InfoCatólica / Tomás de la Torre / Categoría: Importado

27.04.09

¿Que lugar ocupa la Biblia en su vida?

El Sínodo de los Obispos del año 2008 constituyó un momento importante para la Iglesia, tanto en su preparación como en su celebración. Ahora es necesario profundizar en la experiencia y contenidos, a la vez que se desea que sea luz para las diócesis, especialmente en lo que se refiere a la Palabra de Dios y su relación con la animación de su pastoral.

Por esto, desde hoy hasta el miércoles, se están celebrando en la ciudad de Ávila, unas jornadas para vicarios de pastoral, para compartir la experiencia eclesial ayudados por quienes la han vivido de primera mano.

El objetivo de la reunión es conocer y profundizar en la experiencia de animación bíblica que se están llevando a término en las diócesis e iluminarla con la aportación del Sínodo sobre la Palabra de Dios en la vida y la misión de la Iglesia.

Se presentarán tres ponencias: la primera, sobre la vivencia eclesial y primacía de la Palabra de Dios en el Sínodo; la segunda, sobre la información teológico-pastoral sobre los grandes temas del Sínodo de 2008; y la tercera, sobre la Palabra de Dios en Santa Teresa de Ávila.

Esta reunión está organizada por la Comisión Episcopal de Pastoral. Estará presente mañana el cardenal don Antonio María Rouco, para presidir la Eucaristía. Los vicarios de pastoral presentarán una comunicación sobre la Palabra de Dios y la acción pastoral en las diócesis.

Todo el contenido se busca que se sea doctrinal, pero también practico y pastoral con el fin de acercar más a los cristianos el inmenso tesoro de la Palabra de Dios, que es la revelación de Dios progresivamente a su pueblo elegido, que tuvo su plenitud en la llegada del Mesías, Jesús de Nazaret, quien siguió revelando en su evangelio la salvación universal que Él realizó con su Misterio Pascual, y anunció la llegada del Espíritu Santo, que es el mejor abogado y animador para profundizar en la hondura de la Revelación de Dios, puesta por escrito en la Sagrada Biblia.

Los esfuerzos pastorales que se han hecho, especialmente desde el Concilio Vaticano II, para acercar la Palabra de Dios al pueblo cristiano son muchos y variados. En unos casos han servido muy bien. En otros se ha caido en un aburrimiento de los laicos, que no han captado la hondura de la Palabra de Dios.

Estas jornadas deben servir para unificar experiencias pastorales y conseguir en las comunidades cristianas que la Biblia sea el único libro y la única fuente en la que beber la revelación divina a todos los hombres de buena voluntad.

Tomás de la Torre Lendínez

26.04.09

La sana laicidad según el Papa

El Papa recibió ayer a los profesores de Religión de toda Italia. En el aula Pablo VI les dirigió la palabra. Tomamos de Rel lo siguiente:

“A continuación el Papa precisó que la dimensión religiosa es “parte integrante de la persona, desde la primera infancia; y apertura fundamental a la alteridad y al misterio que precede toda relación y todo encuentro entre los seres humanos”.

Tras explicar que parte central de la enseñanza católica es la instrucción en la Biblia, el Pontífice recordó que a los educadores en la fe les toca “además de tener la competencia humana, cultural y didáctica propia de todo docente, y porque pertenece a su vocación, transparentar a aquel Dios del que hablan en las aulas como aquel que constituye la referencia esencial de vuestra vida”.

“Lejos de constituir una interferencia o una limitación de la libertad, vuestra presencia es además un válido ejemplo de aquel espíritu positivo de laicidad que permite promover una convivencia civil constructiva, fundada en el respeto recíproco y en el diálogo leal, valores de los que un país tiene siempre necesidad”.

Han sido muy interesantes las palabras del Papa a los profesores de Religión de la nación italiana. Nosotros deseamos subrayar el último párrafo aplicándolo a España, donde varios cientos de profesores a diario tratamos, desde nuestra modestia, contribuir a que “nuestra presencia sea además un válido ejemplo de aquel espíritu positivo de laicidad que permite promover una convivencia civil constructiva, fundada en el respeto recíproco y en el diálogo leal, valores de los que un país tiene siempre necesidad”

En los centros españoles no siempre se encuentra el profesor de Religión y Moral Católica que los demás lo consideren como un signo de “espíritu positivo de laicidad". Ni mucho menos. Consideran, en la mayoría de los casos, que el profesor de Religión está allí por imperativo legal y que hay que “soportarlo” y que “si está allí es como si te perdonaran la vida", porque en caso contrario estarías en galeras como el mejor lugar.

El profesor de Religión es mirado en España como un fósil, como una antigualla comparable a los que lo hacían dentro del régimen anterior. Existe poco diálogo para crear un clima de una sociedad donde la laicidad sana y recta sea la que produzca unos ciudadanos sensatos y cree un ambiente civil perfectamente compatible entre el sentido religioso de la vida y el sentido laico de la conducta de cualquier individuo.

