InfoCatólica / Tomás de la Torre / Categoría: General

23.02.10

Un masón aplaude la decisión del Consejo de Europa

Un masón confeso y conocido me envía un correo electrónico alegrándose con algo que no estaba de acuerdo: la retirada de los crucifijos de las áreas públicas, regulada por el tribunal de Estrasburgo con fecha del 3 de noviembre del año pasado.

Según la información ofrecida por InfoCatólica en lugar preferente el tribunal no podrá juzgar asuntos relacionados con la cultura y las tradiciones nacionales.

Este asunto tenía de cabeza al masón que me escribe abominando de tal decisión. Y me revela un asunto clave: tras la propuesta del tribunal está la masonería europea que es enemiga abierta de que la cruz esté presidiendo lugares comunes.

Además, apunta que, tras la futura ley de libertad religiosa española, sabe que la masonería está apostando fuerte para meter ideas, situaciones y decisiones que afectarán al venidero cuerpo legal.

Con estas revelaciones tenemos que preguntarnos: ¿dónde no está la masonería poniendo sus ideas, proyectos, y decisiones?.

Es probable que esté en todas las esferas de decisión que apunten a la lenta destrucción de la Iglesia de Cristo, y al aborregamiento de una sociedad estabulada, de pensamiento único y tan relativista que haya perdido todo contacto con los principios básicos de la ley natural y justifique el aborto desde el seno materno y la eutanasia en el final de la vida humana.

Del contenido del correo electrónico he sacado una lección que ya estaba en el libro del Génesis cuando Dios dialoga con Abrahám sobre la destrucción de Sodoma y Gomorra. Por lo menos un masón, uno solo, que esté de acuerdo con que el crucifijo no tengamos que mandarlo al trastero de los muebles personales y eclesiales.

Ojalá que Dios toque el corazón de algunos más y dejen de maquinar contra la Iglesia Católica.

Tomás de la Torre Lendínez

22.02.10

Un santo viene en tranvía

Quien conozca la provincia de Jaén sabe que existe una rivalidad, a lo largo de los dos últimos siglos, entre la ciudad de Linares y la capital de la provincia que es Jaén. Este pulso se ha manifestado de varias formas: en la educación, en la sanidad, en la industria, el comercio, los toros, el fútbol….

Ahora, la Junta de Andalucía está costeando un sistema tranviario en Jaén. Unas obras inútiles y faraónicas en el sentido común de la mayoría de los vecinos. Bien, pues, para contentar a la fábrica vasco linarense de Caf-Santana y darle vida a sus trabajadores les prometieron los políticos socialístas que se encargarían los vagones del tranvía en Linares.

Esto no ha ocurrido. Cuando ha llegado el momento han dado en concurso público la construcción del tranvía de la capital de Jaén a la empresa extranjera Alstom.

Los políticos y la ciudadanía de Linares están bramando desde que el pasado viernes se conoció la decisión.

Mientras, desde Roma se anuncia al obispo de Jaén que Manuel Lozano Garrido, Lolo, nacido en Linares en 1920, y fallecido en la misma ciudad en 1971, será beatificado en su pueblo, donde siempre vivió, el 12 de junio de este año de gracia de 2010.

Una comisión diocesana está trabajando para que esta fecha sea singular en toda la tierra del Santo Reino de Jaén.

Y nosotros nos alegramos de este acontecimiento, ya que igual que Lolo estuvo mucho tiempo en silla de ruedas hasta su muerte, ahora llegará a los altares en ese tranvía llamado deseo que las gentes de su pueblo han perdido poder fabricarlo y alimentar la vida de la factoría linarense.

Son las paradojas de la vida. Dios sigue escribiendo, como Lolo, en línea recta los renglones torcidos que los seres humanos, y de forma singular, los políticos dejan en los pasillos de los despachos, y que cuando llegan los concursos públicos optan por otra vía, nunca mejor dicho ya que se trata de un tranvía inútil para los vecinos de Jaén.

Tomás de la Torre Lendínez

21.02.10

El Valle de los Caídos: una propuesta de Manifiesto

En el Seminario tuve varios sacerdotes, como profesores, que durante los veranos hacían cursos sobre Doctrina Social de la Iglesia en el centro de estudios del Valle de los Caídos. Nunca hablaban del significado político de aquel lugar, sino del gran agradecimiento que daban a las personas que les impartían sus enseñanzas.

Ahora, toda aquella misión docente de la Iglesia se ha cortado. Ahora no pueden ni ir los visitantes de la Basílica de la Abadía, donde reside una comunidad de padres benedictinos desde hace cuarenta años. He encontrado en la web oficial de la Basílica la siguiente información:

“AVISO IMPORTANTE
Desde el 23 de noviembre de 2009 Patrimonio Nacional ha cerrado a la visita pública la Basílica del Valle de los Caídos por “obras de conservación", permaneciendo únicamente abierto el recinto y el Primer Vestíbulo de la Basílica (espacio de tienda-librería). Durante el periodo de cierre la entrada será gratuita (para el recinto y el Primer Vestíbulo).

