Los "varios" cardenal Rouco
Comienzo dando mi cordial felicitación a don Antonio María Rouco Varela en la fecha de celebración de sus bodas de oro en el sacerdocio. No todo el mundo puede llegar a cumplir cincuenta años de la ordeación presbiteral.
Cuando conocí a monseñor Rouco Varela era obispo auxiliar de Santiago de Compostela. Aquel primer encuentro me pareció un hombre importante e impactante. Eran unas jornadas organizadas por la Comisión Episcopal de Enseñanza. En un momento de aquella asamblea pidió la palabra y dejó sentadas las bases canónicas, porque es un magnífico canonista, del asunto que teniamos entre manos: la calidad de la enseñanza religiosa en el ámbito escolar. Aportó la experiencia de varios paises, entre ellos el de Alemania, que conoce tan profundamente.
Otra vez el encuentro tuvo lugar en Salamanca. Al acabar el acto, ya era cardenal de Madrid, se acercó a saludar a cada uno de los presentes. A mi lado había una religiosa que tenía en las manos una camiseta con el escudo de la Universidad salmantina, fue el motivo para que se detuviera a dialogar con los que estabamos en el grupo. Nos contó su experiencia de estudiante salmantino. Ahí, encontré a un hombre cercano y marcado por el peso de los siglos de aquella universitaria ciudad.
El cardenal Rouco, como buen gallego, tiene sus amigos y los que desean ser sus enemigos. Este hecho histórico se ha repetido varias veces en la historia contemporánea de España. Nunca ha marcado su pontificado hacia donde les indicaban unos u otros. El siempre ha estado donde la conciencia pastoral y su equipo de gobierno le han orientado y aconsejado.
Aquí, creo yo, que está la explicación de su personalidad. El cardenal de Madrid antes que nada es sacerdote y obispo de la Iglesia del Señor, nunca de los vaivenes sociales a la moda y de los fogonazos de los medios de comunicación social.
Para unos el cardenal Rouco es del Opus Dei, para otros es de Comunión y Liberación, para otros es del Camino Neocatecumenal, para otros de los Carismáticos, para otros de los Focolares….Existen tantos cardenales Roucos como grupos eclesiales. Y esto no es verdad. El cardenal de Madrid está siempre con Cristo y su Iglesia y el Papa como sucesor de Pedro. Y nada más.
Algunos nostálgicos de la izquierda eclesial lo desean asimilar a otro cardenal desaparecido, desconociendo a las personas y los contextos históricos de cada momento. El cardenal Rouco es uno y único. Cuando no esté será imposible compararle con otro.
Nos unimos a las felicitaciones que estos días esta recibiendo. Y rezamos al Señor para que le guie en su misión pastoral al frente de la archidiócesis de Madrid y de la Conferencia Episcopal Española.
Otros le desearán lo contrario. Nosotros no.
Tomás de la Torre Lendínez