Al profesor de Religión lo consideran, en la mayoría de los casos, como un “facha", un competidor, metido en la legislación educativa por un imperativo legal insuficiente y caduco, al que se le vuelve la cara y no se le da ni los buenos días.

Es cierto que existen centros y centros, profesores y profesores, casos y casos. Es decir, en un instituto de enseñanza secundaria obligatoria un profesor de Religión sensato y educado puede encontrar a equis compañeros que te miran como el intruso y te vuelven la cara; pero existen otros que son excelentes personas y mejores compañeros que entran en ese diálogo reciproco que pide el Papa, desde el cual surgen unos valores humanos y cristianos compatibles en una sociedad donde reine la sana laicidad.Pero esto es un mirlo blanco dentro del amplio espectro educativo de España.

Nos alegramos por este discurso del Papa. Sus palabras son alentadoras, profundas y exigentes. Ojalá en España no pasen de largo, sino que contribuyan a serenar los centros estatales de educación para vivir una sana laicidad buscando el bien común de la sociedad, sin revanchismos de ninguna clase.

Tomás de la Torre Lendínez

25.04.09

Carta a Clara

Unos amigos me envían esta carta para su hija Clara:

“Querida hija: Hoy has tomado, por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Lo has hecho despues de una preparación serena y tranquila. Sabemos que tenías muchas ganas de recibir tu primera Comunión. Ahora, en la serenidad de la tarde, deseamos decirte algo más.

Tú, sabes que hemos pasado unos meses duros por la pérdida de tu hermana Teresa. Sin embargo, como somos conscientes de que Dios está en nuestra familia, desde el primer momento de enterrar a tu hermana, hemos seguido la vida apoyando la fecha de tu Primera Comunión. Evitando caer en el viejo fanatismo andaluz de suspender un acto alegre, al haberse adelantado un acontecimiento triste e inesperado.

Tú, conoces que hemos intentado hacer que a tí y a tu hermana mayor no os faltara la presencia de Dios entre nosotros. Nos hemos comprometido todos mucho más con la Institución Teresiana; nos hemos plantado más hondamente en la comunidad parroquial aceptando servicios de catequesis, música y canto; y hemos procurado darte un buen ejemplo de padres que luchan a diario por ser honrados con nuestra misión de educadores tuyos.

Tú, ves que, a pesar de nuestros fallos y pecados, siempre te hemos dicho que el camino más corto para llegar a Dios, es Cristo, que se proclamó Camino, Verdad y Vida; y para esta misión de educadores has visto que contamos con muchos amigos cristianos que nos han ayudado, junto al resto de nuestra familia.

Hoy, en el día de tu Primera Comunión, le pedimos al Señor por tí, para que nos siga ayudando con su gracia a ser sensatos padres y educadores tuyos, para que el sacramento que hoy has recibido no se quede en esta primera vez, sino que lucharemos para que tanto tu hermana mayor y tú podáis seguir creciendo en una familia cristiana, en una comunidad comprometida como es la Institución Teresiana y en una parroquia naciente como es en la que estamos insertados.

Sabemos que tú hoy, también, le has pedido esto al Señor. Asi que ponemos fín a estas letras deseandote que seas muy feliz y confirmándote que siempre estaremos dispuestos a dar nuestros vidas por ti y tu hermana, siempre bajo la presencia de Teresa, que está en el cielo. Tus padres que te quieren muchisimo

Juan de Dios y Carmen”

Nosotros dejamos aquí esta carta para Clara. Sabemos que la leerá con gusto y la guardará para siempre.

Tomás de la Torre Lendínez

24.04.09

Los obispos "pasean" al nuncio por la diócesis

En la historia de la Iglesia la figura del Nuncio del Papa nace cuando, en tiempos del emperador Carlomagno, se constituyen los Estados Pontificios y el Papa es jefe religioso de los critianos y dirigente político de aquellas tierras que correspondían con el centro de la peninsula italiana alrededor de Roma.

La figuras de los nuncios, en el primer ordenamiento del derecho eclesial, aparecen como embajadores del Papa ante las cortes de reyes, principes y algunos señores feudales. Por esto, en la mayoría de los Estados, el nuncio suele ostentar el título de Decano del cuerpo diplomático acreditado en ese país, como ocurre en España.

No vamos a describir la historia de la Nunciatura en España. Solamente nos vamos a detener en observar cómo es la relevancia que los nuncios toman desde la Guerra Civil hasta hoy. En el régimen político del general Franco el nacionalcatolicismo era una atmósfera social y moral que recibió su acta de naturaleza en el Concordato entre Madrid y Roma, firmado en 1953.

Con este documento, los nuncios del Papa en España son personajes de primera magnitud, además de ser decanos de la diplomacia. Los obispos residenciales tenían que agradecer, de alguna forma, su nombramiento al alambicado sistema concordado, y cuando llegaba la ocasión de colocar la primera piedra de un templo, o de un seminario, o de un colegio, el nuncio nunca faltaba en la diócesis, cuyo obispo aspirara a un ascenso a metropolitano o arzobispo.

