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10.08.09

La "eclesiobasura"

Soy un defensor claro de la libertad de expresión, siempre encuadrada en los límites del derecho que la sociedad democrática se ha dado así misma. También soy un convencido de la libertad de lectura de todo lo que a la propia conciencia no le aparte de su rectitud moral y eclesial. Igualmente, me declaro respetuoso con todas las opciones que puedan ofrecerse en los contenidos de los varios medios de comunicación que pueblan el paisaje y el paisanaje, tanto en formato de papel como digital.

Sabemos que, y Cristo lo sabía al fundarla, la Iglesia, formada por seres humanos, tiene una larga historia llena de luces y sombras, de alegrías y tristezas. Igual que cualquier familia humana tiene sus momentos bonancibles y sus borrascas intempestivas.

Los medios de comunicación no están para salir incensando, a diario, a nadie. Por esto, gracias a la libertad de expresión, han caido ministros, se han tambaleado gobiernos, y han mejorado los servicios que la propia sociedad ofrece a los ciudadanos.

Sin embargo, alguien inteligente descubrió que el “sensacionalismo” en las noticias, en la expresión de ellas, en su tratamiento, rentaba lectores, ventas, publicidad y dinero. Esta forma de presentar la actualidad engendró una prensa basura, una radio basura, una televisión basura y unos medios malolientes a kilómetros de distancia.

En el mundo de Internet se ha traladado el mismo esquema de los medios convencionales. Y, en algunos formatos digitales, lo hacen de forma letalmente “profesional". Llenar una pantalla de ordenador con un menú donde se destacan y se ceban los titulares sobre los pecados y debilidades de obispos, curas, monjas y demás personas encuadrados en alguna institución de la Iglesia, tiene sus lectores, un público que niega leer tales mensajes, pero que a diario se los beben.


Mientras, se desconocen o no existen otras realidades eclesiales: como es la defensa de la vida, de los más débiles y pobres, las carencias pastorales, los excelentes mensajes doctrinales del Papa y los obispos….

Presentar, con saña, a los grupos eclesiales como “ultracatólicos", porque no siguen a la izquierda eclesial, sino a sus propios idearios, también indica quien lo hace y los motivos que dispone para hacerlo. Cebarse en asuntos internos, que ya la Iglesia ha puesto en manos competentes para su estudio e investigación, anticipando las posibles conclusiones de la misma, es sencillamente inventar la “eclesiobasura", que también tiene millones de lectores, según se pregona.

Ofrecer profetas como churros, y subirlos a los altares “laicos"; condenar a otros, antes que la Iglesia se haya pronunciado; anunciar exclusivas que son filtradas por los “cauces amigos” de siempre; y presumir de hacer un periodismo profesionalmente perfecto, es mentir al lector de forma descarada.

La “eclesiobasura” tiene sus lectores, es verdad. Pero, aquí tiene un detractor en el que firma estas líneas.

Tomás de la Torre Lendínez

9.08.09

Muertes, mentiras, grabaciones y Providencia

Todos los días mueren personas. En las camas de los hospitales es normal ver morir a gente de todas las edades y de diferentes enfermedades. La jefatura de Tráfico nos da las cifras de muertos y heridos en las carreteras, cada fin de semana, puente o periodo vacacional.

Siempre se piensa que esas muertes son fruto de muchos motivos. Pero cuando se asiste a la muerte de un joven deportista, y, además de muerte súbita, entonces la situación se complica, porque los medios de comunicación social se hacen eco de un hecho que parece imposible en una persona que practica un deporte.

La muerte, en el lenguaje franciscano es nuestra hermana. La muerte nos acompaña desde el primer minuto de nacer. La muerte no la podemos eliminar de nuestra presencia.

La sociedad actual es enemiga de reconocer que la muerte es consustancial con todos los seres vivos, desde los más elementales hasta los más complicados como somos las personas, creadas a imagen y semejanza de Dios.

Aquí radica una de las hipocresias más fuertes de este momento histórico: mientras no se desea la presencia de la muerte de nadie; mientras no se quiere hablar sobre la muerte; se legisla lenta e inexorablemente sobre la muerte de los seres vivos concebidos en el seno de una mujer; se esconden los muertos por sobredosis de droga; se tapan los muertos por
determinadas enfermedades para no generar alarma social…..

Esta forma hipócrita de existir en este momento histórico lleva a no renocer ni siquiera el pasado biográfico de nuestros propios padres, llegando a sesgar la historia, haciendo fuerza en un aspecto y escondiendo el otro. Creyendo que los demás son tontos y que se puede tapar el sol con el dedo. Si esta situación la protagoniza un personaje público el efecto es más evidente e impactante.

Dentro de esa hipocresia se esconden, también, las jugadas y los dimes y diretes de las varias escuchas telefónicas, probadas o sin probar, anunciadas pero sin verificación, que propician una sensación de desarme y de sospechas infundadas tanto con quien hablas personalmente, como con quien lo haces a través de un teléfono.

Mientras tano, los cristianos ofrecemos una razón de vida a la muerte, de verdad a la mentira, de valentía a la cobardía, y de coherencia a la ausencia de ella. Los cristianos seguimos al Maestro Jesús de Nazaret, quien no dice que no temamos a nada ni nadie y que confiemos en la Providencia divina que da de comer a los pájaros del campo, porque son obra suya, y las personas somos hijos salidos de su mano de alfarero de arcilla, quien nos modeló, nos exhaló el aliento de la vida, hasta que un día dejemos este mundo en paz, sin saber ni el día, ni la hora, ni la forma de nuestra partida a la casa del Padre. Lo que supone que debemos estar con las maletas preparadas siempre.

Tomás de la Torre Lendínez

8.08.09

El Rosario en el teléfono móvil

Según leo en Aciprensa así lo cuento:

La Archidiócesis mejicana de Tlalnepantla anunció la creación de un programa gratuito para convertir el teléfono móvil en un medio para rezar el Santo Rosario, y que puede ser descargado desde su sitio web.

Según explicaron los realizadores, tras la descarga el usuario tendra una determinada tecla a modo de cuenta, y al llegar a la décima Avemaría, el móvil vibrará para indicar que terminó el misterio.

Asimismo, las invocaciones para la letanía y rezos complementarios aparecen en la pantalla del teléfono, donde el fiel también puede elegir el misterio correspondiente.

Para descargar el programa pinchar en: http://www.arqtlalnepantla.org/PC/Descargas_al_celular.html

La noticia es muy interesante. Es parecida a la opción de disponer el Breviario, la Liturgia de las Horas, en el móvil, de lo que el pasado invierno escribimos aquí mismo.

El rezo del Rosario es más popular y ahora con este modo se hará más generalizado todavía, ya que así el teléfono servirá como medio para poder alabar a la Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra.

Comentando esta noticia con un feligrés me apuntaba que como abuelo que custodia a varios nietos durante el día, cuando los padres están trabajando, le va a servir mucho el poder rezar el Rosario con el móvil, que siempre tiene abierto, ya que sus hijos le llaman con frecuencia a preguntar por sus niños y su desarrollo a lo largo del día.

Este abuelo, concluía sus reflexiones, afirmando que les pedirá a los papás de sus nietos que le regalen otro terminal exclusivamente para rezar el Rosario, y el que ahora dispone lo tendrá siempre para la información del estado de salud de los chicos.

Esto se trata de saber rezar, como decía Santa Teresa de Jesús en todas partes, ya que Dios está tambien entre los pucheros de la cocina y los “pucheros” de los bebés, en casa de los abuelos, mientras los padres ganan el pan con el sudor de la frente.

Tomás de la Torre Lendínez

7.08.09

La web del Vaticano

Con casi cerca de tres millones de visitantes, el sitio web de la Gobernación del Estado Vaticano vaticanstate.va celebra su segundo aniversario, desde que se lanzara en 2007.

Este sitio, cuyo objetivo es permitir al mayor número posible de fieles conocer más de cerca al Vaticano, tiene aproximadamente unos dos mil ochocientos accesos diarios y hasta el momento ha sido consultado unas 31 millones de veces.

