Dos visiones contrarias y la mía sobre la enciclica del Papa
He leído la encíclica entera. Es una obra maestra de un Papa teólogo. Aquí vamos a dejar la opinión de monseñor Segundo Tejado, del organismo Cor unum, organismo para la caridad en la Santa Sede. Dijo muy claro ayer:
“La Iglesia no es una ONG más, no es una organización que realiza buenas obras con fines filantrópicos. La Iglesia no sólo es eso. El Papa Benedicto XVI ha querido proclamar con esta encíclica que la verdad y la caridad van unidas y que la Iglesia propone con tantas obras sociales el amor y la compañía de Jesucristo para la vida de hombre, para resolver los interrogantes y preocupaciones de cada generación.
Benedicto XVI ha querido con esta nueva encíclica transmitir “un mensaje de esperanza para la Humanidad", es una enclícica dirigida a toda la Iglesia y también “a los hombres de buena voluntad que frente a la crisis económica y la situación del hombre pérdida de sentido de tantas cosas, es un mensaje de esperanza tratando temas sociales a la luz de la tradición de todas las encíclicas sobre la Doctrina Social de la Iglesia.
Esta nueva encíclica “responde la profunda preocupación social del Papa. La primera encíclica “Deus caritas es” afirmaba la centralidad el mensaje cristiano: Dios es amor, y ahora lo repite: la caridad no se puede separar de la verdad. Si separamos la verdad de la caridad nos encontramos con la Iglesia como una sociedad filantrópica, que hace buenas acciones y basta. Una Ong , y no es esto la Iglesia. La Iglesia es el amor de Jesucrito a través de las obras sociales, que son una luz de este amor. Si separamos la verdad del amor nos quedamos con una Ong. El Papa ha querido dejar claro este principio.
La Evangelización hay que presentarla a cada generación dando respuesta a los problemas concretos de cada generación y esta encíclica no ha sido escrita exclusivamente por la crisis sino antes y pretende reflexionar e iluminar a los responsables de los gobiernos de las naciones y a la Iglesia para responder a todos los problemas que se plantean en cada momento".
Monseñor Segundo Tejado ha reiterado que “si separamos la caridad de la verdad es una Ong y la Iglesia frente a la caridad tiene una verdad".”
Otra visión es la del señor Vidal, quien ha escrito en Religión Digital:
“Se ha hecho esperar, pero ha merecido la pena. La enciclica social del Papa Benedicto XVI, “Caritas in Veritate” responde a las expectativas levantadas. Y con creces. En una primera impresión, es una encíclica bella, valiente y de izquierdas. O social, como le gusta decir a lso eclesiásticos. Buscando las esencias. Y apuntando al alma de la antropología y de la sociedad. Una encíclica seguramente para la posteridad. Con un aliciente más: que sale en plena crisis económica mundial y cuando las viejas recetas ya no valen y hay que buscar nuevas bases económico-sociales para un el mundo del futuro. En esta coyuntura, no era nada fácil, para el Papa, apuntar al horizonte. Pero lo ha conseguido.
Una encíclica bella, porque Benedicto XVI, como suele decir monseñor Blázquez, tiene el don de la palabra escrita. Incluso de la frase periodística. Clara, contundente, precisa y corta. Algunas de sus frases son auténticos titulares.
Una encíclica valiente. Pone al capitalismo sin alma, artífice de la crisis actual, ante el espejo de la ética. Y deja que salga realmente malparado. De ahí la valentía del Papa.
UNa encíclica de izquierdas de un Papa conservador pero que asume en toda su complejidad la globalización. Con sus virtudes y sus defectos. Una globalización marcada por la tentación tecnicista a la que pone en solfa. ´clásica deriva eclesiástica de ahondar mucho más en sus defectos que en sus virtudes.”
Mi opinión personal:
Benedicto XVI entra en la historia del magisterio pontificio sobre la doctrina social de la Iglesia. Enlaza con sus antecesores de una manera sencilla, pero valiente. Lo que más me ha gustado es cómo la doctrina social de la Iglesia se situa frente a las diferentes modos de dirigir la economía sin apoyar ninguno en especial, sabiendo descubrir sus conquistas y sus arrugas. En el mundo se necesita anular las injusticias sociales que están produciendo más pobres cada vez más, y por lo tanto, muertos de hambre, o por conflictos bélicos, que agranda el abismo entre países ricos y pobres a diario.
