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30.12.08

La eutanasia en Andalucía

Los obispos andaluces han firmado un documento, fechado el 28 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, titulado Nota de los obispos de Andalucía ante el proceso de la muerte. Cuando el año acaba y con el eco de la misa por la familia en la plaza de Colón de Madrid, es bueno acercarse a esta exhortación pastoral de los obispos del sur de España.

“La muerte y la resurrección de Jesús iluminan el sentido del dolor, desvelan la victoria definitiva de la vida sobre la muerte, llenando el corazón inquieto del hombre de esperanza.” Este es el principal principio teológico sobre el que apoyan los obispos su reflexión que continúa asi:

“Morir con dignidad es parte constitutiva del derecho a la vida y significa vivir humanamente la propia muerte. La muerte no es un fenómeno pasivo que ocurre en nosotros y frente al cual no podemos hacer nada. La muerte es un acto humano en el que la libertad puede intervenir de alguna manera. La muerte no es sólo un acto médico. Es además un acontecimiento personal y social.”

Más adelante apuntan que:"La dignidad de la persona no se funda nunca en la calidad de vida ni en el bienestar de que pueda disfrutar, ni tampoco en su utilidad social, sino que reside en el propio ser y condición de la persona. La calidad de vida no se debe concebir en función de una propiedad o característica de la persona, ya que todas las vidas humanas tienen igual valor. Todas las personas son igualmente dignas y, dicha dignidad, la tienen a lo largo de toda su vida. La dignidad no se corresponde con la mera percepción subjetiva del valor que uno se pueda dar a sí mismo ni del valor que los demás puedan concederle, sino que se funda en el carácter personal del ser humano, que le dota de libertad y capacidad de juicio y decisión responsable para el bien y el mal, dando alcance moral a sus actos.”

Para los obispos andaluces:” La eutanasia entendida como una acción u omisión con la intención de anticipar la muerte, así como una opción voluntaria, consciente y libre de suicidio es una ofensa a la propia dignidad de la persona. El principio de autonomía nunca puede justificar la supresión de la vida propia o ajena. La autonomía exige la responsabilidad del individuo, que es libre para hacer el bien según la verdad de su existencia; ésta afirma que la vida la ha recibido como un don y no es dueño absoluto de la misma. “

Los obispos rechazan el encarnizamiento terapeutico: “Ante la cercanía de una muerte inevitable e inminente, es lícito tanto al enfermo como a sus deudos o personas responsables por parentesco o ley decidir en conciencia sobre la conveniencia de renunciar a terapias inútiles y desproporcionadas que aumentan el sufrimiento y sólo consiguen prolongar artificialmente una agonía sin esperanza. Se ha de procurar hacer disponibles las terapias proporcionadas sin utilizar ninguna forma de ensañamiento u obstinación terapéutica.”

En este documento los obispos señalan la necesidad de crear terapias paliativas:"Es necesario instaurar terapias paliativas que tengan en cuenta el derecho de todo enfermo a no sufrir inútilmente. Por ello, hay que garantizar el tratamiento contra el dolor y los síntomas que acompañan a la enfermedad incurable. Asimismo, no es lícito moralmente privar al enfermo de una atención espiritual que le lleve a encontrar la serenidad y la paz que le ofrece la fe máxime, si el enfermo es una persona bautizada que en ningún momento ha renunciado explícitamente a los auxilios espirituales de la fe, lo que vale además para las personas que profesen otra religión.”

Sobre el respeto a la dignidad personal los pastores de Andalucía indican:"Se debe tutelar la autonomía y el respeto de la dignidad, satisfaciendo el derecho a ser informado, a conocer la verdad y a participar en las decisiones que afecten a los cuidados que se le han de aplicar. En este contexto, reconocer el derecho del paciente a rehusar un determinado tratamiento, sin que ello pueda entenderse como derecho a atentar contra la propia vida con la asistencia del personal sanitario, ni a una arbitrariedad subjetiva, ni a convertir a los médicos en autómatas a las órdenes de los pacientes.