Como explica Eugenio Hasler, responsable de la redacción y de los contenidos, este proyecto “nació en 2005, con el intento de construir un banco de información para presentar al Estado, su organización, actividad y servicios"; que luego se transformaría en 2007 en el actual sitio web que contiene variada información en cinco idiomas: italiano, francés, español, inglés y alemán; y está dividida en cinco secciones: Estado y gobierno, servicios, otras instituciones, monumentos y tienda.

Las páginas más visitadas son las que transmiten las imágenes de las webcams instaladas en distintos lugares del Vaticano: la que encuadra la tumba de Juan Pablo II, la que está sobre la cúpula de la Basílica de San Pedro, la que apunta a la Plaza de San Pedro, la de los Jardines Vaticanos y la de Castel Gandolfo; en donde está actualmente el Papa Benedicto XVI.

A veces hemos leido que la Iglesia está lejos del mundo de Internet. En varios casos es seguro. Pero, cuando desde Roma, la sede de Pedro y sus sucesores, tienen un sitio digital tan visitado es porque la oferta que hace el portal es valiosa, tanto en lo artístico, en lo informativo y en lo monumental a través de las webcams instaladas en lugares claves.

Unos amigos me decían que se decidieron a viajar una semana a Italia, donde han estado en Roma, porque les habian hablado de las imagenes que transmite el portal de la red en el Vaticano. Las contemplaron en Internet. Y cuando han vuelto de su viaje comentan que el realismo de las webcams es superior al de sus propios ojos, cuando han entrado en la basílica de San Pedro.

Acabamos insistiendo que toda la técnica digital que se instale en el Vaticano será poca, ya que el centro de la Iglesia Católica debe ser el primero en informar evangelizando y en evangelizar informando a través de la red de redes.

Más información: http://www.vaticanstate.va/ES/homepage.htm

Tomás de la Torre Lendínez

6.08.09

El Papa admira el cine, pero no a "ese"

Suena el teléfono con prisas. Es un lector de este blog, quien afirma que no ha encontrado a nadie que haya defendido al Papa ante las acusaciones de uno que dice que hace peliculas que son tan perfectas, que se siente “un dios” dentro de su mundo de variedades, de cartón de piedra, de mentiras y gordas, y de cejas y presupuestos monetarios regalados.

Según va la conversación me parece que se trata de un individuo que hace peliculas, que nació en la Mancha y cuyo nombre no quiero acordarme. Para vender alguna butaca más de gente que vaya a sus bodrios peliculeros ha tenido la osadía de irse a Alemanía, donde nació Benedicto XVI, y en una revista se ha permitido ofender al Papa, tildándolo de lo que él le ha venido a su boca de “lobo feroz".

Al parecer, le recomienda al Papa que no defienda su “tipo de familia", ya que las “familias que ese “dios” peliculero realiza son de otras formas, personas y moralidades varias". Y remata la faena llamando al Papa a que “pasee fuera de los muros del Vaticano", para que vea los “diferentes tipos de familias que existen” en la mente de ese fabricante de de “sueños” peliculeros.

Si este “manufacturero” de peliculas desea que el Papa vea alguna de sus “obras maestras” le recomiendo que, si es capaz, algo que dudo mucho, que ponga de los dineros que le caen a manos llenas del presupuesto del grupo de la “ceja” unos cuantos millones y haga una pelicula auténtica, donde los valores no sean cutres, sino limpios; no sean amorales, sino morales; no sean producto de mentes desquiciadas, sino de personas sensatas; no sean de monomanías devaluadas, sino con una trama que enseñe al público lo que es bello en este mundo. Si fuera capaz de no huir de sus propios fantasmas este ejecutor de peliculas, a lo mejor tendría más espectadores, incluido el mismo Papa.

Pero, como se siente solo y cada más solo, es por lo que tiene que vender entradas largando contra el Papa lo que le ha dado la gana. Que sepa esta persona que nació en la Mancha y de cuyo nombre no quiero acordarme que el Papa, caso de haberse enterado de sus ofensas, ya lo ha perdonado y habrá pensado que respete a todos los que no piensan como él, ni tampoco compran ni comprarán nunca una butaca para ver esos “bodrios peliculeros", entre los que me incluyo.

Tomás de la Torre Lendínez