InfoCatólica / Tomás de la Torre / Categoría: General

14.09.10

Según César Vidal, InfoCatólica es el portal católico más importante

He notado en este curso radiofónico a César Vidal un tanto cambiado. Ha accedido colocar un espacio, dentro de su programa, dedicado a los deportes en general. Mucho trabajo debe haberle costado admitir en su noche esta sección.

Anoche, César en su sección de cultura, hizo una doble mención a InfoCatólica a la que ha valorado como el portal más responsable y profesional sobre la religión en toda la red en lengua castellana.

Lo hizo al hablar de la presentación del informe sobre la pederastia en la Iglesia Católica en Bélgica. Al terminar el contenido volvió a cerrar con una altísima valoración de nuestro portal dentro de la red de Internet.

Todo esto lo pueden oír, amigos lectores, pinchando aquí.

Eran las 20,45 cuando comenzó la sección cultural. La grabación colgada en la red tiene una duración de 9,59 minutos. En torno a la mitad es cuando hablan de nosotros.

Por lo que personalmente me afecta, como un bloguero más, agradezco a César Vidal que nos catalogue como el portal más serio y riguroso de información religiosa católica existente en lengua castellana en toda la red.

En esta empresa cada uno contribuimos con nuestro grano de arena. El hecho de que lo reconozcan en un medio de comunicación como esRadio, y un director del programa como César Vidal, estimula para continuar sirviendo a los lectores y amigos los diversos artículos que uno deja colgados en este portal.

Y a los lectores les debe llenar de satisfacción que el producto que les servimos es valioso, riguroso y formal, y que entran a leer, en opinión del señor Vidal, el portal más responsable actualmente.

Muchas gracias a todos. Y sigan con nosotros. Seguiremos con la ayuda de Dios.

Tomás de la Torre Lendínez

13.09.10

Fray Leopoldo en los altares, a pesar del grupo de Roures

Al día siguiente de la beatificación de Fray Leopoldo era lógico encontrar “piezas informativas” como las que aparecen en el diario del grupo de Roures, que apuntan así:

Ya el titular suena un poco raro: “Y la Guerra Civil se coló en la beatificación” pero lo mejor es lo que dice a cuenta de las palabras del arzobispo don Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, que “hurgó en el pasado con memoria selectiva” y se refirió a las calamidades sufridas por la Iglesia durante la Guerra Civil. Por si quedan dudas, en el subtítulo de la noticia nos aclaran: “El Vaticano denuncia la quema de iglesias en la santificación de fray Leopoldo". El texto lo firma Amina Nasser.

Aquí tienen, amigos lectores lo que monseñor Amato leyó en su homilía, sobre la persecución religiosa española, en la década de los años treinta:

“Llegó el tiempo triste de la persecución religiosa (1930-1939), que quería acabar con la Iglesia. Conventos quemados, religiosos y monjas expulsados o asesinados. Sin un proceso legal fueron asesinados 13 obispos, más de cuatro mil sacerdotes y religiosos y cerca de trescientas religiosas. Según los historiadores, una hecatombe de estas magnitudes en el breve periodo de pocos meses, no se había conocido ni siquiera durante los tres siglos de las persecuciones romanas y ni en la misma revolución francesa. Los capuchinos españoles asesinados bárbaramente fueron un centenar. Fray Leopoldo sabía los riesgos que corría pidiendo limosna por las calles de Granada. Muchos le ahorraron porque los defendían los pobres, los cuales reconocían “es un pobre como nosotros”. Incluso los más acerbos anticlericales admiraban su mansedumbre, exclamando: “¡Si todos fueran como él!”.”

Cuando no se sabe escribir y se miente, se afirman barbaridades que en el texto original de la homilía no aparecen.

En esta parte se cuenta la historia como fue, no con las intenciones de la torcida memoria histórica que ahora tanto se estila.