Finalmente, dice la Nota se deben, “garantizar las formas de asistencia a domicilio, el apoyo psicológico y espiritual de los familiares y de los profesionales, que puedan transmitir la convicción de que cada momento de la vida y cada sufrimiento se pueden vivir con amor y son muy valiosos ante los hombres y ante Dios.”

Es un documento claro, doctrinalmente profundo y muy oportuno cuando en este legislatura, tanto en esta autonomía como en España, nos esán tejiendo leyes de suicidio asistido. Es bueno leer este documento, comentarlo por parte de quien desee,pase y lea, y debe quedarse colgado en este Olivo, que ha visto morir a tanta gente de forma ilegal e inmoral en un hospital.

Tomás de la Torre Lendínez

29.12.08

Cataluña es España

Los medios de comunicación españoles y extranjeros hablan del éxito del día de la familia en Madrid. Unos con alabanzas, otros con silencios. Y algunos con evidente sesgo nacionalista.
Esto ocurre, de manera singular, en los medios catalanes, donde hablan de la “obediencia de los 17 obispos catalanes, incluidos los eméritos, que permanecieron en sus diócesis con sus diocesanos en la fiesta de la Sagrada Familia……son más lo que piensan que para ir al cielo no es necesario pasar por Madrid, capital de España.” (La Vanguardia, Oriol Domingo).
Este lenguaje, más propio de un choque entre el Real Madrid y el Barcelona, está al acabar el citado artículo en el cual se toman unos textos del Nuevo Testamento, y leyéndolos en clave nacionalista, se extraen unas conclusiones irrisorias.


En Cataluña todo está en clave nacionalista, ahora mismo, la política, la lengua, la economía, la política, el comercio, la cultura, la educación, la sanidad, los medios informativos, el deporte y la religión.
La región catalana tiene una vocación de nación desde el siglo XIX, ampliada en el siguiente y exacerbada en el actual. El nacionalismo catalán también está en la misma Iglesia de aquellas tierras.
Existe un ejemplo histórico clave: don Francisco de Asís Vidal y Barraquer (1868-1943), sacerdote tarraconense, obispo de Solsona, arzobispo de Tarragona y cardenal de la Santa Iglesia Romana. Fue un promotor importante de que se predicara en lengua catalana en las misas. La Santa Sede prohibió esta costumbre.
Desterrado de España el cardenal primado don Pedro Segura, por la II República, el cardenal Vidal y Barraquer adquirió un importante papel mostrando su reconocimiento al régimen republicano, sin perjuicio de la defensa de las posturas de la Iglesia en caso de que sus intereses fueran menoscabados o atacados.

Al estallar la guerra civil, el cardenal se refugió en el monasterio de Poblet, donde fue detenido por gente de la FAI, y conducido a Barcelona, donde la intervención de un consejero de la Generalidad consiguió su traslado a Italia.
Con fecha 1 de julio de 1937, el episcopado español publicó y firmó una carta de apoyo al régimen franquista. El cardenal Vidal se negó a estampar su firma. Murió en Friburgo en el año 1943.

En los tiempos actuales, el episcopado catalán es preso del nacionalismo. No estuvieron en Madrid porque no quisieron. En la catedral de Barcelona el cardenal fue a saludar a las autoridades presentes y solamente encontró personas de la derecha. La ley de libertad religiosa tiene al episcopado atado de pies y manos, y aunque han levantado una tímida voz no se ha escuchado sus propuestas.
Muchos cristianos catalanes viven tiempos de catacumbas. Lo afirman cuando se está a solas con ellos. Viven unos duros tiempos, donde se está perdiendo el sentido de fe de mucha gente que se ha apartado de la Iglesia oficial, porque la ven demasiado dócil con un poder excesivamente intervencionista. Y esto no es vivir la religión en libertad.

