varios días en InfoCatólica se han publicado diversas noticias sobre la apertura de las escuelas rusas a la enseñanza de diversas religiones, aunque aún no esté la católica, si hubiera alumnos suficientes se podría pedir la misma igualdad con otras opciones religiosas.
Es una situación novedosa ante la larga etapa de ateismo estatal que desde la revolución de octubre de 1917 impuso el régimen soviético, dictadura que ha durado decenas de años hasta que la caida del muro de Berlín, hace ahora diez años, comenzó a resquebrajarse lentamente aquel imperio comunista. La religión era practicada en la clandestinidad y hoy se vuelve asistir a la enseñanza religiosa escolar.
En China, con su iglesia patriótica adicta al régimen marxista, tampoco han conseguido anular a la Iglesia en comunión con Roma, que de modo medio subterráneo sigue practicando la fe y celebrando los sacramentos.
Por el contrario, en países más pequeños donde la implantación del comunismo es, todavía, una realidad, como es el caso de Corea del Norte, acaban de matar a una mujer católica por repartir biblias entre los hermanos en la fe. Y en Cuba, matan a dos sacerdotes españoles en extrañas circunstancias, en el espacio de pocos meses, y el mismo cardenal cubano, en el entierro del último fallecido hace unos días, tiene una homilía de explicaciones que nadie le había pedido.
La misma crisis económica mundial, está siendo aprovechada para que la enciclica Caritas in veritate, según el cardenal Zen, sea explicada en China desde la orilla de justificar el régimen y el estatus social de aquella dictadura en el país más poblado de la tierra.
En el aniversario de la matanza de cristianos en Orissa la Iglesia Católica en la India ha convocado una jornada de paz y armonía para el 23 de agosto. Se desea que todas las otras religiones vivan en paz y respeto mutuo con la fe católica.
En Bolivia el cocalero Morales afirma que la Iglesia allí es un signo del viejo colonialismo y que por lo tanto debe desaparecer. Y se queda tan tranquilo.
De una forma o de otra, ayer, hoy y siempre, los régimenes perseguidores de la fe cristiana nunca han ganado; nunca han podido quitar del corazón humano su innata inclinación a relacionarse con Dios; desde las catacumbas romanas hata hoy la fe cristiana ha tenido mártires o testigos de la fe que siempre han servido a sus hermanos como semilla de nuevos cristianos.
Mirando a España, el intento de incendio de la parroquia de Majadahonda, en Madrid, aún siendo un caso aislado, ha sido jaleado por cierta prensa amiga que publica pero no vende y lo publicado, aunque regalado, pocos leen. Pero sigue existiendo un plan claramente concebido para anular la presencia de la religión de la sociedad de hoy, basta con lo ocurrido ayer en Barcelona y en la localidad madrileña de Pinto, que hoy recogen los medios de comunicación; tanto los mentores como los autores que tengan claro que nuncan conseguirán sus propósitos, aunque tengan victorias pírricas por el camino de la historia presente.
Los imperios pasarán, las ideologías políticas morirán, y la Iglesia del Señor permanecerá hasta el último día de la vida, tal como nos dijo Jesucristo.
Tomás de la Torre Lendínez
2 comentarios
"jaleado por cierta prensa amiga que publica pero no vende y lo publicado, aunque regalado, pocos leen"
se trata de que la persecución va acompañada de periodismo. Por supuesto ese periodismo estaría en contra de lo que se dice en este blog y no vería ninguna persecución y si la hubiera le parecería una persecución no noticiosa, una persecución normal. Que se aguanten. No es noticia que el Ché Guevara fuese un criminal pero es noticia que fuese asesinado. Depende de la perspectiva. Si el Ché Guevara persigue a alguien, que se aguante el perseguido. Ahora bien, si alguien persigue a la inmaculada figura del Ché Guevara, los periodistas más ilustres (la redacción de "El País") saltan a defenderle.
