Cumplo cuarenta años de cura
Hace cuarenta años, en esta fiesta de Santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia, mediadora en la solución del conflicto del Cisma de Occidente, cuando se encontraron más de dos papas en litigio sobre su legitimidad, fui ordenado sacerdote de la diócesis de Jaén. Cumplir cuarenta años de cura es una gracia de Dios y una ocasión para agradecerle todos los beneficios recibidos por este indigno siervo suyo.
Hoy deseo recordar la homilía que el Papa Francisco dijo el domingo 21 de abril, a los primeros sacerdotes que él ordenó como sucesor de Pedro. Me quedo con el siguiente párrafo: