Las iglesias de Jaén se abrirán para inmigrantes sin papeles
El obispo de Jaén, monseñor Ramón del Hoyo López, cumple cuatro años al frente de la diócesis. En el Diario Ideal, edición de Jaén de hoy, el periodista Juan Esteban Poveda, le realiza una amplia entrevista al prelado giennense.
Nosotros deseamos entresacar el aspecto de la inmigración sobre el que el obispo afirma:
“-Entre los más desfavorecidos están los inmigrantes. ¿Piensa que en Jaén se les acoge bien?
- Hay una integración sana, despierta y bien organizada. Yo estuve en la visita pastoral en Úbeda y Baeza, en la temporada de la recolección de la aceituna, y se llegaron a dar hasta 1.300 comidas en un día. Lo conozco de primera mano porque yo también estuve repartiendo bocadillos. Y he visto como además de comida se les enseñaba a los inmigrantes nociones de español, se les informaba de sus derechos y se les acompañaba. La labor de Cáritas con ellos goza de la confianza y el apoyo general.
- ¿Cree usted que los albergues de temporeros deben ser sólo para trabajadores con papeles en regla?
- He quedado extrañado cuando he conocido la intención de la administración. Una vez que han entrado, tienen derecho a estar. Tienen derecho a comer. Los recursos de la naturaleza son para todos. Discriminar no entra en mi mentalidad. He hablado con el director de Cáritas para adelantarnos y dar una respuesta si esa medida se cumple. Y para abrir las iglesias si hace falta. No se puede quedar gente en la calle. ¿Qué vamos a hacer con las personas que vienen a buscar el pan? Atenderlos. Son tan hijos de Dios como los dueños de los olivos.”
Estas afirmaciones deben encuadrarse en la decisión de la Junta de Andalucía de “congelar” las subvenciones a Cáritas, que es la única institución que ayuda de verdad al pobre y de forma singular al inmigrante.
Las propias comunidades cristianas están ayudando a los nuevos rostros de la pobreza andaluza y giennense. Las Cáritas parroquiales, las interparroquiales y la diocesana tienen en sus cuentas unas partidas de más del cincuenta por ciento para dar de comer a los pobres, entre ellos los inmigrantes.
La afirmación de monseñor Del Hoyo López de abrir las iglesias a los inmigrantes sin papeles durante la próxima recolección de aceituna nos parece que está en conexión con lo que siempre ha hecho la Iglesia en favor de los más pobres y necesitados.
Mientras, la administración socialista andaluza se ha lucido con su decisión de no admitir a personas sin papeles en la red de albergues para trabajadores temporeros en la próxima campaña de recogida de la aceituna. Es una prueba más del sentido “social” de un partido que se titula “socialista".
Esperemos, también, que monseñor Del Hoyo cumpla sus palabras cuando llegue el otoño y la provincia de Jaén se inunde de inmigrantes de todas partes buscando un tajo donde coger aceituna y ganar un dinero para seguir viviendo, aunque sea sin papeles.
Tomás de la Torre Lendínez
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