Sin embargo la expresión no se refiere directamente a "El País" sino a "Público". Es una descripcción de ese periodismo que consiste en publicar con regalos incluídos lo que nadie lee. Yo no tengo una buena opinión del periodismo y no me extraña que haya un periodismo que no se lee, ni siquiera creo que leer sea muy importante en el periodismo, habría que meterse en algo más abstracto y cuantitativo como "unidades o bloques o masas de información" y otros sucedáneos del lenguaje. Algo que circula por canales entre emisores y receptores fiables a las horas prestablecidas y de forma regular. Para distinguir entre "El País" y "Público" viene bien echar mano -indebidamente- de la distinción entre semántica y pragmática. Durante más de veinte años "El País" ha establecido el contenido del periodismo, "Público" ya tiene hecha esa parte y le queda hacer cosas con la semántica establecida. Esas cosas que se hacen con las palabras del periodismo no son cosas como cosas "leer", son como "actuar", "gesticular", "resoplar", "corear" y cosas así, es la pragmática que es muy corriente en la televisión. Lo que "El País" ha ido elaborando y explicando con el tiempo, por ejemplo un Savater que nos detalla las mil maneras de despreciar al cristianismo, "Público" lo convierte en un airado gesto de cabeza con implicación agresiva. Y así con miles de temas a favor o en contra, uno de los cuales es el cristianismo según el periodismo según se ha ido formando y evolucionando durante veinte años. Es un trabajo largo y lento.
La cuestión es que "El País" ha destruído intelectualmente a sus lectores y partiendo de aquí se entiende lo que ha ido pasando en el periodismo hasta llegar a "Público". El machaconeo exitoso de "El País" hace innecesaria la lectura. Esto es normal en el periodismo actual pero "El País" lo ha hecho a su manera. "El País" publica y vende, sin regalos, pero "pocos leen", en eso no hay diferencia. De lo que se trataba es de recibir el estímulo mental de "El País" que era el santo y seña del periodismo desde la Transición en adelante. Federico Jiménez Losantos rompió este cómodo hábito y él se ponía a leer y discutir "El País" en radio Antena 3 y lo que resultaba es que "El País" era una birria de periodismo bien establecida y sostenida por el polanquismo. "El País" era una parte del polanquismo. Ya veremos.
En aquellos días se planteaba como enigma, ¿cómo destruir a PRISA?. Nadie lo consiguió. La derecha quería tener su propia PRISA y le salía fatal; no encontraba un Polanco ni periodistas comprometidos ni apenas dinero disponible. Todo lo advirtió Losantos. No puedes destruir a PRISA sin aceptar a PRISA (me salto la explicación histórica de lo que significa PRISA como forma canónica del periodismo en España, tendría que ponerme con el insoportable gran Pedro J, "J" de "journalist"). Por otro lado, los intentos profesionales de competir con PRISA chocaban con la durísima estructura del polanquismo que protegía a su periodismo. La destrucción de PRISA está siendo ejecutada por dos vías que respetan los contenidos de PRISA y tratan de apropiarse de la gente embrutecida por veinte años de seguir a PRISA. Estas vías son la televisión basura de Telecinco y "La Sexta".
La telebasura no se enfrenta ideológicamente a PRISA, de hecho se aprovecha del tipo social adocenado creado por PRISA, un tipo de tendencia progre y sin complejos que, en el fondo, está abrumado por tener que vivir con la mente plagada de los contenidos forjados y madurados en "El País". Un tipo que sólo quiere pasar un buen rato viendo los líos ligeros de los famosos y contando sus experiencias privadas ante la cámara. "La Sexta" es pura pragmática de PRISA que toma de puro sabidos los contenidos y los saca de paseo sin más elaboración. "Público" acusa a PRISA de ser una cosa del pasado, ya está bien de relaborar lo que todo el mundo sabe y está clarísimo, según éllos, es hora de actuar sin contemplaciones. "Público" dice que el seguidor de PRISA está harto y quiere cosas simples, como las de la telebasura pero con contenido ideológico. Es el mismo reproche que ZP le hace al felipismo: haber tenido miramientos y prejuicios innecesarios, no haber ido a ganar con descaro y por goleada a la derecha torpona. Sin embargo el felipismo sacaba mayorías absolutas y el niñato ZP no lo consigue, paradojas del socialismo. El problema de PRISA es que no puede cambiar y adaptarse a su propia obra. Si pudiera sería peor que Telecinco y "Público" juntos pero tiene PRISA un prestigio y un pasado, además su parte del entramado, la creación semántica, todavía es importante.