Menos mal, que otros medios han hecho un tratamiento informativo profesional y correcto. Lo que molesta al grupo de Roures en particular es que ningún partido político es capaz de reunir a tanta gente en ningún acto, pero la Iglesia de Granada lo hizo ayer con la beatificación de un hombre tan sencillo como Fray Leopoldo, ya en los altares, y que desde el cielo estará riéndose del infantilismo de la izquierda española, incapaz de asumir su historia negra en la década de los años treinta del siglo pasado.

Tomás de la Torre Lendínez

Jesús no es un disidente, ni yo tampoco

No me he sentido nunca un disidente en mi vida en la Iglesia de Cristo, el Señor, el Hijo de Dios, hecho hombre, en todo igual a nosotros menos en el pecado, nacido de la Santísima Virgen Maria, quien concibió por obra y gracia del Espíritu Santo; ese Cristo que predicó su evangelio sin soltar nunca la palabra disidente, sin dirigirse a disidentes, y que murió en la Cruz para salvarnos del pecado de la muerte resucitando al tercer día de entre los muertos, como lo había anunciado.

En el congreso celebrado de la asociación Juan XXIII, terminado ayer en Madrid, han acuñado el concepto disidente como un término bíblico y evangélico nuevo, donde no se encuentra este vocablo. Y afirman que ya se acabó el tiempo de los silencios, pues aquí tienen mis pensamientos y mi firma. Yo tampoco me callo.

En el diccionario de la RAE el disidente es la persona que no está de acuerdo con el grupo o sector donde vive, y trata de minar los cimientos de su grupo para darle la vuelta a la tortilla e imponer una ideología marxista en toda regla.

En los sistemas marxistas no cabían los disidentes. En toda dictadura doctrinaria nadie puede sacar los pies del plato, porque no existe libertad ni la responsabilidad correspondiente. El ejemplo más claro es el decrépito sistema cubano, donde la Iglesia está sacando de la cárcel a los disidentes y enviandolos a España.

Quienes han estado reunidos se han llamado a sí mismos disidentes. Son dueños de motejarse como les parezca. Pero por donde ya no paso es llamar a Jesús: el disidente de que y contra quien. Si Él vino solamente a cumplir la voluntad del Padre de salvar a todos los hombres del pecado y de la muerte.

Si Jesús hubiera sido un disidente pleno habría desobedecido la voluntad del Padre y hubiera realizado la Redención a su manera y estilo, que es lo que pretende este sector de personas, quienes llamándose disidentes pueden hablar y decir lo que les parezca dentro de la Iglesia, minándole sus cimientos porque la aman tanto que desean darle la vuelta y convertir la Iglesia en una esclava de un sistema filosófico muerto en los finales del siglo pasado.

Mientras, al Papa Benedicto XVI, a los obispos, sacerdotes y demás fieles que no respiramos en el marxismo atmosférico, nos tachan de fundamentalistas, de fanáticos, y otras lindezas similares.

Deseo dejar muy claro que no soy disidente, ni fundamentalista, ni fanático, ni nada de nada. Soy un cristiano y un sacerdote de la Iglesia del Señor, que estoy para seguir al Divino Maestro y continuar la evangelización que comenzó y dijo que llegáramos hasta el último confín de la tierra. Y así seguiré hasta que el Señor me llame a su Casa.

Tomás de la Torre Lendínez

12.09.10

Turismo de salud

Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 25

Cuando el verano acaba lentamente, he compartido una conversación con amigos sobre cómo les ha ido en estos meses de calor. Han salido todos los aspectos de descansar y de cambiar de aires. Una me ha llamado la atención. Se trata del turismo de salud. Es la manera de irse fuera buscando una forma de sanar algún aspecto del cuerpo humano que esté dolorido por alguna situación.

Un amigo ha estado en dos balnearios de rancio abolengo en la historia española, a los que acudían nuestros antepasados pudientes a tomar las aguas. En uno de ellos le ha venido muy bien para tratar dolencias de los huesos. En otro ha encontrado ayuda para problemas respiratorios. En ambos casos cuenta y no acaba de cómo ha sido tratado y los servicios que ha recibido. Todo, claro está, con alto coste económico para el ciudadano medio, y más en plena bancarrota económica.