Más información en los teléfonos 918905611 y 918901398.

A fecha de ahora mismo (Febrero 2010) no tienen pensado anunciar la reapertura, apesar de que esas supuestas obras de conservación han finalizado (de hecho finalizaron antes de empezar).

Quien, en estos días, quiera visitar el Valle de los Caídos, tan sólo podrá acceder a la Basilica entre las 10.30h y las 12.00h durante la celebración de la Misa de las 11.00. Avisamos que esta visita a la Basilica no puede ser completa, ya que el acceso al crucero está prohibido.

Al finalizar la Misa deberán abandonar la Basilica".

Leyendo el blog del historiador Pío Moa, situado en Libertad Digital, he dado con un manifiesto para los historiadores que dice así:

PROPUESTA DE MANIFIESTO PARA HISTORIADORES EN TORNO AL VALLE DE LOS CAÍDOS

“Propongo a los historiadores este manifiesto (la redacción puede tener cambios) frente al continuo hostigamiento que sufre el Valle de los Caídos por parte del gobierno y los partidos que colaboran en esa campaña u otorgan con su silencio:

Queremos señalar ante la opinión pública:

1.Es completa y documentadamente falsa la leyenda promovida por diversas asociaciones ligadas al gobierno y a la llamada “memoria histórica", de que el monumento fue construido por 20.000 presos políticos en condiciones de esclavitud o trabajos forzados y pésimas condiciones de trabajo. A lo largo de seis años y en tandas, nunca más de 500 a un tiempo, trabajaron en el Valle de los Caídos de 2.000 a 2.500 reclusos, entre comunes y procedentes del Frente Popular, con predominio de los primeros desde 1946. La gran mayoría de los obreros que allí trabajaron eran libres, y está documentado que los presos eran pagados y voluntarios, ya que los frentepopulistas redimían hasta seis días de condena por cada uno trabajado.

La evidente falsedad de los datos ofrecidos muy ampliamente a la opinión pública solo puede considerarse un pretexto para desvirtuar el carácter del monumento o incluso destruirlo o procurar su ruina. Diversos personajes han expresado incluso su deseo de dinamitarlo, y algunos han colocado bombas en él.

2. El monumento recuerda una guerra civil y es un símbolo de reconciliación nacional y advertencia contra quienes Zugazagotia llamó “jugadores de la política", que suelen impulsar odios en la sociedad por medio de lo que Julián Besteiro llamó “Himalayas de mentiras", distorsiones de la verdad como la citada más arriba, destinadas a crear falsas indignaciones y justificar cualquier tropelía.

3.El Valle de los Caídos, justamente famoso en el mundo y uno de los lugares españoles más visitados, constituye uno de los monumentos más grandiosos, armónicos e integrados en el medio ambiente que se hayan construido en el siglo XX en cualquier país del mundo.

4.El monumento, como tantos otros testimonios de nuestra historia, como el cercano monasterio de El Escorial, es patrimonio de todos los españoles. Con motivo de la guerra civil, el patrimonio artístico-histórico nacional, así como los bienes de numerosos ciudadanos particulares, sufrieron tremendos daños y saqueos. El hostigamiento que hoy sufre el Valle de los Caídos, unido a campañas de desvirtuaciones de su realidad, solo puede entenderse en una desdichada tradición de ataques del estilo de los perpetrados durante la Guerra Civil.

5.Por todo ello, los historiadores abajo firmantes elevamos nuestra protesta y condena radical a la actitud del gobierno y organismos o partidos afines hacia el Valle de los Caídos, y alertamos a la sociedad ante lo que podría ser un nuevo y gravísimo atentado a la historia y al patrimonio común.

Propongo que este manifiesto circule en los medios académicos y extraacadémicos de historiadores, y, reunidas suficientes firmas, se publique en los principales medios de prensa.”

Dejo estos dos testimonios aquí, como prueba del acoso que el gobierno zapaterista está dando a la Cruz, esa gran Cruz de la Reconciliación de la Abadía del Valle de los Caídos, donde cuando los benedictinos se cansen de vivir en una semiprisión conventual, tomarán sus bártulos y se irán a otras comunidades de su orden de San Benito, dejando que aquel inmenso edificio sea volado por algún pirado, o terrorista de turno, o se caiga arruinado por el paso del tiempo y se pierda para siempre un monumento, que ha sido el más visitado de España.

Ojalá no tengamos que asistir a la acción demencial que hicieron los talibanes de Afganistán con aquellas inmensas imágenes levantadas hace siglos: volarlas.

Esperemos que todo vuelva a su cauce, Dios lo quiera.