El apoyo a la vida humana es una prueba más de cómo la Iglesia no se separa de una doctrina que es segura y avalada con dos mil años de enseñanza moral sobre el asunto.
La importancia sobresaliente de los medios de comunicación que el Papa presenta, nos cuestiona a todos los que estamos convencidos de la misión pastoral que debe aumentar la Iglesia a través de los medios informativos.
La sugerencia que ya hizo Juan XXIII, de la existencia de una autoridad mundial que coordine la globalización, es una urgencia que Benedicto XVI señala en estos momentos de crisis mundial, donde toda la estructura económica se está tambaleando a diario.
La presencia de Dios en este mundo nuestro es la llamada a que confiemos en la Providencia divina, siempre atenta a que los valores del evangelio del Señor sustenten a los cristianos para que amemos en la verdad a todos y especialmente a los más pobres y necesitados.
Tomás de la Torre Lendínez
7 comentarios
Estos liberales abducidos por la escuela austriaca no saben ni lo que dicen. Vidal identifica "de izquierdas" con la solicitud social que siempre ha tenido la Iglesia. ¿Cáritas es de izquierdas, las conferencias de San Vicente de Paúl son de izquierdas, San Vicente Ferrer era de izquierdas, San Juan Bosco era de izquierdas, San Juan Pablo II era de izquierdas?
Y para rematar dice que el Papa es "conservador". ¿Pero cómo que "conservador"?
El Papa simplemente transmite el depósito de la Fe que ha recibido fielmente.
Los conservadores son los que conservan por tener una actitud acomodaticia burguesa, que de ahí viene el palabro.
Intentaré leerme la encíclica despacio.
Admito que el cristianismo, como resultante de las distintas culturas mezcladas a lo largo de la historia, (y cuya denominación es la de la última ideología que aportó a la suma), es la proveedora de la democracia. Y que la democracia, que de forma virtual, proyecta, es perfecta (a nuestro entender actual, posiblemente mejorable, supongo), dejando a los ciudadanos, con su imperfección como únicos responsables de sus defectos de aplicación. Por esto es por lo que en el credo cristiano caben todas las ideologías, es más EMHO considero que esas ideologías surgen, precisamente del cristianismo, sin que las diferencias entre ellas puedan representar errores de interpretación dogmáticas, sino que son simplemente distintas opciones para afrontar distintas situaciones sociales.
Lo verdaderamente importante es: ¿donde queda lo espiritual en todo esto?. Si no queremos vernos obligados a interpretar los tiempos (con todas las connotaciones que esto conlleva), bien haríamos en no sumergirnos en pantanos procelosos. Dejemos la interpretación de los tiempos a los políticos y sus jergas, que nosotros y con nuestro bagaje humano, estaremos allí donde se nos necesite.
Dios (o al menos eso figura en las Escrituras), nos trasmitió fe, confianza y esperanza en el propio ser humano, ¿para que necesitamos un dirigente mas?, ¿acaso la naturaleza que El proporcionó ha dado muestras alguna vez de error?. En un mundo donde las buenas intenciones han demostrado que consiguen enterrar a alguien, y que de las, aparentemente, malas intenciones, consiguen enseñarnos lo que no se debe hacer, sin destruirnos, lo fácil es pensar en el nihilismo, sin contar que no es eso, es que hemos interpretado mal, y lo que creíamos bueno no lo es tanto y lo que no nos gustaba no era del todo malo. Una de las cosas que mas me maravilla de toda esta perfección que nos rodea es que paradójicamente, está todo perfecto, pero el hombre no tiene potestad ni de destruirse ni de santificarse. Así, se presume, que ninguna de nuestras acciones sea definitiva.
Personalmente, creo que Dios nos quiere libres. Es el liberalismo, el que más exige a todos los individuos con respecto a sí mismos, y por lo tanto es el que mas implica a los demás con respecto a cada individuo. Las otras ideologías las considero oportunos, socorridos y convenientes “parches”.
