La catequesis y el catequista
Todos decimos saber en qué consiste la catequesis y cuál es su papel en el camino de la vida del cristiano, pero no está demás que perfilemos su definición y que concretemos lo que de ella se deriva.
Definieron los obispos españoles la catequesis en su documento sobre la Iniciación Cristiana, en el número 19, como “un proceso o itinerario mediante el cual al candidato que participa en ella, se le introduce en el misterio de Cristo, muerto y resucitado, y de la Iglesia, por medio de la fe y los sacramentos".
Aclarando esta sintética, pero precisa definición, podemos decir que la catequesis es un itinerario de fe, al que llega aquel que ha recibido un primer anuncio y ha decidido convertirse y comenzar el camino cristiano, en el que la Iglesia (concretada en la comunidad parroquial y ésta en el catequista) acompaña al catequizando o catecúmeno para que conozca la fe, se introduzca en la vida litúrgica de la Iglesia, conozca y viva el mensaje moral cristiano, sea iniciado en la oración, en la vida comunitaria y en el apostolado.
Todo este camino debe ser progresivo y por etapas, en las que nunca debe faltar ni el acompañamiento personal de cada uno de los que realizan el camino, ni la vida comunitaria actualizada en la experiencia del grupo. El proceso catequético llevará a la confesión de fe y a vivir como miembro de la Iglesia de la que forma parte. La catequesis debe partir de la fe y ha de terminar afianzando la misma, dándole un esqueleto espiritual, moral y de contenido que le ayude al catecúmeno a vivir como cristiano adulto. Para ayudarnos en este itinerario tenemos unos instrumentos como son el catecismo, los catequistas, los encuentros mediante los cuales se llevará a cabo la iniciación cristiana que la catequesis pretende.
La comunidad cristiana es quien tiene la responsabilidad de iniciar cristianamente a aquellos que piden comenzar la catequesis, pero esta elige entre sus mejores hijos a aquellos que realicen el ministerio de catequistas, los cuales deben tener estas características:
a) Ser un creyente con una fe profunda que su vida es signo de que sigue al Maestro Jesucristo.
b) Que vive con gozo su ser de miembro de la Iglesia, que ama a su familia de fe y que está dispuesto a servirla.
c) Que tiene una exigente vida espiritual, manifestada en la oración y en la participación en la vida sacramental, especialmente en la Eucaristía y en el Sacramento de la Penitencia.
d) Que esté integrado en el mundo y que ame el mundo en el que vive.
e) Debe sentirse llamado por el Señor para el ejercicio del ministerio de la catequesis.
f) Un creyente que ha de tener una formación cristiana básica y un conocimiento elemental de las ciencias auxiliares de la catequesis: pedagogía, psicología
g) Un modelo de vida cristiana y un maestro para los que ha de iniciar en la fe.
h) Estar capacitado para conectar y dialogar con los destinatarios a los que les va a acompañar en la catequesis.
Quizás con esta descripción de las características del catequista, los mismos catequistas puedan reconocer que tienen carencia de algunas de ellas, sin embargo, éstos son los elementos que ha de tener el catequista que la Iglesia de hoy necesita, para que la catequesis pueda ser un verdadero camino de iniciación cristiana, llevada a cabo por unos cristianos modélicos. Necesitamos testigos creíbles de un mensaje que es Buena Noticia para el hombre de hoy. Necesitamos maestros que con ilusión quieran hacerlo realidad.
Tomás de la Torre Lendínez
PD.
A la fecha de hoy, la página web de la Agrupación de Cofradías de Jaén sigue muda sobre la futura ley del aborto. En Córdoba la corporación de cofradías ha acordado colocar lazos blancos en los tronos procesionales. Algunas cofradías de la provincia de Jaén se ha manifestado a titulo individual contra la ley del aborto.