Tras el Concilio Vaticano II, la figura de los nuncios en España pasaron a ser moderadores de la nueva situación del paso de un régimen de partido único a una democracia normalizada al uso de los vecinos del occidente europeo. Así nacieron los actuales Acuerdos entre España y la Santa Sede.

Desde la mitad de la década de los ochenta del siglo pasado, los nuncios volvieron a recuperar su papel de ser paseados por las diócesis españolas: las ordenaciones episcopales, las tomas de posesión de los obispados y arzobispados, las menos primeras piedras de iglesias y colegios, las residencias sacerdotales….siempre fueron ocasiones de oro para encontrarse con el nuncio de la Santa Sede en España.

Los obispos, que son tan humanos como cualquiera de nosotros, tienen sus apetencias a escalar puestos en el escalafón episcopal; por lo tanto, tener buenas relaciones con el nuncio de turno, llamarlo para ocasiones importantes, agasajarlo con regalos…siempre se ha pagado desde la Nunciatura con un ascenso a una diócesis más grande, o al puesto de ser metropolita de una región eclesiástica determinada.

Otros obispos, los menos, nunca han llevado al nuncio a su tierra diocesana por ningún motivo. Y, hoy, yacen en la catedral con flores frescas diarias y una vela encendida junto a su sepulcro. Es otra manera de ejercer el episcopado y que el pueblo siempre agradece y recuerda mucho más.

Tomás de la Torre Lendínez

23.04.09

Primera comunión por lo civil

Un amigo, Leandro Fernández Hidalgo, me envía una crónica de una primera comunión por lo civil, a la que tuvo que asistir sin más remedio, pues es el propietario de un restaurante. La crónica dice así:

“En el pasado mes de diciembre se presentó un matrimonio a contratar, en el restaurante, cuarenta plazas para una primera comunión a celebrar el 19 de abril. Acordamos menú, precio, horas y demás asuntos comerciales.

Mi estupor llegó a lo más alto, cuando el domingo pasado, llegada la hora, se presentaron en mi negocio los padres, el niño y demás invitado a la primera comunión. Es costumbre en mi casa felicitar al niño por haber comulgado por primera vez. Me acerqué al niño y le dije:

-!Felicidades, Pepito, por haber tomado el Cuerpo de Cristo por primera vez¡
El niño se quedó medio mudo. No sabía lo que le estaba diciendo. Acudió la madre y me tomó aparte para informarme:
- Por favor, Leandro, no le diga eso al niño, ya que él ha hecho su primera comunión por lo civil.

Me quedé de piedra. Y más sosegado pregunté que era eso. El padre y la madre, mientras los invitados iban tomando asiento y los camareros pasaban para tomar nota de las bebidas, me fueron informando de lo siguiente:

Ellos dos viven unidos por lo civil. Cuando tuvieron el niño no lo bautizaron. Al llegar la hora de matricularlo en la escuela no se opusieron a que recibiera clase de religión. Incluso, cuando sus compañeros eran inscritos en la catequesis parroquial, ellos hicieron igual que todos. Al pedir el párroco la partida bautismal para los recién llegados a la catequesis, tuvieron que borrarlo de la misma, pues el niño no estaba bautizado.

Entonces, Pepito sufrió una depresión infantil que le llevó a estar en tratamiento médico. Los padres de Pepito le fueron informando que cuando él tuviera la edad de sus amigos tendría su primera comunión por lo civil. Así fue.

El niño iba vestido de marinero. Se habian juntado los familiares y amigos y se fueron a un parque de la ciudad donde le hicieron fotos y vídeo. Pepito recibió toda clase de regalos en métalico y en especie. Y despues recalaron en mi restaurante.

Tras pedir perdón por mi “metedura de pata” con Pepito, la fiesta se desarrolló normal. Solamente en los postres, apareció una banda de payasos, contratada por los padres, que hicieron a Pepito, a los demás niños y a los mayores presentes, un fin de almuerzo civil muy feliz. Tomaron la tarta y las copas correspondientes.

Los payasos siguieron haciendo su papel, hasta que uno de ellos, ignorante como yo del asunto, afirmó:
-!Esta parodia que vamos a hacer se la dedicamos a Pepito por haber comido el Cuerpo de Cristo¡.
Los padres se levantaron como flechas y dirigiendose al que había hablado le dijeron lo que fuera, que el payaso tuvo que pedir “disculpas” a Pepito por haberle “ofendido".

Todo acabó pasadas las seis de la tarde. Aquella familia pagó y todos se marcharon. Mis camareros cuchilleaban entre ellos. El jefe me dijo:
-Leandro, este banquete que ha sido: por lo católico o por lo civil.
Contesté raudo:
-Por lo civil.
El me dijo:
-Yo nunca haría esto con un hijo mío.
Yo terminé:
-Pues es que hay gente para todo, amigo.
Horas más tarde, me puse a escribir esta crónica".

Nosotros dejamos aquí constancia de lo que ha sucedido en un restaurante el pasado domingo, cuando otros muchos niños celebraban su Primera Comunión en cristiano.

Tomás de la Torre Lendínez