Tomás de la Torre Lendinez

20.02.10

Sí a la vida en Jaén

Todos los años, por febrero, el Seminario Diocesano de Jaén ofrece al
público una serie de conferencias en torno a temas actuales, se llaman
las Jornadas de Santo Tomás de Aquino, pero un mes después. El lema de
esta fecha es: El evangelio de la vida está en el centro del mensaje de
Jesús.

En el programa de mano se justifican estas charlas con dos números de
la carta encíclica Evangelium Vitae, números 3 y 4, escrita por el Papa
Juan Pablo II, el 25 de marzo de 1995, donde podemos leer:

“Sí es muy grave y preocupante el fenómeno de la eliminación de tantas vidas
humanas incipientes o próximas a su ocaso, no menos grave e inquietante
es el hecho de que a la conciencia misma, casi oscurecida por
condicionamientos tan grandes, le cuesta cada vez más percibir la
distinción entre el bien y el mal en los referente al valor fundamental
de la vida humana.”

Tras esta cita está el asunto de la ley del aborto, que está
debatiéndose en el Parlamento español, donde la vida humana está en
juego a merced del capricho de tantas situaciones personales y
familiares sobre el ser humano concebido en el seno de una mujer, a
quien se le concede que el abortar es un derecho propio sobre su sola
existencia, sin tener en cuenta la nueva vida que está gestándose en su
interior, valiendo esta vida menos que el pito del sereno.

A partir del lunes hasta el día 25, en el salón de actos del
Seminario de Jaén, a las 20 horas van a intervenir profesores de
universidades, investigadores y líderes de movimientos cívicos a favor
de la vida humana. Los temas a tratar son: Iglesia y retos culturales
contemporáneos, acción a favor de la vida, objeción de conciencia en la
defensa de la vida y educar en la vida y el amor. El obispo de Jaén
tendrá la clausura el último día.

El valor de la vida humana está en el centro del mensaje de Jesús y,
también, el concepto de persona y su conciencia, en medio de un
relativismo reinante en la sociedad actual donde nada está bien o mal,
sino que la bondad o la maldad de los actos depende del propio actor y
de las circunstancias que le rodean, con lo que los principios
inviolables e inmutables, como la ley natural se tiran por el sumidero
de la sociedad sin miramiento ni freno alguno.

Los cristianos sí mantenemos la permanencia esencial inmutable de la
ley natural, de la que se derivan los varios preceptos morales de
nuestra vida. Estos mandatos fueron revelados por Dios al hombre a lo
largo de la historia de la salvación, que es la historia de la relación
de amor entre el Creador y todo lo creado. Un diálogo de amor por la
vida humana desde la concepción en el seno materno hasta la terminación
natural de la persona humana. Un grito fuerte a favor de la vida para
todos sin excepción.

Tomás de la Torrre Lendínez

19.02.10

El enfrentamiento entre trabajadores y dirección agrava la crisis de Cope

En Libertad Digital está colgada la siguiente información:

“La asamblea que han celebrado los trabajadores de COPE este jueves ha confirmado el divorcio entre la plantilla y la dirección de la empresa ante la crisis que vive la emisora por el hundimiento de la audiencia, después de la marcha de Federico Jiménez Losantos y César Vidal.

Según fuentes de la asamblea consultadas por Libertad Digital, los trabajadores de COPE no están dispuestos a aceptar ninguna rebaja en los salarios, y mucho menos la del 25 por ciento que propone la dirección para toda la plantilla, tanto de Madrid como del resto de España.

Desde la empresa aducen que las pérdidas están originadas por el nuevo medio de información económica Gestiona, la división de intenet y Popular TV. Ante esto los trabajadores han respondido pidiendo que se separe a estos tres medios de COPE y Cadena 100.

La desconfianza es tal que la plantilla ha pedido una auditoría externa ya que existen serias sospechas de que se han producido gastos injustificados en el marco de una gestión que califican de pésima.

En este sentido, cuentan a Libertad Digital que existe un creciente malestar con la marcha del programa La Mañana, que dirige y presenta el periodista Ignacio Villa.

Pese a la enorme caída de audencia que ha sufrido en esta nueva etapa, los gastos de producción han subido. Por ejemplo el periodista desplazó a cinco personas de su equipo a Barcelona sólo para hacer una entrevista a Artur Mas, líder independentista de CiU.

Los trabajadores rechazan asimismo la posibilidad de que la empresa presente un ERE y sólo aceptarían uno de carácter temporal. Algunas voces han llegado a solicitar la mediación de la Conferencia Episcopal, propietaria de la emisora.”

Hoy informamos de una vuelta de tuerca en la situación laboral y social de la cadena Cope. Parece que se hace necesaria la intervención de quien corresponda dentro de la Conferencia Episcopal Española.

Tomás de la Torre Lendínez