Otro de los tertulianos ha contado una experiencia curiosa. Iba por la calle de una ciudad costera levantina. Le entregaron un papel de propaganda, donde le invitaban a un viaje gratis a otra ciudad cercana, previo paso por una sesión de venta de productos a favor de la salud.

Este señor se presentó a tomar el autobús a su hora. Los llevaron, el vehículo iba hasta los topes, gratis total, a una nave de un polígono industrial, donde les dieron el desayuno y los pasaron a unas aulas donde una persona de una empresa de productos buscadores de una mejor calidad de vida, tomó la palabra y les estuvo explicando para que dolencias se pueden curar con sillones automáticos, que relajan, masajean, producen calor, buscando la curación de equis dolencias óseas. Más tarde, presentaron una cama automática y articulada cuyas prestaciones eran alcanzar el descanso y la relajación plena.

Tras esta charla, vino el intentar comprometer la venta de estos productos y otros más a todos los presentes en el aula. Alguno compró. Otros pasaron de puntillas sobre las ofertas. Tras la comida, los llevaron a conocer otra ciudad cercana. Todo gratis. A mi parecer, la sociedad actual idolatra la calidad de vida pretendiendo alargarla como si fuera de goma, y se ignora la calidad de vida espiritual que es la que realmente nos daría la plena felicidad.

Pocas personas tomarían un autobús, gratis total, para pasar un día de retiro espiritual en cualquier casa religiosa. Pensarían que eso era perder el tiempo, ya que todos dicen que conocen muy bien su religión católica, algo que demuestra la realidad de la Iglesia del Señor a diario. Seguramente el autobús se iría con dos o tres al máximo. O con cero.

Cuando ahora estamos en las puertas del curso nuevo, se hace necesario que cuidemos nuestra salud espiritual y que tomemos más serio nuestras responsabilidades cristianas. Si así lo hacemos estaremos llenando el alma de la gracia de Dios.

Tomás de la Torre Lendínez

¿Quien limpia los vasos sagrados de la liturgia?

Una lectora atenta del blog me plantea, a la vista de una experiencia vivida semanas pasadas, si cualquier persona puede tener acceso a los vasos sagrados de la Eucaristía y limpiarlos…….

Antes de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, era el obispo diocesano, a petición del párroco, quien, mediante un oficio escrito, determinaba a la persona con nombre y apellidos que estaba capacitada canónicamente para tal menester. Esta misión se extendía para el lavado de la ropa litúrgica y de los corporales y purificadores, elementos esenciales para la celebración de la Eucaristía.

Tras el volcán que luego vino, aquellas normas menudas de liturgia practica y elemental fueron al trastero de los recuerdos, como las casullas, los cubre cálices, los manípulos, y tantos otros utensilios que llevaban siglos usándose.

En aquellos convulsos años se dieron tantas “experiencias” que cada lector podrá recordar algunas de las anécdotas, y, a veces profanaciones rayando en el sacrilegio, que ocurrieron y no eran recogidas por la prensa de aquellos años, pero están escritas en la memoria de los testigos y de los protagonistas.

Actualmente, la recomendación es que quien haga esos servicios necesarios tanto con la ropa litúrgica como con los vasos sagrados, sean personas de probada fe cristiana, de colaboración apostólica parroquial, con la formación suficiente para conocer lo que tienen entre sus manos, y con una vida pública de acreditada fe cristiana.

Los equipos de liturgia, existentes en muchas parroquias, son los depositarios de tales misiones. Es responsabilidad del pastor formar, informar, y dirigir que estas personas puedan cumplir su misión lo mejor posible.

Donde existe una comunidad religiosa femenina en el servicio parroquial, son ellas las encargadas de todo esto. Pero la escasez vocacional está dejando puestos sin cubrir.

Siempre, será el buen juicio pastoral del párroco, quien haga que el equipo de liturgia responsablemente educado concentre estas acciones entre sus servicios a la comunidad cristiana que se reúne para celebrar la Eucaristía.

Tomás de la Torre Lendínez