Aquí surgen dos cuestiones: la descomposición del polanquismo y el futuro del periodismo. El polanquismo es la unión del política y periodismo, "El País" y el resto del grupo mediático no hubieran podido llegar a tener el tamaño actual ni sobrevivir como empresas sin el apoyo político, sus ventas eran insuficientes por mucho que publicase, es lo mismo que pasa con "Público", su función es más importante que la de ganar dinero, es preparar a la próxima generación de lectores, para ganar dinero con el periodismo en España hay que más cosas que periodismo. Aquí habría que volver al especial papel que se asignó al periodismo tras la Transición y a los ideales delirantes del gran Pedro J. PRISA ha sido la máxima extensión de ese periodismo bendito por la sociedad española y, a pesar de su forzada y precipitada creación ¡por don Manuel Fraga! y unos cuantos falangistas del periodismo, "El País" representa en pequeño y en "este país" lo que el gran periodismo representa a lo grande en el mundo contemporáneo. Así hay que tomarlo, sin quitarle mérito pero sin exagerar. El caso es que el polanquismo se convirtió en el gestor del periodismo establecido y no podía fracasar económicamente, si se daba el caso el poder socialista acudía con subvenciones y concesiones y las cuentas salían. PRISA vivía del favor del poder político y a cambio iba creando esa sociología de progre sin complejos que ya sabía a quien votar y a quien no votar a base de tragar información de calidad. PRISA sólo es destruible desde la izquierda, o bien no dándole los graciosos recursos económicos que necesita por el morro o bien creando una variante más extremista que se lleve los recursos del PRISA aunque no venda ni un periódico. Lo que hace "La Sexta" es ofrecer una esclavitud mental renovada al servicio de la política, más dura y decidida que la de PRISA, y además le quita a PRISA las excusas formales de la audiencia: el fútbol. La audiencia está con el fútbol y los burdos espectáculos de la telebasura. Sin su supuesta audiencia, ¿qué le queda a PRISA?, deudas multimillonarias que los políticos no cubren. ZP y "Público" son un resultado social de "El País" pero a efectos políticos ZP necesita algo más contundente, unos contenidos claros y un acción rápida que atraigan a un público fiel votante. ZP es el alma de "La Sexta" y ha actuado con su grupo mediático como en otros tiempos se hizo con PRISA. ZP jalea, publica y regala lo que haga falta a su grupo mediático, ZP es el responsable de los jaleos, ZP no es el amigo sino el amo de los jaleos. Jaleo y tensión, eso es lo que pedía ZP a su periodista Gabilondo, a "Público" no hay que pedírselo. ¿Alguien cree que ZP lee?, hace años que nadie lee "El País" porque no hace falta y ahora quieren verlo realizado. ZP no necesita leer nada porque se lo sabe todo y es lógico que lo sepa. ZP necesita ver lo que nadie ha dejado de leer sin saberlo. ZP cree que el mundo explicado por "El País" es verdad y sólo hay que empujarlo para que sea realidad. "Público" es el empujón.
