La Iglesia en la cárcel
En todos los medios de comunicación siempre sale como asunto diario: la situación de la justicia en España. Unas veces por una huelga; otras por falta de medios; otras por dejación de funciones; otras por tener un gusto especial a los fogonazos de las cámaras de fotos y televisión; otras por los repartos que realizan los partidos. Está claro que la justicia y sus asuntos sigue siendo noticia.
Para la Iglesia de España, de modo singular para la Comisión Episcopal de Pastoral Social y su Departamento de pastoral penitenciaria, la justicia también es objeto de estudio y diálogo. En este marco durante mañana y pasado tendrá lugar en Madrid un Encuentro de juristas y pastoral penitenciaria, que tratará el tema siguiente: Precariedad social, derechos humanos y sistema penitenciario. Dirige y coordina don José Luis Segovia Bernabé.
La primera conferencia la impartirá don Julián Carlos Rios Martín, profesor de Derecho Penal, de la Universidad Pontificia de Comillas, quien hablará sobre: Precariedad y derecho penal, nuevos retos para el ejercicio de la defensa jurídica. La segunda ponencia está a cargo de don José Miguel Sánchez Tomás, Letrado del Tribunal Constitucional, quien tratará sobre: Los derechos humanos y sistema penitenciario. El tercer asunto está en manos de don Andrés Martínez Arrieta, Magistrado de la Sala II del Tribunal Supremo, quien disertará sobre: Desigualdad social: enfoque jurisprudencial.
Se acabará al mediodía del sábado extrayendo unas propuestas legislativas del área jurídica. El lugar de las sesiones de trabajo es la casa de las Religiosas Franciscanas Misioneras, en la calle Santa Engracia 140, de Madrid.
La Pastoral Penitenciaria, promovida por la Iglesia de España, es un buen servicio cristiano que se ofrece en todas las prisiones españolas. Son los propios obispos diocesanos, quienes tienen un equipo englobado en la capellanía, donde colaboran laicos, religiosos y los mismos sacerdotes, nombrados por el obispo local.
Dentro de las agendas episcopales no falta la visita a la prisión que haya en su demarcación diocesana. Ayudar a los reclusos y sus familias sigue siendo una de las obras de caridad y misericordia de la Iglesia. Y todo lo que se haga en esta vertiente pastoral es necesario y plenamente evangélico.
Tomas de la Torre Lendínez
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