43 obispos en retiro
“La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha organizado, del 11 al 17 de enero, la tanda de Ejercicios Espirituales para Obispos que cada año tiene lugar en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
Este año está prevista la participación de 43 prelados de las diócesis españolas, además del Nuncio Apostólico en España. Los Ejercicios serán dirigidos por el P. Luis Mª Mendizabal, S.J. . Comenzarán el domingo, día 11, y finalizarán el sábado día 17.”
Con esta escueta nota de prensa la Conferencia Episcopal Española informa que nuestros obispos están de Ejercicios Espirituales. Es lo que hacemos muchos sacerdotes. O hacen bastantes laicos. Una vez al año, se aparta uno a un lugar recogido y delante del Señor, de los hermanos, y llevados por un jesuita, practica aquella gran forma de evaluación y puesta a punto del alma que es el método de los Ejercicios Espirituales, que todavía no ha sido superado por nada.
Los Ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola son una breve serie de meditaciones, oraciones y ejercicios mentales diseñados para ser realizados por un período de 28 a 30 días. El libro tiene aproximadamente 200 páginas. Aparentan haber sido escritos con la intención de aumentar la experiencia personal de fe en una manera que incluye matices claramente católicos. Por este nombre se entiende todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de razonar, de contemplar; todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar todas las afecciones desordenadas con el fin de buscar y hallar la voluntad divina.
Idealmente estos ejercicios fueron designados para realizarse en un retiro apartado, durante el cual aquéllos que realicen los ejercicios no tuviesen ningún tipo de distracción. Fueron diseñados también de manera que fuesen realizados bajo la dirección de un director espiritual. La meta principal aparenta ser el haber sido usados como parte del programa de noviciado de la orden. Aunque otros católicos no necesariamente jesuitas han realizado los ejercicios, usualmente bajo la guía de un director espiritual que es miembro de la orden.
Entre los ejercicios, las instrucciones diarias incluyen discusiones varias acerca de la naturaleza del mundo, psicología humana como la interpretaba Ignacio de Loyola y la relación del hombre con Dios.
Una característica importante de los ejercicios es la obligatoriedad de guardar silencio durante los mismos a toda hora al levantarse por la mañana, al vestirse, durante el tiempo de alimentarse, en los recesos, antes de dormir, exceptuando los momentos en que se discute la reflexión acerca de una conferencia o algún texto bíblico, de manera colectiva entre todos los asistentes. El motivo de esta práctica de silencio es obligar a la persona a realizar una introspección de las experiencias que está viviendo en el ejercicio, para que las medite a profundidad. A la experiencia de vivir estos momentos de silencio en meditación continua también se les llama desiertos.
Aunque los ejercicios están diseñados para durar un mes, existen versiones más cortas de 3, 7 o 15 días. Nuestros obispos eligen anualmente en estas fechas la duración de siete días. Además, el director de este año es un venerable jesuita de 84 años, quien ha dirigido algunas de las tandas que ha dado para sacerdotes, entre las cuales me he encontrado.
Pero, existe una persona, que dirige un portal de internet, que en Religión en Libertad, con humor, en el blog Cuatro Rayas mal hechas, se le conoce como “Pepe Vital", que ha querido escarbar en la vida del padre Mendizabal para extraer rentabilidad “de basura noticiosa". Lo encontrado es tán burdo que no lo resiste nadie. Solamente tiene una mano de pintura dorada, que cuando se le da con la uña se cae al suelo.
Desde este Olivo invitamos a los lectores a rezar por el fruto de los Ejercicios Espirituales de nuestros obispos. Es bueno que imiten al único Pastor, que oraba en la soledad y el silencio ante Dios Padre.
Tomás de la Torre Lendínez