En cuanto al futuro del periodismo está decidido por la telebasura de Telecinco. En los días gloriosos de la telebasura, los días anti-Aznar, Telecinco reunía dos elementos que ahora se reparte con "La Sexta": los periodistas y los actores. En la parte de los actores estaban las dos estrellas más importantes de la telebasura: Xavier Sardá y "El Gran Wyoming", esta gente actúa según un guión y pueden meter lo que quieran (insultos, falsedades, odios, zafiedad política) sin las restricciones formales del periodismo y con los recursos del arte del teatro aplicado a la televisión. Telecinco los empleaba como reclamo para progres y salvoconducto para demostrar que la telebasura era compatible con un progresismo a lo bruto. La televisión de actores nació en la Televisión Española del felipismo y ahora está metida en "La Sexta", el periodismo de "Público" es un periodismo de actores, la mitad del periódico es atrezzo y escenografías. Este periodismo siempre ha sido un coñazo de estupideces ejecutadas por actores malísimos y docenas de guionistas, no es raro que se integrase bien en la telebasura. El caso es que Telecinco ha perdido a los actores y se ha quedado con los normales programas de la telebasura que son modulaciones del periodismo. La telebasura es la forma vigente del periodismo, como forma. Sus programas son entrevistas, debates, retransmisiones en directo de guiones previos, son pura técnica del periodismo (los contenidos reales son los de "El País" tras veinte años). Hay quien cree que esos programas son repugnantes pero formalmente son el estándar exitoso de todo lo que se ve en las televisiones, lo que en otro tiempo fue PRISA para la sociedad española. Las televisiones serias imitan descaradamente las fórmulas periodísticas creadas por la telebasura de Telecinco. La telebasura es una creación exitosa del periodismo que transmite contenidos a un público muy amplio, sus profesionales son licenciados en periodismo y hacen lo que han nacido para hacer. Tal vez sea o no algo genéticopero funciona. Las televisiones serias pueden tratar los contenidos actuales porque les dan el formato de la telebasura que permite tragar y repartir tantísima "información". Los comentaristas no llegan a los tortazos pero ya han cogido el tono de cómo hay que presentarse. Si los actores que van de periodistas ("El Gran Wyoming" según el certero Ruiz Gallardón en sus horas de borrachera) son los malos entre los malos, los periodistas que ofician el papel de periodistas en la telebasura son los mejores periodistas. Éllos hacen la causa común del periodismo. Hay que saber que está en una enorme crisis eso que llaman "el mundo de la imagen", no sólamente el cine es cada vez peor, el americano y el cine suvencionado por el Estado, y no importa el dinero que se meta en el cine, además la televisión es cada vez más sosa. El programa que salva a muchas cadenas se llama "Redifusión" y no tienen empacho en repetir lo que ya han emitido. ZP ha dado a las cadenas una licencia para segundas cadenas de sombras donde repiten y redifunden lo que ya se había visto anteayer. La televisión se acerca al modelo de la propaganda comercial que repite y repite sus anuncios. La televisión está en una crisis de ideas bestial y ahí es donde viene la telebasura a recuperar el prestigio y la frescura multitudinaria de otros tiempos.
La telebasura es el presente del periodismo camino del futuro y lo es cada día que pasa. De este modo le quita a PRISA la ficción de la audiencia millonaria y le da a los seguidores de PRISA lo que PRISA no se ha atrevido a reconocer en éllos: su propia inmundicia de veinte años de semántica brillantísima compuesta por las mejores plumas del periodismo, Váquez Montalbán y el resto de la vieja tropa.
--------------
NOTA: Acerca del fútbol ha ocurrido algo que no se ha reflejado en el periodismo. El fútbol es una pieza muy importante en el engrudo entre política y periodismo. El fútbol es una forma asquerosa de simular audiencia de forma inmediata; aparte de la importancia interna que el periodismo futbolero tiene para el periodismo en general como gigantesco espectáculo de simultaneidad informativa. El fútbol es un deporte muy aburrido que dura demasiados años y que es estímulado artificialmente. El fútbol era esencial en el perfecto edificio del polanquismo y hubo muchos líos con José María García para hacerse con el periodismo del fútbol. EL caso es que hace poco un juez ha desestimado una querella por lo de la pitada al himno español en la Copa del Rey. Es una pena. Era la ocasión para atacar la farsa política del fútbol al que se le permite cualquier cosa por su interés político en la medida que engorda al periodismo. El fútbol es un favorito del poder. Ese partido estaba organizado por la Federación Española de Fútbol que era la responsable del partido de la pitada al himno español. Si hubiese habido un país extranjero sería inadmisible que le pitasen sin una sanción al organizador. En mi opinión el juez se rajó ante los intereses políticos del fútbol. Era la ocasión para sancionar a la Real Federación Española de Fútbol por organizar y consentir un evento en el que se insulta a los símbolos de España. La pena no debería ser de multa sino de cese de actividades de la Federación durante un par de años. Es decir, dos años libres de partidos de la selección nacional y las competiciones oficiales de Liga, ¡qué maravilla!, dos años libres de periodismo futbolero, ¡qué alegría!. Qué torpe y aburrido ha sido ese juez.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.