Tomás de la Torre Lendínez

Una familia en Colón

Ayer, cuando acabamos en Colón, estuve comiendo con mis amigos Rafael y Loli en su casa. Ellos estaban participando de la misa por la familia. Estos esposos tienen tres hijos. Son una sencilla familia, sin nada de particular; si no es por aparecer como un matrimonio unido, siempre juntos y compartiendo: dos hijas enroladas en acción social desde su fe, y un hijo muy cumplidor en su profesión. En suma, una casa donde reina el cariño de todos por todos.

Lo especial de esta iglesia doméstica está en no poseer nada extraordinario para resultar un matrimonio que creó una familia ejemplar, comprometida en silencio con el bien, como tantos otros cristianos de a pie que no relumbran pero que alumbran con su amor y sencillez. De este tipo de familias había en Colón muchos cientos y cientos de miles. Son los que acuden a las varias reuniones parroquiales, son los que arreglan la puerta de un Sagrario, que chirría echándole el aceite necesario. Siempre disponibles, en paz, y dando felicidad a todos.

Son los que no sienten ninguna protección del gobierno de turno, porque saben que la unidad familiar está por encima de todos los gobiernos de todos los colores posibles. Son los que han enseñado a sus hijos una doctrina cristiana sana, sencilla y comprometida, apoyada en el seguimiento de Jesús de Nazaret y de sus valores evangélicos. Son los que han enseñado a sus nietos que deben imitar los buenos ejemplos de sus padres. Son los cristianos que saben dejar a su familia la mejor herencia: el seguimiento a Cristo y el amor a su Iglesia Católica.

A Rafael y Loli les basta como única retribución el estar en armonía y muy comunicados con sus hijos,y hoy, tambien con sus nietos. Son uno de tantos hogares representados ayer en la plaza de Colón participando de la Eucaristía de la familia.

Del acto de Colón me comentaron que un momento así engrandece a la Iglesia, pues la familia ve que no están solos y que somos muchos los que seguimos el programa de vida del Señor Jesús, lo cual alegra y estimula para seguir la misión eclesial hasta el último momento de la vida.

Estas familias nunca están contra nadie. Solamente siguen a Jesús de Nazaret. Y esto es lo más grande para un hijo de Dios dentro de la Iglesia Católica. Así que nadie nos tema, por favor. Deben llenarse de serenidad, o beban una tila es sana.

Tomás de la Torre Lendínez

28.12.08

Con la familia en Colón

He estado en la misa de la plaza de Colón. Siento no entrar en los aspectos que algunos comentarios clavados en los blogs dejan entrever. La pura verdad es que he vivido una fecha dificil de olvidar.

La homilia del cardenal ha sido excelente. La idea matriz es: la vida siempre vence a la muerte, la cultura de la vida siempre tiene más sentido que llevar a la sociedad a un despeñadero de muerte fisica, psiquica o moral. Hoy, en Madrid, hemos podido ver cómo la Iglesia es una comunidad de seguidores de la Vida, que venció a la muerte, resucitando al tercer día de entre los muertos. Hoy, hemos podido ver que la religión católica es una fe y un seguimiento de Cristo Vivo y resucitado. Nuestra fe no es una religión de muertos, sino de vivos. Por lo tanto, nuestro evangelio por la defensa de la vida es lo que nos hace diversos y signos de contradicción en esta sociedad, porque si Cristo no hubiera resucitado nuestra fe seria totalmente vana e inutil.

Con mis compañeros sacerdotes hemos comentado la homilia del cardenal Rouco. Hemos sido conscientes de la hondura de esta parte de la Eucaristía, y que se puede leer tranquilamente en Religión en Libertad en el blog Palabra de obispo. Y hemos llegado a la conclusión que los cristianos somos unos bichos raros defendiendo la vida, en contra de una sociedad que paga y propaga la muerte desde el seno materno hasta el final del ciclo vital. Por esto, los cristianos somos mal vistos y solamente soportados, y algunos parece que nos están perdonando la vida a diario.