Podría estar de acuerdo con Ud., D. Javier, al fin y al cabo, ambas, derecha e izquierda, son meras ramificaciones de una misma ideología: la socialista, diferenciadas por pequeños matices (la izquierda se empeña en definir el socialismo como internacional y se imbuye en exportaciones o invasiones ideológicas y la derecha cree en la configuración socialista nacional previa a la misma exportación o invasión ideológica) y que, como buenas cuñas de la misma madera, no se pueden ni ver. Pero, una vez venido abajo el muro de Berlín, lo que debería estar debatiéndose, en la escena política, es la hegemonía del individuo o de la sociedad; es decir en roman paladino: ¿que es mas importante en el potaje, el cocido o el garbanzo?, es comprensible esta confusión que los políticos se empeñan en producirnos, ya que atontados somos mas dúctiles y útiles, es por eso que sus ejemplos no casan, o quizás casan perfectamente, dependiendo si los examinamos aisladamente como personas, o en relación con su papel en la sociedad.
Así debemos tener en cuenta que lo contrario a la escuela austriaca (cuyo mayor exponente fue Ludwing Von Mises), es el keinesismo, cuyas propuestas económicas anuncian técnicas, cuanto menos curiosas, como la de bajar de cero los tipos de interés (intereses negativos), dejando mucho que desear sus efectos en la economía nipona por no ir demasiado lejos, Es igual, sus demostraciones están a la vuelta de la esquina, puesto que es la política económica que se está aplicando ahora.
Creo, sinceramente, que S.S. no debió meterse en analizar el plano económico (donde la inhabilidad le abandona). Y no tendría dudas de su gran valentía si hubiera mencionado la necesidad, mal que nos pese, de que haya ricos (creo que los avisos divinos, contra ellos, era por su eterna satanización, con la cuentan, no hay nadie que los defienda). Por que una vez más, no es la existencia de ricos el problema, si no que, el problema, es que haya pobres.
Pido disculpas si me he extendido demasiado, y espero no haber faltado a Nada ni a nadie.
Se me acaba de ocurrir una situación que recoge oportuna y acertadamente todas las ideologías.
El comunismo es la situación ideal de relación de la pareja cristiana (todo de los dos y de ambos), que sin embargo con sus hijos habrá de adoptar el socialismo (todo de todos pero gestionado por los progenitores), para llevarlos de la mano a su emancipación con la llegada de su criterio propio, a los 25 – 30 por natural liberales.
La cosa es sencilla, de nuevo, es la imperfección humana la que se empeña en hacer encaje de bolillos con piolets.
Esta tendencia nuestra de querer usar la misma herramienta para cortar el de Jabugo y operar de fimosis, nos va a costar un disgusto.
Para un lego ignorante como yo, con vista lejana, sí, pero de conjunto, parece que si el problema es que, si por causa de que los tipos de interés, han estado, artificialmente bajos, ahora nos encontramos que tenemos mas deuda que dinero, implicando, por lo tanto, que parte de esa deuda ya no es riqueza puesto que no se pagará. Parece, digo, que la solución más lógica, sería subir los tipos de interés, con dos objetos, frenar que sigan aumentando las deudas, y proveer, con intereses, la aparición de todo el dinero disponible, y sobre todo bajar los impuestos, de tal manera que aumente la capacidad adquisitiva de los mortales de a pié, y que serán, a la postre, los que tiren para adelante con la economía. A bote pronto, las medidas que no vayan en esa dirección parecen contraproducentes, pero todo se verá. Por lo pronto, no creo escandalizar a nadie, si digo, que con los tipos de interés negativos, y la espada de hacienda encima de la cabeza del contribuyente, éste, se apresurará en meter sus ahorros debajo del colchón, sacándolo del banco previamente, y propiciando el aumento de la economía sumergida, la aparición de dinero negro, con los problemas que eso comporta, etc.
Tampoco sé donde estará la verdad, que (lejos del nihilismo, de nuevo) se que existe, puesto que entre las maravillosas obras que el Altísimo nos dejó, está la certeza absoluta de que todas las cuestiones aseguran una solución verdadera. Otra cosa es, que la sepamos al momento o en diferido, pero del mismo modo que no existe solución sin cuestión previa, tampoco existe su contraria.
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