Los laicistas tienen miedo
No hace falta nada más que leer los comentarios que nos dejan estampados en los diversos blogs. Los laicistas tienen miedo. Están asustados. Son unos cobardes. La misa de la familia de mañana en Madrid les ha vuelto a poner muy nerviosos.
Primero, los laicistas intentaron dividir a los obispos entre los que van y los que no van. Anoche pude hablar con uno que no irá, porque su jefe natural en la región nacionalista, les ha recomendado mantenerse en la diócesis. Está obedeciendo por miedo a males mayores. Lo reconoció claramente. Y como éste existe una cantidad respetable.
En segundo lugar, los laicistas han lanzado a todos sus medios de comunicación a escupir bilis en la cara de la Iglesia, como hacía ayer el diario Público, públicamente en su primera página.
En tercer lugar, los laicistas están frotándose las manos, porque el tiempo meteorológico está siendo adverso con nieves, granizadas, lluvia y frio. Confían que mañana en Madrid caigan chuzos de punta y la gente se quede en sus casas por comodidad y temor a pillarse una gripe de muchos bemoles.
En cuarto lugar, a los laicistas les molesta una inmensidad que los católicos ocupemos la via pública y participemos en una Eucaristía al aire libre. Esto lo consideran una demostración de fuerza contra…..Los católicos no vamos contra nadie, ni estamos frutrados, ni somos unos borregos, ni unos retablos, ni unos carrozones. Somos los hijos de Dios que ejercen su libertad de celebrar una Eucaristía en el centro de Madrid para pedir por la familia cristiana, y nada más.
En quinto lugar, los laicistas desearían que estuvieramos recluidos en los templos, o en los salones parroquiales, o en las sacristías, como ocurre en el lugar donde escribo este artículo, que es una balsa de aceite rancio o un charco amarillo, que tapa todo para que los laicistas sean felices y coman perdices.
En sexto lugar, los laicistas tienen preparadas sus afiladas maniobras en sus propios medios de comunicación para que, a partir de mañana al acabar la misa en Madrid, se diga que fue un fracaso…que hubo alusiones contra….que habia banderas de…..que se cantó no sé que…..que el más joven de los presentes tenía noventa años……
A pesar de todo esto, señores laicistas, un servidor estará, Dios mediante, mañana en Madrid, aunque a ustedes les pese y no les guste. Pero todavia soy libre y vivo en libertad mi religión católica, aunque ustedes sigan rechinándose los dientes. Ese es su problema.
Ya les contaré, en El Olivo, mi testimonio del acto eucaristico de Madrid, que siempre será más verdadero que el de sus cronistas que escriben a sueldo de ustedes. Yo escribo y oigo mi religión en libertad.
Tomas de la Torre Lendínez