Los asuntos accesorios: cuantos obispos han estado; que les pasará a los que no hayan ido; cuanta gente ha participado; la cuestión de los cantos…..y otras cosas menores se lo dejo a los que creen que resaltando esto van a llevar más razón, o serán más oidos, o leidos.

Para mí hoy ha sido una manifestación importante de fe en la vida demostrada en la plaza de Colón de Madrid. Yo he percibido un montón de aspectos más que los dejo para otra ocasión, ya que lo que me interesa es estar con los lectores del Olivo, tal como les prometía ayer por la tarde.

Una cuestión para terminar: en la concelebración eucarística de hoy he tenido muy presentes a todos los blogueros, los amigos, lectores, comentaristas y visitantes de la gran familia de Religión en Libertad. Y he vuelto a renovar mi creencia en que la familia de Nazaret debe ser el modelo de familia de todo cristiano de buena voluntad.

Tomás de la Torre Lendínez

27.12.08

Los laicistas medrosos (II) y una gran luz

Acabo de darme una vuelta por la plaza de Colón, en Madrid. Todo está en perfectas condiciones, tal como los organizadores del acto de mañana han previsto hasta el milímetro. He leido algunos digitales que están dirigidos por laicistas conversos, procedentes de otras organizaciones, y braman contra el acto de mañana. ¿A qué le temen?. ¿A quienes temen?.

Uno, muy especial, que posee dos doctorados, afirma que prefiere una Iglesia menos chula y prepotente. Y expresa su anhelo de una Iglesia que debería situarse en el paisaje y confundirse con él, y afirma que no se encuentra a gusto con una Iglesia tan vociferante. Concede a la Iglesia poder, como colectivo, a proclamar en la calle lo que quiera, pero que el gobierno contra el que van seguirá financiando a la Iglesia(sic).

En el diario ABC, el gran teologo Olegario González de Cardedal, bajo el título, La religion ¿invisible?, nos pone una cimentación teológica del acto de mañana en Colón de forma magistral. El profesor emérito de Salamanca termina su artículo con lo siguiente:

“La religión es el grito y susurro, nunca agotados en la historia de la humanidad, que rompen la soledad y las cerraduras del mundo. El cristianismo es la confesión de un mundo abierto a la esperanza porque previamente el Creador se nos ha abierto a nosotros, creándonos ojos nuevos para reconocerle Encarnado. Hacer silencio sobre esa historia de gracia y recluirnos en nuestros límites mortales es cercenar la mejor posibilidad humana: ver al Invisible, extendernos hasta el Infinito, vivir de una esperanza última que se revela matriz fecunda de esperanzas, creaciones y credenciales temporales. Los cristianos no pueden sucumbir ni a la provocación ni al silencio.

Al Dios que se nos ha hecho visible en la encarnación, los creyentes le trasparentan visible mediante actos explícitamente confesantes en sus celebraciones e instituciones propias, mediante las expresiones públicas y mediante el testimonio personal. A través de esas tres formas le hacen perceptible, inteligible y creíble. No le podemos callar, ocultar ni trasmutar, porque Dios es mucho más que ética o cultura; y no es reducible a ellas. Cada una de esas visibilizaciones de Dios tiene su lugar, lenguaje y signos apropiados, que no son intercambiables. Discernir y ejercitar los signos propios de esa visibilidad, haciendo justicia a la confesión cristiana a la vez que al ordenamiento jurídico y a la realidad social es un doble imperativo: tanto del cristiano y de la Iglesia para ejercitarlo como del Estado para reconocerlo. Con asombro y ternura estuvo Dios entre los hombres: con asombro y ternura podemos estar los hombres ante Dios. Ese es el último fundamento de la gloria y alegría de los mortales.”

Ante tales pensamientos, me quedo con Olegario. Los demás han escrito las rabietas propias de niños laicistas, bien alimentados y mejor ahormados por el laicismo rampante y beligerante.

Mañana, Dios mediante, contaremos el acto de la misa por la familia en este Madrid, capital de España todavía. En El Olivo nos encontraremos.

Tomás de la Torre Lendínez